Tribulaciones de un ciudadano normal 7

Comienzan a llegarme las pruebas que van a darme la oportunidad del desquite. Eso me hace sentirme bien.

7.- Intermedio para un desquite. (Parte II)

Salí hacia la casa de mi hermana lleno de miedo y aprensión y vuelvo con la vida, si no totalmente resuelta, sí con la capacidad de aplicar un buen número de soluciones a los problemas más inmediatos de mi vida, tanto profesionales como personales, por eso lo primero que hice fue llamar a FH y ponerlo al corriente de mi nueva situación, además le pedí que me pusiera en contacto con alguna agencia de detectives, pues necesitaba investigar algunas cosas que afectaban a personas que me importaban mucho, añadí que quería que la investigación que estábamos llevando a cabo con mi ex, su abogado y Mario saliera de la casa, es decir, que se les investigara a fondo, quería todo eso cuanto antes, me interesaba que vida llevaba cada uno de ello, juntos y por separado, negocios en los que anduvieran metidos, solvencia, en fin todo. FH me dijo todo eso lo podía llevar la misma agencia, la que ya tenía en sus manos la emprendida con Mario. Me dio un número de teléfono y un contacto y me dijo que era mejor que él se quedara al margen y que solo intervendría cuando la agencia o yo creyéramos que se había hallado algo que indicara que se podrían emprender acciones legales. Llamé a la agencia, pedí hablar con la persona de contacto cuyo nombre me había dado FH y me identifiqué. Me citó en su despacho para esa misma tarde, me dijo que quizás era innecesario, pero si más seguro y nos evitábamos sorpresas.

Lo siguiente que llevaba en la cabeza era adquirir una vivienda a la altura de mis actuales posibilidades, no creía tener muchos problemas dado que mi mundo era ese, así que una vez en las oficinas, hice llamar a uno de mis agentes más efectivos y le dije qué era lo que necesitaba, quedando claro que era algo personal, me pidió que le diera un poco de tiempo y que me entregaría las opciones que más me podrían interesar, le dí los límites en los que debía moverse añadiendo que si yo no estaba en el despacho cuando tuviera la información, me la dejara sobre la mesa en un sobre cerrado ya que, aunque no era importante, quería que fuese confidencial. Por supuesto, toda la gestión la llevaría él como si fuese una operación de compraventa normal.

Lo siguiente era hablar con Margarita, pero eso tendría que esperar al día siguiente, pues ahora tenía que acudir a una cita con mi Banco.

Por la tarde me reuní con el contacto de la agencia de detectives. Para empezar, me agradó ver que parecía que el negocio funcionaba bien a juzgar del aspecto de las instalaciones, las cuales daban una muy buena imagen de solvencia profesional. Me presenté a la recepcionista, que me dijo que el Sr. T me estaba esperando. No voy a entrar en detalles de la conversación, pero le expuse lo que quería, él me hizo varias preguntas, nos pusimos de acuerdo y tuve que insistir para que aceptara un depósito que él creía innecesario, dada mi relación con el Sr. FH. Había dado un paso más.

A continuación llamé a Herminia para que me informara de alguna novedad, no tenía mucho que contar, pero mi nombre aparecía algo más de lo habitual. No sospechaban nada de las cámaras y micrófonos. Por mi parte, le dije que no quería crearle demasiadas expectativas, pero que esperaba que pronto podríamos acabar con todo esto. Esto la puso muy contenta, me dio las gracias un millar de veces por la confianza y su nueva situación económica, le dije que estaba muy feliz de poder ayudarla en su vida y me aguanté las ganas pedirle que comiera conmigo con la excusa de afinar los temas que nos ocupaban, desde la última vez que nos vimos me venía mucho a la cabeza el beso de despedida. En fin, tiempo habría para aclarar cosas.

Volví a la oficina para recoger un par de cosas y sobre mi mesa encontré un gran sobre, lo abrí eran varias fotos de gran formato de otros tantos edificios y casas entre las cuales había una que me llamó poderosamente la atención. Pulsé el botón del teléfono que me ponía en contacto con la secretaria y le pregunté si sabía si el agente A estaba todavía en la oficina o estaba con algún cliente. Estaba, así que lo hice venir.

  • Hola, A, pasa y siéntate, por favor. Ha sido rápido

  • Bueno, hay bastante oferta estos días. Parece que los extranjeros han cogido miedo,o no sé.

-Bueno, veamos. Dime cual es tu idea de todo lo que me has traído.

  • Pues mire, todas son interesantes, unas son, a mi parecer, demasiado grandes, otras, demasiado lejos, pero hay una, -eligió una foto, me la pasó, era la que me había llamado la atención- que está dentro de lo que usted me ha pedido, está bastante céntrica y no se pasa de grande. No es un palacete, aunque lo pudiera parecer, es un antiguo caserón, casi mansión, que ha sido modernizado en las instalaciones, pero conservando su aspecto original. El exterior es el original también, y cuenta, como ve, con tres plantas, la planta baja… espere y se lo voy mostrando, - y saco más fotos de una carpeta que traía consigo. - Como le decía la planta baja es en realidad un patio interior, la primera, antiguamente, era la planta para el servicio, el propietario actual también la utilizaba así, tenía personal que vivía en la casa, la segunda planta es la planta noble, ahí es donde tienen los dormitorios familiares y un despacho, también hay un estudio con mucha iluminación natural, que la esposa utilizaba para pintar. Se podría remodelar para otra utilidad con pocas obras. La última planta se remodeló como zona de recreo, hay una especie de gimnasio, una sauna, un jacuzzi y un solárium. Pero fíjese - dijo mostrándome la primera foto.- ¿Ve este edificio de al lado? La planta que está a la misma altura de la segunda pertenece a la misma propiedad, está escriturada como una vivienda única. Esa planta es independiente del edificio donde está, el acceso está en el caserón, no hay ninguna entrada desde el otro edificio, no hay nada en común con él. Está parte era utilizada para los invitados.

  • De todos modos el precio me parece excesivo.

  • Sí, lo tenemos hace bastante tiempo y será difícil de vender. Se lo he mostrado porque creo que no va a tardar mucho en decirme que podemos bajar el precio.

  • Habla con él. Explicale quien soy, sin mentiras. Dile que, a título personal, podría estar interesado, siempre y cuando el precio pase a ser también interesante. No demuestres un interés excesivo para que no se venga arriba. No te voy a decir como tienes que hacer tu trabajo. Lo dejo en tus manos.

Tenía la sensación de que las cosa se iban acelerando. Yo llevaba un subidón de no te menees, así que me interesaba ponerme tranquilo y obrar con cordura.

Tuve suerte, al propietario de la casa ya le urgía vender, si hubiese estado en la costa, la casa no hubiese tardado tanto en desaparecer del mercado, pero estaba en el centro de la ciudad y no demasiado cerca del mar, eso fue beneficioso para mí, porque él necesitaba el dinero para comprar algo en la playa, se había divorciado y en el reparto, la mujer se había quedado con la vivienda de verano. Antes de formalizar la compra visitamos la que iba a ser mi casa y me mostró algunas peculiaridades de la misma.

Cuando habíamos terminado la visita me preguntó si no había notado nada raro a lo largo del recorrido, le dije que francamente sí y que quería comentarlo. Quizás por mi experiencia en mi anterior negocio noté una aparente diferencia en las medidas de ciertas habitaciones con las que podrían corresponder vista desde el exterior, en principio podría ser debido a los balcones y el tipo de arquitectura de las fachadas lo que podría causar esa sensación que pasaría desapercibida para cualquier profano en materia de construcción y sería inexistente para cualquiera que no tuviera la oportunidad de visitar el interior, y aún así, los muebles, cortinas y demás disfrazarían todavía más el efecto. La explicación era sencilla: en la casa original se había construido un estrecho, aunque de cómodo tránsito, pasadizo que comunicaba algunas habitaciones de la planta noble, a saber con que objeto; cuando se hizo la remodelación de la misma, el constructor encontró el pasadizo y al no encontrarle utilidad le propuso al propietario aprovecharlo para dar mayor amplitud a las estancias, pero a este le hizo mucha gracia y decidió conservarla con el fin de, quizás, convertir un día una de esas estancias en una “habitación del pánico” y tener fácil acceso a ella desde cualquiera de las otras habitaciones de la planta, así que como primera medida lo que hizo fue comunicar el pasadizo con la “zona de invitados” ya que le pareció la parte mejor área para instalar su “habitación del pánico”, cosa que nunca hizo. Yo tampoco, aunque más tarde le encontraría alguna utilidad en ese momento decidí que lo dejaría todo como estaba porque también me había hecho gracia el tema. Me ofreció quedarme con lo muebles y de momento acepté, ya que estaban muy bien y me lo dejaba casi regalado.

Me instalé en la casa tan pronto pude, en cuanto el antiguo propietario se llevó todo lo que no quería dejar. En la planta noble hice muy pocos cambios. Las habitaciones estaban montadas con un estilo moderno y funcional que me gustaba, los muebles eran de muy buena calidad y me ahorraba mucho tiempo de búsqueda. En la planta baja, aproveché y acondicioné una de las estancias, la mas espaciosa, para montar una pequeña bodega, tenía amigos que me irían aconsejando. En la zona de recreo de la planta superior pensaba crear una sala para ver cine y oír música, pero eso sería más adelante, dejaría la sauna, dudaba que hacer con el jacuzzi, ya que había otro en el baño de la que iba a ser mi habitación. Había tiempo para eso.

El embarazo ce Rosa iba muy bien y no seguíamos viendo, aunque ahora el que viajaba era yo, pues no quería que, en su estado, tuviera que conducir. En el pueblo fue un bombazo, no tanto el embarazo, como el cambio de apariencia de Rosa. La madre de Rosa y La Bruja pretendieron vender ese cambio como debido al embarazo, que por fin Dios había querido conceder esa gracia a Rosa y al Sacristán, pero no coló. Rosa ni afirmaba ni negaba, me decía que ya se vería cuando naciera la niña, porque iba a ser niña, lo poco que se parecería a la Bruja y que solo le pedía a Dios que no se pareciera a su madre, yo le decía que su madre no era fea y ella me respondía que le daba igual, que se tenía que parecer a mí o a ella, en fin discusiones de padres primerizos.

En noviembre, yo ya tenía en mi poder mucha información, entre otras, sobre las andaduras de El Sacristán y sus “ejercicios espirituales” y se la entregué a Rosa, ella convocó a El Sacristán y a su madre y les dijo que él tenía que pedirle el divorcio y tenía que ser ya, la Bruja se echó a reír con desprecio, pero se le congelo la risa cuando Rosa le tiro un juego de fotos sobre la mesa, en ellas aparecía el Sacristán en situaciones y poses poco espirituales.

  • Cuando he dicho que tenía que ser ya quería decir ahora mismo, si no, estas fotos y algún vídeo saldrán a la luz. Cuando nazca mi hija no quiero tener nada que ver con vosotros, así que ¡arreando!

  • Eres una puta, has engañado a mi hijo con otro.

Esta vez fue Rosa la que se rió.

  • Lo que tu digas. Espero noticias tuyas en un plazo máximo de 48 horas confirmándome que has comenzado los trámites de la separación. No te voy a pedir nada porque no quiero nada de vosotros, así que supongo que esoagilizará los trámites. -dijo dirigiéndose a El Sacristán.

  • Y a ti, señora, que te vayan dando, y te prometo que me encantaría que te negaras o que obligases a tu hijo a no iniciar el papeleo, porque no tienes ni idea de la que te vendría encima. Y todavía no he terminado, tengo un nombre que limpiar. Aunque no sea asunto mío, ayudaré encantada.

A continuación se dirigió a la iglesia porque quería hablar con el sacerdote que continuaba en la inopia e ignoraba toda la mierda que, queriendo o sin querer, le habían echado encima, aunque Rosa se había encargado de ir diciendo a todo el que quería escuchar, lo mal que lo estaba pasando el pobre cura teniendo que hacer cada dos por tres un viaje tan largo por tener a su madre enferma. Un precario muro de contención que ignoraba si había contenido algo.

Al cura le preguntó si era consciente de los rumores que circulaban por el barrio acerca de él, no entendió la pregunta, así que Rosa se lo explicó, el pobre hombre se puso pálido y casi sin voz solo pudo decir que eso no era verdad, a lo que respondió Rosa mostrándole alguna de las fotos, las menos escabrosas pero contundentes en significado. Medianamente repuesto de la sorpresa, vino la pregunta de porque te casaste con él y la explicación consiguiente por parte de Rosa. Más tarde supe que en una homilía habló del asunto y exigió que públicamente se le presentasen disculpas y se le pidiese perdón. Por supuesto, eso no sucedió, pero bastó para que, al parecer, madre e hijo hayan desaparecido del pueblo.

En otro de los frentes también hubo movimientos, la compra de la casa había llegado a los oídos de la banda.Las cámaras y micrófonos captaron perfectamente el plan que urdían Hortensia y Mario. Primero me llamaría ella, tendríamos una entrevista de lo más pacífica y me vendería la moto de que les vendría muy bien mi experiencia adquirida en mis antiguas empresas, para después, como una ocurrencia espontánea me ofrecería la oportunidad de participar en esas empresas, solo tenía que asociarme y aportar una cantidad de dinero. Eso, si hacía falta, se me tenía que plantear aunque fuera después de un polvo. Mario ya tenía preparado el documento que me presentarían, “y como el pardillo de tu exmaridito es medio gilipollas, firmará sin leer cualquier papel que le presente su abogado, que soy yo” Y Mario le enseñó el documento redactado que llevaba en su laptop. Aquello debió de ponerles cachondos porque empezaron a besarse y al poco se fueron, supuse, camino del dormitorio. Aunque también había cámara y micrófono aquello no era de mi interés. Estaba a punto de cerrar el vídeo, cuando pasó algo que me sorprendió sobremanera: Herminia aparece por el ángulo contrario por donde se han ido Hortensia Y Mario y sin perder un segundo se acerca al portátil de Mario ¡que había dejado abierto y encendido y al parecer sin contraseña! e introduce lo que evidente era un pendrive, copió varios documentos al parecer y en menos de cinco minutos, desapareció de la escena. ¿Como se había arriesgado de esa manera? Desde luego había sabido elegir el momento más apropiado para su operación. Cogí mi móvil y la llamé, ya debía estar en casa, comunicaba. Yo estaba muy nervioso por saber si todo había acabado bien. Y sonó mi móvil. Era Herminia, nuestras llamadas se habían cruzado. Antes de que empezara a contarme quise que me explicara por qué se había arriesgado tanto, me dijo que no había corrido ningún riesgo, que siempre supo cual tenía que ser el momento y que cuando me podría entregar lo que había copiado. Le dije que primero había que retirar todo lo que se había instalado, ya que según FH teníamos información mas que suficiente para actuar según yo creyera conveniente; una vez hecho eso ella podría abandonar aquella casa para siempre, llena de alegría me dijo que el día siguiente era perfecto pues ella no estaría en la ciudad hasta por la noche. Quedamos en que llamaría a la persona que hizo la instalación para que estuviera preparado cuando ella lo llamara y lo dejaría todo limpio. Ella podría empezar a trabajar para mí de verdad inmediatamente. Feliz, me dijo que estaba deseando empezar. No le había dicho nada, pero también tenía bajo investigación a su marido y su hijo, y las noticias no eran buenas. Su hija era una estupenda estudiante como ella me había dicho y una hija cariñosa que ayudaba a su madre todo cuanto podía.

Recapacité en todo lo que había venido sucediendo en las últimas semanas y decidí que bien merecía celebrarlo con una copa. Y eso hice.