Tri-o

Nunca me había gustado.... hasta que lo probé.

Soy un hombre casado, de aquellos que en su casa mana el , o sea yo, y aunque mi mujer decidia sobre cosas domessticas, antes de hacer o tomar una decision me la consultaba.

Mi morbo ante el sexo me hizo ejercer esta autoridad levandola a ciertos lugares donde se podian hacer relaciones facilmente y la introduje en un mundo de sexo en el que ella parecia encontrarse bastante bien.

En principio yo solo miraba escondido lo que mi mujer hacia, e decir ella se ligaba a un hombre , lo traia a casa y yo disimuladamente y sin que ninguno de ellos supiera que yo estaba alli, miraba por la cerradura o a traves de la puerta entreabierta y disfrutaba viendolos follar.

Despues, cuando ella se quedaba sola, me la follaba con ansia desconocida para mi.

Nunca habia pensado que yo podria participadr en una de estas fiestas pero mi mujer no hacia nada mas que incitarme a ello.

Alguna vez estuve tentado de hacerlo, pero se trataba de follarme a la mujer de un hombre mientras este se follaba a la mia, pero a mi los intercambios nunca me han gustado puesto que siempre una de las partes no es del agrado del otro...

Pero un dia mi mujer me hizo una interesanter proposicion, habia conocido a una chica de la que mi mujer se habia hecho muy amiga y que segun ella, me deseaba, que tenia ganas de acostarse conmigo.

La proposicion consisstia en que lo hiciera con las dos al mismo tiempo, y eso si que me entusiasmo, ya que era algo que no habia hecho nunca.

Mi esposa me lo poina en bandeja y no era cosa de rechazarlo, ella lo programo todo, y una tarde, cuando llegue a casa me las encontre a las dos hablando en el comedor.

Mi mujer estaba con un corse amarillo que yo le habia regalado hacia tiempo, llevaba medias blancas y zapatos amarillos , y en principio una falda verde que a mi siempre me habia encantado.

Esstaba preciosa aquella tarde, con las tetas fuera de los cascos del corse. Su amiga vestia un traje azul electrico y con detalles en blanco, era morena y aunque sus pechos eran mas pequeños que los de mi mujer tambien resultaban excitantes.

Empezaron a besarse y acariciarse delante de mi hasta  conseguir pnerme cachondo y cuando lo estuve lo primero que hice fue sacadrme los pantalones y me acerque a ellas.

La amiga estaba lamiendolas tetas de mi mujer, pero cuando me tuvo a su lado me agarro la polla y me la pelo lentamente.

Senti calor y me saque la chaqueta, entonces ella se giro  hacia mi y me cogio la polla y los huevos mientras mi mujer me besaba como muestra de agradecimiento, por haber consentido en su fantasia.

Me sentia muy caliente y estaba totalmente empalmado por lo que las desnude lo mas rapidamente posible y tendi a la nueva en el sofa, metiendole mi polla en su coño, follandomela mientras le sostenia las piernas bien levantadas.

S e la metia y se la sababa a toda velocidad mientras mi mujer se sentaba en el rspaldo del sofa y abriendo las pierenas le colocaba  el coño a la altura de su boca mientas yo no paraba de follarmela.

La amiga al encontrarse con aquella almeja casi pegada a su boca, empezo a lamerla y a comersela habilmente mientras suspiraba de gusto con mis folladas.

La cara de gusto de mi mujer y estos suspiros me llevaron a una sensacion de placer tan grande que crei que me iba a correr en aquel instante pero, con grandes esfuerzos , pude superar esta sensacion y aguantarme.

Segui fullandomela entrando y saliendo de su coño hasta que logre hacerla llegar al mas fuete orgasmo y en este instatne me sali de ella par entrar en el abierto sexo de mi mujer y tambien me la tire de una manera desesperada.

Se la meti de un solo golpe y ella apoyando sus piernas sobre mis hombros se entregaba a mi sin ninguna reserva.

Su amiga seguia ayudandola metiendola los dedos en la entrepierna y masturbandola lentamente el clitoris, mientras yo segua penetrandola sin descanso.

De pronto senti que todo el curpo de mi mujer vibraba con tremendas sacudidas pro el orgasmo que estaba recibiendo en el interior de su cuerpo, y sin oder contenerme me corri en sus entrañas llenandola  el coño de esperma hasta depositar la ultima gota.

Cuando la saque la amiga me agaro la humeda polla y sin miramiento alguno por losliquidos mios y de mi mujer que le llenaban me regalo una mamada que me la limpio ademas de proporcionarme un raro placer a pesar de que me iba arrugando por momentos.

Habia sido una experiencia maravillosa y digna de repertirse , aquella noche mi mujer y yo volvimos a follar, sin dejar de recordasr yo todo lo sucedido por la tarde, cosa que me calentaba y aumentaba mis deseos sexuales.

ME la tire con unas ganas terribles, como si deseara demostrarle mi gratitud por la idea que habia tenido y por mi liberacion de simple miron.

Ahora podia participar en los encuentros siempre que fueran con otra mujer.

A  partir de ahora de aquella tarde inolvidable, nos comprendemos mucho mejor mi mujer y yo, y asi ella siempre me busca nuevas experiencias con amigas que me resultan muy gratificantes.