Tres pollas para una sola chica

Una historia inesperada con dos chicos, una follada espectacular.

TRES POLLAS PARA UNA SOLA CHICA

Hola, somos una pareja joven que nos gusta innovar en todos los sentidos. En la cama somos pura pasión y siempre estamos renovándonos pero nunca nos habíamos atrevido a ir más allá de nosotros dos, pero sabíamos que pronto o tarde llegaría el momento, porque lo habíamos comentado muchas veces.

Mi mujer y yo habíamos decidido pasar el verano en un camping a pasar. Elegimos un camping de la costa española, concretamente en Andalucía. Lo cogimos todo y nos pusimos de camino hacia allí. Cuando llegamos nos atendieron en recepción y nos dieron una parcela grande. Nos pusimos a bajar cosas de nuestro coche y empezamos a montar nuestra tienda de campaña. En la parcela de nuestro lado, había unos chicos jóvenes, tendrían unos 25 años los dos, eran los típicos chicos fuertecillos y guapitos, cuando nos vieron nos saludaron, nos pusimos a hablar con ellos, nos comentaron que era un camping bastante acogedor y que nos lo pasaríamos muy bien.

Cuando terminamos de montar la tienda decidimos pasear para conocer las instalaciones así que nos pusimos el bañador y después de conocer las dependencias del camping nos fuimos a una playa cercana.

Llegamos a la playa, era muy tranquila y había poca gente, pusimos nuestras toallas en la arena y nos fuimos al agua. En ese momento llegaron nuestros vecinos del camping y se pusieron muy cerca de nuestras toallas. Cuando salimos del agua nos fuimos a las toallas a tomar un poco el sol. A causa del calor y del sol, decidí cerrar un poco los ojos y me dormí. Cuando desperté mi mujer estaba hablando con los dos jóvenes. Me acerqué a ellos para unirme a la conversación. La conversación se extendió hasta tarde y decidimos volver al camping.

Hacia las nueve de la noche decidimos tomar una ducha y cuando llegamos a las duchas del camping había un cartel en la puerta diciendo que eran mixtas. Entramos a la ducha con el bañador y el bikini puesto y empezamos a ducharnos.

En ese momento entraron por la puerta nuestros vecinos, ellos también iban con los bañadores puestos, nos saludaron y empezaron a ducharse. Cuando nos dimos cuenta los dos jóvenes se habían quitado el bañador. Mi mujer estaba perpleja, los dos tenían unas pollas gordas, largas y perfectamente depiladas.Tranquilamente se pusieron a hablar con nosotros mientras se duchaban, nos dijeron si nos apetecía hacer algo esa noche. Mi mujer en ese momento no estaba atenta a la conversación, sus ojos solo se dirigían a sus pollas, yo notaba que se iba poniendo más y más cachonda. Uno de ellos, el más lanzado, le dijo que se le iba a caer la baba, mi mujer sonrió y solo asintió con la cabeza. Como es muy curiosa les pregunto el tamaño de aquellos dos miembros. Uno de ellos le dijo 15cm en reposo y 23cm empalmada, mi mujer se rio. El joven se acerco a ella y le dijo si quería comprobarlo. Mi mujer se quedó en shock, me miró y yo le guiñé un ojo, así que el joven le cogió la mano y la puso sobre su polla. La mano de mi mujer se quedaba muy pequeña al lado de aquel trozo de carne. Ella empezó a masturbarle, su mano subía y bajaba en aquella enorme polla, yo la miraba hacerlo y me iba empalmando. Nunca la había visto en esa situación, pero me estaba gustando. De repente ella se arrodilló y empezó a chupársela, empezó suavemente y poco a poco iba metiéndosela toda en la boca, su velocidad iba en aumento, el mismo aumento que sufría la polla del joven. Yo me acerque, y mi mujer, mientras chupaba aquella polla, empezó a masturbarme, el otro chico se acercó a mi mujer, ella extendió la mano, se la cogió y empezó lentamente a masturbarlo. En esos momentos soltó mi polla y se la puso en la boca, me encantaba notar como su lengua recorría mi glande, era la primera vez que la veía en ese estado, estaba decidida, iba cambiando continuamente de polla, las chupaba de arriba hasta abajo. Uno de los jóvenes le cogió la cabeza y la hizo engullir toda, los hilos de saliva le caían por la comisura de los labios. Uno de los jóvenes le quitó la parte de arriba del bikini y empezó a chuparle los pezones. El otro le quitó la parte de abajo y empezó a masturbarla. Los gritos de mi mujer iban en aumento. Los dedos de aquel chico se metían a la velocidad de la luz, mientras ella no paraba de masturbarme y de meterse mi polla en la boca. En esos momentos pidió que alguien se la metiera. Uno de los chicos se levantó y empezó a frotar la cabeza de su polla por toda su rajita. Ella empezó a gemir, la quería dentro, quería notarla toda, el chico poco a poco empezó a metérsela centímetro a centímetro hasta llegar a chocar sus huevos contra su culo, ese sonido me encantaba, y verla disfrutar aún más. El chico empezó bombeando muy despacio y poco a poco más rápido, ella, mientras, nos masturbaba y nos comía la polla. Me acerqué a su oreja y le dije si quería doble penetración, me besó y me dijo que sí. El chico se la sacó y se acostó en el suelo, ella se sentó encima de él y empezó a cabalgarlo, yo me puse detrás y empecé a chuparle el culo. Poco a poco le metí un dedo, dos y hasta tres, ella gemía y me suplicaba que se la metiera. En esos momentos puse la  cabeza de mi polla en la entrada de su culo y fui empujando, ella pegó un pequeño grito que me indicó que le estaba gustando, y poco a poco la metí toda. Tenía mis 16cm dentro, y aunque pueden parecer pocos, es gorda, y a ella le encanta. Cuando ya la tenía dentro empecé a moverme despacio, mientras el otro chico la metía y la sacaba de su coño. Notaba la otra polla rozar con la mía, el chico empezó a moverse y mi mujer empezó a gritar. Estaba a punto de correrse, en esos momentos me aparté y el chico que estaba en el suelo de un solo golpe la levantó, ella con la polla aún dentro, lo cogió por el cuello y sus piernas lo rodearon, tenía el culo a nuestra disposición. Invitamos al otro chico a que se la metiera, el accedió.

En esos momentos me puse delante, la veía disfrutar, empecé a masturbarme, sabía que le gustaba verme como me masturbaba.  Ella tenía las dos pollas dentro y se movían de forma rápida, empezó a gritar, gritaba fuerte, estaba sudada y mojada, en esos momentos empezó a gritar: ¡Me corroooooo! Sus gritos se escucharon por todas las duchas, los dos aceleraron el ritmo de sus embestidas. El que tenía la polla en el culo empezó a correrse, sacó la polla y, de su culo, empezó a salir abundante cantidad de semen. El otro chico la bajó, ella se arrodilló, el chico empezó a masturbarse rápido, mi novia se giró y le sacó la lengua, la quería en la boca. Lamía aquel glande. El chico empezó a correrse en su boca, el semen le caía por la comisura de sus labios, ella la lamió y chupó hasta dejarla brillante.

Solo faltaba yo por correrme, me cogió del culo y se engullo mi polla, empezó a mover su lengua, estaba a punto de correrme, la avisé y se la metió de golpe. Empecé a correrme en su boca, no se le escapó nada, estaba tragando todo mi semen. Esperó a que se me pusiera flácida y la sacó.

Nos duchamos los cuatro, estábamos cansados y volvimos a nuestras tiendas de campaña. Nos despedimos e intercambiamos los números de teléfono. Los dos chicos nos dijeron que se iban al día siguiente.

Esa noche, hablando de lo que había sucedido, mi mujer me dio las gracias por esa aventura. Nos dormimos muy pronto y al despertar al día siguiente nuestros vecinos ya no estaban.

ESPERO QUE OS GUSTE NUESTRA HISTORIA, ESPERAMOS VUESTROS MENSAJES PARA VER QUE OS PARECE