Tres parejas y un juego (2)

¿Te acuerdas de este lugar? me preguntó Sofía, mi esposa. Sí, claro, respondí yo con una media sonrisa. ¡como para no acordarse! (segunda parte de la historia)

Este manuscrito es la segunda parte del relato "Tres parejas y un juego". Quien desee leer esta segunda parte le aconsejo que primero lea la anterior. Podrá hacerlo en:

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También puede encontrar el link consultando los relatos que he publicado, en mi perfil:

http://www.todorelatos.com/perfil/1317154/


Tres parejas y un juego (2)

Una hora más tarde, después de haberme duchado y comido algo de fruta, recibí una nueva nota:

"Estimado participante. En pocos minutos te vendrán a buscar otra vez. Debes estar preparado. Enciende la vela, apaga la luz y siéntate en la silla y espera. Para ti, el juego consiste ahora en ser último en correrte. ¿Podrás ganar? Si puedes, te llevarás el premio final!"

Me enfundé de nuevo toda la ropa negra. Me senté. Pensé que Sofía me echaba un guiño: si algo me caracterizaba, sexualmente hablando, era mi resistencia! No había pasado ni un minuto que se abría la puerta. De nuevo la mujer del delantal avanzó hasta mí. Miro mi pene algo flácido. Recordé entonces la visión del contraste de la piel blanquecina de mi sexo con la ropa negra y me avergoncé. Ella se arrodilló y empezó a jugar con mi glande, lamiéndolo levemente con la punta de su lengua. Noté mi verga izándose de nuevo y la palma de su mano acariciándola y, finalmente, su otra mano enfundado de nuevo un preservativo oscuro que homogenizaba todo mi cuerpo.

La mujer me condujo de nuevo a la sala donde habíamos estado antes. La sala seguía a oscuras, con la única referencia de una docena de velas que rodeaban la tarima. Otra vez música cadenciosa adornaba el ambiente. Ahora, tres sillas estaban colocadas sobre la tarima, una al lado de la otra. Dos de esas sillas ya estaban ocupadas. Y la mujer me condujo hasta la tercera. Me hizo sentar y entonces me agarró las manos, se las llevó detrás del respaldo de la silla y colocó en mis muñecas unas esposas que impedían el movimiento de mis brazos. Moví la cabeza al lado y creí adivinar que el tipo que ahí estaba se encontraba exactamente en la misma situación.

Hecho esto, tres figuras aparecieron de la oscuridad y se colocaron cerca de la tarima, delante nuestro. Vi a la mujer del delantal sacar de nuevo una bolsa y como una a una las figuras extraía de él un trozo de papel. Entonces las tres mujeres subieron a la tarima y se colocaron cada una de ellas delante de uno de nosotros. Traté de adivinar cuál de ellas era mi mujer, pero me fue imposible.

Entonces observé a la figura que tenía delante. Me miraba fijamente, como si esperara algo. Traté de averiguar si esa podía ser Sofía. Reparé en sus ojos, demasiado lejos para reconocerlos con tan poca luz. Igual con los labios. Miré sus pechos, parecían algo más firmes que los de Sofía, pero dado que el tamaño era similar, bien podrían ser los suyos. Esa ropa sujetaba los pechos mediante dos argollas en su base y parecía ser bastante estable. Miré atentamente los pezones cubiertos y sentí como en mi sexo recorría una extraña sensación de excitación. Observé su pubis, completamente rasurado, y lo suficientemente lejos de mí como para poder captar bien su forma. Resultado: tenía a dos metros a una mujer que podía ser o no mi esposa y que, sospechaba, en pocos instantes, trataría de que me corriera. ¿Y mi mujer? ¿Cuál sería su sensación en ese mismo instante? ¿Habría adivinado ella si el tipo que tenía delante era yo?

Justo en ese instante se inició una nueva canción. Eso debía ser una señal pues las tres mujeres avanzaron a la vez hacia las sillas. La mía se arrodilló y empezó a lamer mi sexo que, enfundado en el preservativo, no notaba en exceso el calor de su lengua. Sin embargo, levantó la mirada hacia mí y eso me excitó, vi como con la mano libre se empezaba a acariciar el coño mientras dejaba clavados sus ojos en los míos. Al lado, el tipo sentado en la silla echaba la cabeza atrás mientras la chica le masturbaba. La situación era realmente caliente.

A los dos minutos, aproximadamente, el ritmo cambió de nuevo, señal inequívoca de que algo pasaría. Así fue, la chica se levantó, se puso de espaldas a mí y separó sus nalgas con las manos para que pudiera observar su vagina empapada. Se puso un dedo dentro y lo movió cinco o seis veces. Entonces agarró mi pene con una mano llevándoselo al interior de su vagina. estaba realmente mojada porque empezó a deslizarse sin dificultad alguna, arriba y abajo, cada vez más rápido.

De nuevo un cambio de ritmo. Mientras la chica giraba sin salir de mí pude observar que la chica de la silla de al lado ya no estaba. Más allá seguía habiendo dos figuras. Había caído el primero. Frente a frente la mujer empezó a moverse de nuevo. Una mano se apoyaba en mi hombro y de ahí se impulsaba, la otra recorría su pecho derecho. Con la boca entreabierta se mordía el labio inferior. Aumentó el ritmo de sus embestidas y yo empecé a dudar de mi victoria, notaba el sexo duro, a punto de estallar. Ella dejó entonces de acariciar su pecho y puso dos de los dedos de su mano libre en mi boca. Eso era peligroso. A menudo, cuando estoy muy excitado siento la necesidad de ponerme algo en la boca que imite la polla dura que en esos momentos me apetecería.

El momento, pues, era crítico. Sus dedos entraban y salían de mi boca abierta mientras ella sacaba la lengua y la metía también en mi boca simulando que ambos gozábamos de una buena verga. Noté mis testículos apretados y como mi semen alborotado se preparaba para emerger cuando, de pronto, la chic paró. Acarició mi mejilla y se levantó. Entonces vi como la mujer del delantal extendía su mano, ella la tomaba, y se alejaban.

Un minuto después la mujer del delantal volvió, me quitó las esposas e hizo la señal que la acompañara. Lo hice, bajamos de la tarima y nos unimos con otra figura. Entendí que era la chica que había resultado vencedora, posiblemente la que primero había conseguido que su pareja se corriera. Entonces la dueña del hostal nos entregó otro papel:

"Felicidades, sois los ganadores! Ahora os retirareis a una habitación donde juntos decidiréis vuestro premio: en una hora volveréis a reunirnos aquí con el resto de participantes y éstos obedecerán todo aquello que les indiquéis. Por tanto, habéis conseguido dos chicos y dos chicas con los que cumplir cualquier deseo que hayáis tenido"

La mujer del delantal nos condujo a una nueva habitación. Durante el trayecto me convencí que la chica que me acompañaba era, sin duda, Sofía. Siempre se salía con la suya. Así que al instante de cerrarse la puerta detrás nuestro, agarré la cintura de ella, le separé las piernas y le clavé mi polla aún tiesa de tanta excitación. Yo aún estaba muy caliente, no me había corrido, así que empecé a moverme frenéticamente, a chocar mi vientre contra su culo. Por fin oía gemidos esa noche, por fin podía escuchar la expresión del placer. Y de pronto caí en la cuenta que esa no era la voz de Sofía. Entonces, como pude, bajé la cremallera del vestido de la chica, le retiré la capucha y pude observar el cabello castaño de la chica pija. Noté como mi polla se hinchaba aún más. Agarré su cabello con una mano y pellizqué uno de sus pezones con los dedos de la otra mano. Nuestros gemidos se entremezclaron hasta que noté toda mi leche atrapada en el condón.

Rendidos, caímos en la cama que estaba delante nuestro. Durante diez minutos no hablamos, simplemente recuperamos la respiración y nos relajamos. Después empezamos a charlar sobre cuál sería nuestro premio. Mientras comentábamos las posibilidades, mis manos recorrieron su cuerpo, se adentraron en su sexo masturbándola hasta llegar al éxtasis un par de veces más. Pensé que, menos mal, ella no me había correspondido, si no, lo más probable, no hubiera podido gozar del premio!

Continuará.

[Muchas gracias por su lectura. Me encantaría conocer sus comentarios, bien aquí como directamente en el mail. Por cierto, permítanme comentarles que me gustaría escribir alguna historia basada en ideas, personajes, situaciones, etc, que me sugieran otras personas. Si alguien está interesado que me lo proponga por mail y lo hablamos. Saludos]