Tres noches con luz

Luz es una mujer de 36 años, separada, de cabello rubio, rizado, ojos castaños, labios sensualmente carnosos, piermas jamomas, tetas grandes con pezones enormes, gran culo tragón... Tiene un polvazo.

Un viernes por la noche estaba en cama, le sonó el teléfono móvil, y antes de que dijera nada, oyó una voz que le decía:

-¿Sabe tengo mano?

Era la voz de un africano que no hablaba bien el español.

-¿Quién eres?

-Morenito.

-¿Quién te dio mi número?

-Número a azar. Tocar ti. Tener voz bonita.

-¡Qué te den!

-Mejor dar yo. 26 largo mucho gorda.

Se despertó la curiosidad de Luz.

-¿Es eso lo que tienes en la mano?

-¿Echar paja tu yo?

-¿Dónde estás?

-Estar solo, casa okiupa.

Luz metió una mano dentro de las bragas.

-Me acabo de meter la mano dentro de las bragas, moreno

-Yo muy dura. Echar agua agujero punta.

Luz cerró los ojos.

-Te la estoy chupando.

-No poder. No caber en boca,

Luz se imaginó la polla y se calentó sobremanera. Se iba a arriesgar.

-¿Sabes dónde queda la calle Espartero?

-Saber.

-Ven al número 33, pero no pares de hablar que me enfrío.

-¡Voy, voy!

-¿Qué haces ahora?

-Correr.

-¡¿Ya te corriste?!

-No, correr, correr.

El jodido africano era más rápido que el Usain Bolt y del mismo color.

Luz sintió el timbre de la puerta.

-¿Eres tú el que llamó al timbre de la puerta de la casa?

-Ser yo.

Luz fue a abrir la puerta. Allí estaba un africano de 1,90, sudado. Vestía un mono azul de trabajo. Luz miró que no viniera nadie, y le dijo:

-Pasa.

El africano la cogió en brazos y le preguntó:

-¿Dónde estar cama?

Luz estaba encantada con el tratamiento.

-Todo recto, morenito.

Al llegar a la habitción, el africani la echó sobre la cama y le quitó la bata. Vio sus tremendas tetas con areolas del tamaño de galletas María  y sus pezones que parecían pitones de un toro de Mihura y se los lamió,  chupó y mamó. Le quitó las bragas y al ver su coño totalmente depilado le metió unos tremendos lametones con aquella lengua que más que de hombre parecía de vaca.... Cada vez que lamía cubría labios, ojete y clítoris. Al africano le encantaba el sabor del coño. Parecía un canibal calentando la comida. Al final se quitó las zapatillas y el mono que traía puesto  y se quedó en pelotas. Luz, que años atrás había sido prostituta, había visto pollas y pollas, pero como aquella verga, ninguna. El africano frotó la polla contra los labios. El coño de Luz se abría y se cerraba. Le metío poco a poca la punta. Luz apetaba los dientes, pero después de entrar el capullo, se la metió toda, y al rato, más que hubiera. El africano tenía unos pectorales y unos brazos de levantador de pesas. Al follarla, con las manos apoyadas en la cama hacía flexiones. Y flexionando y flexionando, a Luz le comenzó el hormigueo en los pies. Fue subiendo y ¡Buuuuuumm! Explotó. Tuvo un orgasmo bestial. pero mo ibs a ser el único El coloso aquel era como las pilas Duracel, y dura, y dura, y dura... Tanto duró que cuando se corrió en las tetas de Luz, tenía los cojones empapados de fujo, y es que Luz ya se había corrido cuatro veces.

El sabado por la noche volvieron a llamar a la puerta de la casa de Luz, abrió y era su ex suegro. Estaba llorando.

-¿Puedo pasar?

-Pase.

El hombre entró en casa. Al rato estaban sentados en la sala de estar:

-Me pegó. La muy puta, me pegó.

-¿Quién?

-Mi vieja.

-Es que es un calzonazos. ¡Tiene que imponerse, coño!

-¿Cómo?

-La coge en el regazo y le da  unos azotes. Ya verá como no le vuelve a levantar la mano.

-¿Me enseñas a hacerlo?

Luz se levantó y se echó en el regazo de su ex suegro.

-¡Levánteme la falda y bájeme las bragas.

Luz, al echarse en el regazo había abierto las piernas y el viejo le estaba viendo la raja del coño depilado. Se puso palote.

-Azóteme con la palma de la mano.

-¡Zaas, zas!

-Con más fuerza, que parece que está muerto.

-¡¡Zaaaaaaas, zaaaaaas, zaaaaas, zaaaaaaas!!

-Cierre los ojos y piense que soy su  mujer.

-No puedo.

-Zas, zas, zas, zas.

-¡Qué cachonda me estás poniendo!! ¿Por qué no puede?

-¡zaaaas zaaaas zaaaaas zaaaaas zaaaaaas zaaaaaaas zaaaaaas zaaaaass! zas,  zas, zas, zas.

-Se me bajaría y hace mucho tiempo que no tengo una erección.

-¿Lo puse cachondo?

-Llevas años poniéndome cachondo.

-Zas zas zas zas.

-¡Qué callado se lo tenía! Usted...

El viejo se lanzó.

-Ni usted ni ostia bendita, ¿Follamos?

-¡Ese el el espíritu!

Luz le hizo una mamada a su ex suegro que hasta le tembraron las orejas... Después le metió el coño en la boca, el viejo se lo comió y jugó con su lengua en el agujero de la gloria... Luz, al rato, dándole la espalda,  y antes de sentarse en su regazo, le dijo:

-Métemela, y no te corras antes que yo.

Luz pensaba que el viejo le iba a meter la polla en el coño, pero si le trabajara el agujero de la gloria era para algo. Se la metió en el ojete. Al sentur por donde le entraba, dijo:

-¡Qué cabrón!

-¿Quieres que la quite?

-¡Ni se te ocurra!

Luz se metió dos dedos en el coño Se masturbó, y poco más tarde, chorreando, le dijo.

-¿Nos corremos, suegro?

-Dale.

-Luz de dió caña con el culo a la polla del viejo y a su coño con las dedos. Sintió la polla de su ex suegro soltar la leche en su culo y exclamó:

-¡¡¡Me corro, suegro, me corro!!!

Al acabar, se qutó la polla del culo, y echando por fuera, le dijo al viejo:

-Ya sabes lo que tienes que hacer.

-Sí, la ostia va a ser ponerla en mi regazo.

El domigo por la noche, cuando estaba a punto de ir para cama, volvieron a llamar a la puerta de la casa.

-¡¿Quién coño será a estas horas?!

Luz abrió la puerta y vio a un joven de unos 20 años, delgado y guapote.

-Me mandaron aqui. ¿Es usted Luz?

-Sí.

-Mi padre me dijo que me enseñaría todo lo que hay que hacer para que se corra una mujer.

El joven le ofreció 200 euros,

Luz ya no trabajaba de prostitua, pero eran 200 euros y se podía follar a un yogurín que probablemente nunca viera un coño delante. Cogió los 2 billetes de 100.

-Pasa.

Se fueron directamente a la habitación. Se desnudaron, sin besos. Boca arriba en la cama. Luz, le preguntó al joven:

-¿Has besado a alguna chica?

-No

Lo besó con lengua hasta que le cogió el tranquillo. Luz, al acabar de besarse ya estaba mojada. El joven tenía la punta de la polla encharcada.

-Coge mis tetas con las dos manos y apriétalas suavemente de abajo arriba... Pasa tu lengua por las areolas... alrededor... chúpalas... pasa la lengua por los pezones y apriétalos con ella... muérdelos suavecito... Chupa... Te voy a enseñar a mastubar a una mujer. Bésamé... chúpame las tetas otra vez... Mete dos dedos en mi vagina.  -se le quedó mirando. Le llevó ella los dedos al sitio y le metió dos dedos- Con el dedo pulgar acaricia el clítoris - le puo el dedo sobre él- y mete y saca acariciando siempre la pared superior.... sigue... bésame... chupa las tetas...

El joven aprendía rápido.

-Mete y saca los dedos a toda mecha... acelera... acelera.... más... más... ¡Mira, mira como se corre una mujer! ¡¡¡Ooooooooh!!!

Luz descargó a base de bien. El orgasmo fue deliciosamente intenso.

Unos minutos después...

Métete entre mis piernas y haz lo que te diga.

El joven se metió entre sus piernas.

-Bésame la raja... Dale un beso a tornillo... Mete la lengua entre mis labios... lámelos... Mete tu lengua en mi coño... hasta el fondo . ¡Ooooooh!. Lame mi humedad.... Lame el clítoris de abajo arriba... hacia los lados... en círculos... A tu aire... En el ojete no te... Sigue...  a tu aire... Cinco  o seis minutos mas tarde, lamiendo el clítoris...

-Mas rápido... más... más... ¡Ya me tienes, ya me tienes, ya me tienes! ¡¡Me voy a correr otra vez!! ¡¡Ya me tienes, ya me tienes!! ¡¡¡Yaaaaaasss!!!

Luz, retorciéndose de placer, le llenó la boca de flujo al joven.

Al rato...

-Ahora toca follar. Hay muchas posturas,  pero vas a empezar por la del misionero. Una vez tengas la polla dentro de mi coño, fóllame como lo hacías con los dedos...

Luz acabó enseñándole como hacer que se corierra una mujer (corrriéndose ella) con el misionero, a cuatro patas y dándole por el culo y masturbándola.

Al acabar la sesión, le dijo el joven:

-La he jodido bien jodida. Era verdad lo que decía mi madre, tía.

Luz puso cara de incredulidad.

-¿Tía?

-Sí, soy el hijo de La Curra. Mi madre me dio el dinero para que supiera lo puta que era la hermana de mi padre.

-¡Fuera de mi casa!

El joven aún se estaba vistiendo... A Luz no le cabía el pan en el cuerpo.

-Toñito, dile a la puta de tu madre, esa que me pag 50 euros para que se la comiera,  que gracias por los  200 euros, y dile también que eres un cuadro de mi hermano cuando era joven.

-¿Sabía que era yo y me folló?

-La pela es la pela, chaval, la pela es la pela.

No fuera por la pela pero no le iba a decir a su sobrino que al verlo le hciera el coño tilín.

Se agradecen los comentarios buenos y malos.

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