Tres mujeres y un viudo (12)
Mi cuñado tiene un inesperado "problema", me pide ayuda. Tenemos que encontrar la manera de solucionarlo, los tres juntos...
Mi cuñado y yo vamos de camino al estadio a ver el partido del domingo. En el trayecto aprovechamos para hablar de eso que nos suele interesar a los hombres maduros: de deportes, de tías, de tías y de deportes. No he querido sacar el tema del burdel del último día que le acompañe al partido pues es un tema delicado.
Sin duda, Pedro tiene la lengua más suelta que yo, por lo que no tarda en incidir sobre un “tema” relacionado conmigo que aparentemente le preocupa .
- Oye Tono, después de estar seis meses sin mujer…¿no sientes muchas ganas de follar con alguna? Perdona…si soy tan brusco…sé que estabas muy unido a mi cuñada…y eso no se olvida…pero un hombre tiene sus necesidades, vamos creo yo.
- Claro que sí…que te crees … lo que ocurre es que no he tenido oportunidad – le respondo tratando de quitármelo de encima.
Evidentemente no le voy a contar que gracias a la relación que mantengo con su mujer estoy muy satisfecho. Desde hace unas semanas tenemos unos encuentros super excitantes, he recuperado con su compañía toda la alegría que la enfermedad y la ausencia de mi esposa (d.e.p.) me habían arrebatado.
Carolina se parece bastante a mi mujer en casi todo, en el tipo, en la forma de coger las cosas y moverse por la casa, en la forma de hablar y de reír. También en sus gustos, su forma de vestir e incluso en los cantantes preferidos. También tiene algunas particularidades que las diferencia bastante.
A mi esposa le encantaba bailar, y Carolina no quiere ni oír de eso. Sobre el sexo se parecen como dos gotas de agua en el gusto por tener unas largas sesiones, sin remilgos, algunas veces hasta algo guarras, así que he podido retomar mis anteriores costumbres, eso sí…con una vulva muy distinta… la de Carolina es abultada y con unos labios interiores que sobresalen dando la impresión de estar delante de una mariposa rosada.
Menos aún le contaré a Pedro que su dulce hijita está evolucionando rápidamente desde ser una curiosa adolescente a una mujercita que disfruta ampliamente de una relación llena de emociones fuertes y sexo en cantidad. No le diré nada sobre que me utiliza como banco de pruebas, fuente de información e inspiración. Me está empleando de monitor para hacer un cursillo acelerado en técnicas de seducción y tips sexuales que está practicando con su noviete.
En ambos casos yo me presto encantado, lo único que me molesta es que algunas veces no puedo estar a la altura de sus demandas. Debo reconocer que a mis cincuenta y tantos, el cuerpo no me responde como yo quisiera… aunque después de todo no me puedo quejar. Si en alguna ocasión me falta “vigor” tengo como aliadas mis manos y mi lengua, que me sacan de cualquier aprieto.
Al pasar por la puerta del burdel al que me llevo hace dos semanas, me hace un gesto para llamar mi atención. Yo le contesto con otro gesto de complicidad que amos sabemos interpretar como que fue algo que estuvo muy bien. Por suerte para mí, hoy hemos pasado de largo, y por lo tanto no tendré que esperar a que eche su polvete habitual con la excusa de ir al fútbol, mientras me paso media hora esquivando las diversas ofertas de bonitas chicas, chicos atrevidos y travestis “cariñosos”, que por cierto son los mas insistentes, (no se que habrán visto en mi)
Seguimos andando en dirección al estadio hasta llegar al portal de un gran edificio. Allí se detiene delante del telefonillo, aprieta un botón y espera. Ante mi curiosa mirada me dice:
- Aquí vive un amigo que nos acompañará esta tarde, es un colega… -
- ¿Si? ¿Quién es? – dice una voz femenina.
- Soy Pedro…¿está “el caimán” preparado, lo estamos esperando? – pregunta empleando el que parece ser el apodo de su colega.
- No, todavía no está listo…. Que subáis – dice la voz tras una breve pausa.
En el apartamento 7A nos recibe una chica que viste un pantalón vaquero de esos que están muy rotos y permiten ver parte de las piernas a través de los huecos. También lleva un top de rayas blancas y verdes (los colores de nuestro equipo) y unas zapatillas blancas deportivas con una suela super gruesa. Es muy mona de cara, cuerpo menudito pero con un buen trasero.
- Pasad, pasad… ahora sale – nos dice la chica que yo imagino debe ser la hija del tal “caimán”.
Nos acomoda en el sofá del salón para luego desaparecer por el pasillo. Mi cuñado se comporta como si estuviese en casa de un buen amigo, se le ve relajado, quizás un poco impaciente. Yo distraído me conformo con dar un rápido repaso a la decoración del apartamento que está bastante bien, es moderna y funcional.
A los pocos minutos la dulce chica vuelve al salón… viene convertida en una muñequita…muy sexy. El pelo recogido en dos coletas encima de las orejas, una faldilla de pliegues a cuadros muy cortita, y un top tipo torera que se ciñe fuerte a sus pechos, y luciendo un buen escote.
Yo estoy alucinado por la transformación…vaya nena más deliciosa. Miro hacia mi cuñado para tratar de entender lo que está pasando. Por su reacción veo que él está sorprendido pero no por la misma razón que yo. Pedro está encantado con lo que ve...y seguro que algo así era lo que esperaba. La chica es un bomboncito… que linda… es un bocadito delicioso.
- Hola, soy Anyangell, estoy aquí para satisfacer todas vuestras fantasías – dice la preciosidad de mujer que se ha aparecido ante nosotros con una voz especialmente modulada para resultar muy melosa y atractiva.
Con esto empieza a bailar. Se mueve de una forma deliciosa, ondula su cuerpo como la llama de una vela, se contonea y hace mover sus glúteos como si estos tuvieran vida propia. Se coloca en posturas sorprendentes y provocativas para mostrar tanto su entrepierna y como el culito. La que parecía una chica sosa e insulsa, se ha convertido en una ninfa fantástica que se mueve sinuosa despertando nuestras fantasías.
- ¿te gusta “cuñao”? ¿a qué esta chica es una delicia? – me pregunta lleno de satisfacción pues ha notado que la impresión que me ha causado la linda chiquita ha sido mayúscula.
La chica revolotea entre nosotros, se mueve grácilmente para enseñarnos su culito perfectamente dibujado. Luego que se pone de espaldas recreándose en los movimientos para desnudarse lentamente. Antes de quitarse las braguitas tira de ellas haciendo que se incrusten en su raja, juega con ellas retirándolas dejándonos boquiabiertos a ver su rajita.
Se quita las bragas y se inclina hacia delante para poner su culo en pompa delante de nuestras narices. Se separa los cachetes para que le veamos bien el ano y los magníficos labios que conforman su linda vulva, tan limpita, tan delicada… ¡ufff que locura!.
- AnyAngell tiene el chocho más bonito que he visto en mi vida– dime mi cuñado - ¿has visto que labios? Parecen una linda mariposa – afirma completamente seducido por la visión de su lindo coñito.
- Es realmente delicioso – digo yo atestiguando que lo que dice mi cuñado es realmente cierto.
Mi cuñado alarga la mano para rozar con la punta de los dedos su entrepierna a lo que ella responde:
- Uhmmm que travieso estas hoy. Vayamos a la habitación…caballeros.. allí continuamos con el show –
Ella delante, nosotros dos la seguimos como perritos falderos, hasta la habitación. Nos muestra dos butacas frente a la cama donde debemos sentarnos. Y comienza el show…
Se mueve entre nosotros, nos muestra su cuerpo radiante, nos toca la cara y el pelo, y termina poniendo su pie sobre el apoyabrazos de la butaca para que su sexo quede a escasos centímetros de nuestra cara… uhmmm todo es delicioso. ¡Menudo show!
Luego, de un cajón de la mesita saca un dildo de buenas dimensiones, lo lame, lo humedece con sus babas y termina por ponérselo entre los labios. Yo no creo que ese juguete lo pueda acoger de ninguna manera. Lo chupa como si fuera nuestra propia polla, es impresionante…se lo mete todo en la boca hasta llegar a la garganta. Allí lo mantiene unos instantes hasta que una arcada la obliga a sacarlo.
Con el dildo bien mojado se da golpecitos sobre la rajita, lo frota de arriba abajo, para terminar apuntando entre sus labios en búsqueda de la entrada de su vagina.
- Con Carolina no se me levanta desde hace tiempo, pero con esta chiquita se me pone a tope – me dice mi cuñado al que le ha faltado tiempo para bajarse el pantalón, cogerse la verga y empezar a darse meneos como poseído por una magia endiablada.
Ahora entiendo que mi cuñada ande tan necesitada de cariño, a su marido no se le levanta, se va por ahí a buscarse la vida y la deja a ella desatendida… esa es mi gran oportunidad.
- A ti también te gusta ¿no? – me pregunta interesado por saber si se me ha puesto igual de dura que a él.
- Oh, si…claro – le respondo para no levantar sospechas. A continuación hago lo mismo que él, me masturbo lentamente con la vista fijada sobre la chica que continua follándose con el dildo.
- Yo no soy homosexual, ni mucho menos…pero me gusta ver a las chicas jugar con el dildo… también me gusta mucho ver a otros tíos como follan con sus parejas o con chicas…- me dice mientras le da duro a la zambomba.
- Alguna vez he pensado que me gustaría ver a Carolina follando con otro. ¡Uhmm me pongo ciego al pensarlo! – me confiesa en un alarde de sinceridad.
Este último comentario ha logrado ponerme muy a tono, acabo de descubrir que a Pedro quizás le gustaría ver a su esposa con otro, quizás conmigo. Es posible que viéndonos follar le lograse empinar de una vez la polla, esa que en las condiciones actuales no se siente estimulada y no se le pone dura.
Veo a la chica evolucionar con el dildo y me gusta…aunque lo que realmente me pone bien duro es pensar que existe la posibilidad de follar con mi cuñada en presencia de su esposo. Lo mismo me da que sea con consentimiento previo o en una situación robada…pero los tres juntos.
No dejo de darle vueltas en la cabeza, mi ojos miran a la estupenda “girl”, mi mano sigue con los movimientos automáticos de sube y baja, en mi mente solo hay cabida para una imagen: mi cuñada despatarrada, frotándose el sexo e invitándome a que vaya con ella y mi cuñado animándome a que la folle bien duro mientras se pajea alegre.
- Ven vamos a darle caña a esta preciosidad…antes de que se parta el coño con el juguete. Échate sobre la cama – me pide mientras se termina de desnudar por completo, rescatándome de mis lujuriosos pensamientos.
Yo hago lo propio, me desnudo y me coloco boca arriba sobre la cama. La chica viene enseguida a darme una mamada, que pedro interrumpe sin contemplaciones.
- No, noooo… eso no toca hoy. Tu ponte encima de él y lo cabalgas – le ordena.
La chica obedece y se sienta a horcajadas sobre mi entrepierna haciendo que mi polla se meta en su vagina completamente. Parece increíble que una chica aparentemente tan delicada pueda acoger toda mi polla sin rechistar, aunque la verdad es que se lo ha preparado muy bien con el juguete.
Mientras Anyangell se pone a cabalgar sobre mi con toda la alegría y amplitud que le permite su cuerpo juvenil, mi estimado cuñado se pajea como si no existiera un mañana. Esto confirma lo que antes ha dicho sobre que le encanta actuar de mirón.
- Así, así…maravilloso…que buenooooo – dice moviendo su mano a toda velocidad.
Cuando ya no puede aguantar mas la excitación, se sube a la cama junto a nosotros.
- Échate hacia delante – le dice poniéndole la mano en el hombro y obligándola a que se incline hacia mi –
Al principio no entiendo lo que pretende hacer, solo cuando veo que se coloca detrás de la chica, se hinca de rodillas dejando mis piernas en medio y se coge la polla para dirigirla hacia el ojete de la chica comprendo que lo que quiere hacer…Su ilusión es hacer una doble penetración.
No me lo esperaba una follada compartida con mi cuñado, eso no estaba en el guion. Con la cara de lujuria que me trae, no creo que haya nadie que pueda evitar el que nos follemos a la chica al mismo tiempo.
Esta tan fuera de si que ante el primer intento fallido de metérsela por el culo, la zarandea, la empuja hacia mi hasta aplastar su pecho contra el mio para que su culo quede bien expuesto. Luego lo consigue y la mete a fondo.
- Así, así… - grita desesperado al sentir que su polla y la mía rozan en el interior de la chica solamente separadas por una delgada pared.
En esta postura nos corremos los tres. Primero mi cuñado que no da crédito a lo que acaba de vivir, luego la chica que no se esperaba sentir dos buenas pollas al mismo tiempo dentro de ella. Cuando los he visto a los dos completamente rotos sobre mis piernas, me he dejado ir y le he llenado la vulva con mi leche.
Después de esto, Pedro ha decidido que hoy no íbamos a ver el partido, que era mejor continuar con nuestro particular trio. Esto nos ha permitido disfrutar de las habilidades de la joven que no son pocas durante toda la tarde. Ha sido fabuloso, me he corrido tres veces.
Pero… sin duda lo mejor para mi ha venido después, cuando ya de vuelta a casa Pedro se ha confesado y me ha hecho su confidente.
- Me gustaría poder estar bien con Carolina de nuevo… si para eso tengo que compartirla con otro hombre, no me importaría demasiado – me dice reconociendo que tiene un problema con su esposa.
- ¿A ti que te parece? ¿La encuentras atractiva? ¿estarías dispuesto a ser tu ese hombre? ¿quieres ayudarme? – me pregunta deseando recibir una respuesta afirmativa.
- Sabes?... estoy seguro que harías buena pareja con ella… a mí me encantaría ver como lo haces los dos… haríais buena pareja y todo quedaría en familia – me argumenta
- Se que esto que te cuento es muy fuerte…pero es la verdad, creo que nos haríamos un favor mutuamente, tu estas solo, sin pareja, ella lo debe estar pasando mal, a mí no se me levanta y yo lo estoy deseando. Me pongo caliente solo con pensarlo – ¿qué me dices? -
- Además, no quiero seguir así…si no me desahogo con las “estas chicas” voy caliente todo el día, y veo cosas que no son…me pierdo…me estoy volviendo loco – dice muy turbado.
-¿Quieres saber una cosa?… ¿quieres saber hasta dónde llego?… hay veces que Andreita viene a ver la tele con esos minishort tan ajustados que suele llevar, se pone de culo y no puedo evitar que se me ponga dura… y es mi hija… -
- Esto tiene que parar… ayúdame por favor…ya buscaremos la forma de convencer a Carolina. Pídeme lo que quieras…lo que quieras…pero tienes que ayudarme -
- Por Carolina, por ti, por la familia…haré lo que me pides. Será un verdadero placer daros mi ayuda – le respondo con todo mi sentimiento.
- Tengo que confesar que ya le tenia echado el ojo a tu mujercita…está tan rica como mi difunta…nunca me habría atrevido a ir más allá ... lo haré encantado ¡Gracias Pedro, eres más que un amigo!, ¡Cuenta conmigo!.
Deverano.