Tres guardabosques y una zorra
Voy a pasar un fin de semana de sexo con mi guarda forestal que me comparte con sus compañeros
Un sábado de Junio por la mañana, en el que estaba adelantando cosas del trabajo, recibí un mensaje de Javier, uno de mis amantes. Qué haces? Le dije que estaba currando un poco y él me dijo que estaba con dos compañeros de guardia en el bosque. Es agente forestal y ese fin de semana les había tocado acampar para vigilar a cazadores sin permiso. Me dijo que estaba cachondo y pensando en mí. Le pregunté si le apetecía que le hiciera una visita.
Me gustaría que estuvieras desnudo en mi tienda de campaña
esperando que yo vuelva del bosque para follarte bien.
No me lo pensé, el plan prometía. Mi fin de semana aburrido de trabajo se iba a convertir en una fiesta sexual.
Qué hay de tus compañeros?
Ellos saben que he contactado contigo,
que eres el putito que me tiro de vez en cuando.
Ellos no quieren que vaya a sus tiendas
de campaña?
Jajaja qué guarra eres! Les puedo preguntar.
Tú vente lo antes posible que hace dos semanas
que no follo y estoy que reviento.
Está casado, pero según me cuenta Javier follan muy poco y como el tío está aprovechable, pues ya lo hago yo por su mujer. Tiene 42 años, el pelo castaño y corto. Tiene un poco de barba a juego con su pelo. Mide 170cm y tiene un cuerpo normal, algo regordete pero fuerte debido a su trabajo en los bosques. No tiene casi pelo en el cuerpo y unos pezones muy grandes. En su brazo izquierdo lleva un tatuaje enorme de una pantera que le cubre el hombro y el brazo. Su polla es de unos 17cm, que sabe usar de maravilla. Pero su mujer no debe saber para qué sirve. No sé cómo hicieron los dos hijos que tienen. Así que Javier se desahoga fuera de casa. A veces conmigo, no tantas veces como quisiéramos por la distancia, pero cuando nos vemos nos dejamos bien satisfechos. Él sabe que conmigo tiene vía libre para hacer lo que le apetezca. Me encanta ser su putita. Nunca le he dicho que no a nada. Un día me llama y me dice que ha visto algo por internet que le gustaría probar conmigo. Y al día siguiente yo le espero desnudo en la ducha. Con las dos manos separo mis nalgas y le muestro mi culo bien abierto. Él llega por detrás, se saca el rabo, apunta su chorro de pis y me mea todo el ano, metiendo poco a poco su polla y dejando toda la meada en mi culo. Nos entendemos muy bien. Por eso me tiene dominado. Yo sé que hay veces que se va de putas cuando está de guardia, pero seguramente no son tan guarras como yo. Y ya no hablemos de su mujer, que no debe saber que debajo de la polla de Javier cuelgan dos huevazos llenos de leche para mí.
Acabé el trabajo que tenía y preparé la bolsa de viaje. Aparte de una sudadera y unos vaqueros, metí una caja de condones, lubricante y un conjunto de lencería. Tráete ropita me dijo Javier. Cogí un tanga negro de encaje, unas medias a juego y una camiseta semitrasnparente de color negro. Javier se vuelve loco cuando me ve con lencería. Y a mí me encanta complacerle.
Conduje durante una hora y media y llegué al bosque. Allí estaba el 4x4 de Javier y a pocos metros tres tiendas de campaña y una mesa de madera con dos bancos. Me dijo que la más alejada era la suya y que la llave del candado estaba debajo de una de las ruedas del Jeep. Cuando entré en la tienda había un saco de dormir, unas zapatillas de deporte, varias cosas de acampada, unos botellines de cerveza y en un rincón sus calzoncillos sucios. Son los típicos calzoncillos de mercadillo que le compra la sosa de su mujer. Es una de las cosas que más morbo me da de él, que use esos calzoncillos tan feos pero que lo hacen tan macho. Aun tenía tiempo, así que me desnudé y con un poco de lubricante empecé a estimular mi ano. Al poco oí las voces de Javier y sus compañeros. Me quedé en la tienda.
-Ya ha llegado tu amiguito, Javi - dijo una voz muy grave y que me pareció muy sexy. Estuve tentado de ver quién era el dueño de ese vozarrón pero mantuve la intriga.
-Pues voy a darle la bienvenida - dijo Javier mientras reía.
Yo me recosté de lado con una pose sexy mientras acariciaba mis pezones. Vi la sombra de Javier acercándose a la tienda. Tiró de la cremallera hacia arriba y se agachó.
-Hola golfa - me dijo. Entró, cerró la cremallera y se quitó la camisa del uniforme, quedando con una camiseta negra de tirantes que marcaba bien su pecho ancho y sus brazos. Se sentó a mi lado y empezó a acariciarme la pierna desde abajo hasta llegar a mi culo, me dio una palmada y me lo apretó fuerte.
-Así me gusta tenerte - me dijo. Yo me incorporé, le agarré de la camiseta y lo atraje hasta mi.
-Ven aquí cabrón, que yo también estoy que reviento - y acto seguido nos empezamos a besar. Metió su lengua en mi boca y casi me deja sin aire de lo bestia que es. Yo saboreaba su boca mientras le acariciaba la cara. Él seguía apretando mi culo con fuerza. Le quité la camiseta y empecé a lamer su cuello y su pecho sudados, mientras llevaba mi mano hasta su paquete que ya empezaba a ponerse duro. Él empezó a suspirar y se dejó caer de espaldas sobre el saco de dormir. Le quité las botas y los pantalones y me encontré con esos calzoncillos blancos de dibujitos que tanto me gustan. Le pedí que no se los quitara para follarme. Y entonces se descubrió la polla. Yo me amorré a su entrepierna y empecé a chupársela con ganas. Una mezcla de pis y líquido preseminal explotó en mi boca, haciendo que me la tragara hasta el fondo. Javier apretó mi cabeza haciendo que aguantara su rabo en mi boca varios segundos.
-Ufff qué ganas tenía, sigue sigue - suspiraba. Saqué su rabo duro de mi boca y me dediqué a chupar el capullo, succionando con mis labios y haciendo que su polla vibrara. Bajé con la punta de mi lengua hasta la base y volvía a subir hasta el capullo para volver a comérmelo. Después volví a tragármela entera y empecé una mamada rápida haciendo que mi boca se llenara de babas. Javier empezaba a retorcerse de gusto. Bajé un poco más los calzoncillos y descubrí sus huevos gordos y casi sin pelo. Empecé a lamerlos muy despacio mientras seguía masturbando su polla. Al rato me hizo parar, me tumbó de espaldas y me espatarró.
-Oh si, cómeme el coño - le dije. Metió su cabeza entre mis piernas y empezó una comida espectacular. Mientras sujetaba mis piernas bien abiertas hundía más su cabeza y a la vez hundía más su lengua en mi ano. Parecía que no había comido en un mes. Me estaba comiendo el culo como nunca. Cuando lo había saboreado bien separaba su cabeza de mi raja escupía en mi ano y volvía a comer.
-Mira como se dilata. Te está gustando eh guarra? - me dijo mientras me acariciaba el agujero.
-Fóllame ya! - alargué mi mano hasta mi bolsa, cogí un condón y se lo di. Qué sexy estaba todo sudado abriendo el envoltorio. Colocó el condón en su rabo mientras seguía mirándome con lujuria. Alargó su mano hasta mi cuello y me lo apretó un poco.
-Quieres que te destroce? - me preguntó. Yo afirmé. Volvió a abrir mis piernas, escupió en mi agujero y me la clavó de golpe. Yo grité y él empezó a bombear con fuerza. Su polla entraba y salía de mi culo de una forma acelerada mientras sus huevazos chocaban con fuerza. Yo empecé a gemir fuerte.
-Grita perra, que sepan mis compis como te hago gozar. - Y me pegó un par de hostias y me escupió en la boca. Empezó a penetrarme muy fuerte y los chasquidos de sus huevos chocando en mi culo se combinaban con la fuerza de sus embestidas. Parecía un toro de la fuerza con la que me estaba embistiendo. Me estaba destrozando el culo y yo lo animaba a seguir hasta que en un momento bajó el ritmo y me dijo que se corría,. Se dejó caer sobre mí y noté como su polla latía dentro de mi culo. Se salió de mí, se quitó el condón y derramó toda la leche sobre mi cuerpo.
-Vaya polvazo! - dijo Javier y empezó a esparcir mi corrida por mi pecho para después meter su mano en mi boca. Yo relamí sus dedos de gusto de leche.
-Va a ser un fin de semana de puta madre - me dijo y entonces me besó. - Descansa un poco si quieres, nosotros vamos a comer y a seguir currando. Te guardamos un poco de tortilla que ha hecho Rafa. Estaremos de vuelta sobre las cinco y espero verte desnudo otra vez. - Se vistió y antes de salir me dijo:
-Ah, y creo que no seré el único que querrá verte desnudo - me guiñó un ojo y se fue. Yo me quede sonriendo pensando que había hablado con sus compañeros sobre follar conmigo y se lo estaban pensando, qué nervios. Me limpié un poco y me quedé dormido feliz. Cuando desperté eran las tres del mediodía. No se oía ningún ruido. Me puse un pantalón muy corto que dejaba ver un poco mis nalgas y una camiseta de tirantes ancha. Al salir de la tienda vi encima de la mesa una nevera. Dentro había media tortilla de patata. Me senté y mientras comía observaba el maravilloso paisaje. Cuando terminé de comer decidí ir a dar un paseo. Me adentré en un camino que me llevó hasta un lago enorme. Decidí darme un baño. Me quité la ropa y me tiré al agua. Qué agradable sensación nadar desnudo. Me relajó mucho y me cargó bien las pilas. Decidí ir a comprar algo de merienda porque suponía que los chicos llegarían hambrientos. Compré pan, embutido, una empanada y un par de botellas de vino. Sobre las cinco aparecieron Javier y sus compañeros. Dos tiarrones más altos que Javier, sobretodo uno que debería medir 1,90m. Llevaba el pelo rapado, era moreno de piel y tenía los ojos claros. Parecía un modelo brasileño y por lo que se intuía bajo el uniforme marcaba buen cuerpo y a medida que se iba acercando a mí, pude intuir un buen paquete que se iba moviendo al ritmo de sus piernas. O no lleva calzoncillos o eso tiene que ser muy grande pensé. El otro compañero llevaba barba algo frondosa con alguna cana. Llevaba gorra y se le veía poco pelo por lo que intuí era para disimular las entradas. Debía medir 1,80m y con el cuerpo más normalito, sin ser gordo. También me fijé en su paquete, aunque este parecía más sujeto.
-Has descansado? - me preguntó Javier.
-Sí, mucho y además os he preparado algo de merienda y cerveza fría.
-Qué chollo tu amiguito, Javi, te lo hace pasar bien y además te cuida - dijo el de la gorra. - Soy Rafa - Él era la voz sensual. El menos atractivo de los tres. Cómo nos puede engañar una voz.
-Muy buena la tortilla - le guiñé un ojo.
-Y tú eres? - pregunté al alto.
-Raul - me contestó serio aunque me saludó con la mano también. Era una mano enorme, con mucha fuerza. Definitivamente este tío debía tener un pollón pensé. No pude evitar mirar de nuevo su bulto. Ahora veía bien marcada la silueta de su polla torcida hacia la izquierda y se veía un buen tamaño. Creo que se dio cuenta.
-Chicos él es mi amigo Marcos - les dijo Javier mientras se colocaba detrás mío y me cogía de los hombros. - Muchas gracias por la merienda Marcos, la verdad que nos has leído el pensamiento.
-Si Marcos, muchas gracias, estoy muerto de hambre - dijo simpático Rafa. Yo si que tengo hambre pensé. Y miré a Raul.
-Estás muy serio - le dije.
-No, lo que pasa es que Rafa es el divertido - me dijo. Javier se me quedó mirando como diciéndome que paciencia. Los tres se sentaron y empezaron a comer mientras yo les servía el vino. Empezamos a charlar tranquilamente. Sobretodo Rafa que no callaba, aunque era muy divertido explicando historias. Y cuanto más bebía más divertido era. Al final todos llevábamos un puntito muy guay. Me explicaron que el día había sido duro porque les tocaba ver todos los puntos donde parecía que había habido caza, encontrar casquillos y detectar a qué escopeta pertenecía. Ahora les tocaba encontrar al dueño de la escopeta. Al final desconecté de la conversación y en la única escopeta que pensaba era en la de Raul atravesando mi bosque. La mano de Javier me hizo volver de mis pensamientos eróticos cuando la metió por dentro mi pantalón para tocar mi culo.
-Y tú qué has hecho, nene? - me preguntó Javier. Les conté que había ido a bañarme al lago.
-Y te ha picado algún bichito? - me preguntó pícaro Javier cuando ya había encontrado mi agujero y estaba metiéndome el dedo anular.
-No. Aunque aun queda mucho día por delante - le dije con voz de excitación y eché mi culo hacia atrás permitiendo que el dedo de Javier fuera entrado mejor. Javier se rio y sus compañeros que se dieron cuenta rieron también, incluso vi a Raul prestar atención.
-Lo que más me gusta de esta puta es lo limpia que va siempre - enseñando el dedo a sus compañeros. - Aunque en el fondo sea una guarra - y se paso el dedo por la nariz. La cara de Raul y Rafa eran un poema. Pasaron de las risas a la excitación. Yo no sabía qué decir.
-Les he comentado a estos dos que te apetece montarte una orgía. Nunca han estado con un tío pero les he prometido que tú vas a ser mejor que una puta. A que sí? - me preguntó y me morrreó.
-Bueno, bueno, yo no sé si te besaré pero si que quiero que me comas bien la polla - Rafa se levantó y se agarró bien el paquete.
-Aquí? Y si alguien viene? - pregunté.
-No pasa casi gente y te aseguro que si dicen algo salen pitando porque ahora mismo somos los guardianes de este bosque - dijo Javier.
Yo me levanté y me subí encima de la mesa. Caminé a cuatro patas hasta donde estaba Rafa, mientras Raul iba apartando la comida.
-Tú no te animas? - le pregunté insinuante.
-Raul prefiere mirar y guardarte la sorpresa para el final - dijo Javier. Pensé que realmente estaba hablando de la dotación de Raul.
-Qué cabrón! - le contestó Raul. - Yo todavía me lo estoy pensando, pero me apetece mirar.
-Sigue! - me ordenó Javier a la vez que me daba un azote en el culo. Me encantaba ese rol de líder chulo que había adquirido. Seguí arrastrándome hasta donde estaba Rafa. Le agarré el paquete y se lo empecé a poner duro. Él se dejó hacer mientras me miraba fijamente. Desabroché su cinturón y el pantalón y empecé a oler sus gayumbos negros. Empecé a lamerle el paquete y a mordisquearle su polla por encima del calzoncillo. El tío empezó a suspirar. Le bajé el calzoncillo descubriendo un polla morcillona de tamaño medio. Tenia mucho pelo en el pubis y en los huevos. Metí mi nariz dentro de su pelambrera y aspiré fuerte. Después olí sus huevos que apestaban a macho. Empecé a chupárselas con la punta de mi lengua, primero una y después la otra. Después las empecé a lamer fuerte, pasaba mi lengua desde la base de las pelotas, las recogía y las metía en mi boca a la vez para saborearlas bien.
-Me encanta el sabor de tus pelotas - le dije mientras no dejaba de lamerlas.
-Si? A qué saben? - me preguntó. Y haciendo memoria de Javier Bardem comiéndole las tetas a Penélope Cruz en Jamón Jamón, le dije que sus pelotas sabían a tortilla de patata. Rafa se descojonó de risa y yo seguí chupando sus cojones a la vez que cogía su polla y la empezaba a menear. Cuando cogió un tamaño considerable me la metí en la boca y la saboreé bien, notando como el gusto de meado y sudor empapaba mi boca. Empecé una mamada lenta, me la metía entera en la boca y la sacaba entera y volvía a metérmela entera. No era muy grande, como la de Javier, así que podía disfrutar sin problema.
-Pfff, como la comes, menuda mamona está hecha - me dijo Rafa.
-Qué? Mejor que una furcia? - le preguntó Javier - verás como flipas ahora. - Javier me bajó el pantalón dejando al descubierto mi culo. Yo dejé de mamar la polla de Rafa y vi como Javier me sonreía y seguidamente metía su cara en mi raja. Yo suspiré y Javier agarró mi cabeza y la empujó de nuevo hasta la polla de Rafa. Me la metí entera en la boca y empecé a comérsela muy rápido haciendo que Rafa se animara y me cogiera la cabeza con las dos manos y empezara a follarme la boca con fuerza. Estaba disfrutando de una buena comida de culo y una buena follada de boca cuando de reojo vi una sombra enorme que se levantaba. Raul se había puesto de pie y estaba desabrochándose el cinturón. Yo bajé el ritmo de la mamada a Rafa, cuando vi que Raul se bajaba el pantalón y mostraba un calzoncillo blanco de algodón tipo clásico que marcaba perfectamente el tamaño de su rabazo. Se lo bajó y un enorme pene saltó ante mis ojos que casi me ahogo con la polla de Rafa. Empecé a toser.
-Jajaja ya ha visto la sorpresa de Raul - rio Rafa. Javier dejó de comerme el culo. Yo me quedé mirando asombrado su rabo. Debía medir en reposo unos 16cm, todo lleno de venas, llevaba el pubis rapado, lo que hacía que se viera la terminación de las venas en su base. Su capullo era brillante y grande. Era tan largo que tapaba los huevos que debían ser enormes. Yo estaba con los ojos abiertos y no podía cerrarlos. La boca se me estaba haciendo agua. Alargué mi mano para cogerla pero Raul me frenó en seco con la suya haciendo un gesto de negación con la cabeza.
-No quieres? - le pregunté.
-Ya te dije que solo quiero mirar - me contestó muy serio.
-Sigue con lo que estabas haciendo - me dijo Javier mientras llevaba de nuevo mi cabeza a la polla de Rafa. Seguí mamando sin dejar de mirar la tranca de Raul, la cual se estaba poniendo dura gracias a la meneada que le estaba dando su dueño.
-Sé que mi polla no es la de un caballo, pero te dejo hacer lo que quieras con ella - me dijo Rafa. Me giré hacia Javier y le dije que se trajera los condones y el lubricante.
-Tu colega va a saber lo que es meterla en el mejor agujero del mundo - dije mientras me estiraba en la mesa y me quitaba el pantaloncito lentamente mientras subía mis piernas. Después me espatarré bien abierto e invité a Rafa a que me tocara mi agujero. Cogí su mano y chupé bien dos de sus dedos. Después los fui metiendo en mi culo mientras miraba a Raul el cual seguía endureciendo su polla. Tenía que conseguir ese rabo como fuera, y por su cara parece que se iba animando.
-Joder, esto es como un coñito, igual de tierno y mojado - Rafa sabía manejar los dedos y fue jugando con mi agujero de una forma muy excitante. Los metía y sacaba rápido y los combinaba con movimientos circulares. Yo me estaba retorciendo de placer y Raul empezaba a masturbarse un poco más rápido haciendo que su pollón tuviera ahora unas dimensiones descomunales. Si aquello lo hubieran utilizado de barrera, ningún cazador se hubiera atrevido a pasar. Javier llegó con los condones. Le lanzó uno a Rafa que lo abrió con los dientes sin dejar de masturbarme el culo.
-Lo estás pasando bien chuiqui? - me preguntó Javier.
-De ma…aaah…ravilla - jadeaba notando como los dedos de Rafa entraban y salían de mi ano. - Tu compi sabe manejarse con la mano a ver cómo lo hace con la polla…aaaaah - grité al notar como entraba de golpe el rabo de Rafa.
-Ahí la llevas - me dijo Rafa con su voz más grave y sensual. Empezó a bombear fuerte mientras agarraba mis tobillos y abría michos más piernas. El tío me lo estaba haciendo de lujo. Yo veía su imagen y se lo estaba pasando de miedo. También veía a Raul pasárselo bien polla en mano. Miré hacia atrás y vi a Javier de pie al borde la mesa. Alargué la mano hasta su polla y me la metí en la boca. Javier empezó a follarme con fuerza y las embestidas de Rafa en mi culo ayudaron a que su polla llegara hasta mi campanilla. Que gusto sentirme penetrado por todos los agujeros y de esa forma tan salvaje.
-No hemos pillado ningún cazador pero sí hemos atrapado una buena zorra - dijo Rafa mientras reía y chocaba la mano de Javier sin dejar de empotrarme. Me gustó sentirme la recompensa de esos tres machos. Seguimos follando en esa postura durante algunos minutos hasta que Javier le pidió mi culo a Rafa. Se sentó en el banco con una pierna a cada lado y me dijo que me sentara encima mientras se ponía la goma. Yo me giré y dándole la espalda me fui clavando su polla mientras no dejaba de mirar el mástil de Raul. Me encanta esa postura. Haces que la polla del activo se mueva de diferentes maneras provocando un placer inmenso al pasivo y además es fácil que te encuentren el punto G. Empecé a moverme rápidamente arriba y abajo haciendo que mi culo chocara con su pelvis. Después hacia unos movimientos en circulo y volvía a botar sobre su polla. En ese momento vi la cara de vicio de Raul y su enorme polla y al lado un botella de vino. La cogí y simule una mamada.
-Es como tu botella eh Raúl, solo que la tuya todavía está llena - Raul se rio. Estaba a punto de caramelo.
-Mira que eres puta! - me dijo Javier y empezó a follarme más fuerte, de una forma salvaje, haciendo que yo botara como un loco hasta tuve que cogerme a la mesa porque casi pierdo el equilibrio.
-Déjame metérsela otra vez que te lo vas a cargar - dijo Rafa.
-Ven aquí - le dije a Rafa. Hice que Javier se recostara sobre el banco yo me eché hacia atrás sobre su pecho, levanté mis piernas y me espatarré de nuevo. - Aquí hay sitio para otra más -.
-En serio? - Me encanta la inocencia de los heteros cuando ven que se puede hacer ciertas cosas. Echó mis piernas hacia atrás haciendo que Javier las aguantara. Fue metiendo su polla poco a poco, ejerciendo una presión en mi culo que me estaba volviendo loco. Y parece que a él también.
-Joder, qué pasada de culo, pensaba que esto no se podía hacer - exclamó Rafa.
-Te tienes que mover tú - le dijo Javier. Rafa empezó el mete saca haciendo que la polla de Javier también entrará y saliera. El tío pilló rápido el movimiento y al ser casi del mismo tamaño, sus pollas se adaptaban bien en mi culo. Entraban y salían con una facilidad increíble. Siguieron la follada sin bajar el ritmo ni un segundo. Yo estaba de maravilla. Lo único que ahora el cuerpo de Rafa evitaba que viera a Raul y su pollón. Pero no me importaba porque esto me gustaba más.
-No paréis cabrones, quiero que me destrocéis - les grité. Y aumentaron el ritmo mientras yo aumentaba mis gritos. Javier me tapó la boca pero aun así yo seguí gritando de placer. Hasta que me giré a un lado y vi aparecer a Raul y su raulito. Su 1,90 y su pollón hicieron que dejara de gritar.
-Creo que vas a catar al monstruo - me dijo Javier. Y como dos autómatas Rafa y él salieron de mi culo, dejando una sensación de liberación absoluta.
-Te lo hemos abierto un montón - gritó Rafa como un niño pequeño. Me senté al borde de la mesa y mirando a Raul, me recliné hacia atrás, levanté las piernas y las abrí, mostrándole mi agujero me lo toqué y noté un buen diámetro.
-Quieres entrar machote? - le pregunté.
-Seguro que te hago daño - me dijo.
-Ya has visto de lo que soy capaz - le dije.
-La verdad es que estabas pegando unos gritos que me has puesto super cachondo y quiero probar.
-Pues venga metérmela ya que esto no estará abierto todo el día - dije.
Raul mandó a Rafa a por sus condones especiales porque los míos dijo que no le cubrían ni el capullo y se fue acercando hacia mí sin dejar de menearse la polla. Javier abrió mis piernas al máximo.
-Mira Raul qué pedazo de boquete le hemos hecho. Vas a meterla y no querer sacarla de ahí nunca - le dijo Javier excitado.
-Nunca he conseguido metérsela a nadie por el culo. Ni siquiera a una puta. Y es muy frustrante - continuó - por eso no quería empezar porque sabía que no podría rematar. Cuando Javi me comentó el plan me pareció genial pero luego pensé que no podría follarte.
-Este culo es mágico, mejor que el de cualquier ramera. A mí me tiene hipnotizado, por eso no puedo dejar de quedar con él.
Apareció Rafa con los condones marca King. Nunca los había visto pero es que nunca había visto una polla como la de Raul. El envoltorio me pareció enorme y cuando sacó el condón me pareció impresionante el tamaño del látex. Y mientras se iba enfundando la polla más impresionante me parecía y más excitado me sentía. Javier empezó a meter sus dedos en mi culo manteniendo mi ano bien dilatado. Raul se puso un buen chorro de lubricante y apuntó su capullo en mi entrada, introduciendo su rabo, mientras Javier poco a poco fue sacando sus dedos. Un pinchazo de dolor recorrió mi cuerpo, apreté fuerte los dientes y cerré los ojos. Me costaba relajarme, me dolía mucho y empecé a bufar, pero quería aguantar.
-Te duele mucho - me dijo Raul - voy a parar.
-No no. Ni se te ocurra parar. Hasta que no me la metas entera no pararemos - le cogí el culo con una mano y lo apreté contra mí. Lo tenía realmente duro y me gustó tanto que me empecé a relajar. Siguió metiendo su rabo. Ya faltaba poco. Los dos gritamos. Yo de dolor, él de placer.
-Hostia, qué gusto me está dando! No me pidas que te la saque ahora -
-No la saques, la quiero hasta el final - le animé aunque en el fondo de mi cuerpo me estuviera quedando sin aire.
-Joder, está casi toda dentro - dijo Javier - te has comido a Goliat - y empezó a besarme metiendo su lengua hasta el fondo de mi boca, después besó mi cuello y bajó su lengua hasta mis tetas, lamiendo mis pezones suavemente para después morderlos. Ese mi punto débil. Cuando me trabajan los pezones pueden hacer conmigo lo que quieren. Y Javier lo sabe. Un día consiguió meterme su mano entera y hasta medio pie solo comiéndome las tetas. Raul dio el ultimo empujón y yo me agarré fuerte a la mesa y grité muy fuerte, notando como los dientes de Javier apretaban más fuerte mis pezones.
-Por fin lo he conseguido - dijo Raul orgulloso. Y empezó un bombeo lento pero hasta el fondo. Qué gusto me estaba dando.
-Así así, despacio - le animé yo. Pero poco a poco él empezó a subir el ritmo.
-Me duele - le dije.
-Ahora te jodes, no la querías dentro pues la aguantas. - Entonces se quitó la camiseta dejándome ver su pecho moreno, duro y sudado. De repente se transformó en un chulo dominante que solo quería su placer. Y me encantó esa actitud. Le miré con cara de vicio y aguanté el dolor que me estaba produciendo su rabo destrozando mi esfínter.
-Ven aquí Rafita - dijo Javier cogiendo a Rafa del brazo. - Ponle el curo en la cara.
-No tío que a mí eso no me mola - protestó.
-Verás que si cabrón, te va a dar mucho gusto. El plan de Javier era relajarme y comiendo culos lo consigo. A regañadientes Rafa se subió en el banco de espaldas a todos, se bajó los pantalones y dejó caer su culo peludo en mi cara. Enseguida descubrió de qué iba aquello que llamamos beso negro. Que si lo sabes hacer bien sabrás que se trata de dar placer mas que de sentirlo. Y yo puse toda mi experiencia, mas bien puse toda mi lengua en su agujero. No era el culo más , pero me encantó lamer su raja sudada. Usé la lengua para masajear y la boca para chupar. Le di unos buenos lengüetazos, hacia movimientos con la punta de mi lengua alrededor de su ano. También intenté enterrar mi lengua en su agujero aunque solo conseguir meter la punta.
-Me cago en la puta, qué pasada! Si lo llego a descubrir antes no hago otra cosa jajaja.
-Te he dicho que te molaría - le dijo Javier y le dio una palmada en la nalga.
-Coméselo bien que luego le meto el rabo - dijo Raul.-
-Oh si, por favor - dijo Rafa simulando que lo iba a gozar. Todos rieron. Parecía que ya estábamos todos relajados y además, disfrutando. Raul siguió bombeando mi culo tan fuerte, que hacía que todo mi cuerpo se moviera rápido de adelante atrás y mi cara se restregara bien entre la raja de Rafa. Yo ya estaba completamente relajado, así que no me importó si aceleraba o no sus movimientos. Estaba totalmente entregado a esos tres machos, haciéndome lo que más me gustaba. El bestia de Raul dándome por culo con su polla enorme. Mi boca ocupada comiéndome un culo de macho. Y Javier que empezó a masturbarse mientras observaba el espectáculo no paraba de pellizcarme los pezones cuando dijo que estaba a punto de correrse.
-Yo hace rato que me corro pero esto me mola tanto que no he dicho nada - dijo Rafa.
-Vamos a corrernos en su boca - dijo Javier. Y Rafa se salió de encima de mi cara dejándome alivio aunque me estaba encantando comerle el culo. Las dos pollas apuntaban a mi boca. Yoy sacaba la lengua para intentar lamerlas mientras Raul seguía empotrándome mientras bufaba como un toro. Su cara era un autentico vicio.
-Correros vosotros yo quiero follármelo un poco más - soltó Raul.
-No me lo rompas - dijo Javier y acto seguido empezó a correrse. De su polla empezaron a salir cantidad de chorros de lefa que llenaron mi boca. Fui tragándomela con gusto a la vez que con mi lengua intentaba alcanzar la punta de su polla para recoger más. Entonces Javier me la metió en mi boca y se la fui limpiando mientras él se recuperaba y cuando estaba completamente limpia, la leche de Rafa la volvió a manchar. Toda la corrida del barbudo cayó sobre la polla de Javier.
-Eres un cerdo - le gritó.
-Perdona tío, he apuntado mal - Yo me reí. Entonces Javier me miró serio, me dio una hostia y me escupió en la cara.
-Límpiamela guarra - me ordenó. Me cogió la cabeza y empezó a follarme la boca fuerte, casi tan fuerte como la follada que me estaba dando Raul.
-Te gusta como te follo nene? - me preguntó Raul.
-Me encanta pero me estoy dejando la espalda en la mesa. Podemos cambiar de postura? - le pedí. Y pasó algo super excitante. Me ayudó a incorporarme y como un caballero me levantó en volandas sin sacar su polla de mi culo. Yo rodee mis brazos a su cuello y él sujetó mi culo, haciendo que subiera y bajara sobre su rabo hasta el fondo.-Oooooh me encanta! - le grité mientras le miraba con cara de excitación plena.
-Ahora ya no te parezco tan serio eh? -
-No, joder, ahora me pareces un macho cabrón rompeculos - le grité mientras apretaba mis dientes. El tío aguantó de pie mi peso unos cuantos minutos mientras seguía follándome y dejaba a Javier y Rafa atontados el espectáculo.
-Joder me quedaría a vivir en tu culo pero me voy a correr. - La sacó despacio y me dejo en el suelo, dejando una sensación de vació en todo mi cuerpo y sobretodo en mi culo. Yo me arrodillé y él se quitó el gran condón y me lo pensé varios segundos antes de metérmela la boca. Era una autentica obra de arte de 25cm. Un gran trozo de carne duro, brillante y con las venas muy marcadas. Es como ese pastel que no quieres empezar para que nunca se acabe. Me dio dos o tres pollazos en la cara y reaccioné.
-Ahora te digo yo que me la comas porque esta no estará dura todo el día. Abrí todo lo que pude la boca pero era realmente grande. Solo pude chuparle hasta la mitad del tronco. Aun así aguante y empecé a mamársela con todas mis ganas.
-Me corro, me corro - gritó Raul. Intento sacármela de la boca pero apreté su culo contra mi evitando que saliera. Si me ahogaba que fuera con gusto. Toda la corrida empezó a llenarme la boca. Intente tragarla pero me era imposible respirar a la vez así que espere a que acabar de eyacular. Cuando me saco la polla de boca se me había desencajado la mandíbula y unos lagrimones salían de mis ojos.
-Joder te he inundado - me dijo. Y yo me la tragué mientras cerraba los ojos y degustaba el sabor de ese leche caliente.
Javier y Rafa se acercaron y me preguntaron qué tal.
-Ha sido increíble - les dije mientras seguía arrodillado y podía ver a mis tres guardianes con sus armas descargadas y bien satisfechos. Como si fueran los tres mosqueteros y yo su Putañan.
-Te has portado genial - me dijo Javier.
-El mejor polvo de mi vida - dijo Rafa.
-Y aún queda fin de semana - dijo Raul