Tres en la carretera (2)
Tras haber recogido a tres chicas en la carretera, una era compañera de trabajo, pase un fin de semana de ensueño, me acosté con dos de ellas, no lo hice con la compañera de trabajo. El lunes al volver del fin de semana me quede en casa de Alicia, morena, 29 años, divorciada, era profesora, compartía el piso con una amiga que estaba de viaje.
El martes por la mañana, salí de casa de Alicia directamente al trabajo, en coche, normalmente iba en tren. Durante todo el día estuve intentando encontrarme con Victoria; la compañera de trabajo, morena como Alicia, y de 29 años, pero no fue posible, la verdad es que pensar en Victoria me excitaba, el no haberme acostado con ella hacia que la deseara. Al finalizar la jornada recordé que mi equipaje me lo había dejado en casa de Alicia, así que me dirigí a su casa, llame y mi sorpresa fue que me abrió otra mujer, rubia con ojos verdes en bata. Le dije “Creo que me he equivocado” ella sonriendo, dijo “¿Por qué no soy Alicia?” Sorprendido le dije “Entonces, ¿Aquí vive Alicia?” Ella contestó “Por supuesto, y tu tienes que ser José Antonio, el que has estado el fin de semana con Alicia, pasa no te quedes fuera” y pase, me indico que me sentara en el sofá y lo hice, ella se sentó junto a mí y dijo “Como pasasteis el fin de semana, por lo que me contó Alicia, tubo que ser genial, follando como locos, ¿No?”, me quede desconcertado, y más aun cuando bajo la cremallera de mi pantalón me saco la polla y comenzó a chapármela en unos segundos se me puso tiesa. Estando ya dura ella se separó de mi se quito la bata, quedando su cuerpo totalmente desnudo, le pregunte “y tu quien eres” ella me contesto “Eso poco importa, soy la compañera de piso de Alicia, lo importante es que vamos a follar” y acogiéndome de la mano me condujo a la habitación y se tumbo sobre la cama, me desnude, echándome junto a ella le acaricie todo el cuerpo recreándome en aquellas partes que sabia más sensibles, pronto me pidió que la penetrara, cosa que yo no hice, seguí con las caricias tanto con mis dedos como con mi lengua hasta que alcanzo un primer orgasmo, pero yo no había terminado continué acariciándola y por fin la penetre, ella lo celebro con un gemido fuerte y unos instantes después con otro orgasmo, le di la vuelta dejándola bocabajo, le abr las piernas, la cogí por la cintura y la alce lo justo para que estando yo de rodillas mi polla entrase por su coño desde atrás, cada vez más rápido pues estábamos llegando en esta ocasión los dos, desde la puerta de la habitación escuchamos a Alicia como decía “veo que no habéis perdido el tiempo” pero eso no nos hizo parar sino incluso puede que nos excitase mas, por eso el orgasmo conjunto fue una gozada.
Salimos al salón donde estaba Alicia esperándonos, Alicia dijo “Veo que ya conoces a Cristina …” la interrumpí para decir “Ah, se llama Cristina” Alicia se giro hacia Cristina y dijo sonriendo “Puta y requeté puta” y Cristina le contesto “Se hace lo que se puede” Entonces Alicia me aclaro que Cristina era la cuarta amiga del instituto. Me fui a casa me duche y quede en su casa para cenar, tras la cena me fui con Alicia a la cama y allí volvimos a hacerlo, espere que en cualquier momento entraría Cristina, pero no fue así. Por la mañana mientras se duchaba Alicia, se presento en la habitación totalmente desnuda y me dijo “tienes algo para mi” yo que también estaba desnudo bajo la sabana, la levante y dije “Que te parece esto” sonrió y se echo encima de mí, y unos segundos después estaba mi polla recorriendo su vagina, mientras lo hacíamos entro Alicia, con un albornoz, se lo quito quedando también desnuda y aun algo húmeda de la ducha, dijo “que pena que tenga que irme …” se acerco a mi, dejando un pecho suyo al alcance de mi boca, no lo desaproveche, lo cogí con la mano y lo chupe y mordisquee, al separarse le dije “ Esta noche nos vemos” Y Alicia dijo “no podrá ser, hasta el lunes, pues salgo de viaje a unas conferencias” Cristina que estaba llegando al orgasmo dijo con voz entrecortada “Ni yo, tambiénnnnnnnnnnnnnn, estoy en un congreso hasta el sábado o el domingoooooooooo” tubo su orgasmo, se levanto y me dijo “Me tengo que ir”, le dije “ me vas a dejar así” me cogió la mano la puso sobre mi polla y dijo “Termina tu solito”, y tuve que terminar yo solito.
El miércoles se presentaba aburrido, intente nuevamente ver a Victoria, pero no fue posible, al final de la tarde se me alegro el DIA a salir me estaba esperando Isabel, la tercera del fin de semana, pelirroja también de 29 años, era abogada, tenia un despacho junto con su marido y una amiga, la salude y dije “esperas a Victoria” ella contesto “Realmente no, has conocido a Cristina” replique “como sabes tu eso” ella sonriendo dijo “He hablado con Alicia; como su casa esta libre, y yo tengo hasta las doce, que te parece si …” “Libre, ... hasta la doce” ella sonriendo dijo “Si mi marido esta con la amante hasta las doce” “Con la amante” repetí yo, ella dijo “Si, pero eso es otra historia, ya te la contare en otra ocasión” y nos fuimos a la casa de Alicia y Cristina. Isabel como ya me lo había demostrado el fin de semana a diferencia de Cristina y sobretodo de Alicia le gustaba ir directamente al grano, pocas caricias y que mi polla la penetrara, hasta quedar ella satisfecha, y puedo asegurar que le costaba quedar satisfecha, desde las nueve que llegamos a la casa hasta las once y media que nos fuimos lo estuvimos haciendo sin parar.
El jueves vi a Victoria, un saludo corto, y hasta la vista. Por la tarde supe que estaba Isabel esperándome, supe darle esquinazo, la verdad que me gustaba hacerlo con ella (ellas) pero estaba realmente cansado.
El viernes no vi a Victoria hasta la hora de salir, los viernes salíamos al medio DIA, me paro y me dijo “tengo que pedirte perdón por mi comportamiento” le pregunte “¿Por qué?” Me contesto “fuiste el anfitrión perfecto, nos sacastes de un apuro, y yo como te lo agradezco” le dije “No tiene importancia, realmente ya me lo agradeció Alicia e Isabel” sonrió y dijo “Y Cristina” sorprendido dije “Sabes eso” sonrió y dijo “Claro me lo conto ayer Isabel, y que anoche le distes plantón” sonriendo dije “Estaba cansado” ella riendo dijo “Me lo imagino… para agradecértelo te invito a comer, si no tienes otros planes” le conteste “No tengo mas planes, acepto si esta noche os invito a ti a tu marido a cenar” con una mueca dijo “Sera difícil que podamos ir a cenar, mi marido esta de viaje, pero si quieres vamos los dos” le dije “por mi no hay inconveniente”.
Estuvimos comiendo en un restaurante, me conto cosas de su paso por el instituto, relacionadas con sus amigas sobretodo anécdotas graciosas, al salir ya de vuelta vimos que en un cine cercano daban un clásico “la reina de África” con Humphrey Bogart, Katharine Hepburn, como puestos de acuerdo fuimos a verla. Al salir del cine nos despedimos hasta la noche que iría a recogerla a su casa. Al llegar a casa fui directo a la ducha, mientras me duchaba mi mente iba pensando en lo que pasaría aquella noche, llegaría a su casa me recibiría semidesnuda alegando que no le había dado tiempo a vestirse…., - a medida que lo iba imaginado me iba calentando-, diría que en vez de salir podíamos quedarnos en su casa – me cogí la polla con la mano - y follaríamos desenfrenadamente, - tanto me calenté que tuve que masturbarme.
A eso de las nueve fui a su casa, al abrirme la desilusión, no estaba semidesnuda, llevaba un vestido negro de una pieza, justo por encima de la rodilla, muy ajustado a su cuerpo, sin mangas, se puso una chaqueta también negra, y salimos. Fuimos al restaurante, cenando siguió contándome anécdotas de ella y sus amigas aunque esta vez eran mas subidas de tono, de rolletes que compartieron, de situaciones muy escabrosas e intimas, que lo único que hacia era calentarme. Después de la cena fuimos a tomar unas copas y a una discoteca, a Victoria le gustaba el baile, y se movía de forma provocativa, haciendo que todos le mirasen y que a mí me calentase, pero ni una insinuación, ni una indirecta nada que me diese pie a pensar en una noche de sexo con ella. Al salir de la discoteca, Victoria me dijo “Estas enfadado” le conteste ocultando mis pensamientos “No, solo es que estoy algo cansado” ella me dijo “Pues, vámonos, llévame a casa” y la lleve, ya en la puerta ella me invito a entrar “Pasa y nos tomamos una ultima copita” le conteste “Sera mejor que me vaya” Ella dijo “No, por favor, pasa, te contare mas cosas, y mas picantes” pensé para calentarme mas, pero accedí. Ya dentro me sirvió una copa y ella otra, me senté en un sillón y ella lo hizo enfrente, quitándose la chaqueta, y me dijo “Sabes has causado muy buena impresión en mis amigas, pocas veces hemos coincidido en los amantes” pregunte “¿y eso?” Contestó “pues porque tenemos gustos diferentes, como a la hora de escoger maridos” se levanto, se acerco a mí, se puso enfrente y me dijo “¡Quédate esta noche!” Me levante quede muy cerca de ella, y dije “¿Qué has dicho?” Ella contestó “Lo que has escuchado, quédate” sus labios se acercaron a los míos, mas que un beso fue un roce. Le pregunte “¿estas segura?, ¿Tu marido?” Y me contesto, “estoy muy segura” nos besamos y no fue un roce, bocas abiertas y las lenguas buscándose, al separarse me dijo “Llevo cuatro meses sin hacerlo con mi marido, teniéndome que consolar yo sola, y para mas inri el fin de semana tu relación con mis amigas, y el colmo cuando hable con Isabel y me conto como disfruto contigo”, fui yo el que la bese, al separarnos me cogió de la mano y me dijo “Ven” y yo la seguí. Ya en la habitación se situó frente a un espejo, yo me puse detrás. Me dijo “Bájame la cremallera del vestido” yo se la baje y ella dejo caer el vestido, quedando semidesnuda, en sujetador y bragas negras de puntilla muy traslucidos, y las medias, mientras besaba su cuello, cogí sus pechos por encima del sujetador con mis manos, mire al espejo Victoria había cerrado los ojos y tenia entreabierta la boca, dejando escapar un leve gemido, desbroche el sujetador dejándolo caer, y acaricie sus pezones, poco después se dio la vuelta se me engancho al cuello y nos besamos apasionadamente, me ayudo a quitarme la chaqueta y la camisa, beso y mordisqueo mis pezones, y lentamente se fue agachando, me desbrocho el cinturón y el pantalón, dejando que callera, por encima del slip acaricio mi paquete, mientras yo acariciaba su pelo, me bajo el slip, dejando mi polla al aire, ya estaba dura, la acaricio, la beso y la chupo. Se levanto y se dejo caer en la cama, se quito las bragas y las medias, me dijo “Ven, hazme disfrutar” termine de quitarme la ropa y me acosté junto a ella, frotando mi cuerpo con el suyo, acariciando sus pechos, y mordisqueando sus pezones, sus gemidos fueron a mas, pidiéndome que se la metiera. Mientras con la mano derecha acariciaba su bello púbico, sus labios vaginales, sus clítoris e introducía los dedos en su vagina, con la mano izquierda, con mi boca y con mi lengua acariciaba sus pezones, subí la mano e introduje un dedo en su boca, para que me lo chupara, Victoria se retorcía de placer, y entre gemidos me decía “Métemela, métemela” y solo con caricias alcanzo un primer orgasmo, me metí entre sus piernas y lentamente introduje mi polla en su vagina, arrancándole gritos de placer, no tardo mucho en alcanzar otro orgasmo, cambiando de posturas, Victoria jadeaba pidiendo que no parase, culminando el acto al inundar sus entrañas con mi leche, exhaustos del esfuerzo nos quedamos dormidos, abrazados.
Me desperté, estaba desnudo sobre la cama, y frente a mí mirándome estaba Victoria, tenia puesta una bata de seda, al verme despierto dijo “Buenos días, aun no me puedo creer que lo hiciéramos anoche” sonriendo dije “Pues créetelo, doy fe de ello” Sonrió y se acerco a mí, se agacho y nos besamos, mientras metí mi mano por debajo de la bata, en su entrepierna, comprobé que no llevaba bragas, acaricie su coño. Gimiendo, se dejo caer junto a mí y entre caricias le quite la bata, quedando desnuda, nuestros cuerpos se rozaban. En medio de la vorágine sonó el teléfono, Victoria se separo de mí y cogió el teléfono quedando boca abajo, yo seguí acariciando su cuerpo, y coloque mi polla sobre la raja de su culo, acariciando sus pechos, por lo que hablaba supuse que seria su marido, colgó rápidamente, se giro y me dijo “Era mi marido …” le dije “lo he supuesto” “Viene” “Será mejor que me vista y me vaya” Victoria, sonrió y dije “No corras, tenemos tiempo, tardara un par de horas” y lo volvimos a hacer, no fue tan espectacular como lo fue la noche anterior pero no tubo desperdicio, me fui a casa, y dedique el resto del sábado a descansar.
El domingo me desperté al escuchar el timbre de la puerta, me puse una bata y abrí la puerta, era Victoria, le dije “Que haces aquí, no ha llegado tu marido” entro, cerro la puerta tras de sí y respondió “Cuando ayer llego intente hacerlo con él, pero dijo que estaba cansado, y esta mañana me puse desnuda delante de él, pero ni aun así, seguía cansado, entonces me puse el abrigo, cogí las llaves del coche y aquí estoy” dejo caer el abrigo quedando desnuda, solo con los zapatos, con sorpresa dije “coño” y ella dijo “si, y todo tuyo, que esta húmedo” me abrace a ella y la conduje a la cama, me quite la bata quedándome desnudo, nos acostamos sobre la cama, aun caliente, la acaricie y mordisquee sus pezones, ella me dijo “Me gustaría comerte la polla, mas que la primera vez, que solo la chupe un poco” le conteste “Si pero con una condición … me dejes metértela por detrás” ella con cierta sorpresa dijo “te refieres a encularme, antes de casarme lo hice varias veces, con mi marido solo dos veces” “aceptas” dudo un instante, para decir “Si te apetece” me puse bocarriba y le dije “cuando quieras puedes empezar” y no se hizo esperar, comenzó a pelarme la polla y metérsela en la boca, tras un rato le dije “ahora me toca a mi”. Estaba arrodillada, me coloque tras ella, hice que se agachara, tenia los dos agujeros a mi disposición, le acaricie su clítoris, se la metí por la vagina, estábamos muy excitados, mi polla estaba lubricada con los flujos de la vagina, mientras ella se acariciaba el clítoris, yo restregaba mi polla por la raja del culo, comencé a metérsela lentamente por le ano, al principio me costo incluso la saque un par de veces, la agarre bien por la cintura y se la metí, se quejo un poco pero era tal su excitación que pronto solo gemía de placer, alcanzo un nuevo orgasmo, y dijo “Para, por favor para” pare y le pregunte “que te pasa” ella sonriendo dijo “ya me has enculado, yo quiero tu leche” se levanto con dificultad me empujo haciendo que me tumbara boca arriba, cogió mi polla con las dos manos y se la metió en la boca, unos minutos después le dije “ya estoy a punto” no paro siguió hasta que comenzó a salir mi leche, la trago y la saboreo.
Tras un pequeño descanso me dijo “me tengo que ir, no sea que mi marido quiera follar y no me encuentre” y tal como vino se fue, me dejo cansado.
Mi relación con las TRES EN LA CARRETERA Y UNA MAS no acabo aquí siguió durante algunos meses, y con alguna se reanudo años mas tarde. Pero esas historias las contare mas adelante individualmente.