Tres en el baño

Una noche loca...

Esta es una experiencia rarisima que viví hace unos meses.

Me llamo Laura y tengo 23 años. Soy una chica voluptuosa y los chicos siempre me están rondando, lo que debo admitir que me gusta mucho. Tengo los pechos grandes y voy al gimnasio, y según dicen, estoy buena.

Este suceso ocurrió en una Semana Santa. Me había quedado sola en la ciudad porque mis amigas habían ido de vacaciones a la playa y yo me tenía que quedar por trabajo. No tenía a nadie para salir ese sábado y me acordé de José, un exnovio que es majo y después de romper seguíamos quedando. Le llame y quedamos en la zona de marcha.

José vino con dos amigos, Javi y Alvaro, que ya les conocía de cuando salía con él. Son chicos muy majos y enrollados. Estuvimos bebiendo en un bar y después fuimos por los bares de siempre a bailar. Me lo estaba pasando bien y las copas se me estaban subiendo a la cabeza. Llevaba unos vaqueros y un top blanco y ajustado que deja un buen escote.

José empezó a decir que qué novia más guapa había tenido, que menudo cuerpo. Alvaro y Javi asentían mientras me miraban con pinta de tener ganas. José empezó a bailar conmigo y cada vez se acercaba más. A mi me gusta que los chicos se vuelvan locos por mi por lo que no le puse ningún impedimento, además él estaba saliendo con una chica, que esa noche se había quedado en casa, y yo no tenía novio.

Nos sentamos en una mesa a tomar algo y José empezó a hablar de cuando salíamos juntos. La verdad es que fue una temporada muy buena y José es un chico que está muy bien. Él estaba poniéndose muy cariñoso conmigo y creo que no se acordaba de su chica para nada. Fue entonces cuando empezó a hablar de lo bien que funcionábamos en la cama y se empezó a calentar la cosa. Alvaro y Javi estaban escuchando con toda la atención y una sonrisilla. Me recordó la vez que follamos en un probador de unos grandes almacenes. Fue una situación muy excitante y echamos un polvazo. Yo con las copas me estaba poniendo muy cachonda y le dije a José que si quería repetir la experiencia. Los tres se quedaron de piedra en un primer momento. Luego José respondió: "por supuesto".

Me levante y le cogí de la mano, para encaminarnos hacia el baño ante la atónita mirada de sus amigos. Entramos en el baño de chicas y nada más cerrar la puerta José se abalanzó sobre mi y empezó a sobarme el culo por encima del pantalón y luego las tetas. Las cogía en sus manos y me pellizcaba los pezones como solía hacer cuando follabamos. Yo estaba excitadísima y me puse de rodillas. José sonrió y se soltó el botón del pantalón. Yo le bajé la cremallera y saqué su polla que tantas veces me había penetrado. Él estaba también excitado y la tenía bastante dura.

Le sonreí y me la metí en la boca. Empecé a mamarla lentamente, metiéndome ese rabo hasta la garganta. Noté que se ponía más dura aun mientras llenaba mi boca. José empezó a mover las caderas mientras repetía: "Así Laura, así, trágatela toda cariño". Yo estaba disfrutando esa mamada, allí de rodillas tocándome las tetas mientras mi exnovio me follaba por la boca a ritmo bestial. Sentí que José empezaba a jadear y en ese momento puso una mano en mi nuca y empujó mi cabeza contra su polla y sentí que me ahogaba con su polla cuando se corrió. Los primeros chorretones de semen fueron directos a la garganta y luego note como mi boca se llenaba de esperma y salía por mis labios. José me miró y me dijo que había sido fantástico.

Yo estaba todavía muy excitada y le pedí a José que le dijera a Alvaro que viniese. José se salió algo molesto. No sabía si Alvaro vendría pero al rato la puerta se abrió y entró. Al ver como estaba, con el semen de José todavía en los labios se la sacó directamente. Yo me quité el top y sin mediar palabra me puse su polla, que ya estaba erecta, entre mis tetas y empecé a frotarla. Alvaro miraba maravillado como le hacía la cubana. Tenía una buena polla, no tan larga como la de José pero igual de gorda. Dejé la cubana y se la empecé a chupar. Muy fuerte desde el principio, la succionaba con ganas. Alvaro decía jadeando: "vamos puta, chupa". Me gusta que me insulten a veces. Le mordí el glande y entonces se corrió sobre mis pechos. Le pajeé hasta que lo echo todo. Se guardo la polla y se fue.

Yo salí del baño y me fui directamente a casa. Pero lo que hice no lo cambiaría por nada.