Treinta horas de amor (2)

Estoy temblando, no se lo que me espera, me echo, me separa las piernas, noto que me esta atando algo a los tobillos, me dice que coloque las manos a la espalda, y también me las ata, yo me dejo hacer, confío en el y se, que esto solo es un juego mas en nuestro placer, para sentir mas intensidad, eso me lo enseño el, y en nuestros acercamientos en la distancia, así lo he vivido, como un juego intenso, que me ha hecho descubrir, nuevas formas de placer, somos cómplices en esos juegos, por lo tanto me dejo guiar, y me voy sometiendo a lo que el me pide.

_____ Treinta horas de amor (2) ____

El segundo día

Las horas siguientes, fueron terribles para mí, supongo que para el peor, al hallarse fuera de su medio, y sin poder estar conmigo. Intente acostarme temprano y llamarlo, haber como se encontraba, y así lo hice ¡lo amo tanto! Que hubiese, salido corriendo de nuevo hacia el hotel, y me hubiese quedado allí con el, pero no quiero adelantar hechos ni acontecimientos, cuando de el paso, quiero estar totalmente segura de lo que hago, por lo tanto seguiré yendo despacio no quiero equivocarme.

Después de hablar con el, caí rendida, el cansancio y los nervios ayudaron a que durmiera de un tirón, sonó el despertador y lo paré enseguida, tome conciencia de la situación, me levante y lo llame. Le di los buenos días y le pregunte que tal había dormido, me dijo que solo pensaba en mí. Que durante la mañana, daría una vuelta por los alrededores, y así estaría entretenido, y conocería un poco el lugar donde yo vivía.

Fue el día mas largo de mi vida, miraba el reloj a cada cinco minutos, el tiempo me parecía eterno, no corría el reloj, las manecillas, parecían haberse clavado en una hora y no se movían, las tres, las cuatro, ahí ya me desmadeje, empecé a arreglarme para entretener mi angustia, me duche y me vestí, esta vez mi ropa interior es de color negro, de encaje, y me puse unos jeans azules, y un jersey de manga corta de lycra, bien ajustado, unos zapatos bajos y poco maquillaje me peine y empecé a preparar mi bolso.

Metí en el una muda interior, un peine, unas pinzas del pelo, un cepillo de dientes, y algunas cosas, que habían sido compañeras de nuestros juegos.

Miro de nuevo el reloj, ya me dispongo a salir, se que hoy no será todo tan liviano entre nosotros, además deseo más, mucho más y se que el goza siendo mas intenso conmigo.

Entro en el hotel, doy las buenas tardes a las personas que se encuentran en la recepción, y me dirijo hacía los ascensores, hoy estoy más tranquila voy mas decidida mas segura. Llego a la planta y llamo a la puerta, espero impaciente pero no me abre nadie, llamo de nuevo y nada, pienso que se halla quedado dormido, y decido llamarlo por teléfono.

-¿Hola, donde estas?

-No tardare en llegar he ido a comprar unas cositas. Oyeme bien baja a recepción y pide las llaves de la habitación, da tu nombre ya he dejado dicho que irías a recogerla ¿de acuerdo?

-De acuerdo, pero no tardes ¿vale?

-Tú espera, que ya llego.

Bajo a recepción, le pido la llave de la habitación, me piden el D.N.I. para comprobar, y muy gentilmente me da la llave, subo de nuevo y entro en la habitación. Encima de la cama encuentro una nota, en la cual me dice que cuando llegue, ya debo saber como quiere encontrarme, ¡y yo lo se!, además me dice que me dará un toque al móvil cuando vaya llegando. Quiere encontrarme ofrecida y entregada, con lo cual, ya empiezo a estar un poco nerviosa, se que el encuentro de hoy no tendrá nada que ver con el de ayer, y mi mente se pone a funcionar, imaginando los juegos que habrá elegido para hoy, pero de todas formas, de nada me valdrá imaginar, porque siempre termina sorprendiéndome y nunca es nada de lo que yo espero o creo.

Me voy desnudando, dejo mi ropa sobre la silla, bien puesta primero el pantalón, sobre el asiento, me quito el jersey y lo pongo sobre el respaldo, dejo los zapatos bajo la silla bien recogido, se que le gusta el orden y le disgustaría, ver la ropa tirada o mal puesta. Y quedo en ropa interior, paseo inquieta por la habitación, me echo sobre la cama y noto su aroma en la almohada, paso mis manos por ella, la acaricio, respiro su perfume y sueño con el, con los momentos vividos el día anterior, y siento mi vientre como late. Es como si me retorcieran las entrañas, y sintiera un placer al sentirlas así, parece que aun tengo sus manos en mi piel, acariciando mi cuerpo.

Siento sus besos, y noto como mis bragas se humedecen, como mi rostro empieza a encenderse, y me revuelvo en la cama, dejo mi mano deslizarse hacia mi pubis, cierro mis ojos y aprieto mi mano sobre el ¡Dios cuanto tarda! Me levanto de la cama, voy hacía la ventana y me asomo, no se ve venir, me giro y voy al baño, hago pis, me limpio, mi sexo esta chorreante de flujo, estoy tan excitada, que no lo soporto, ¿que habrá ido a comprar? ¿Algún juguete, para que sea compañero de nuestros juegos? Mí mente, va dando vueltas a eso, imaginando cosas, cuando de pronto suena el teléfono y doy un respingo ¡ya va a llegar!.

Me dirijo hacía la puerta, y quedo en el pasillo, frente a la puerta, me pongo de rodillas, con la cara mirando al suelo, subo mi sujetador y dejo mis pechos por debajo de este. Pongo mis manos sobre mi braga, encima de mi pubis con los dedos mirando hacia mi sexo, es así como le gusta que lo espere, ofrecida y expectante a su persona, y yo deseo hacerlo, deseo ofrecerme a el, entregarme a su persona sin cohibiciones y libremente; y así lo espero.

Esta abriendo la puerta, espero no desagradarle, siento como mete la llave en la cerradura y como la gira, abre la puerta y noto la luz del pasillo iluminar el interior de la entrada, veo sus pies, se acerca coge mi cara por la barbilla, la levanta y se queda mirándome, me sonríe, y me dice que estoy bellísima, así ofrecida, me coge por los hombros, me levanta, me gira, y me coloca de espaldas a el, trae una bolsa en la mano, me dice que la sujete sin mirar, yo cierro los ojos, rebusca en la bolsa y saca algo de dentro.

Noto, algo suave sobre mis brazos, y mi piel se eriza, me va rozando los brazos, desde las muñecas hasta mis hombros, adivino que es un pañuelo de seda o algo así, noto sus manos delante de mi, me cubre los ojos, y ata lo que parece ser un pañuelo a mi cabeza, me coge de la mano, y me adentra hasta el dormitorio, coge la bolsa de mis manos, la deja no se donde, me acerca a la cama, me coge de nuevo por los hombros, me sienta en el borde del lecho, y me dice que me eche en ella bocabajo.

Estoy temblando, no se lo que me espera, me echo, me separa las piernas, noto que me esta atando algo a los tobillos, me dice que coloque las manos a la espalda, y también me las ata, yo me dejo hacer, confío en el y se, que esto solo es un juego mas en nuestro placer, para sentir mas intensidad, eso me lo enseño el, y en nuestros acercamientos en la distancia, así lo he vivido, como un juego intenso, que me ha hecho descubrir, nuevas formas de placer, somos cómplices en esos juegos, por lo tanto me dejo guiar, y me voy sometiendo a lo que el me pide.

Me ha atado fuertemente, noto mis muñecas presionadas, por algo que no se que es, al menos las piernas, puedo moverlas un poco, ya que aunque estén atadas por los tobillos, y unidas por algo que adivino una cadena por la frialdad y el roce, estas me dejan un poco de movimiento. Ahora siento sus manos sobre mis pantorrillas, lentamente van subiendo, y empiezo a sentir el cosquilleo que sus dedos proporcionan a mis sentidos.

Sus dedos, siguen sobre ellas, subiendo por mis muslos, se detiene en mis glúteos, los acaricia, los estruja, los abre, y me va rozando. Sobre la braga aprieta sus dedos, y los deja hundidos sobre mi ano, noto otro dedo subiendo por la sisa de mi braga, repasando todo el costado de esta, hasta llegar a la cinturilla, me quiero incorporar, intento levantar mi vientre y girarme, pero no me deja, sus dedos, son suaves y siguen subiendo por mi espalda, hasta rozar la cinturilla de mi sujetador, y vuelven a bajar por mis costados, hasta llegar de nuevo a mi culito, y emprende de nuevo la vuelta a través de la braguita, introduciendo el dedo pulgar y dándome tirones de ella, poco a poco se me va colando, presionando en mi raja, y mis labios íntimos, me presiona la vulva y me entra entre los bordes, ya empiezo a gemir, estoy muy mojada, siento la humedad entre mis muslos.

El la nota, se separa y va a buscar algo, oigo el ruido de la bolsa, y de nuevo se acerca a mi, separa mi braga hacía un lado, y me va rozando con algo, es suave y largo, por lo que pienso que es un consolador, lo acerca a mis labios íntimos, que están abiertos y empieza a rozarlo por ellos, lo lubrica con mi flujo, y lo va extendiendo a través de mi ano. Intento girarme de nuevo y sigue sin dejarme, me dice que me ponga a cuatro, y quedo con el culo en pompa, y sujeta por mi cabeza, que intenta descansar sobre la almohada, mis manos reposan sobre mi espalda, siguen atadas, y el sigue rozando aquel consolador por mi vagina, retrayendo el flujo hacia atrás, yo estoy deseosa de que lo meta ya, me da igual por donde lo haga, quiero sentirme llena.

Lo posa sobre mi ano, poco a poco lo va introduciendo en el, lo mueve lento, sin prisa, yo voy culeando y dejando que este vaya penetrándolo, estoy muy caliente, el no habla mas que lo justo, solo para darme alguna orden. En la habitación, solo se oyen mis gemidos, que no es poco, dado el grado de excitación que siento, ya lo noto medio dentro duele un poco, pero se que tengo que relajarme, aflojarme, y dejarlo entrar, me concentro en eso y empiezo a sentir un cosquilleo gratificante, por fin ha logrado entrar y no ha dolido tanto. Empieza, a moverlo cada vez más rápido, y cuando estoy a punto de llegar, le digo que pare, para y me deja a las puertas, ¡Dios! No aguantaba más, y noto el placer como va llegando y lo contengo, respiro hondo, muerdo mis labios, y consigo vencerlo.

Se levanta de nuevo, coge algo mas de la bolsa, vuelve hacía mi y empieza, a rozar algo por mis labios, también tiene forma falica, por lo que se, que es otro consolador, empiezo a lamerlo, me dice, que le eche mucha saliva, lo hago, lo saca de mi boca, y me lo pasa por mis pechos, que cuelgan rozándose sobre la sabana, me levanto un poco, me lo pasa por los pezones, noto que tiene alguna vibración, y eso me hace sentir un cosquilleo placentero.

Así, estuvo un rato mientras yo, me movía de un lado a otro intentando, que el que tenía metido en el ano, hiciera algún efecto también, ya que desde que dejo de moverlo, solo notaba una gran presión dentro de mi. Ahora acaricia de nuevo mi espalda, roza mis muñecas y se fija en como aprieto mis manos, las besa y acaricia con mucha ternura, sigue bajando, y me besa el trasero con mimo, baja hasta mis pies, besándome una y otra vez cada dedo, cada falange, lame mis tobillos y me desata, primero uno, después el otro, y sigue subiendo por mis piernas, hasta llegar de nuevo a mis nalgas, saca el consolador de mi ano, aprieta mis cachas y coloca mis bragas en su sitio, sube bordeándolas con los dedos, y llega hasta mis manos, desata, mis muñecas, las masajea, las besa, las lame.

Sigue a través de mi espalda, noto su lengua como recorre mi columna, acaricia mis hombros, y besa mi nuca, mientras sus manos, desatan el pañuelo, que me niega su mirada.

Aún, mantengo los ojos cerrados un momento, me coloco boca arriba, los abro lentamente, me echo sobre su pecho, y oigo su palpitar, lo abrazo y reposo a su lado, nuestras manos se entrelazan y así detuvimos el tiempo de este segundo día, no hacia falta más, había sido demasiado, los sentidos se embotaron, y la intensidad la sentimos y vivimos a nuestra forma.

Lo miro a los ojos, le sonrío y de mi boca sale un ¡te amo mi Amo! Y nos quedamos aquietados, sintiendo nuestros latidos, nos quedan algunas horas y así tendidos, dejamos a nuestros pulmones respirando amor.

Evelyn45