Travesuras con el pomo

Si les pidieran decidir entre EL POMO y EL CHIQUILÍN para pasar una tarde de tremenda calentura en trío... ¿Qué elegirían?.... Entérense de los regionalismos del centro de México leyendo este relato.....

TRAVESURAS CON "EL POMO"

Hace ya algunos años, cuando iniciaba mi trabajo en diferentes sitios del país, para ser preciso mi primer trabajo, fui asignado al Estado de Tabasco, en México e inicié mi aventura con Moroni, un compañero de mi especialidad, ambos éramos amigos y nos habíamos identificado plenamente como homosexuales seguros de nuestra personalidad y asumidos, sin ser "outdoor"... el término ni siquiera se conocía. Éramos profesionistas y compartíamos intereses y preferencias, sin habernos acostado juntos ni para dormir.

Pues bien, llegamos Moroni y yo a la Central de Autobuses del Norte en la Ciudad de México, donde habríamos de reemprender la marcha hasta Tabasco pero desde la Central de Autobuses del Poniente, conocida como "TAPO".

A la hora de comer mi amigo me pregunta si será muy problemático quedarnos esa tarde y esa noche en el Distrito Federal y seguir nuestro viaje a la tarde siguiente, que él no había tenido oportunidad de visitar la capital y le parecía espléndida. Incluso mencionó que le gustaría llevarse un "recuerdito chilango". Estuve de acuerdo y entonces, nos fuimos al Centro Histórico para hospedarnos en un hotel que yo conocía de muchos años, el Habana, situado por República de Cuba, entre Palma y Chile y donde muchas ocasiones había recibido "invitados íntimos" sin ningún problema.

Una vez instalados iniciamos nuestro tour: visitamos la Plaza Mayor, Catedral, Palacio Nacional, nos seguimos hasta el Palacio de Bellas Artes, la Alameda Central, la Torre Latinoamericana y enfilamos rumbo al Teatro Blanquita para comprar los boletos para el espectáculo de la segunda función de la noche. Las estrellas eran Carmen Salinas y sus imitaciones y Lola Beltrán.

Al recorrer la Plaza Garibaldi, alguien nos indicó a nuestra solicitud que los baños de vapor más cercanos eran los Ecuador y hacia allá nos fuimos. Era un asco de lugar donde el olor a axila, pies sudados, culo y "verija" como decía mi abuela era insoportable; muchos hombres, muchos, de mayor edad casi todos, eran deformes, panzones, sucios, con los pelos duros por los días sin baño, con vergas de diferentes colores, tamaños y presentaciones, pero nada apetecibles . No duramos en el sitio ni veinte minutos. Salimos con la nariz impregnada a suciedad.

Entramos al Tenampa, estaba sin un alma a no ser por el cantinero y un mesero, eran las dos de la tarde. Seguimos nuestro recorrido turístico. Dimos vuelta al Bombay, que se ubicaba por San Juan de Letrán, hoy Eje 1 Pte y entramos al primer bar abierto. Nos atendió una mesera entrada en edad y en carnes, muy atenta y servicial. Pedimos dos copas de brandy con refresco de cola.

El lugar estaba muy concurrido, parroquianos de diferentes estratos sociales y económicos formaban la concurrencia. Moroni y yo bebimos de nuestras copas, el lugar empezó a llenarse, mi amigo fue al baño y regresó con una sonrisa de oreja a oreja diciéndome:

"Ni te imaginas la cantidad de vergas que pude ver en la pileta del mingitorio.... hay unos cabrones muy buenos".

Más tarde, fui y comprobé su dicho: me entretuve más de la cuenta luego de orinar, viendo cómo sin ningún recato hombres de diferentes edades exhibían abiertamente sus atributos masculinos. Pude apreciar muy buenas herramientas que serían la delicia de dos culitos calientes como el de mi amigo y el mío, necesitados en aquel momento de una compañía grata.

Al regresar a la mesa, me encuentro con que Moroni se hacía acompañar de dos tipos, ambos de muy buen ver, uno alto y otro no tanto, ambos velludos, vestidos casualmente y con amplias sonrisas. El alto tenía un bigote que daban ganas de besar, ojos grandes y expresivos, pestañas largas y rizadas, cabello rizado con un corte muy respetable. Habían pedido una botella de litro del mismo brandy que nosotros tomábamos. No supe cómo fue el arreglo para pagarla.

El caso es que Moroni me dijo: "Él es Samuel, y él es Ariel, son hermanos, llegaron y no encontraron mesa disponible, me preguntaron si nos podían acompañar y aquí los tienes".

No objeté, los saludé e iniciamos los brindis.

Al rato, mi amigo se levanta rumbo al baño. Segundos después le sigue Samuel y cuando éste se levanta, logro advertir un tremendo paquete que denotaba una enorme verga, muy gruesa y larga, inclinada hacia la izquierda.

Mientras tanto yo platicaba con Ariel. Me dijo que se lleva muy bien con su hermano, que dos días a la semana salen a tomar la copa, pero que lo único que no le gusta es que Samuel es "mañoso", le gusta cogerse maricones. Yo pensé "lotería". Le pregunté si a él no le gustaba hacerlo y me contestó categóricamente que eso "Está penado por Dios".

Yo le dije que a nosotros sí nos gustaba acostarnos con otros hombres, pero que no hacíamos nada que la otra persona no quisiera. No hizo comentario alguno; cuando Moroni y su hermano regresaron, Ariel dijo que se tenía qué ir, que otro día nos veíamos. Samuel no puso ningún reparo y sólo le dijo "Cuídate". Ariel contestó: "Tú también.

Cuando quedamos solos con Samuel éste nos dijo: "Ariel es un rajón, no le gustan las nalgas de pelado..... él con puras viejas, pero los dos estamos bien reatudos, hay qué darle gusto al gusto. ¿A poco no la tengo grande compadre?" –le preguntó a Moroni.

Entonces, Moroni me comenta que en el baño se la estuvieron tocando uno al otro y que en verdad Samuel tiene muy buena verga, que está dispuesto a ir con los dos al hotel y pasar un buen rato. Yo les digo que estoy de acuerdo, que esperemos a terminar la botella.

Nuevamente la necesidad me exige ir al baño y entonces un tipo también de buen ver me dice: "¿Te gusta mi verga?, puedo dártela, y además te invito una cheve; desde hace rato te vi y me gustaron tus nalgas, tengo muchas ganas de coger". Yo volteé a verlo, me agradó su cara pero cuando mis ojos llegaron a su aparato, se trataba de una verguita de unos 14 cm. delgadita, puntiaguda y curva hacia la derecha, algo deforme, aunque se apreciaba bien dura y lista para el ataque. Le contesté que más tarde hablábamos. Me dio pena decirle que no se me antojaba. Por respuesta él me dijo:_ "Cabrón, te gusta allá en la mesa por el POMO" y enseguida salió del baño.

Yo desconocía el significado de algunos regionalismos del lenguaje por lo que di por hecho que el POMO era la gran verga de Samuel. No comenté nada. Terminamos nuestra botella y nos enfilamos rumbo al hotel, no sin antes comprar unas cervezas de lata y cigarrillos.

Entramos sin ningún problema, empezó el encueradero, es decir, nos desnudamos totalmente cada quien y cuando quedamos en bolas empezamos a revolcarnos en la cama, los tres con las vergas al máximo de su dureza, pero ciertamente, Samuel tenía un POMO enorme y delicioso.

Debo aclarar que yo no tenía experiencia en tríos, así que dejé que Moroni y Samuel decidieran. Finalmente, EL POMO se recostó sobre su espalda blandiendo aquella enorme verga de unos 24 cm. muy gorda y con un cabezón rosado que cuando era descubierto al bajar el prepucio, brillaba de líquido preeyaculatorio.

Moroni me indicó que me sentara sobre esa gran verga y que él me ayudaría a ir ensartándome con mucho cuidado. Yo le dije que mi culo estaba seco, que requería lubricante, crema o aceite y fue cuando Samuel me pidió que me acuclillara sobre su cara y con su lengua mojó de saliva mi agujero, me introdujo la punta de su lengua, me ensalivó abundantemente y me "probó" metiendo de uno a tres dedos y girándolos en el interior...... para ese momento, yo ya pedía tener el culo lleno de carne de hombre.

Empecé a cabalgarlo y Moroni seguía los acompasados movimientos; con su mano sostenía la base de la verga que me estaba comiendo por el culo y de pronto me empujaba hacia abajo hasta que toda la tranca me llegó al fondo.

Cuando ya estaba bien empalado, Moroni se acomodó de tal modo que su verga, tampoco nada despreciable: 20 cm. gruesa y circuncidada quedó frente a mi boca ávida de mamar un chile de esa naturaleza. Fue así como mi primera experiencia en trío consistió en tener una vergota dentro del culo y otra en la boca. Gemí, lloré, casi grité cuando los mecos de Samuel golpearon mi interior y los de Moroni llegaban a mi garganta..... no tuve necesidad de tocarme mi pobre verga, solo solté toda mi carga de leche......

Cuando me "desocuparon", fui al baño y en el retrete dejé restos de las travesuras, me lavé cuidadosamente y me cepillé los dientes. Cuando volví a la habitación, ya Moroni estaba mamando golosamente la tremenda verga de Samuel y él tenía de nuevo su verga bien dura......

Ahora yo hice el papel que mi amigo había asumido cuando fui cogido. Él se sentó sobre la verga de Samuel y yo lo empujaba. Gruesas lágrimas corrían por sus mejillas, pero gimiendo pedía: "Métemela toda de una vez, párteme el culo". Yo lo abrazaba y nos besamos apasionadamente.

Samuel le llenó el culo de mecos y Moroni respiró aliviado. Entonces, Samuel pidió que le chupáramos el culo y lo hicimos alternadamente, uno le daba lengua en el agujero y otro le lamía el peludo pecho donde sus pezones turgentes pedían ser besados, lamidos y acariciados. El cabrón bramaba de calentura, parecía imposible saciarlo.

De pronto pidió: "El que sea, pero métanme una verga en el culo, cabrones, me encantan los hombres, soy feliz de ser puto, cóganme por favor".

Obedecimos, también alternadamente, yo le di mi verga a mamar y Moroni se la dejó ir por el culo...... terminó él y seguí yo. Fue una formidable cogida.

Al terminar estas travesuras, nos bañamos por turnos, nos vestimos y ya para dejar la habitación y marcharnos al teatro alcancé a comentarle: "Estás bárbaro, cabrón, con razón te dicen EL POMO".

Él me contestó que no le decían EL POMO, que le dicen CHIQUILÍN, haciendo mofa de su tremenda verga. Entonces yo les conté lo del tipo del baño y me explicó que seguramente se refería a que yo no quise la cerveza porque estaba el POMO sobre la mesa. El dichoso pomo es el nombre con el que se refieren a la botella de brandy, tequila o cualquiera otra bebida.

Sin embargo, de no haber sido POR EL POMO, no hubiésemos tenido una tarde tan deliciosa sexualmente hablando.

Aprovecho para agradecer de nuevo sus valoraciones a mis relatos. Acabo de ver el TOP 50 y veo que MI COMPADRE EL BIGOTÓN ha alcanzado el tercer sitio. Tengo 95 relatos publicado, busquen AUTOR y los encontrarán. Es un placer compartir experiencias.

Espero correos directos en; zarce1952@hotmail.com

Su amigo, Julián.