Travestido para mi vecino III (continuación)
Después de la enculada que le di a mi vecino y que tanto le gustó, fui yo quien disfruto de una sesión de sexo que me dejó exhausto y pleno...
¡¡Ahora me toca a mí!!...así di fin al último relato de Travestido para mi vecino que os conté.
Espera aquí que voy a cambiarme - dijo mientras se dirigía a la otra habitación.
Mientras esperaba levantaba mis piernas y jugaba con mis mules descolgandolas de mis pies y los deslizaba hasta dejarlas colgando de mis dedos y sintiendo esa deliciosa sensación de la piel suave acariciando mis pies. me tocaba la polla que estaba morcillona y esperaba con cierta ansiedad para ver que traería puesto mi vecino. Conociendolo desde tanto tiempo atrás sabía que lo que fuera me sorprendería, ya que, en cuestión de sexo no se corta un pelo.
Por fin apareció y lo que ví me excitó muchísimo. tanto que mi polla se puso como una piedra casi al instante.
Se había puesto un corsé rojo con unos lazos blancos y unas botas altas de tacón de 10 centímetros, negras, sin plataforma y que le llegaban justo debajo de las rodillas, bajo las botas llevaba unas medias negras y su peluca era morena peinada estilo cleopatra. sus labios rojo intenso y sus ojos con sombra y perfilados .
Tragué saliva mientras me incorporaba de la cama y apretaba sus nalgas contra mi polla. + Estás para comerte, putón - Le dije .
-Pues cómeme.!! Cómete mi polla y hazlo bien porque te voy a meter hasta los cojones.!!
Me arrodillé y comencé a besar su polla y a darle lametones por toda ella mientras notaba como se le erizaba el vello de todo elcuerpo y suspiraba. De cuando en cuando me la metía en la boca hasta la garganta para sacarla entera y vover a los besos y las caricias por toda ella. Sentía en mi boca las palpitaciones de su polla y eso me guiaba para subir o bajar su excitación.
Me pidió que me pusiera de a cuatro sobre la cama y comenzó a mojar mi ano con su lengua, lo que hizo que me transportara al mismo paraíso. Me cogía la polla y la meneaba suavemente mientras su lengua no cesaba de moverse en mi culito que ya estaba pidiendo a gritos que le entrara esa deseada polla.
De pronto sentí el frío de la crema dilatadora en mi ardiente culito y seguido el calor de su polla ardiente y dura apoyarse sobre mi esfínter y de repente un empujón brutal que hizo que sus 20centímetros de polla entrasen como él había dicho antes " hasta los cojones". Me sorprendió esa brutalidad tanto como me gustó. Dí un pequeño grito pero más de placer que de dolor y él se quedó un poco parado pero, yo empujé con fuerza hacia atrás contra su polla indicando que eso me gustaba y entonces la sacó casi entera y cuando ya estaba casi fuera me dió otra embestida que me llegó hasta lo más profundo del culo.
Una y otra vez la metía de un solo empujón para sacrla lentamente y volver a dar otro empujón. Yo dudaba qué me gustaba más si el empujón hasta el fondo o el plcer que sentía cuando iba saliendo lentamente de mi hecho polvo culo.
Su polla estaba dura como nunca lahabía sentido antes y quería má; Quería que eso durara el mayor tiempo posible porque disfrutaba como una loca.
Estuvimos así un buen rato hasta que me volteó y me puso de cara y volvió a meter su polla mientras me miraba a los ojos y se mordía los labios de placer mientras me la metía y la sacaba lentamente dos o tres veces y después me metía otro pollazo brutal. después de uno de los pollazos empezó a meter y sacar cada vez más rápido y yo notaba como sus palpitaciones eran cada vez más intensas y más frecuentes y preparé mi culito para retener su corrida que se adivinaba próxima a inundarme las entrañas.
Aceleró el ritmo de su embestidas y al fin noté como empujando con toda su fuerza su caliente, ardiente semen me inundaba entero. Apreté mi ano todo lo que pude aprisionando su polla dentro de mí y así estuvimos un rato hasta que su flacidez hizo que se saliera sola.
Después de esto se acostó a mi lado y empezó a pajearme suavemente para ir bajando su boca desde mi cuello con besos y mordisqueos hasta mi polla y me lamió chupó y masajeó hasta que vacié todo mi semen en su garganta.
Volvió a tumbarse junto a mí y nos quedamos dormidos.