Travestido para mi vecino
Habíamos tenido relaciones homosexuales siendo adolescentes y años después surgió algo inesperado y la cosa fue a más. Una tarde/noche que nunca olvidaré.
Después de muchos años nos encontramos mi vecino y yo y todo sucedió muy rápido.
Tomamos unas copas y nos pusimos al día de nustras vivencias. Ambos nos habíamos separado y ambos tenemos actualmente pareja, y en ambos casos desconocen por completo nuestro secreto.
Después de unas copas me preguntó si había olvidado lo de nuestros encuentros adolescentes o aún lo recordaba y qué era lo que sentía al respecto.
Fui sincero y le dije que lo era un grato recuerdo y que muchas veces había fantaseado con tener un reencuentro.
Sonrió y me dijo que él también y que podía ser este el momento. UUUUFFFF..!!! Mi polla comenzó a estirarse y tuve que acomodarla aunque con disimulo. se me secó la garganta y dí un trago largo a mi copa. Me temblaban las piernas y trataba de calmar mi excitación. A él le brillaban los ojos y también se le notaba el nerviosismo.
Vamos a mi casa. Estoy sólo y es el mejor sitio para estar.
Sí. Es lo mejor, respondí.
Fuimos a su casa y al entrar me abrazó y nos fundimos en un beso apasionado, caliente, desesperado...
Enseguida estuvimos ambos desnudos y con las pollas duras. Bajó hasta la mía poniéndose de rodillas y empezó una mamada como enloquecedora.
Hice que se levantara y nos fuimos a la habitación. Allí nos tumbamos ambos y nos lamimos las pollas hasta corrernos cada uno en la boca del otro.
Tomamos un respiro y fumamos un cigarrillo. Sentí ganas de orinar y fui al baño. al salir de la cama vi unas zapatillas de mujer de piel, de cuña alta y junto a ellas unos pantys. Me las calcé sin dudar y fui al baño. El contacto de la piel suave de las zapatillas y la inclinación de las cuñas me excitaron provocando en mí una nueva y firme erección que él notó encuanto volví del baño. Siempre me han excitado los calzados de mujer y nunca he perdido ocasión de ponerme todo lo que ha estado a mi alcance.
Sí; soy fetichista de tacones.
Al verme en ese estado y con los tacones me dijo si quería vestirme de mujer para él y follarnos así .
En su casa aún queda ropa de su hermana, ya que era la casa familiar antes de que se casaran él y su hermana.
La idea me encantó y entonces nos pusimos a travestirnos ambos. Mi polla iba a estallar. Estaba muy excitado y deseaba acabar lo antes posible para pasar a la acción.
Una vez estuvimos listos solo le pedí que nos pusiéramos carmín y empezáramos ya a follarnos.
Él se puso unos zapatos negros de tacón de aguja y un vestido rojo además de unos pantys negros. Yo me puse las zapatillas celestes con unos pantys cristal y salto de cama blanco. No había mucho más que elegir pero era suficiente para ser la primera vez.
Nos fundimos en un abrazo y nos besamos con pasión. Nos tocábamos las pollas mutuamente hasta que me tumbé en la cama boca arriba y abrí mis piernas esperando recibir su ansiada polla en mi ardiente culo.
Bajó hasta mi culo y empezó a mojarlo con su saliva y metió un dedo...después otro...volvió a mojar mi culo y empezó a restregar su polla dando pequeños empujones para que fuera dilatando...
Una vez noté que ya estaba listo le pedí que me la metiera ya. estaba deseando notar su polla dentro una vez más.
Me la metió suavemente pero con firmeza y creí que me corría al instante. Qué maravillosa sensació!! Después de tantos años me pareció una delicia.
Embestía una y otra vez y yo levanté mis piernas para ponerlas en sus hombros y ver mis pies calzados con esas maravillosas zapatillas. Mientras me follaba el culo deliciosamente me pajeaba controlando el momento para que pudiéramos corrernos a la vez.
Empezó a aumentar el ritmo de sus embestidas y a pajearme más rápido hasta que por fin sentí como inundaba mi culo con una abundante y caliente corrida. y me dejé ir corriéndome yo también. Fué maravilloso.
Después fui yo quien le metí mi polla en la boca para lubricarla bien y tras mojar su culo se la metí hasta los huevos. Le pajeaba mientras se la metía y él gemía de placer pidiendo más y más.
Finalmente aguanté cuanto pude y cuando sus jadeos aumentaron supe que estaba a punto de correrse y me corrí en su prieto culo mientras él aullaba de placer.
Esto fue hace unos meses y después hemos tenido otros encuentros que ya os contaré.