Travesia Aerea
Un salvaje encuentro a bordo de un vuelo oceanico.
Hace quince días que acabo de regresar de un viaje de negocios de Estados Unidos. Sinceramente me había equivocado esta vez. Regresaba terriblemente preocupado y un tanto desmoralizado.
El tipo de cambio de dólar y la situación de incertidumbre no me favorecía en absoluto, mis poco optimistas expectativas para el año entrante me provocaban cierta desazón.
La verdad que durante el embarco y los primeros minutos de vuelo apenas había prestado atención a mi entorno, fuera de mi costumbre habitual de analizar todo lo que sucedía a mi alrededor.
A pesar de estar encima de las fecha navideñas el avión venía relativamente vacío y eso me hizo sentirme un poco más extraño si cabe.
Después de un rato me di cuenta que compartía los tres asientos de uno de los pasillo laterales con una chica de unos veintipocos años. Cuando empezaron a repartir la cena, comenzamos a charlar amistosamente. Era una estudiante española y regresaba a casa por Navidad. Como estabamos en la zona trasera, en la penúltima fila tuvimos oportunidad de charlar un buen rato antes de que llegara nuestra cena, y durante ella decidimos compartir la mesa del asiento que nos separaba.
Durante este tiempo la estuve observando hasta donde era capaz, era de una belleza muy serena sin grandes artificios, podía distinguir que no era excesivamente alta pero un cuerpo mas bien delgado con unas hermosas tetas que apuntaban bajo la blusa y una bonitas piernas que asomaban bajo su minifalda, la mesita central compartida me impedía observar mas allá. También me di cuenta que ella me analizaba a mi durante la cena.
Como suele ser habitual tras la cena, el tumulto camino del baño convertía las últimas filas en una correcaminos de gente , codazos y tropezones los últimos asientos del avión. Decidió que era mejor pasarse al asiento central hasta que se calmase un poco el bullicio y comenzase la primera película. Iniciamos una ligera conversación pero rápidamente comenzaron los típicos skechts de humor en las pantallas con lo que a pesar de todo el barrullo que seguí en pleno apogeo comenzamos a prestarle cierta atención a las pantallas. En ese momento tuve oportunidad de observarla, con cierto disimulo, con un poco mas de detalle. Sus pechos apuntaban desafiando descarados la horizontalidad , su falda no era tan corta como había supuesto pero sus piernas vestidas con unas medias de red tan de moda eran realmente bellas.
Durante este rato buscando inicialmente un poco mas de comodidad , separe ligeramente mis pies hasta tropezar delicadamente con los suyos. Ella ni dejo de ver para la pantalla ni apartó su pie del mío.
Después de unos momentos noté como su zapato se movía muy lentamente y se deslizaba ligeramente contra el mío. Tras unos minutos de suaves toqueteos, paradas y jugueteos, bajé disimuladamente la vista y pude distinguir que calzaba unos precios zapatos oscuros, con un gran escote y un alto y fino tacón. Comencé a disfrutar enormemente del juego y deje que continuase Y así lo hizo durante un buen rato hasta el comienzo de la película. En ese momento y tras otra pequeña charla sin objetivo ninguno, se colocó de nuevo en el asiento original y nos dispusimos a disfrutar de la película.
Sinceramente tras unos minutos de película- petardo ya echaba de menos el delicioso tacto de su zapato y decidí prestarme al juego otro rato más.
Le hice un pequeño comentario acerca de mi opinión de la película, me tumbé ligeramente sobre mi espalda y crucé mi pierna situando mi pie en alto en el espacio que quedaba en el asiento central. En un momento ella se había situado de manera que con una de sus piernas cruzadas, su sexy zapato volvía a estar rozando suavemente el mío. Así estuvimos cerca de media hora. La verdad es que la película era un autentico petardo y tras comentar con ella , le ofrecí tumbarse utilizando los dos asientos. En cuestión de segundos ella se descalzó y se acomodó situando la cabeza hacia el pasillo y tras levantar los reposabrazos centrales y tapándose con una manta se acomodó en aquellos dos sillones. Alargué mi mano y le arropé los pies totalmente situando la manta prácticamente sobre mis piernas y ella inmediatamente alargó las piernas hasta apoyar los pies sobre mi muslo.
Comencé a notar como sus dedos empujaban de forma delicadísima sobre mi muslo mientras ella permanecía con los ojos cerrados.
Recosté mi asiento hasta el máximo y deslicé mi cuerpo hacia abajo mientras me tapaba con mi manta sin separar ni un solo milímetro mi muslo de sus pies. Ese fue mi "si quiero" a aquella mujercita juguetona. Sus pies empezaron a deslizarse ya sin rubor por mi muslo, Acerque mi mano y comencé a acariciarle suavemente los pies, los tobillos y la parte baja de s pantorrilla. Su pie libre de masaje trepó por el muslo hasta apoyarse sobre mi entrepierna y juguetear delicadamente con mi polla tremendamente dura y palpitante. Alce mis manos con su pie dentro por entre la mantas para poder besarle suavemente la punta de sus deditos y chupetearle con esmero el dedo gordo, mientras ella continuaba frotando su otro pie con mi polla cada vez mas palpitante dentro de su cárcel.
Decidí liberarla del pantalón y ofrecérsela a su pie. Mientras la acariciaba su pie empujo mi polla contra la pared de mi estomago y se giró suavemente separando ligeramente sus piernas para ofrecerme camino franco por sus piernas hasta su ardiente pubis.
Sus juegos de pies continuaban en mi polla mientras mi mano comenzó a ascender por sus piernas hasta llegar a su bragas que encontré empapadas ya. Después de acariciarla durante un rato, ella se incorporó, pensé que dando por finalizada nuestra sesión , pero para mi sorpresa se sentó en el siento central mientras sus mano se agarraban a mi polla recorriéndola con sus dedos desde la punta hasta juguetear son las pelotas para regresar suavemente hasta la empapada punta.
Sus dedos recogían suavemente la perla brillante que le ofrecía y con la presión justa recorría primero la punta, jugueteaba con la corona del glande y parab para entretenerse especialmente en el frenillo ofreciéndome un placer increíble.
Mi mano se afanó en bajarle los panties de red y tras juguetear con los elásticos de las bragas mis dedos se dejaron resbalar por todos los pliegues del húmedo coño. Despacio jugaba a un lado primero arriba y abajo para moverme al otro lado y apretar ligeramente los dedos atrapándole los dos labios que tomaban vida propia hinchándose y ocupando un poco mas de espacio cada vez.
Notaba como sus caderas empujaban apoyándose en el respaldo mientras mis dedos acariciaban con suavidad su clítoris, y se deslizaban a sus dos lados para regresar a rozar levemente su puntita cada vez mas dura y temblorosa.
Sus manos continuaron hasta que mi polla ya no podía mas y cuando estaba a punto de explotar, le agarré delicadamente para evitar una mas que azorosa mancha. Ella paró de inmediato , pero inclinándose sobre mi, me destapó sin ningún tipo de pudor en la penumbra de la cabina para chuparme delicadamente la polla.De nuevo pude disfrutar de el ligero movimiento de la lengua en el frenillo mientras sus labios oprimían la cabeza casi morada y dura y su boca mientras succionaba me cegaba con oleadas de placer hasta que reventé dentro inundándole su boca.
En un momento con dos empujones de cadera y agitando levemente el cuerpo apoyo su cara contra mi hombro para ahogar los gemidos y gritillos que le placer de una pequeña serie de orgasmos le provocaban mientras mis dedos seguían afanándose con su empapada, dura y prominente pepita.
Durante la segunda película nuestros juegos se hicieron todavía mas evidentes y sin ningún tipo de rubor la besaba y jugueteaba suavemente con mi lengua por su oreja. En un susurro le propuse acercarnos al cuarto de baño y continuar con nuestra particular fiesta.
Ella se levantó primero y se acercó a la pequeña salita que había en el final del pasillo . Me acerqué inmediatamente junto a ella , tras pedirle una copa a la azafata y charlar un leve rato, en la penumbra ella se metió en el cuarto de baño, sin cerrar el pestillo para evitar la luz roja de ocupado. Unos instantes mas tarde, fui yo quien entró.
Después de besarnos y sobarnos con cierta violencia unos instantes, la giré y se apoyó sobre la pared separando sus piernas. Levanté su falda y deslicé su panty y sus bragas hasta donde me permitieron los elásticos y me separé ligeramente.
La visión de su entrepierna, las arrugas de su arreglado coño , las pequeñas y brillantes perlas que adornaban la rosada entrada y la increíble imagen de las arrugas de su culo de un rosa oscuro me estremeció. Alargué mi mano y mientras con dos dedos recorría sus labios empapados, empujé despacio la punta del pulgar sobre la entrada de su culo. Se estremeció y arqueó su espalda y entre un leve gemido me susurró que la follara inmediatamente.
Mi polla dura, de un rojo profundo, jugueteó primero de nuevo con sus labios, y entre sus mano y la entrada empapada de su coño, se deslizó suave un rato, apartando a un lado y a otro los gruesos labios , alcanzando a distinguir el roce del glande sobre su clítoris, para luego enterrarse lo mas profundo que pudo.
En mis empujones podía notar como su mano apretaba contra su pubis y podía ver como su flujo se deslizaba en una larga, brillante y finísima baba a un lado de su mano. Mientas doblaba la espalda y en cada arqueo su coño apretaba mi polla con más intensidad cada vez.
Agarrándole las tetas empujé hasta que noté como la punta llegaba hasta el final del agujero y alli apoyada repetí suavemente los golpes hasta notar como estallaba, mientras ella me agarraba de la cadera para evitar que me separara y terminaba entre casi inaudibles gemidos su labor manual llegando al orgasmo entre sollozos.
Nuestra pasión terminó durante el desembarco, me retrasé ligeramente recogiendo mi equipaje de mano y a pesar de ser de laos últimos del avión ella se alejó lo suficiente como para no poder alcanzarla. Solo pude verla de espaldas alejarse hacia la puerta de conexión a la terminal nacional.