Trauma sexual con mi primera novia 3

Continuación de los relatos anteriores. Voy con mi novia a una casa rural al cumpleaños de mi amigo Javier. Ahí hay un antes y un después en esta historia.

Llegó el sábado y fuimos unas veinte personas a la casa rural para celebrar el cumpleaños de Javier que cumplía 21. Eran varios amigos y amigas mios y de Javier. A María la conocían pero a través de mi. Aunque hubo idea de hacer alguna excursión finalmente estuvimos toda la tarde hablando y bebiendo. Estábamos sentados en varios sofás en un salón muy grande que ocupaba casi toda la planta baja. Arriba estaban las habitaciones, había una para cinco personas y el resto eran de dos. Nos distribuímos para que las parejas pudiéramos tener alguna de las habitaciones de dos.

En principio María y Javier no hablaban mucho entre si. Él estaba sentado en un sofá hablando con Cristina, una amiga nuestra de estética gótica. Siempre vestía corsés ajustados y escote mostrando unos pechos grandes y bien definidos en medio de los cuales llevaba siempre un medallón. Era muy guapa, ojos verdes, pelo negro liso y muy blanca de piel. Desde hacía unos meses se acercaba mucho a Javier en todos los sentidos, de hecho estaba sentada en sus rodillas hablando con él. Cristina tenía un caracter abierto y alegre, siempre estaba bromeando. A mi me parecía muy guapa pero no me planteaba en ningún momento estar con otra mujer que no fuera María. Aunque si reconozco que me daba morbo. Además Cristina presumía mucho de su abierta bisexualidad y en general de ser muy abierta y liberal en el sexo. Ahora parecía interesada en Javier y tonteaba muchísimo con él. Eso me tranquilizó, si se centraba en otra mujer se alejaría de mi novia. Al menos hoy podría estar tranquilo. Por su parte María estaba tranquila, no parecía celosa y hablaba con varios amigos.

Podría resumir la tarde en que bebí muchísimo.Tanto, que en lugar de ir a una de las habitaciones donde tenía la cama terminé por dormirme en el propio sofá del salón y mis amigos para no molestarme, me dejaron allí mientras ellos marchaban a la cama.

Me desperté a eso de las 4.00 de la mañana. Me dolía mucho la cabeza y tenía sed así que fui al baño y luego a mi cama, esperando encontrar allí a María. Pero la cama estaba vacía, ni siquiera estaba desecha. Fui al baño y de la que pasaba junto a la habitación de Javier escuché gemidos. “Se está follando a Cristina, qué suerte tienen algunos” pensé. Pero la voz no era la de Cristina. La puerta estaba entreabierta así que me acerqué para cerciorarme.

Desde la rendija vi la espalda desnuda de María, Javier la estaba agarrando de la cadera mientras ella se sentaba sobre él. Parecía estar cabalgandole. Se la oía gemir muy fuerte, se besaban de forma apasionada y a veces él la agarraba el cuello y del pelo o la acariciaba las tetas. Luego cambiaron de postura, el se puso encima a follarsela y pude ver la espalda fuerte y bien proporcionada de Javi, sus tatuajes del hombro y como embestía rápido y muy fuerte a María que sólo gritaba abierta de piernas. La cama chirriaba y eso se notaba en toda la casa. Los otros amigos debían estar escuchando y alucinando. Que humillación más grande, mi propia novia follada delante de mis narices y poco menos que a la vista de todos. Me noté que estaba empalmado mientras Javier seguía penetrando a María con cada vez sacudidas más fuertes. Se tumbó sobre ella y la besó mientras María le agarraba el culo con fuerza y pedía que por favor no parase. Yo no podía evitar seguir mirando pero caí en la cuenta de que podían verme, así que me fui a mi habitación donde estaba solo. Les estuve escuchando follar sin saber que hacer, hasta que finalmente terminé por masturbarme y me quedé dormido. Tuve muchísimas pesadillas hasta que desperté.

Al día siguiente María fingió que no pasaba nada. Yo prefiero no recordar mucho más de aquel día posterior. Solo diré que días mas tarde pude fisgar de nuevo su diario y leer lo que pasó aquella noche.

“Anoche fue increíble. Me encanta tocar la piel de Javier, su pecho es peludo, de hombre y no de niño como el de Diego, cuando mis pezones lo rozan noto lo áspero y duro que está. Me gusta lamérselo y darle besos en el cuello. Creo que di la talla con él, es cierto que me dolió al meterme su polla es muy grande y me hizo daño, tuve que decirle que parara cuando me la metió por primera vez pero era extraño porque me excitaba a la vez. Me sentía poderosa pero a la vez vulnerable, como si a ratos fuera su novia pero en otros instantes una puta que solo está para complacerle. Estuvimos haciéndolo durante horas, creo que fue toda la noche, no se, perdí la noción del tiempo, nunca había estado tanto tiempo teniendo sexo, esto es nuevo para mi. Recuerdo que no utilizamos condón, espero que no pase nada, él no se ha corrido dentro. Me ha dicho que empiece a tomar la pastilla para poder hacerlo siempre a pelo y estoy deseando que se corra dentro de mi. También me encanta como me come las tetas, me acaricia los pezones y en general como me toca. Sabe mucho sobre sexo y quiero que me enseñe a hacer de todo.

Aparte, me dijo Javi que Cristina se había enfadado porque esperaba dormir esa noche con él. Ahora va a tener bastantes celos de mi, no me gusta ganarme enemigas, espero que Javi hable con ella y lo arreglen. Diego no creo que se lo haya tomado bien pero tiene que ir aceptando mi relación con Javi, no le queda otra.”

Conmigo siempre había usado preservativo, parece un detalle menor pero también me dolió, María quería sentir esa polla, seguramente más grande que la mía, dentro de ella y complacer a Javier en todo. Estos pensamientos me atormentaban.

Si pensáis que ahí terminó todo, que lo dejamos y nunca más la volví a ver, estáis muy equivocados. Este nada más fue el comienzo de una espiral enfermiza y traumática que me hacía daño a la vez que me provocaba una gran excitación sexual.

Continuará....