Tradición familiar X

Más depravación, perversión y morbo en familia

Era un jueves por la noche. Después de ver la televisión en familia y follar un rato todos juntos, se acostaron a dormir. Eran pasada la media noche cuando Víctor se despertó cachondo perdido. Sin pensarlo mucho fue a la habitación de sus padres y entró. Se los encontró desnudos. Fue hacía su madre y sin pensárselo le metió la polla en la boca. Ella al principio no reaccionaba, pero poco a poco empezó a despertarse.

Alejandra: ¡Mmmmmggghhhh! – gemía.

Víctor: ¡Vamos mami chupa mi polla, que estoy super cachondo! – gimió - ¡Oh sí, que boca tragona tienes, puta!

Alejandra se despertó y tras reaccionar y comprobar que era su hijo quien se la follaba por la boca, comenzó a comerle la polla a su hijo. Víctor al ver que su madre despertó, cogió a Alejandra de la cabeza y le incrusto la polla de una estocada hasta la garganta, dejándola hay unos segundos mientras Alejandra aguantaba las arcadas. Víctor repitió el mismo tratamiento a la garganta de su madre varias veces mientras Alejandra no dejaba de masturbarse en ningún momento. Alejandra se calentó con la situación, tener la polla de su hijo con su marido al lado le daba mucho morbo. José se despertó.

José: ¿Qué pasa? - dijo adormilado.

Víctor: Nada papá, descansa, que me voy a follar a la puta de mi madre – gimió cachondo - ¡Ahora vas a ver como tu hijo te revienta el coño y el culo a pollazos por puta! – dijo pellizcando sus pezones.

Alejandra: ¡Tu mami es tu puta! – gimió muy cachonda.

Alejandra se abrió de piernas, Víctor se colocó entre las piernas de su madre y al ver que estaba cachonda le metió la polla de un empujón mientras le empezaba a comer las tetas. Alejandra esperaba ansiosa que su hijo la follara, tenía el coño hirviendo. Víctor esta vez no tuvo miramientos, le metió la polla de una embestida y empezó a follarla. José, ya cachondo y morboso, se empezó a pajear.

Alejandra: ¡Oh sí, cariño, folla a la puta de tu mami, sí, dame polla, quiero tu polla, la polla de mi hijo! – berreó.

Víctor: ¡Eres una puta! – gimió embistiéndola salvajemente - ¡Ayúdame con esta puta!

José entendió el mensaje de su hijo y divertido y morboso, dejó de pajearse viendo el espectáculo y le metió la polla a su mujer en la boca hasta la garganta empezando a fóllale la boca como un poseso, aumentando la excitación de Alejandra. Víctor mientras la follaba no paraba de meterle el dedo en el culo. Cuando creyó oportuno y para evitar que su madre se corriera, cambió de agujero y se la metió por el culo al mismo tiempo que le mordía las tetas.

Víctor: ¡Te voy a follar todos tus agujeros, puta! – gimió.

José: ¡Oh sí, come polla, puta! – gimió.

Víctor la follaba salvajemente, no paraba de meterle la polla en el culo ni de morderla. Cuando vio que su madre ya no podía más paró, se tumbó en la cama y la colocó de espaldas a él mientras le metía la polla en el culo de nuevo. José se puso de pie y le volvió a incrustar su polla en la garganta a su mujer. Luego de unos minutos de follarle el culo a su madre, se la sacó y la metió de nuevo en su coño encharcado. Alejandra aguantó unos minutos hasta que ya no pudo más y sacando la polla de su marido de la boca mientras lo pajeaba les pidió que se corrieran.

Alejandra: ¡Oh sí, quiero vuestra leche! – berreó sin dejar de pajear a su amado marido.

Víctor: ¡Córrete, puta! – gimió agarrando sus tetas.

Alejandra: ¡Oh sí, dadme vuestra leche, sí, quiero tu leche en mi cara de puta, amor, quiero que me bañes en tu leche! – berreó - ¡Quiero que mi hijo me preñe, quiero sentir tu leche inundando mi útero, sí, dámela, dámela! ¡Préñame!

José: ¡Oh sí, puta, toma leche, sí, toda para ti! – gimió.

Víctor: ¡Oh sí, toma leche, puta, toma leche, me corro! – gimió.

José se corrió en la cara y boca de su mujer y Víctor en el coño de su madre. Alejandra sintió la corrida de su hijo en el coño y su marido en la boca, sintiendo muchísimo morbo por tener ahí la corrida de su hijo delante de su marido, además de poder quedarse embarazada por su retoño y colapsó en un orgasmo brutal. Cuando terminó de correrse Alejandra se desmayó por tanto placer. Padre e hijo la colocaron en la cama, tumbada y se tumbaron a descansar a su lado. Luego de unos segundos, Alejandra reaccionó, besó a su hijo y marido, se aseó y Víctor se fue a su habitación a dormir y ellos se acostaron a descansar. Al día siguiente, como de costumbre Alejandra y Víctor se levantaron temprano y estuvieron desayunando. Virginia se levantó más temprano que nunca y fue a la habitación de sus padres para encontrar a su padre solo en la cama y desnudo. Fue hacía su padre y se metió la polla en la boca. Él al principio no reaccionaba, pero poco a poco empezó a despertarse. José se despertó y tras unos instantes de duda, fue consciente de lo que ocurría y comenzó a follarle la boca a su hija.

José: ¡Oh sí! – gimió - ¡Eres más puta que tu madre!

José cogió a Virginia de la cabeza y le incrusto la polla de una estocada hasta la garganta, dejándola hay unos segundos mientras Virginia aguantaba las arcadas. La muchacha empezó a masturbarse. José repitió el mismo tratamiento a la garganta de su hija, que ya estaba acostumbrada a eso, varias veces mientras Virginia no dejaba de masturbarse en ningún momento. Virginia se calentó mucho con la situación, le daba morbo en pensar en la reacción de su madre y hermano cuando la vieran.  Ese momento no se hizo esperar, pues madre e hijo terminaron de desayunar y tras escuchar gemidos, se asomaron a la habitación matrimonial. Se calentaron y sorprendieron a partes iguales.

Alejandra: ¿Qué pasa aquí? - dijo sorprendida.

Virginia: Nada mamá, solo, que me voy a follar a mi amo – dijo sacando la polla de su padre de su garganta - Ahora vas a ver como tu marido me revienta el coño y el culo a pollazos.

José: ¡Tus deseos son órdenes, putita! – dijo levantándose de la cama.

José, puso a cuatro patas a su hija y se colocó entre sus piernas y al ver que estaba cachonda le metió la polla de un empujón en su coño mientras le empezaba a azotar el culo, marcando el ritmo. Virginia estaba muy cachonda por el morbo, le encantaba que su amado hermano y su madre la vieran siendo usada como un juguete por su padre. José esta vez no tuvo miramientos, le metió la polla de una embestida y empezó a follarla salvajemente.

Virginia: ¡Oh sí, amo, usa a tu putita, sí, me encanta ser tu juguete! – berreaba.

José: ¡Cuando acabe contigo no vas a sentir la mini polla del imbécil y cornudo de tu novio, putita! – gimió.

Madre e hijo reaccionaron al espectáculo. Alejandra, después de sonreírle cómplice a su hijo, avanzó hacia la cama y se colocó abierta de piernas en la cara de su hija, a la que cogió la cabeza y la llevó a su húmedo coño. Víctor, por su parte, se colocó frente a ellos y se sentó en el sillón, empezando una lenta paja. José follaba a su hija de manera ruda, de manera salvaje, penetrando en el coño de su hija mientras azotaba su culo y le pellizcaba los pezones.

Virginia: ¡Mmmmmgggghhhhhhgggg! – gemía.

José: ¡Toma polla, putita! – gemía.

Alejandra: ¡Putita, come el coño de mami mientras te folla papi! – berreaba - ¡Usa tu lengua, perrita!

Víctor: ¡Menudas putas tenemos en casa, papá! – dijo riendo, sin dejar de pajearse.

José, por toda contestación, azotó varios mandobles muy duros a su retoño, mientras ella se corría presa del morbo de verse siendo usada por su amado hermano. Su padre la siguió follando y humillando, pero luego de unos minutos de follada intensa, viendo que se iba a correr, cambió de postura a su hija, la tumbó en la cama y levantó sus piernas colocándolas sobre sus hombros para follarla el culo. La penetró de una embestida mientras Alejandra se sentaba en la cara de su hija, volviendo a restregarle el coño por su boca. Víctor aumentó el ritmo de su paja.

Virginia: ¡Mmmmmmggghhhggghhh! – gemía.

José: ¡Eres más puta que tu madre, sí, me encanta tu apretado culo, perrita, toma polla! – gemía.

Alejandra: ¡Vamos putita, no pares de usar tu lengua, haz que mami se corra, sí! – berreaba.

Alejandra veía como follaban su marido y su hija, y le daba muchísimo morbo verlos follar y más pensar que su marido se correría dentro de su hija, aunque fuera en su culo, mientras ella usaba a su hija para su placer. Víctor se levantó morboso y se colocó de pie en la cama, apuntando su polla a la cara de su madre. Alejandra entendió el mensaje de su hijo, y cuando vio su polla a milímetros de su cara, la agarró y después de darse varios pollazos en su cara, sin dejar de mirar a su hijo a los ojos, se la metió hasta el fondo de su garganta, mientras masajeaba sus testículos.

Víctor: ¡Oh sí, puta, eres una mamona de primera, mamá! – gimió.

Virginia, morbosa de escuchar a su hermano, se esmeraba en comerle el coño a su madre, sabedora de que eso la pondría más caliente y la mamada sería mejor. José viendo que se iba a correr y que su hija ya estaba dispuesta a recibir su corrida dentro de su culo, empezó a taladrar el culo de su retoño sin compasión mientras esta vez le comía sus tetas. Virginia apartó el coño de su madre mientras la metía tres dedos dentro del coño.

Virginia: ¡Sí, papi, dame duro, rómpeme el culo, sí, noto como se infle tu polla, sí, amo! – berreaba - ¡Lléname de leche, llene de leche el culo de su putita!

Alejandra: ¡Qué bien usas tus dedos mi niña! – gimió sacando la polla de su hijo de la garganta - ¡Pajéate en mi cara, mi niño, en la cara de mami, de la puta de tu mami, llénamela de leche!

José: ¡Sí, toma leche, putita, sí, me corro, sí, toma leche! – gimió mirando a su hijo pajearse en la cara de su mujer.

Víctor: ¡Toma mi leche, puta, te la has ganado, sí, toma leche, me corro! – gimió.

José se corría en el culo de su hija, que recibía con gusto tanta leche de su padre, se corrió simultáneamente, morbosa por ver a su amado hermano rellenarle la cara de leche a su madre, leche que escurría por su cuerpo hasta llegar a la cara de la propia muchacha. Tras la corrida de todos, la muchacha se quedó en la misma postura mientras que su padre cayó rendido al lado suya. Alejandra se tumbó en la cama al otro lado de su hija y Víctor se colocó al otro lado de su madre.

Alejandra: ¿Ya estás satisfecha, putita? – dijo divertida y cansada a su hija.

Virginia: Mucho, gracias amo, me encanta empezar así el día - dijo besando a su padre y saliendo de la habitación.

José: Esta niña es una puta ninfómana – dijo divertido.

Alejandra: La entiendo, yo desde que empezamos a follar con los niños estoy más cachonda y más puta, siempre deseosa que me folléis - dijo sincera, mirando a su marido e hijo - bueno ya es hora de levantarse, mi amor.

Víctor: Y nosotros de follaros, a ti y a Virginia – dijo chocando los cinco divertido con su padre.

José se levantó y se fue a trabajar, Virginia se fue a clase junto con su hermano y Alejandra se quedó en casa cómo siempre.