Trabajo por Amor VII
El final de algo no siempre significa el final de todo, puede significar el inicio de algo mas.
Poco a poco llegaban los invitados, sus padres ya habían llegado también, pero ella seguía en la puerta deseando salir corriendo hacia la cocina, hasta que la abuela la llego a traer para que se fuera a la mesa con ellos, no habían pasado ni 10 minutos cuando los brazos de una chica la rodearon dando así un abrazo, haciendo que Montse se levantara de golpe para ver quién era
Ale: Hola cariño, me alegra volver a verte.
Montse: Hola Ale, me alegra que estés aquí
Ale: Uy! Pero tu cara no refleja esa alegría de verme, sal de ahí y dame un abrazo como se debe.
Montse: Claro -Salió para poder darle un fuerte abrazo- Solo me sorprendió que vinieras.
Ale: Ah es que Eva me convenció para que viniera, y la verdad sabes que debo hacerlo.
Montse: Lo sé, solo que hay algo que debemos hablar antes.
Ale: Hablamos en otro momento, saludo a tus papis y a tu abuela.
Eva se acercó también a saludar, pero Montse no le dirigió ni una palabra, las cosas se habían complicado, Montse no estaba lista para hablar aun con Ale, realmente no sabía cómo explicarle las cosas, y peor aún, no sabía si Sophie había dejado de amarla, y si no era así, entonces ella terminaría valiendo. El miedo se estaba apoderando de ella, tenía tantas ganas de llorar, ver a Ale disfrutar entre los invitados, bailar con uno o reír con otro, realmente ella es encantadora, tiene un gran carisma y es muy bella, Montse no soporto más, necesitaba estar sola, más bien, necesitaba estar con Sophie, en un pequeño descuido se dirigió a la cocina, buscaba sin tener suerte.
Ale: ¿A quién buscas?
Montse: Ale -dijo un poco asustada- ¡eh! Solo quería verificar que la cena esta lista.
Ale: Ella no va estar aquí ahorita
Montse: ¿Como?
Ale: Si, Sophie no estará aquí en este momento, seguro está en su habitación, así que no te preocupes por mí, yo estaré bien, aunque…
Monte: ¿Aunque qué?
Ale: Estoy muy nerviosa, te confieso que no sé qué hacer, no sé qué decirle, necesito que estés ahí conmigo, así que vamos.
Montse: Espera Ale, antes de eso debo de decirte algo.
Ale: No puedo esperar más, que me acobardare, por favor vamos.
Montse: Ale, no, espera por favor.
Ale: No nena, no puedo esperar más, ya he esperado tanto tiempo para volver a verla. ¿La conociste verdad?
Montse: Si, y es encantadora.
Ale: Te lo dije, en serio que he sido una estúpida, tanto tiempo que he perdido por no querer aceptar las cosas como son, pero para eso estoy aquí, vamos.
Montse: No Ale, no puedo acompañarte.
Ale: ¿Por qué no?
Montse: No sería lo correcto.
Ale: ¿Sophie esta con alguien más? -pregunto con un sonido de angustia
Montse: Aun no, pero…
Ale: ¿Le gusta alguien?
Montse: Creo que sí.
Ale: Ah, entonces no me preocupo, cuando me vea y le explique las cosas, seguro olvida a esa otra persona, así que tranquila nena.
Le tomo la mano, e iba directo a las habitaciones del personal interno, obviamente Ale sabía dónde estaban, y a pesar que ya habían pasado un par de años desde la última vez que estuvo ahí, sabía muy bien en qué lugar buscar. Ale seguía hablando cosas, pero Montse simplemente no sabía cómo reaccionar, estando ya en la puerta de entrada a la habitación de Sophie, Montse se soltó de golpe, Ale se giró muy admirada
Ale: ¿Qué paso?
Montse: Ale, lo que pasa es que, es que -traga en seco- estoy enamorada de Sophie y quiero estar con ella -dijo esto casi sin voz, pues un nudo enorme se le hizo en la garganta y trataba de contener las lagrimas.
Mientras ella decía eso, la puerta de la habitación se abrió, quedando a la vista Sophie, la cual al verlas trato de cerrar la puerta, pero Ale no la dejo.
Ale: Sophie, necesitamos hablar, no cierres,
Sophie: No tengo nada que hablar con ustedes.
Ale: No será con nosotras, será solo conmigo.
Sophie: Contigo menos, además estoy trabajando, así que lo siento no tengo tiempo para atenderte.
Ale: Sophie no hagas esto otra vez
Sophie: ¿Hacer el que Alejandra?
Ale: Dejarme por ir a tu trabajo
Sophie: Te recuerdo que quien me dejo fuiste tú, yo regrese por ti como siempre lo hacía, tu esperaste dos años para aparecer, y tuviste que mandar a alguien a jugar conmigo primero, ¿Para qué? Explícame eso -Lo dijo con todo el despecho que pudo sentir-Aunque, a decir verdad, no quiero que me expliques nada, no me interesa escucharte ni a ti ni a ella -viendo a Montse, pero con cierta tristeza-
Ale: Yo no he enviado a nadie para que haga daño, no sé a qué te refieres, explícame que pasa Montse, por favor.
Montserrat no decía nada, no se atrevía ni siquiera a ver a los ojos a Sophie
Ale: Montse explícame que pasa
Montse: Solo -trago en seco- solo, puedo decir que me enamore de ella, perdón Ale, -volvió a ver a Sophie- En realidad me he enamorado de ti.
Dicho esto, salió corriendo de ese lugar, no iba a entrar al salón de recepción, y tampoco podía irse pues su auto tenía otros más que obstruían la salida, por lo tanto, corrió hasta la playa, tirándose a la arena y lloraba como niña desconsolada, había traicionado a su amiga, y había dañado a Sophie, y lo más seguro es que ellas regresarían, a pesar que habían trascurrido varios minutos, sus lágrimas no cesaban, su corazón dolía con tanta intensidad, y tirada ahí en la arena, con un hermoso vestido de fiesta, recibiendo la brisa del mar, sintió como alguien llego por el lado de atrás y unos brazos la rodearon, se acercaron a su oído y le susurraron -Yo también me enamore de ti-
Montse no abría los ojos, pensaba que era producto de su imaginación, y no quería reaccionar, esta persona se movió y quedo frente a ella, con su mano limpiaba las lágrimas que derramaba Montse -Estoy aquí contigo, por favor mírame- su corazón latía mucho más fuerte al escuchar esa voz, ese timbre de voz es inconfundible, pero tenía miedo de verla.
Montse: No puedo verte
Sophie: ¿Porque no? Abre esos hermosos ojos y mírame por favor.
Montse: No quiero, es que, si estoy imaginando esto, al abrirlos ya no estarás.
Sophie: Tan bella -dijo mientras reía por la ternura de sus palabras- ¿Y esto también lo estarás imaginando?
Tomo el rostro de Montse con sus dos manos, levantando así un poquito su mentón para poder sellar ese momento en un beso lleno de tanta ternura, lleno de ese amor que empezaba a renacer en esos dos cuerpos, Sophie se separó, y eso hizo que Montse abriera los ojos, viendo así ese hermoso rostro frente a ella, sonriendo con tanto amor.
Sophie: Esto no es fácil para mí, pero me he enamorado, ¿y sabes de quién?
Monte: ¡NO! -dijo con voz de niña haciendo berrinche, y bajo nuevamente el rostro-
Sophie: -Volvió a reír al ver el berrinche, le levanto el rostro y agrego- Pues obvio, de esta niñita berrinchuda que tengo frente a mí, no sé cómo lo has logrado, pero te estoy amando, y quiero estar aquí junto a ti, sin importar que es lo que pase a mí alrededor. Por favor, permíteme estar a tu lado.
Montse: Yo no he hecho nada para que me ames.
Sophie: Pues si has hecho algo.
Montse: ¿El que? -dijo muy extrañada-
Sophie: ¿Acaso no me dijiste que me amas también? ¿O era mentira? -Poniendo una cara un poco triste-
Montse: No, no es mentira, no comprendo que paso, tu tendrías que estar arreglando las cosas con Ale -dicho esto su corazón volvió a doler-
Sophie: Pues te lo explicare yo, un día de la nada conocí a una mujer encantadora, que me cautivo, y me hizo volver a creer en el amor.
Montse: ¿Pero y Ale?
Sophie: ¿Qué pasa con Ale?
Montse: O sea, tu aun la amas, y yo no me voy a interponer entre ustedes, la verdad Ale nunca hizo nada para que yo sintiera esto, ni mucho menos ha sido algún plan para lastimarte, a parte ustedes hacen una linda pareja y comprendo perfectamente por qué ella te ama, así como lo ha hecho todo este tiempo, y por lo que he podido notar en ti, tu aun sientes algo por ella.
Sophie: No te mentiré, estos años he estado pensando cada día que hablaría con ella, si le pediría perdón o la escucharía, si al final la perdonaría y empezaría todo desde cero, o la mandaría por un tubo, pero lo que nunca, pero nunca pensé, es que conocería a una persona que me haría volver a suspirar, quien estaría en mi mente al acostarme, y mi primer pensamiento al despertar, tú me hiciste pensar que no me puedo aferrar a cosas pasadas.
Montse: Espera, no sigas, -aunque su corazón latía tan rápido por la felicidad de sus palabras, no quería ilusionarse- antes que otra cosa pase, necesito que hables con ella, yo entenderé todo lo que pase, es necesario que se den esa oportunidad de hablar y si tú decides seguir con ella, yo lo entenderé.
Sophie: Mi corazón no se equivocó al escogerte, tus palabras solo me la calidad de persona que eres, además no me interesa arreglar nada con ella, y ella está consciente de eso, pero tienes razón, hablare con ella, pero en otra ocasión, por el momento, entremos que estas temblando, y ya casi es hora de darnos el abrazo de año nuevo.
Montse: el único abrazo que quiero es el tuyo, aunque la verdad aún falta mucho, pero está bien, entremos.
Sophie: Emm, ¿pero podemos ir a un lugar a solas?
Montse: Donde tú quieras.
Sophie: Te diría que, en mi habitación, pero ahí nos encontrarían muy rápido.
Montse: Vamos a la mía entonces, igual no he escogido con quien me hospedaría, pero más creo que me quedare sola, excepto que tú te quedes conmigo.
Sophie: Me parece la idea.
Se dirigían para la entrada de la ruta de servicio, pero Ale las intercepto antes que entrara.
Ale: Tengo que hablar con las dos.
Sophie: Nosotras también tenemos que hablar contigo.
El ambiente se tensó, las palabras de Ale eran mas de súplica, pero las de Sophie eran de rechazo.
Montse: Creo que las dejare un momento a solas para que hablen.
Sophie: No, por favor quédate, no quiero que te vayas
Ale: Sophie tiene razón, es necesario que te quedes.
Montse: Esta bien.
Las tres se dirigieron a una mesa que estaba lo suficientemente alejada para que pudieran hablar tranquilamente, Sophie iba de la mano con Montse, se sentaron y ninguna de las tres decía nada, hasta que entre lágrimas Ale rompió ese silencio.
Ale: Nunca, pero nunca pensé que el verte con alguien más doliera tanto.
Sophie: ¿y que pensaste, que toda la vida te esperaría?
Ale: No, no pensé ese tampoco, por eso es que regresé.
Sophie: Pero parece que regresaste algo tarde.
Ale: Es que tu no entiendes lo que paso -Dijo entre grito y llanto-
Sophie: Que putas quieres que entienda, si no explicas ni mierda, solo te fuiste y ya.
Ale: Es que no simplemente me fui, yo solo quería que ser tu prioridad, ser a quien escogieras sobre todas las cosas, ser importante para ti.
Sophie: No Ale, no te confundas ni quieras ver las cosas como no son, Tu siempre fuiste mi prioridad, fuiste la razón por la que me supere, simplemente eras todo para mí, y ese fue mi mayor error, ponerte a ti primero, incluso antes que a mí.
Ale: Eso nunca lo demostraste, siempre fue primero tu trabajo antes que yo.
Sophie: Te equivocas, yo trabajaba por tener cosas mucho mejor para las dos.
Ale: No digas eso, ni siquiera viviendo tu sola has podido cambiar a un apartamento mejor.
Sophie: Si eres tonta.
Ale: ¿Que, dirás que es mentira?
Sophie: Alejandra por Dios, yo he comprado un apartamento en el edificio que a ti te había gustado, lo compre en diciembre y esa era la sorpresa para ti en enero, pero tú ya no estabas, y lo peor es que no me he mudado por estar como pendeja con la esperanza que algún día tu regresarías e irías a buscarme.
Ale: Yo no lo sabía.
Sophie: Lógico que no lo sabias pues era sorpresa, pero sabes algo, agradezco que te hayas ido, no te mentiré, la he pasado super mal, preguntándome una y mil veces mas que fue lo hice para que tu te alejaras de mí, pero al final como dicen por ahí, se va lo bueno, pero viene lo mejor.
Ale: ¿Te refieres a Montse?
Sophie: Así es. Realmente ella es asombrosa -Decía mientras le acariciaba el rostro a Montse- Debo de agradecerte que la hayas mandado.
Ale: Yo no la mande, y lo peor del caso, es que estoy consiente de la fabulosa mujer que eres Montse, pero no acepto, no puedo aceptar que tu te quedes con Sophie, tu mejor que nadie sabes bien que la amo, y que la he amado cada día q no he estado a su lado.
Montse: Ale…
Ale: Déjame terminar -dijo ordenándole que se callara- Tu solo tenias que encargarte que ella estuviera este día aquí y así poder iniciar justo donde lo habíamos dejado hace 2 años, en ningún momento tu te tenias que enamorar de ella -le grito-
Sophie: Bájales a tus gritos.
Montse: Yo no sabia que tu aun la amabas, a un inicio parecía que solo estabas despechada, y querías lastimarla, pero con el tiempo parece que te resignaste y yo accedí a buscarla porque pensé que tu querías limpiar tu interior pidiendo perdón o algo, pues has estado muy feliz con Agustina.
Ale: Agustina no tiene nada que ver aquí.
Sophie: ¿A vaya, o sea que estas con alguien más y me haces drama que me amas y esas mamadas? Ten un poco de dignidad y date a querer tu misma.
Ale: Pues si en eso estamos, tu quería Montse esta peor, ha estado obsesionada con Eva, y siempre ha llorado y corrido tras de ella.
Montse: Puede que tengas razón, pero las cosas son diferentes.
Sophie: Mira Ale, la verdad te agradezco que hayas venido, ya viéndote a los ojos he podido descubrir que todo ese amor que algún día te tuve, ya murió, tu simplemente fuiste alguien importante en mi vida, que, así como llegaste de la nada, de la nada te fuiste. A partir de hoy, te dejo ir, a partir de hoy, quiero conocerte Montserrat -camino hasta donde estaba ella y le tomo las dos manos- quiero ir cultivando esto que estamos sintiendo, quiero que juntas crezcamos, y si en algún momento nos damos cuenta que esto no es para nosotras, quiero que tengas la suficiente confianza para decirnos las cosas a la cara, pero quiero que lo intentemos primero.
Ale: No puedes hacerme esto Sophie, no le hagas esto a Montse, no juegues con ella, ella no se lo merece, solo por querer lastimarme quieras tener algo con ella.
Sophie: Te corrijo en algo, las cosas te las hiciste tu sola, y no juego con ella y se bien que ella tampoco juega conmigo porque sus besos, sus abrazos, su cuerpo junto al mío, eso no puede mentir.
Ale: ¿Queeeeee? ¿Ya, ya se acostaron? No puede ser eso, tu eres mía Sophie, no puede ser que estés con alguien más.
Sophie: Lo siento, pero no soy tuya ni de nadie, solo soy mía, y por eso mismo yo decido con quien estar, a quien besar, a quien amar, y he decidido que esa persona será Montserrat, así que tu y yo ya no tenemos nada mas que hablar, nos retiramos.
Ale: He sido la tonta mas grande, no puede ser que te haya perdido.
Sophie: No me perdiste, solo me dejaste ir.
Las lágrimas de Alejandra salían sin control, se quedo en la mesa observando como ellas se retiraban hasta pasar la puerta de servicio para ir a las habitaciones, en todo el pasillo Sophie no dijo nada ni siquiera volvió a ver a Montse, y esta por temor menos que diría algo.
Entraron a la habitación, Montse encendió la luz, pero Sophie aun venia distraída, a lo mejor analizando lo que había pasado, a Montse no se le ocurrió otra cosa más que abrazarla, y juntas sus labios en un beso de esos que remplazan las palabras, un beso en el que los que hablan eran sus almas, un beso donde se dicen los más profundos sentimientos. -No sé porque, pero llegaste en el momento indicado-Dijo Sophie mientras seguía con el beso, agregando un par de caricias, caricias las cuales eran necesarias; Montserrat se separó, dejando un momento de incertidumbre a Sophie, pero la tomo de la mano y la dirigió hasta la recamara, la tiro a la cama y se le fue encima.
Los besos comenzaron a fluir como si el tiempo se les agotara, la intensidad en cada uno de ellos se podía sentir, estaban en ese punto donde no se sabe si es más grande el amor o el deseo, probaban sus bocas, se saboreaban con sus lenguas, ya nada se interponía ni en la mente ni en el corazón de ellas, eran libres de disfrutarse mutuamente, eran libres de sentir sus cuerpos, eran libres para hacer el amor.
Se quitaban la ropa una a la otra, con cierta desesperación, con esa necesidad de sentir sus cuerpos sin que ningún pedazo de tela se interpusiera, al quedar despojadas de la ropa, las caricias llegaban, como si fuera un mapa del cual conocían perfectamente, Sophie la recorría con suaves carias, mientras que Montse era un poco más agresiva, ninguna de las dos tocaba puntos sensibles aun pero la excitación de cada una de ellas era tal, que los fluidos vaginales se podían percibir en el aire, y fue justamente ese olor a mujer excitada el que provoco la lujuria en Sophie, con un movimiento audaz logro quedar sobre Montse a la cual le brillaban los ojitos al ver a tan delicada mujer sobre ella, Sophie se acostó sobre ella tan perfectamente que sus vulvas quedaron en un leve contacto, ella empezó hacer movimientos de cadera permitiendo sentir el rose de los clítoris, pero no era suficiente, necesitaba hacer suya a esa mujer, le levanto una pierna y se acomodó de tal forma para poder hacer una exquisita tijera, los movimientos de cadera eran más rítmicos en esta posición, los gemidos de Montse estaban acelerados, se podían escuchar los “splash” de sus fluidos vaginales cuando sus labios vaginales se besaban, era una delicia de sensaciones recorriendo sus cuerpos, entre más movimientos de cadera hacia Sophie, más fuertes eran los gemidos de Montse, pero ya no gemía sola, Sophie estaba perdida en las sensaciones que recorrían su cuerpo, y con un profundo gemido baño completamente la vulva de Montse, la cual estaba deseando un poquito más para correrse de igual manera, así que Sophie no le dio tregua, y sin pensarlo tanto le introdujo el mayor y anular dentro de su vagina y con la boca se adueñó del clítoris que estaba perfectamente inflamado para poder gozarlo con la lengua, no tardo tanto cuando una explosión lleno la mano de Sophie la cual siento aún más deseo después de ver a su mujer así.
Solo respiro profundo y se giró haciendo el tan famoso 69 aunque no lo hizo con la intención que Montse se la comiera, sino más bien para quedar cómoda al comérsela ella, pero Montse ni lenta ni perezosa decidió adueñarse de tan exquisito manjar que le habían puesto frente, y como si fuera una niña a la cual se le chorrea un sorbete y esta lame con tanta prisa pues no quiere desperdiciar nada, justo así empezó a lamer desde la vagina hasta el clítoris de Sophie, lo hacía con tanta rapidez y con su lengua lo más ancha que pudiera para así poder recorrer la mayor parte, pero a medida pasaba la lengua la empezó a poner más rígida, haciendo más angosta su lengua pero así más firme, tratando de penetrar la vagina cada vez que pasaba por ella, hasta que se centró en ella, con sus manos tomo de la cadera a Sophie haciendo precios hacia su rostro permitiendo así poder penetrarla con la lengua a un ritmo que desconcentro totalmente a Sophie y se curvo de inmediato, apretando tan fuerte las sabanas, suplicando a su propio cuerpo resistir más, pero fue imposible, un chorro de fluidos vaginales salieron con tanta presión que lleno completamente la cara de Montse la cual con más lujuria seguía metiendo la lengua, hasta que el cuerpo de Sophie no resistió más, y cayó a un lado de ella, totalmente elevada por tan rico placer que había sentido, a como pudo Montse se giró para quedar frente a ella, en ese momento los cohetes y juegos pirotécnicos comenzaron a explotar indicando que el nuevo año estaba comenzando.
Montse: Feliz año nuevo mi amor.
Sophie: -aun tomando aire por la boca para recuperar fuerzas- Hoy si será un feliz año nuevo, porque tengo un nuevo amor.
Sellaron ese momento con un beso lleno de ternura y amor, consientes que tenían un largo camino que recorrer, que no sabían a qué cosas se iban a enfrentar, consientes que con un nuevo año empiezan nuevos retos, pero consientes también que con un nuevo todo puede mejorar y que todas las dificultades que podrían llegar las podrán superar, pero eso es otra historia, por el momento disfrutarían su momento.
Este capitulo, es el final de esta historia, pero eso no quiere decir que sea el final para nuestras protagonistas, porque asi como ellas tu o yo hemos tenido capitulos finales, pero esos no han sido el final de nuestras historias, cada una es una historia de amor viviente, aunque el amor no este a nuestro lado, nosotros somos amor, Saludos a todos desde el pulgarcito de Centro America.