Trabajo por Amor V

Al romper lazos que nos atan al dolor, damos paso a los que nos amarran al amor.

Montserrat: entonces hagamos algo -Se acerco por la parte de atrás, hasta quedar prácticamente abrazándola, tomo un poco de pasta del plato de Sophie, y la dirigió hasta la boca de ella- a partir de este día, este plato te traerá recuerdos solo conmigo, y si son conmigo, te aseguro que serán buenos recuerdos -le termino de dar la pasta, y agrego un beso en la comisura de sus labios-

Sophie solo se puso mas nerviosa de lo que ya estaba, pero de manera automática sonrío al sentir tan cerca los labios de Montse.

Sophie: Pues me parece buena idea, en serio gracias por eso.

Montserrat: Por el momento no me lo agradezcas, ya llegara el momento para que lo hagas, mejor comamos, o me sentiré despreciada.

Sophie: De ninguna forma, por cierto, te ha quedado muy bien todo, nunca hubiera imaginado que tenías talento en la cocina.

Montserrat: Y no solo en la cocina.

Sophie: ¿A no? ¿En qué más a ver?

Montserrat: Eso lo deberás de ir descubriendo poco a poco, así que mejor comamos, que mira que ya nos perdimos buena parte de la peli.

Sophie: Cierto, mejor ponle pausa y la vemos detenidamente al terminar de comer.

Montserrat: Vaya hasta que se te ocurre una buena idea.

Siguieron bromeando mientras comían, a Sophie le inquietaba algo, no había pasado tanto tiempo la verdad, pero las protagonistas ya están en la cama, no sabía bien de que trataba la peli, pero de igual forma decidió darle una oportunidad o más bien darse una oportunidad de pasarla bien; terminaron pronto de comer, solo llevaron unas cuantas boquitas a la mesa de centro y las smirnoff, Sophie se dirigió a lavar los platos, no iba a dejar todo sucio en casa ajena, a pesar de que Montse insistió que no lo hiciera, la verdad solo los metió al lavatrastes, la verdad es que se la estaba pasando bien, había comido de sus comidas favoritas, con uno de sus tragos favoritos, que por cierto ya le estaba pegando el alcohol, así que le empezó a bajar la intensidad al trago.

Se fueron a la sala a ver la peli, Montse ya la había reiniciado, Sophie se sentó a la orilla de un enorme sofá, y sin esperarlo, Montse se recostó sobre ella -Colócate bien, quítate los zapatos y sube los pies, así podre estar cómoda en ti- le dijo con esa vocecita de niña mimada, pero Sophie no se resistió, solo sonrío y así lo hizo, a decir verdad, sentía muy cálido la cercanía de Montse.

La película comenzó nuevamente y la verdad es que estaba, muy intensa, a medida avanzaba llegaron las partes amorosas, que hicieron sentir incomoda a Sophie pues entre el trago, sentir el cuerpo de Montse cerca de ella, y esa extraña atracción que sentía por ella, le empezaron a pasar factura, cuando de repente, “pausa”

Sophie: ¿Qué paso? ¿Te incomodan esas escenas?

Montserrat: -Se puso de pie de un solo y le dio la espalda- No, la verdad es que no me incomodan, pero…

Sophie: ¿Pero? ¿Qué sucede?

Montserrat: Que si seguimos viéndola no podré soportarlo.

Sophie: -Se puso de pie, giro a Montse para que quedaran de frente- ¿Soportar el qué? Sucede algo malo con esto.

Montserrat: No sé si sea malo -dijo viéndola a los ojos- no podré soportar las ganas de probar tus labios.

Dicho esto, puso su mano sobre el rostro de Sophie y así irse acercando a ella lentamente, hasta poder rozar sus labios, un beso, lleno de cierta ternura, Sophie estaba divagando en un sinfín de sensaciones que sentía, buscando definir qué es lo que pasaba, pero era imposible concentrarse en algo más mientras Montse recorría milímetro a milímetro su boca; este beso tierno empezó a ser un más seductor, las manos de Sophie habían rodeado la cintura de Montse, para acercar así sus cuerpos, sentir los latidos agitados del corazón de Montse, le parecía una delicada música la cual disfrutaba.

Por un pequeño instante Montse se alejó, para mirarla fijamente a los ojos, sonreírle pícaramente y así seguir con sus besos, empezó un jugueteo con sus lenguas, haciendo este beso cada vez más intenso, las manos de Montse ya rodeaban la nuca de Sophie y acariciaba su cabello, mientras que esta acariciaba la espalda y la cintura de Montse sintiendo así como su piel se erizaba al contacto con la suya.

Poco a poco se fueron despojando de sus prendas, quedando las dos en ropa interior, Sophie admiraba el cuerpazo que tiene Montse, un cuerpo muy bien definido, y muy bien proporcionada de todos lados, aunque Sophie tenía lo suyo de naturaleza, no estaba tan torneada como Montse pero no se quedaba atrás.

El manoseo cada vez era más intenso hasta que cayeron a la alfombra, pero la excitación no les permitió parar, ese momento era de ellas y para ellas, donde una le pertenecía a la otra, dejándose llevar por sus más bellos impulsos, las manos traviesas de Montse recorrían los puntos más sensibles de Sophie, y al quitarle el sostén no espero tanto para adueñarse de su pezón, se lo comía con tanta delicadeza, desatando una bomba de placer en ella, Sophie no la hizo esper y despojo de las ultimas prendas que le quedaban a Montse, quería sentir cada parte de tan bello cuerpo, recorría con una mano su espalda, mientras que con la otra se fue directo a su vagina, esta estaba completamente húmeda por la excitación que tenía, esta se convirtió simplemente en una invitación para que entrara hasta lo más íntimo de su ser, y así lo hizo, con un pujido Montse demostró su aceptación y placer que sentía al tenerla dentro, Montse se detuvo y quedando bajo de Sophie, esta empezó a devorarle los pechos sin sacar sus dedos de la vagina, el vaivén de la mano mezclado con los mordiscos y succiones de pezón hacían que se arqueara tanto –Sigue, sigue- es lo único que podía decir, entre jadeos y besos, hasta que en un momento Sophie saca la mano junto con una explosión de los jugos vaginales de Monte, que se corrió a tal punto que sus piernas temblaron, Sophie estaba satisfecha y la  abrazo mientras ella tomaba aire y recuperaba fuerzas.

Pasaron así, abrazadas, una a la par de la otra sin decir nada, después de un par de minutos, ese silencio se está convirtiendo en algo incómodo.

Sophie: ¿Estas bien?

Montserrat: Si, solo me iré a duchar.

Sophie: ¿Te acompaño?

Montserrat: No cariño, muchas gracias, pero igual debes de ducharte, pues ya te tendrás que ir. -dijo esto último casi entrecortado, pero sin dejar de ser dulce-

Sophie: ¿qué paso? ¿hice algo mal?

Montserrat: Nada, ya te lo dije, simplemente quiero estar sola, así que, si no te ducharas, yo sí.

Sophie: Esta bien, solo indícame donde me puedo duchar.

Montserrat le mostro donde se podía duchar y mientras lo hacía, Sophie trataba de comprender lo que había sucedido, realmente estaba muy confundida, o bueno a lo mejor para Montse había sido simplemente sexo, aunque no se había sentido así, esa conexión que se siente cuando hay sentimientos entre medio estuvieron presentes, realmente estaba confundida con la actitud de Montse, por lo tanto decidió salir rápido de la ducha, cambiarse y esperar a Montse en su puerta de la habitación para hablar con ella.

Montse se tardó un poco más que Sophie, pareciera ser que no quería salir de la ducha, pero al fin salió.

Sophie: ¿Podemos hablar?

Montserrat: Oh! Aun sigues aquí, pensé que te habías ido.

Sophie: ¿Por qué tendría que haberme ido?

Montserrat: ¿Por qué tendrías que haberte quedado?

Sophie: Pues para hablar contigo

Montserrat: No tenemos nada que hablar, así que no tengas pena, puedes ir -dijo bajando la mirada-

Sophie: Discúlpame, pero no me iré hasta que me expliques que está pasando.

Montserrat: Tú no eres nadie para pedirme explicaciones, -aunque trataba de ablar firmemente, su voz la traicionaba, y se le escuchaba forzadas las palabras, pero aun asi agrego- por lo tanto, te pido o más bien te exijo que te vayas de mi apartamento.

Sophie: ¿me estás hablando en serio? -prácticamente suplicando que no fuera así-

Montserrat: Muy en serio.

Sophie: ¿Eso es lo que quieres? ¿Segura?

Montserrat: Eso es lo quiero, “quiero que te vayas” –dijo imponiendo autoridad, pero con voz entrecortada- te pediré el ascensor, y ahí te explicaran por donde salir.

Sophie no tenía nada más que hacer, simplemente sentirse como una estúpida, todo ese momento lindo y agradable que estaba pasando quedo desmoronado en una solo segundo, al parecer la niña solo quería sexo y Sophie había caído en ese juego, tomo su cartera y salió casi corriendo de ese lugar, su corazón le decía que girara, que volviera donde Montse, que lo que había sentido junto a ella no era falso, pero su orgullo no la dejo, era alimentar el ego de Montserrat y eso no lo haría.

Al llegar al parqueo se subió y de inmediato salió de ese lugar, estaba que reventaba del coraje, había caído en el juego de esa niña, y como toda niña consentida siempre obtiene lo que desea. Necesitaba tranquilizarse, no podría manejar así, porque entre el coraje que se cargaba y los desgraciados remordimientos que empezó a sentir estaba a punto de chocar, por suerte estaba por llegar a una zona de bares, así que se metió al primero que encontró, pidió una botella de tequila pues quería ahogar lo que estaba sintiendo y se alejó lo más que pudo del ruido y de la gente.

Sentía que el alcohol ya no le hacía efecto, seguía sintiendo ese dolor profundo en su corazón, que palpitaba cada vez más fuerte, “No puede ser posible que este así por alguien que acabo de conocer” se repetía una y otra vez, “Solo me ilusione y ella lo único que quería era sexo” trataba de darse terapia ella misma, hasta que una voz chillante interrumpió sus tan alocada platica–¿Así que contigo se quitó el despecho? -  agrego Eva.

Sophie: ¿Qué quieres Eva?

Eva: La verdad es que nada, solo que me frustra ver gente tan estúpida como lo eres tú.

Sophie: ¿De qué me hablas? Es más, ni me lo cuentes, que no estoy de humor para aguantarte ni a ti ni a nadie –Tomo la botella y estaba decidida a irse de ese lugar-

Eva: ¿Estas así por Monts verdad? –Sophie siguió caminando ignorando por completo la pregunta de Eva- ¿O a casos los recuerdos de Ale son los que te han dejado así? –Ahí la cosa cambio, y de inmediato giro-

Sophie: ¿De cuál Ale hablas?

Eva: Tú sabes bien de cual, no te hagas.

Sophie: ¿Que sabes tú de ella?

Eva: lo necesario para saber que los remordimientos no te dejan dormir y sobre todo en esta fecha, para ser precisa, el remordimiento de este día.

Así es, hoy justamente se cumplen 2 años desde la última vez que vio a Ale, cuando hicieron el amor en la bañera, al terminar las 2 se fueron a la cama, en la mañana cuando Sophie salió hacia el hotel pues no quiso despertar a Ale, cosa la cual se arrepintió cada día, solo le dio un beso y le dejo una nota pidiéndole que llegara al hotel para pasar el fin de año juntas, que si no quería ella la buscaba el 1 de enero donde sus papas, pues como era costumbre siempre iban al pueblo para las fiestas y el año anterior se habían ido después que termino el turno de Sophie en el hotel, pues en esa ocasión como en muchas otras Ale si la había acompañado, pero en esta ocasión Ale no llego, y el 1 de enero cuando Sophie llego donde sus suegros a buscar a Ale, estos la corrieron diciendo que no querían volver a verla, que los había defraudado y que nunca más volvería a ver a Ale, que ella se había marchado.

Desde ese día, no ha sabido nada sobre ella, hasta hoy que Eva volvió a mencionarla.

Sophie: ¿Dónde está Ale? Por favor dímelo, te exijo que me lo digas.

Sophie agarro de los hombros a Eva suplicándole que le diga donde esta Ale, y cuando por fin parecía que esta le diría algo, llega Montserrat.

Montserrat: Te lo prohíbo Eva, de ninguna manera puedes decirle nada.

Sophie: ¿Qué pasa aquí? ¿Quiénes son ustedes, y que saben de Ale? Montse por favor, necesito hablar con ella.

Montserrat: No te lo diré, y menos por lo que acaba de pasar.

Eva: ¿Qué es lo que acaba de pasar?

Montserrat: No hablo contigo Eva, esto es algo que debo arreglar con Sophie –dijo muy firme, Eva se sorprendió pues nunca le había hablado así-

Eva: ¿Te acostaste con ella Montserrat? –Esa sería la única razón por la que Montse fuera tajante con Eva, esa o que Montse se hubiera enamorado, cosa que parecería más improbable para Eva pues sabe qué hace poco se acaban de conocer-

Montserrat: Ya te dije que no es algo que no discutiré contigo y lo cual hablaremos después, ahorita debo hablar a solas con Sophie.

Eva: Pues no, no te dejare a solas hablando con ella, me debes una explicación, o lo nuestro acaba aquí mismo.

Montserrat: Lo nuestro termino hace mucho, solo que yo no me había dado cuenta, así que vete, Sophie por favor necesito que hablemos.

Sophie: ¿Cómo es que conoces a Ale?

Montserrat: Salgamos de aquí, y te explicare

Sophie: NO!! Dime ahora mismo ¿qué está pasando?

Eva: Que no lo entiendes niña, Montse solo quería que recordaras lo que le hiciste vivir a Alejandra en sus últimos días a tu lado, solo que eso no aplicaba q se acostara contigo, aunque lo de ustedes así haya terminado. –dijo Eva con voz casi entrecortada, con voz de saber que a quien creía suya posiblemente no sería más, con voz de una mujer que destila odio solo por dolor-

Montserrat: Cállate Eva, las cosas no son así Sophie.

Sophie: Que pendeja soy, hoy todo está claro, por eso mismo sabias bien que amo la pasta con atún, por eso sabias que solo tomo smirnoff de maracuyá, por eso es que me conoces tan bien, porque ella te lo conto.

Montserrat: Si, ella me hablo muchas veces de ti, y por eso conocía tus gustos y algunas cosas más, pero, pero yo nunca pensé que yo llegaría a sentir lo que siento por ti.

Sophie: ¿Lastima o compasión? ¿Qué es lo sientes por mí?

Montserrat: De ninguna manera seria nada eso, solo que no sabía bien que era, pero ya lo comprendí, lo que siento por ti es muy parecido al Am…

Sophie: -soltó una carcajada y la interrumpió- por favor, no me creas tan estúpida, quieres decir que venias como vengadora y terminaste ¿sintiendo algo? Por favor, ¿sabes qué? Si soy estúpida, tienes razón, lo he sido por estos 2 malditos años, no sé qué sigo haciendo aquí.

Sophie salió de ese bar, casi sin poder ver, pues las lágrimas no se lo permitían, todo este tiempo que paso tratando de encontrar a Alejandra y poder pedirle perdón, ella simplemente paso planeando como vengarse de ella, y lo logro, a tal punto, que termino sintiendo algo “muy parecido al amor” tal como Montserrat lo había dicho.

Monteserrat: Suéltame, déjame ir a explicarle por favor.

Eva: ¿Qué le vas a explicar? Primero explícame a mí de que va todo esto.

Montserrat: Por Dios mujer, no me vengas a decir que yo te importo, me dejaste tirada en el hotel por irte con un tipo.

Eva: Espera, pero él tenía un amigo que esperaba por ti, fácilmente nos podíamos ir los 4.

Montserrat: ¿Pero qué parte de “a mí no me gustan los hombres” no has comprendido aun?

Eva: Pues a mi si me gustan y disfruto con ellos.

Montserrat: Eso lo tengo muy claro, lo que no comprendo es ¿Por qué demonios no me sueltas y me dejas que le vaya a explicar las cosas a Sophie?

Eva: Porque no quiero verte sufrir.

Montserrat: No hagas drama de eso, que, si fuera cierto que no quieres verme sufrir, no me hubieras tratado como una perra todos estos años, hoy por fin he podido ver lo que realmente eres.

Eva: Y según tú, ¿Qué soy?

Montserrat: ¿Sabes qué? simplemente fuiste una obsesión para mí.

Eva: Y ahora te estas obsesionando con ella.

Montserrat: No Eva, lo que estoy sintiendo por ella es totalmente diferente a lo que he sentido por ti, y gracias a Sophie me pude dar cuenta que con pequeñas acciones se demuestra el amor.

Eva: Montserrat por favor, escúchate lo que estás diciendo, como vas a comparar lo que has sentido todos estos años por mí a lo que dices sentir por ella. No te encapriches solo porque te deje en el hotel.

Montserrat: Es que eso es precisamente el punto, todo este tiempo me había aferrado a ti como una tonta y hubiera dado hasta mi vida por ti, pero sabes cuál es la gran diferencia, que, en estos 4 putos días, esa tipa hubiera dado la vida por mí. –dijo eso y una lagrima salió- mientras que tú, ni siquiera la hora darías por mí, así que no me entretengas más que debo hablar con ella.

Al fin Montserrat había roto ese lazo que ella misma se había interpuesto con Eva, su amor toxico por más de 4 años, Montse la conocía desde que tenía memoria, sus familias eran cercanas, ella siempre había estado con la chica que se le plantara en gana estar, pero desde que sus padres descubrieron su homosexualidad, era de esperar que por ser una familia acomodada la rechazaron, por el famoso ¿Qué dirán?,  pero obtuvo el apoyo de sus abuelos, quien desde pequeña la han consentido, hasta que al fin de todo sus padres terminaron aceptando lo que ella es. El problema surgió pues Eva siempre coqueteo con ella, en varias ocasiones han estado juntas en la cama, pero no se podía ni siquiera comparar en lo mínimo a lo experimentado con Sophie, por otro lado, Eva nunca quiso formalizar nada con Montse, y bueno nunca ha formalizado nada con nadie, pero se tomaba atribuciones como las de celar e incluso mandar a Montse, cuando Eva le decía que dejara de hablar con alguien, esta automáticamente lo hacía, excepto con dos personas, Alejandra que se convirtió en la mejor amiga de Montse y en esta ocasión Sophie.

Montse salió del bar, pero fue inútil, Sophie ya no estaba ahí, desviaba las llamadas del móvil, seguramente porque estaba apagado, la desesperación se estaba apoderando de ella, se dirigió al apartamento a buscarla a lo mejor estaba ahí, pero fue inútil, por más que la espero Sophie no apareció. Le había dejado infinidad de llamadas, pero todas eran inútiles, los mensajes de wapp solo marcaban un check, es decir que no le llegaban, no sabía dónde buscarla, no sabía qué hacer, estaba totalmente frustrada, se quedó en su vehículo frente a la entrada principal del edificio donde vivía Sophie, pero amaneció y esta no llego.

Y como un rayo de sol llego a su mente el Hotel, seguro Sophie se había dirigido al Hotel, al lugar donde siempre se refugia, aunque no podría, ella dijo que iría al mercado por las compras de las verduras frescas, no sabía en dónde exactamente buscarla, pero estaba segura que a su apartamento no llegaría, con lágrimas en sus ojos se marchó a su apartamento, al llegar vio con gran tristeza el sofá, y todo lo que estaba aún regado en su sala. ¿Por qué fue tan cobarde y no aceptar las cosas? Podría ser por respeto a su amiga, o porque en realidad estaba confundida, se lanzó en el sofá, en el lugar donde disfruto de un verdadero amor y ahí se quedó profundamente dormida.