Trabajo por Amor II
Un par de horas logro llevarla a la puerta del cielo y al mismo momento la dejo parada a las puertas del infierno.
Le guiño un ojo y le dijo –te veo en dos días hermosa –se acercó a ella, le dio un beso por la comisura de sus labios, se dio la vuelta y se fue.
Sophie no reacciono, solo la observaba mientras ella caminaba dirigiéndose al estacionamiento, el corazón le latía de manera extraña, una pequeña sonrisa se había posado en sus labios, ¿Qué tiene ella de especial para hacerme sentir esto? Se preguntaba, -ella es una arrogante, consentida, mimada, una niñita mami papi, estoy loca, creo que necesito descansar- eran parte de los pensamientos que rondaban su mente formando así un monologo, pero esos pensamientos fueron interrumpidos cuando su celular sonó
Sophie: Hola Carlos
Carlos: Hola Sophie, ya me explico la srita. Montse que no te podrás venir, así que quédate en tu casa y te espero aquí mañana temprano
Sophie: ¿Qué me quede en mi casa?
Carlos: Si niña, bueno hay te veo mañana, te portas bien
Sophie: Jajajaja, ok lo intentare.
Sophie quedo admirada, no podía creer que la niñita consentida hubiera intercedido por ella, y aun más que haya convencido a Carlos para que se presente hasta el día siguiente, ¿Por qué se toma tantas molestias conmigo? Se preguntaba, la verdad es que había quedado muy intrigada con su forma de ser hacia ella, muchas cosas más iban pasando por su mente mientras se dirigía hacia su departamento, el cual rara vez visitaba, pero entre tanto pensamiento llego otro a su mente.
“-Mi amor, me acompañas al súper
-¿Para qué Sophie?
-Quiero que compremos algo para cenar este día, te quiero cocinar tu comida favorita
-No tengo hambre
-Mi amor, por favor ya no estés molesta conmigo mi vida, sabes bien porque estoy haciendo todo
-Claro, quieres la maldita beca para seguir estudiando
-Mi amor, sabes que quiero continuar con mis estudios, pero la carrera es muy cara, esa beca me ayudara.
-Tú lo has dicho, “te ayudara” o sea a ti Sophie, a mí no me sirve de nada que tu estudies
-Pero mi vida al estudiar y terminar mi carrera tendré mayor oportunidad y podre darte una mejor vida
-es que no entiendes, yo no quiero una mejor vida, yo lo único que quiero es a ti en mi vida, y por tu trabajo no estás conmigo ahora estudiando me tiraras al olvido”
Mientras abría la puerta de su departamento, las lágrimas rodaron sobre el rostro de Sophie al recordar las palabras de Alejandra, y no solo las palabras sino la manera en como las cosas iniciaron con la chica a la cual le entrego todo su amor, y fue estando en bachillerato cuando se conocieron, ella tenía 14 y Alejandra 15 cuando empezaron a estudiar en un colegio para señoritas, Sophie siempre se sintió atraídas por las chicas pero nunca le dijo nada a nadie por miedo a que se alejaran de ella, hasta que conoció a Alejandra, era muy hermosa y atlética, y empezaron una linda amistad, estando ya en su último año de bachillerato fue Alejandra quien le confesó su amor y no de amigas sino un amor de mujer, su amistad creció aún más, convirtiéndose en novias y amantes, cada vez que Sophie llega a su departamento saca su laptop y revive las cosas junto a Alejandra, al año siguiente de haberse graduado se fueron a vivir juntas a la capital para seguir estudiando y tener un mejor trabajo.
Así fue como entro a trabajar en el hotel aunque estaba algo retirado de donde vivían pero trabajaba de lunes a viernes y los fines de semana empezó a estudiar, pero por situaciones económicas se dedicó solo a trabajar, ganaba bastante bien, y tenía talento en la cocina, por otro lado Alejandra seguía estudiando y se compartían los gastos del apartamento, todo parecía marchar de maravilla, hasta que el trabajo empezó a consumir el tiempo de Sophie, cuando ella tenía días libres Alejandra estudiaba y así lo hacía Sophie, el tiempo de pasar juntas iba disminuyendo poco a poco y cada día se volvía más rutinario los momentos que pasaban juntas.
Todos esos recuerdos destrozaban el corazón de Sophie quien aprovecho para dormir un momento, aunque sus sueños fueron pequeñas pesadillas una tras otra, hasta que una llamada telefónica le interrumpió, aunque ya no logro contestar, y por lo cansada que estaba ni siquiera vio de quien era la llamada, a los pocos minutos un mensaje de texto llego a su móvil
“Venga nena, salgamos a bailar un rato, te paso a traer a las 8:00 en punto, solo dame la dirección de tu casa, atte. Montse”
El corazón de Sophie latía con mucha fuerza, una cierta emoción se apodero de ella, ¿Cuál sería el motivo que la impulso para que la invitara? Bueno sin más que estar pensando se propuso a vestirse, tenía mucho de no ir a bailar ya que en las últimas fiestas que había estado era como chef, así que pensó que sería buena idea el salir con ella, aunque tenía algo muy claro, “no debe relacionar el corazón” ella puede salir divertirse y todo, pero nunca poner al descubierto su corazón.
Le mando un texto con la dirección para que pasara por ella, Montse le aclaro que en 30 minutos estaría por ahí y que no la quería estar esperando, así que no le quedo de otra que darse una ducha de gato y alistarse, aunque realmente pensó que sería mentira, pues anteriormente la dejo esperando, en esta ocasión fue sumamente puntual, en 30 minutos llego a recogerla, Sophie subió al vehículo, un honda civic bastante reciente, al entrar al vehículo espero recibir un lindo alago pues se había alistado y se había puesto linda para la ocasión, pero la realidad llego más lejos que su pensamiento.
Montse: Creo que a la próxima te llevare a ti a comprar ropa y zapatos, por Dios ve como vienes, en serio que si tu comida es parecida a como te vistes de plano que la cagamos.
Sophie no supo que decir, sintió una vergüenza extrema, había repasado su ropa en cuestión de minutos, solo por quedar bien con una niña sumamente arrogante, solo agacho la mirada pensando en decirle que mejor se bajaría del auto y ya no la acompañaría, pues seguramente irían a un lugar muy lujoso, del cual ella solo podría parecer parte del staff como siempre lo había hecho, pero antes de que una palabra saliera de su boca Montse soltó una carcajada.
Montse: Ay mujer, mira tu cara, es solo una broma, te ves hermosa, no divina como yo, pero si hermosa, gracias por haberte arreglado para mí.
Sophie: Espera, ¿porque supones que me he arreglado para ti?
Montse: No supongo, estoy segura que lo hiciste, es más, sé que estas feliz de que te haya invitado, ¿o lo vas a negar?
Sophie: Eh bueno, no te niego que me sorprendió tu invitación, y pues no alimentes tu ego, solo que no es tan fácil que tenga días libres y que pueda disfrutar de un baile, así que acepte.
Montse: Vale te diré que sí, pero estoy segura que te alegras de venir conmigo.
Realmente si estaba emocionada pero no lo aceptaría así de fácil; en pocos minutos llegaron a una Discoteca y como era de suponer era en una de las zonas de más prestigiosas de la ciudad, se bajó del vehículo y rápidamente Montse se puso a su lado y la tomo del brazo para que juntas entraran.
Desde el vigilante en la entrada y cada persona en las mesas se quedaban asombradas, al ver llegar a Montse del brazo con otra chica, hasta que ella se acercó a una de las mesas que estaba como en un lado exclusivo del antro –Bienvenida- le dijeron a una sola voz, y unas chicas muy guapas y a simple vista de dinero, se acercaron a saludarla.
Montse: Niñas les quiero presentar a una amiga muy querida, ella es Sophie, es una chica sorprendente, así que por favor me la tratan como que fuera yo y me la hacen sentir bienvenida.
Sophie se sintió alagada, pues todas empezaron a preguntarle que de donde se conocían, y ella empezó hacer mil y un halagos de ella, realmente se sorprendió pues parece ser Montse la había investigado, pues conocía muchas cosas, sobretodo profesionales, que había estudiado en tal lugar, que trabajaba en este otro, todas quedaron realmente admiradas con lo que hablaba Montse de Sophie, después de unas copas, salieron a la pista a bailar, al inicio el baile era más como un juego y todo tranquilo pero poco a poco se volvió un poco más seductor, más prendido, con un poco de manoseo; los nervios de Sophie estaban a desbordar a tal punto que de seguir así la terminaría besando, hasta que alguien las interrumpió.
-Que feliz te veo Montserrat- Dijo una voz un tanto chillona, pero que tenía un gran efecto negativo sobre Montse, pues cambio hasta su semblante, y se quedó en shock.
Sophie: No la vez feliz, ella está feliz aquí conmigo, así que no sé quién seas tú, pero te puedes retirar.
Montse: Sophie por favor, no seas descortés, Eva solo está tratando de hacer una plática, por favor discúlpate.
Sophie: ¿Qué me disculpe? ¿y eso porque o qué?
Montse: Discúlpate con Eva ya.
Sophie: ¿Acaso lo estas ordenando?
Montse: Si Sophie, te lo ordeno. –Afirmo con voz muy firme-
Eva: Bueno lamento interrumpir su pequeña discusión, pero me tendré que retirar, las dejo que sigan siendo feliz.
Montse: Vez lo que provocas.
Dicho esto, se dio la vuelta y fue detrás de Eva, esto hizo que Sophie reventará de coraje, se sintió utilizada, pidió un Uber y salió en el momento de ahí, estaba decepcionada, pero de ella misma, una tipa que recién conoció hace un par de horas logro llevarla a la puerta del cielo y al mismo momento la dejo parada a las puertas del infierno.