Trabajo esporádico

Sin trabajo, pero a través de una app del móvil encontré un curro que me hizo disfrutar y ganar pasta.

Hace muchísimo tiempo que no escribía aquí. He estado bastante ocupado ya que como muchas personas me encuentro sin curro hace varios meses. He tenido que dejar el piso y alquilar una habitación y evidentemente que ha cambiado notablemente mi nivel de vida.

Mi relación con Julián ha pasado por altos y bajos durante estos meses, pero en estos momentos estamos distanciados. Él ha debido irse a vivir fuera de España un tiempo y a pesar de que hablamos seguido, las cosas se han ido enfriando por la distancia.

Para pasar un poco los problemas me distraigo usando la aplicación del móvil para chatear con tíos y un par de veces he quedado con alguno. Nada especial, una caña por ahí y luego a pasar el rato en la cama follando. Eso si la mayor parte de las veces me he entretenido sólo chateando.

No pensé que de ese pasatiempo iba a obtener “trabajo”. Algo no tan tradicional, pero si muy antiguo como dicen. Hace unas semanas comencé a chatear con un tío que se hacía llamar W. tenía una foto discreta, mostrando su cara muy linda, pálida, ojos azules, cabello rubio y medianamente largo; sus hombros anchos y brazos tonificados. Hablamos una vez  muy breve, no propuso quedar para follar, sino que dijo que andaba “buscando conocer gente y ver qué pasa”. La segunda vez que hablamos me preguntó qué hacía y le conté de mi situación laboral.

-W: qué putada tío…

-Yo: pues si, la verdad es que este país no da para más

Después de unos minutos de silencio que me parecieron muy extraños, el tío me hizo la propuesta indecente.

-Oye tío, mmm no sé qué te va a parecer lo que te voy a decir, pero bah! Qué coño! Lo digo: ¿cuánto me cobrarías por sexo?

Yo quedé sorprendido por la pregunta. En parte porque la conversación no me hacía prever que lo que buscaba era sexo, y menos que me ofrecería dinero a cambio. Por un momento pensé que si me hubiese invitado gratis, no lo dudaría tanto como lo estaba dudando en ese momento. Claro, la moralidad estaba pesando en mi cabeza. Convertirme en un puto. Joder, necesitaba tanto el dinero.

Yo-He quedado flipao con la propuesta tío…

W-Hombre, no lo tomes a mal, probablemente has follado con tíos desconocidos de esta aplicación y luego pasas, solamente que en este caso puedes obtener algo de pasta.

Yo-Pero pagando es distinto. ¿Qué es lo que quieres hacerme?

W- Tío no te flipes demasiado. Sólo quiero pagar por sexo, me excita esa idea, pero no quiero uno de esos putos que se ofrecen por ahí. Tú pones los límites, pero vamos! Una noche de buen sexo entre machos…

Yo- Vale, pero una cosa: seré tu puta , no tu esclavo vale?

W- Vale perfecto, eso es lo que quiero.

No podía creer lo que iba a hacer. Luego de acordar el precio y fijar ciertos límites, me vestí de traje como W me había pedido y fui hasta su piso en el barrio Salamanca. Cuando salí del metro le dejé un mensaje por Wspp y el dijo que en un momento estaría ahí. Le había dicho que quedáramos en la calle, que prefería conocerlo al menos unos minutos antes de ir a su piso.

El tío era guapo que te cagas!. Alto, rubio ojos azules, sonrisa perfecta. Llevaba una barba de tres días que le daba un toque desaliñado que me encantó, pero su vestimenta era todo lo contrario, vestía de traje gris impecable y llevaba un abrigo negro, todo parecía muy caro. Sin duda que W. tenía muy buena situación económica. Me saludó muy simpático y me dijo que venía del trabajo, ya eran las siete y pico.

W- Te ves muy bien.

Yo- gracias , tu también.

W- Ven vamos a mi casa. Muero por darme una ducha … contigo- dijo esto último en voz más baja y acercándose a mi oído.

Una vez entrar W. se sacó el abrigo, se acercó a mí y me besó.

W- Puedo besarte? Algunas putas no dejan.

Yo- Puedo concederte ese privilegio. No soy un profesional de esto así que no pasa nada…- Dije tratando de hacer la diferencia, pero vamos, que estaba siendo un puto como todos.

W- Muy bien…

Nos besamos un buen rato mientras comenzábamos a desvestirnos. Ya nos habíamos quitado los abrigos y estábamos en camisa, el me besaba y me apretaba fuerte. Con su lenguaje corporal indicaba que él era el que llevaba el mando, que él era el jefe. Recorrió mi espalda y metó la mano por el pantalón y por debajo del bóxer. Yo ya tenía la polla algo dura y me había soltado el cinturón. Sentí como sus dedos hurgueteaban hasta mi culo apretando mis glúteos.

Yo tenía mis manos en su cintura y comencé a sacar su camisa de dentro del pantalón y meter mis manos para acariciar su espalda y su torso tonificado.

-Ven, vamos a la ducha- dijo interrumpiendo el intenso morreo que nos dábamos en el hall de entrada.

El baño era un lujo. Todo el piso lo era. Entramos y me dijo con voz firme que me quitara la ropa. Yo obedecía. El hizo lo mismo. Tenía un cuerpo maravilloso, como de nadador. Luego me contaría que practicaba ese deporte dos veces por semana. Su espalda era ancha, su torso tonificado, pero no excesivamente marcado, justo en el punto que me encanta. No tenía vello corporal en el torso, pero si una capa sueve de vellos rubios en las piernas. No se depilaba, lo que me pareció muy bien, no me gustan los hombres depilados. Su polla, que ya estaba erecta, era grande y gruesa cubierta en la base por una capa de vellos claros. Luego encendió la ducha y se metió en ella llamándome a entrar con él.

W- Chúpamela- me ordenó, tomando mi cabeza y empujándome para que me pusiera de rodillas. Obedecí.

Tenía esa hermosa polla frente a mi cara y me la metí en la boca gustoso. Por un momento pensé en el dinero y me sentí excitado por la idea de estar ganándome la pasta con este trabajo tan placentero. Le di unos buenos lametazos, pero él quería llevar el control, era el jefe y quería hacérmelo saber. Me tomo firmemente la cabeza y comenzó a follarme la boca metiendo su polla hasta el fondo. Era grande y no podía comérmela toda, me atoraba y me daban arcadas, pero entonces el me liberaba un poco de la presión, pero seguía follándome rítmicamente con su movimientos pélvicos. Yo comencé a pajearme con la mano derecha mientras con la izquierda me aferraba a sus firmes glúteos.

W- no te pajees, no quiero que te corras tan pronto.- me ordenó y yo obedecí.

Siguió varios minutos follándome la boca con esa polla gruesa, de cómo 6 cms de diámetro y unos casi 20 de largo. Me imaginaba como entraría esa polla en mi culo y me daba miedo y excitación al mismo tiempo. Al poco rato fue bajando el ritmo y alternaba las folladas con lapsos en que me ordenaba que le ensalibara bien y le comiera los huevos.

W- Lo haces bien puto maricón. Que golozo que eres. Cometela toda que es tuya mmm eso… si dale, pajeame. Te gusta puto? Te gusta tu trabajo?, - contesta!

Yo- Siiii- contesté en un momento que tomé aire.

W- que bueno puto, porque te estoy pagando bien, asi que cometela toda… ¿quieres leche, putito? ¿Quieres que te de la leche?

Yo- Por favor, dámela.- Por lo general no me gustaba mucho tragar semen, pero la situación me tenía tan caliente, y la polla del tío estaba tan rica que estaba dispuesto a beber de su leche.

W- Pues entonces sácala, eso mmm pajeame… mmmm siii , siii… ooh,… Ahh-

Un momento después estaba recibiendo cuatro trallazos de lefa en mi lengua y en mi cara…Su semen sabía tan rico como su polla.

W- Muy bien putito! Te estás ganando cada eurito.

Me besó lamiendo un poco de su propio semen de mi lengua, me tomó del mentón para indicarme que me pusiera de pié. Comenzó a tocarme el pecho, los pezones y el abdomen con la mano izquierda y con la otra la espalda y los glúteos.

W- Tienes un cuerpazo tío, me gustas. Besaba mis hombros y mi cuello, y me tocaba, frotaba su polla contra mi muslo y me abrazaba. Yo le correspondía los besos y las caricias, mi polla erecta deseaba ser tocada, pero él evitaba tocármela como si fuera parte del juego. Nos morreábamos bajo el agua de la ducha y nos acariciabamos. Estaba reponiendo energía para continuar.

W- que rica polla gastas eh, putito?. A cuantos les has partido el culo con este mazo?. Se ve deliciosa- Se agachó y la tomó en sus manos y comenzó a mamármela. La mamaba realmente bien. Yo estaba excitadísimo viendo esos labios rosados y húmedos chupar mi polla, acariciaba mientras tanto su cabello rubio. En un momento, llevado por la calentura, puse mis manos en su nuca para sujetarle cabeza y follar su boca, pero el detuvo la mamada.

W- Quieto putito que aquí el que lleva el ritmo soy yo, que soy el que pago. – Dijo poniéndome en mi lugar.

Luego me tomó de los costados y me hizo girarme y ponerme contra la pared empujando mi torso y mi cara contra la fría pared de la ducha y tomando mis caderas para poner mi culo en pompa. Se agachó y con sus manos separó mis nalgas y escupió en mi ojete. Luego le dio unos golpes suaves pero firmes con los dedos haciendo que se me contrajera un poco. El agua corría por mi espalda hasta mi raja y el refregaba sus dedos como limpiándome.

W- Mmm… que buen culito tienes, a ver como sabe?- Dijo metiendo su morro entre mis glúteos y pasando su lengua por mi ano.

W- cuántos han pasado por aquí putito? Cuántas pollas han taladreado este agujerito?-  Decía mientras metía primero un dedo y luego el segundo. Yo gemía de placer.

Mi polla estaba a mil, en cualquier momento me corría. El tío me estaba follando con su lengua, abriendo mi agujero y dilatándolo mientras con su mano agarraba mi polla me masturbaba. Yo ya no podía pensar en nada, estaba a punto de venirme.

Yo- Me corroo, ahh, ummmmm, siii, ooh oh… me …corrooo! Aaahhh-

W- Dale puto correte…mmm eso…- recibió en su mano un poco de mi leche, se puso de pié y me abrazó por atrás y me dio a lamer sus dedos con mi propia leche y luego los lamió él.--- mmm que rica leche puto!..

Nos limpiamos con el agua mientras nos besábamos. Yo estaba un poco cansado, pero él ya tenía la polla un poco morcillona otra vez. Salimos de la ducha y me dijo que cogiera una toalla y lo secara. Obedecí.

Me hizo seguirlo hasta la habitación. El se tiró en la cama y comenzó a acariciarse la polla.

W- Ven putito, quiero que me chupes desde los pies hasta esta polla.- me senté a sus pies y obedecí. Su pies estaban limpios, eran blancos como toda su piel, eran huesudos y con las uñas bien cuidadas, de pedicura frecuente. Mientras se los tocaba y los lamía mi cliente, mi jefe, se saboreaba y se tocaba el pene que ya estaba alcanzando la erección. Seguí lamiendo sus tobillos y subí por su pantorrilla hasta las rodillas, luego los muslos, hasta quedar a la altura de su polla que lamí desde los huevos hasta la punta. El levantó las piernas ofreciéndome su culo para que me lo comiera. Me sumergí entre sus nalgas y pasé mi lengua por su ano. El gemía de placer, estaba flipando, al parecer ese terreno era poco explorado y las sensaciones eran novedosas para él. Eso me puso a mil, seguí hurgando y ensalivando su agujero y tímidamente iba explorando con los dedos. No alcancé a meter ninguno porque el me detuvo.

W- Eh putito, toma. Ponme este condón.- Así lo hice. Él se untó un poco de lubricante en la mano y se lo pasó por la polla enfundada en látex- Ven, siéntate- me ordenó.

Sentí como esa gruesa mole de carne dura penetraba en mis entrañas. Me causaba dolor, pero me gustaba. Veía su cara de placer y a cada centímetro que entraba en mi cuerpo. Yo ahogaba un grito en mi garganta, hasta que todo mi peso descansó sobre su cuerpo con toda su polla en mi interior. Entonces comenzamos a movernos suavemente primero, más rápido después. Cerraba mis ojos y disfrutaba del placer que subía desde mi culo por la espalda hasta mi pecho y mi cabeza como una corriente eléctrica. Él elevaba su pelvis para penetrarme profundamente.

W- Que rico culo tienes puto, si que has sido una buena compra. ¿Te gusta como te follo tío?

Yo- Siii, me encanta. Métemela toda.

W- Toma puta!... Ahí tienes polla- Decía embistiendo fuerte.

Yo- AAAhh…siii dame fuerte… aaah…

Mi polla se sacudía erecta sobre su vientre plano y tonificado. Él la tomaba con la mano y me masturbaba en los intervalos en que bajaba el ritmo de sus penetraciones.

-W- Acuestate- me indicó para que me pusiera yo abajo. Me acosté. Me levantó las piernas, puso una almohada debajo de mis caderas y escupió en mi ojete enrojecido y abierto, y volvió a penetrarme. Esta vez metió su polla con rudeza. Sin contemplaciones. Comenzó a follarme duro y estuvo así dándome rabo unos cuantos minutos. Con mis manos sujetaba mis piernas en alto y veía su cara enardecida de placer, ambos sudábamos. Él sonreía al ver mi rostro contraído en expresión de dolor y placer.

W- te gusta puto?, te gusta como te parto ese culo delicioso que tienes?

Yo- Siii, dame duro tío, sigue…AAAW… siii..

W- Quién es tu jefe?, háblame, dime cosas cachondas que me ponen…

Yo- Tú eres el jefe, dame fuerte por el culo jefe. Me estás partiendo en dos. AAAh AAhh… mmmm SIII….

Poco a poco fue bajando el ritmo. Cogió mis piernas en alto y las puso sobre sus hombros. Acarició suevemente mis piernas y tomó mi pié izquierdo y comenzó a lamerlo desde el talón a los dedos, pasó su lengua entre ellos y metió los tres dedos de la punta en su boca. Con su mano libre, la izquierda cogió mi pié derecho y lo pasó por su pecho y su abdomen. Su polla seguía dentro de mi ojete y bombeada con movimientos rítmicos suaves. La sensación era de una placentera calma. Volvió a abrir mis piernas para echarse hacia adelante sobre mí para alcanzar mi boca y besarme. Comenzó a acelerar el ritmo nuevamente poco a poco mientras me besaba. Se irguió otra vez, puso mis piernas en sus hombros y comenzó a follarme duro otra vez. Con su mano cogió mi polla para masturbarme siguiendo el ritmo de sus movimientos. Yo con mis manos me aferraba a sus muslos fuertes y disfrutaba de su cuerpo y su hermosa cara de placer.

Yo- AAAh… mmm siii… Voy a correrme tío!... AAAh …Sii mmmOOOH

W- Correte! Sii tomaa! –dijo embistiendo fuerte y pajeandome con energía.

Yo- AAAAAAAhhh …mmmmmm siiiimmm ooooohhhh…- Me corrí sobre mi abdomen con su polla en mi culo, la que él sacó y rápidamente se incorporó y se puso sobre mi pecho poniendo su verga frente a mi cara. Se sacó el condón y comenzó a pajearse con energía.

W- Vas a tener tu leche otra vez putito… AAAH.. ooohh…Mmmmm SIIii… me corroooo OOOOHHHOOHHH- y expulsó una abundante lefada sobre mi cara y mi boca abierta recibió gran parte de su esperma caliente. El respiraba agitado, con su mano recogió parte de su semen derramado en mi mejilla y metió sus dedos en mi boca para que se los limpiara. Luego pasó su polla por mis labios y me hizo lamerle para dejársela limpia de semen.

W- Muy bien putito. Has estado muy bien. Te has ganado cada euro. Se incorporó y de su mesa de noche sacó un sobre de dónde sacó unos billetes contándolos en voz alta, los volvió a meter en el sobre y me los dio.- Está todo lo que habíamos acordado, si quieres lo cuentas. Te puedes dar una ducha antes de vestirte si quires. Yo voy a la cocina a preparar un café. ¿Quieres uno?

Yo- Vale, gracias.-

Eran casi las 23:00 hrs.Me duché rápido, me vestí y me bebí el café con W.

W- me lo he pasado muy bien Puto- Entre lo que habíamos acordado es que no nos diríamos nuestros nombres. El quería llamarme Puta, pero a mí no me gusta que me traten en femenino, así que me llamaría Puto. Ël seguiría siendo W., el jefe.- Te volveré a llamar eh…¿No te vendría mal la pasta no?

Yo- Por supuesto que no me vendría mal, y si es ganándomela disfrutando como disfruté hoy… pues mejor.