Trabajando en un resort: Capítulo 2.

Trabajando en un resort. Capítulo 2: El turista misterioso. (Relato 100% real).

¡Hola chicxs! Os dejo la segunda parte de esta serie sobre mis aventuras trabajando en Venecia. Al igual que todos los relatos de esta serie es una historia real. Espero que os guste.

Trabajando en un resort. Capítulo 2: El turista misterioso.

Los días se pasaban bastante rápido allí. Mucho trabajo, calor, ensayos, actividades durante el día, un poquito de relax en la playa... A veces perdíamos la noción del tiempo, pues a pesar de ser un trabajo muy rutinario en cuanto a horarios cada día era diferente.

Davide y yo seguimos comportándonos delante de los demás como el primer día, una relación trabajador-jefe con un punto de colegueo, como con el resto de compañeros. Incluso a pesar de compartir habitación y vernos desnudos el uno al otro constantemente no hablamos de lo ocurrido la primera noche. Todo era nuevo para él, quizá necesite tiempo para asimilar que oler los gayumbos sudados de un tío se la pone dura, es normal, así que lo entendía y no toqué ese tema.

Después de comer teníamos siempre un par de horas para relajarnos, descansar y desconectar. El resort tenía una playa privada, así que siempre íbamos allí a darnos un baño, tomar el sol en las toallas, hablar de nuestras cosas o incluso en el caso de alguno dormir la siesta. Yo nunca he sido de siestas, así que siempre estaba despierto hablando con mis compañeros o viendo mis redes sociales en el móvil.

Una de las tardes algunos de mis compañeros decidieron ir a la habitación a dormir la siesta, estaban cansados de tanto ajetreo. Yo por mi parte decidí irme a la playa como siempre, a lo que se me unieron Sophie y Alessandro. Nos cogimos un café en el buffet y nos fuimos a la playa con nuestras toallas. Después de hablar un rato Sophie quiso echarse una pequeña siesta y Alessandro aprovechó para leer un rato el libro con el que estaba. Yo me tumbé bocabajo en mi toalla y empecé a enredar con mi móvil.

Con el tema de mi llegada, ponerme al día y conocer a mis compañeros se me había olvidado que tenía instalado el Grindr, además con la bienvenida que me dio Davide tampoco pensé en usarlo, más bien querría desahogarme con él, pero al ver que durante esos días no hablábamos del tema decidí abrir la app a ver con qué me encontraba por allí.

El 95% de los perfiles me salían a kilómetros, estarían en otros resorts de la zona o incluso en la misma ciudad de Venecia (nosotros estábamos en Lido de Venecia, a unos 8km de la ciudad). El otro 5% me salía a escasos metros, o sea que estaban en el resort sí o sí, ya que no había otra opción posible.

Era un resort familiar, por lo que los pocos perfiles que me salían serían algunos casados dentro del armario o algún trabajador del resort. Mis compañeros estaban bastante bien, pero exceptuándonos a nosotros (el staff de animación y bailarines), los pocos trabajadores que había visto (camareros, seguratas y mantenimiento) no tenían el más mínimo ápice de morbo, al menos para mi gusto.

Ningún perfil tenía foto, el único que la tenía era yo, y decidí dejarla ya que todos sabían que era bisexual y no había ningún problema con eso, así siendo el único perfil con foto tendría más posibilidades jajaja.

Me escribió un perfil en el que lo único que ponía era "Discreet 42". Entre ese nombre y que me escribió en inglés deduje que no era italiano, ya que en caso de serlo me hubiera escrito en su idioma. Debía ser algún chico alemán o de cerca, ya que Venecia está cerca de Alemania y la mayoría de los turistas vienen de allí. Empecé a hablar con él, a ver si estaba bueno y podría pasar algo, total, no tenía nada que perder:

-Discreet42: Hola tío, qué tal?

-Yo: Hey, muy bien y tú?

-Discreet42: Un poco cachondo jeje

-Yo: Yo igual jaja. Tienes foto de cara?

-Discreet42: No paso foto de cara tío, estoy con mi familia y tengo que ser muy discreto.

-Yo: Lo entiendo, pero sin verte la cara es difícil saber si me molas tío.

-Discreet42: Hagamos una cosa, me voy a colocar en la puerta de la entrada de la piscina, pasa por delante y me ves. Te parece?

-Yo: Ok, dame 10 minutos.

Con ese nick sabía que no me pasaría foto de cara y estando casado menos, pero tenía que intentarlo, si una persona no me atrae de cara no hay nada que hacer, no necesito que sea guapísimo, sino que me transmita morbo o algún tipo de atracción.

Me levanté de la toalla y recogí mis cosas, me despedí de Alessandro diciéndole que iría a la habitación a darme una ducha antes de empezar el curro de la tarde y le dejé allí leyendo su libro junto a Sophie que seguía durmiendo como un tronco.

Avisé al chico que iba para allá y pasaría por delante de la piscina en un par de minutos, a lo que me contestó que ya estaba en posición, apoyado sobre la barandilla y nadie a su alrededor, por lo que sería fácil distinguirle.

Pasé por delante mirando disimuladamente a través de mis gafas de sol, el chico me guiñó un ojo discretamente a lo que yo contesté con un pequeño saludo con la cabeza y acto seguido me dirigí a la cafetería a por otro café para tomármelo tranquilamente allí sentado.

El chico era muy normal, ni fu ni fa. Tendría mi estatura, se le veía un cuerpo normalito tirando a fofisano, (me encantan los fofisanos, pero no era uno de esos daddys que aun siendo fofisano te pone la polla a reventar), no era feo, tampoco guapo. No sé, no era mucho mi tipo, pero viendo la oferta que había allí poco había donde elegir. Me llegó un nuevo mensaje:

-Discreet42: Qué te parezco?

-Yo: No estás mal, pero no podemos hacer nada, no tenemos sitio.

-Discreet42: Mi mujer y mis hijas están bañándose, puedo decirles que voy al bungalow al baño y me sigues, será algo corto pero al menos podré chupártela si quieres.

-Yo: Venga vale, estaré atento y cuando salgas de la piscina te sigo.

No estaba muy entusiasmado pero me apetecía descargar, me quedaba una tarde/noche dura de trabajo y quería ir relajado. Estuve atento y cuando le vi salir terminé mi café de un trago y le seguí a pocos metros de distancia de él.

Entró en el bungalow y dejó la puerta abierta, cinco minutos después entré yo y cerré la puerta detrás de mi. Cuando entré le vi de rodillas en medio de la habitación y preferí ir a saco, a pesar de no ser mucho mi tipo quería correrme.

Me saqué el rabo flácido y se lo metió en la boca chupándolo entero para hacerlo crecer. Al principio tenía los ojos cerrados y pensaba en Davide, cosa que funcionó ya que se me puso dura muy rápido, además el tío lo hacía bastante bien, era obvio que mi rabo no era el primero que se tragaba.

A los pocos minutos abrí mis ojos y decidí mirarle. No había contacto visual, él estaba concentrado en su objetivo que era conseguir mi leche. Cuanto más le miraba más me atraía, no sé si era la situación o qué, pero le vi más atractivo que en la piscina. Estaba de rodillas con una camiseta de tirantes que dejaba ver sus brazos grandes, con el bañador por los tobillos y pajeándose. No tenía un mal rabo, nada del otro mundo, pero seguro que su mujer estaría contenta.

Al ver que me estaba gustando más de lo previsto le agarré de la cabeza y empecé a follarle fuerte la boca hasta que le di toda mi leche. A la vez que llenaba su boca él empezó a tener espasmos, lo que me hacía imaginar que se estaba corriendo, lo corroboré cuando dos chorros cayeron en mi pie manchándolo, que solo llevaba la chancla.

-Lo siento - me dijo riéndose.

Me agaché y cogí con mi dedo el semen de mi pie.

-No pasa nada - le dije mientras le metía el dedo en la boca.

Cerro los ojos y puso cara de placer mientras se comía la leche que había derramado en mis pies. Le sonreí y le dije:

-Espero repetir esto con más tiempo.

Acto seguido me fui y le dejé de rodillas en medio del bungalow, con los pantalones por los tobillos, un charco de semen en el suelo y su boca llena de mi leche. Me dio demasiado morbo la situación.

Intentamos repetir pero entre mi poco tiempo libre, su familia y la falta de sitio nos fue imposible. Eso sí, cada vez que me lo cruzaba acompañado de su mujer y sus hijas recordaba la escena y me empalmaba al momento.

Continuará...