Trabajando en un resort: Capítulo 1.

Trabajando en un resort. Capítulo 1: Mi jefe descubre lo que es el morbo de verdad.(Relato 100% real).

¡Hola chicxs! Empiezo una serie de mis historias vividas mientras trabajaba en un resort de lujo en Venecia (Italia). Todas las historias son 100% reales. Espero que os guste y continuar esta serie, no os imagináis la de cosas que pueden pasar en un verano.

Trabajando en un resort. Capítulo 1: Mi jefe descubre lo que es el morbo de verdad.

Empezaba el verano de 2017, yo acababa de terminar tercero de carrera en Madrid y, aunque me encanta esta ciudad, no quería pasarme el verano encerrado aquí. Madrid es una ciudad preciosa, con mucho que ofrecer culturalmente y en cuanto a planes de ocio, pero en verano queda desierta, la gente se suele ir a sus pueblos a pasar las vacaciones, a las ciudades costeras y algunos incluso al extranjero, que fue la opción que más me llamaba.

Como comenté en mi primer relato soy bailarín, así que decidí buscar ofertas de trabajo como bailarín/animador turístico para hoteles. Los requisitos los cumplía: conocimiento en coreografía, hablar idiomas (hablo castellano, inglés e italiano), motivación para ser monitor de alguna actividad y paciencia para tratar con niños pequeños.

Después de ver varias ofertas con un salario de mierda y malas condiciones encontré por fin una oferta que me llamó bastante la atención: SE BUSCA BAILARÍN Y MONITOR DE ZUMBA PARA RESORT DE LUJO EN VENECIA (ITALIA). OFRECEMOS ALOJAMIENTO, DIETAS, BILLETES DE AVIÓN Y SALARIO DE 1200€ BRUTOS.

Se me iluminaron los ojos al leer la oferta y sin dudarlo envié mi CV y mi videobook al correo indicado en el anuncio, e incluso llamé a mi familia para contárselo y anunciarles que si me seleccionaban me iría sin dudarlo, a lo que toda mi familia contestó entusiasmada que les parecía genial, es una oportunidad muy buena para perfeccionar mis idiomas, mi técnica de baile, conocer gente, una ciudad nueva y ganar un dinero extra.

Esa misma tarde recibí una llamada de la compañía diciéndome que les había gustado mi CV y mis proyectos como bailarín (había enviado vídeos de algunos musicales pequeñitos en los que trabajé, galas de TV que hice como cuerpo de baile, coreos con mi grupo de competición de hip-hop...), y que si estaba interesado el puesto sería mio y tendría que volar a Venecia el viernes de esa misma semana para empezar a trabajar el sábado.

Cierto es que un escalofrío me recorrió el cuerpo, pues era miércoles y en dos días tenía que vaciar mi habitación de Madrid, llevar las cosas al pueblo, hacer la maleta, despedirme de mi familia y volver a Madrid para coger el avión, porque no iba a pagar tres meses de piso para que estuviera vacío.

Dije que sí, que el viernes llegaría a Venecia para empezar a trabajar el sábado y nada más colgar llamé a mi madre para organizarlo todo deprisa y que me diera tiempo.

Pasé esos días un poco estresado, pero conseguí no dejar ningún cabo suelto para irme tranquilo, y así fue, el viernes a las 18:00h salía mi avión puntualmente de Madrid a Venecia. Volé con Iberia, así que no me podía quejar, aunque sí es verdad que puestos a pedir me hubiera gustado viajar en business, pero ya que iba con todo pagado no podía pedir más jajaja.

A las 20:30h aterricé en el aeropuerto Marco Polo de Venecia. Estaba que no me lo creía, fue la decisión más arriesgada que había tomado hasta ese momento, aunque fuera solo por unos meses iba a ser una vida completame nueva, y aunque me entusiasmaba también me daba un poco de miedo, pero había que echarle huevos.

Llamé a mi cappo (es como nos referíamos allí a nuestro jefe de equipo) para decirle que ya estaba en el aeropuerto y me dijo que llegaría en 10 minutos al aeropuerto para recogerme. Me tomé un café mientras le esperaba pensando en cómo sería él, mis compañeros, el resort, el sitio donde me alojaría...pero no me dio tiempo a pensarlo mucho ya que antes de terminar mi café me llamó de nuevo diciendo que estaba en el parking del aeropuerto.

Me mandó la ubicación por whatsapp y me dijo cómo iba vestido y cuál era su coche. Terminé mi café de un trago y me dirigí hacia su posición, casi temblando de los nervios.

Por fin le vi a lo lejos apoyado en el lateral del coche esperándome, estaba tremendo. Un chico de unos 30 años, con unos brazos grandes y definidos, muy guapo de cara, pelo corto peinado hacia un lado, con barba de tres días pero bien perfilada y muy masculino. Me puse muy cachondo al verle, y más con la ropa que llevaba, un pantalón gris de chándal corto, una camiseta blanca de tirantes muy ajustada y unas zapas blancas un poco sucias con calcetos blancos altos. Además pude ver por el bulto de sus pantalones que no llevaba gayumbos y se marcaba un buen rabo.

Me acerqué casi babeando y con una sonrisa le pregunté:

-Perdona, ¿eres Davide?

Él me respondió con una sonrisa, preciosa por cierto:

  • El mismo. Tú eres Jorge, nuestro nuevo bailarín, ¿verdad?

-Sí, ese soy yo. Encantado.

-Igualmente Jorge. Deja que te ayude a guardar la maleta y nos vamos al resort, que tienes que conocer a tus compañeros e instalarte.

-¡Perfecto! Pues vamos para allá.

Nos pusimos en marcha y yo estaba mucho más relajado, pues vi que Davide era bastante simpático y me daba mucha conversación, me preguntaba por mis anteriores trabajos, qué tal la vida en España, por mi carrera universitaria... También me contó algo sobre él. Tenía 32 años, vivía en Roma pero vino a Venecia temporalmente por el trabajo, era monitor de gimnasio y acróbata pero le gustaba mucho trabajar como animador porque decía que era como salir de tu rutina y vivir cosas nuevas, por lo que siempre que podía lo hacía. Hablando de todo un poco me dijo también que hacía poco lo dejó con su novia, estaban en una relación tóxica desde hacía varios meses y aunque le dolió prefirió dejarla y seguir con su vida. Le dije que es lo mejor que podía haber hecho, una relación tóxica no lleva a ninguna parte y te afecta en todos los ámbitos de tu vida, es mucho mejor estar liberado y vivir feliz.

Me preguntó que si yo tenía novia y le dije que no, que estaba soltero, prefería no atarme a una relación ya que me apetece disfrutar de la vida y no dar explicaciones a nadie, a lo que él me dijo:

-Vamos, que prefieres hartarte a follar, ¿no? jajaj.

-Jajaja, bueno, tampoco es eso, pero...

-Que no pasa nada, si me parece genial. Yo ahora que estoy soltero me estoy poniendo las botas, además ya verás la de clientas buenorras que hay en el resort jajaj.

-Bueno clientas o clientes, la verdad es que me da un poco igual jajaj.

-¿Eres bisexual?

-Sí, ¿por qué?¿hay algún problema?

-Qué va tío, me parece genial, así tienes más mercado donde elegir jajaj.

-Eso es lo que yo pienso jajaj. ¿Tú eres hetero?

-Sí, me gustan demasiado las tías, aunque nunca he probado con un tío, a lo mejor lo soy y no lo sé jajaj.

  • Hay que probar de todo tío, que la vida es muy corta y hemos venido a disfrutar.

-Tienes razón, si algún día me animo te contaré jajaj.

Yo estaba empalmado con esa conversación, no me creía que pudiera hablar de esas con una persona que acababa de conocer, que era tan masculino y hetero (según él) y que además iba a ser mi jefe durante los próximos meses., pero estaba encantado de que fuera tan cercano y abierto.

Llegamos al resort y me dijo que antes de que anocheciera me iba a presentar a mis compañeros y a los dueños, después me enseñaría todas las instalaciones y por último subiríamos las maletas a mi habitación y nos prepararíamos para la cena. Y así lo hicimos.

Conocí a los dueños del resort, un matrimonio de unos 60 años, muy estirados que lo primero que me dijeron fue que por favor me quitase el piercing para trabajar, había olvidado lo conservadores que eran los italianos. Davide me dijo por lo bajini que son insoportables pero había que tenerles contentos para que no emitieran quejas a la empresa de animación, así que me quité el piercing en el acto y les sonreí, parece que así quedaron más conformes.

Acto seguido me presentó al resto del equipo, eran seis chicas y cuatro chicos, con Davide y conmigo éramos doce en total. Me recibieron todos con los brazos abiertos, muy amables y me ayudaron en todo lo que pudieron. Yo era el único español, todos los demás eran italianos y no entendían ni papa de español (excepto Davide que se defendía un poco). Empecé contándoles cómo era yo, a qué me dedicaba y me excusé diciendo que sólo había estudiado tres años de italiano y no lo hablaba demasiado bien, pero parece ser que todos me entendían genial y preferían el italiano al inglés, ya sabemos que los italianos, al igual que los españoles, no tienen muy buen nivel de inglés.

Después de las presentaciones Davide me dijo que subiríamos a las habitaciones y dejaríamos mis cosas allí. Cada habitación era para dos personas excepto la del cappo que tenía entre sus privilegios estar solo, aunque su habitación también era para dos.

Como los chicos eran pares (sin contar a Davide) ya tenían repartidas las habitaciones y yo me quedé colgado por ser el último en llegar, así que me quedaba solo en una habitación. Por una parte lo prefería, así tendría mi intimidad, pero por otra me hubiera gustado compartir con algún chico para forjar más amistad y de paso alegrarme la vista un poco, ya os dije que soy muy voyeur, y bueno, mis compañeros no estaban nada mal, exceptuando uno de ellos que no me ponía nada, pero a los otros tres no me hubiera importado follármelos, la verdad, y a Davide ya ni os cuento, ese hombre sí que me la ponía dura.

Dejé las maletas en la habitación y me di una ducha rápida para cambiarme de ropa y bajar a cenar. Me puse un vaquero ajustado, una camiseta blanca de manga corta ajustada, mis nike blancas y una gorra negra hacia atrás. Iba guapete pero informal. Quedamos todos en la puerta del edificio para ir juntos al buffet, nuestras habitaciones estaban a unos 50 metros del resort en un edificio que era exclusivamente para los trabajadores.

Nos juntamos todos en la puerta, iban vestidos como yo, informales y cómodos, aunque mis ojos se iban siempre a Davide, que llevaba unas bermudas vaqueras ajustadas, camiseta gris muy ceñida marcando sus músculos y las mismas zapas que llevaba por la tarde. Al ver que llevaba las mismas zapas que por la tarde me imaginé cómo debían oler y me puse muy cerdo (uno de mis fetiches son los olores corporales, dentro de una higiene báscica claro).

La cena fue genial, nos fuimos conociendo, me contaron cómo eran las rutinas de trabajo, hicimos bromas y me dijeron qué tenía que hacer exactamente. Iba a ser monitor de zumba, de fitness, de aquagym y bailarín de los diferentes espectáculos. La coreografa era Sophie, una de las chicas del equipo, pero ella era bailarina clásica así que me pidió ayuda para coreografiar algunos números ya que yo soy bailarín urbano y dominábamos estilos diferentes y podríamos aprender mucho el uno del otro, a lo que yo accedí sin pensarlo, pues me encanta coreografiar y montar cosillas.

Después de la cena decidimos tomar unas copas para conocernos mejor, pero los chicos estaban cansados de trabajar todo el día por lo que muchos de ellos decidieron irse a dormir. Nos quedamos Alessandro, Chiara, Sophie, Davide y yo. Davide propuso ir a su habitación que tenía allí bebidas y así no nos vería nadie (teníamos prohibido beber en el resort aunque no estuviéramos trabajando), así que nos fuimos a su habitación.

Davide y yo nos sentamos en su cama, Sophie y Chiara se sentaron en la de en frente y Alessandro se sentó en el suelo, nos echamos unos gin-tonic un poco cargaditos y seguimos hablando de chorradas intrascendentes. Hice muy buenas migas con Sophie ya que éramos los bailarines más "profesionales" del staff, los que nos habíamos dedicado más a hacer musicales, galas y demás, además a pesar de tener estilos diferentes teníamos gustos muy parecidos en cuanto a música, coreógrafos...

El tiempo pasó volando, miramos el reloj y eran las 2 de la madrugada. Al día siguiente teníamos que estar a las 8:30h en el buffet desayunando para empezar la jornada de trabajo a las 9:00h de la mañana, así que decidimos ir a dormir.

Mientras se despedían entré al baño de la habitación de Davide, había bebido varias copas y tenía la vejiga a reventar. La verdad es que íbamos todos un poco contentillos, pero conscientes de todo. Cuando salí del baño ya se habían ido todos, solo quedaba Davide, claro, estaba en su habitación. Y viendo lo poco que habían tardado en irse le dije:

-¿Ya se fueron? Qué rápido, no me dio tiempo ni a despedirme.

-Sí, se han puesto nerviosos por la hora, que hay que madrugar mucho. Yo es que duermo poco, así que no me cuesta levantarme.

-Yo también, la verdad. Me levanto y me espabilo rápido.

-Entonces nos podemos tomar la última, ¿no? si no tienes prisa.

-Venga va, ponme otra. Pero la última eh, que luego hago tonterías jajaj.

-Bueno, hacer tonterías mola de vez en cuando jajaj.

No sé si iba borracho y malinterpretaba las cosas, pero note a Davide muy cercano, como tonteando conmigo. Yo encantado porque la verdad es que me ponía demasiado cerdo, así que le seguí el rollo. Empezó a preguntarme cosas de sexo:

-¿Y cómo es follar con un tío?

-Pues muy morboso, los tíos somos más guarros, nos entendemos mejor entre nosotros y solemos ser más morbosos.

-¿Más guarros?¿A qué te refieres?¿Qué te mola a ti por ejemplo?

-Pueeess...me da un poco de vergüenza hablar de esto contigo, que eres hetero.

-No pasa nada, yo no juzgo, además dices que los tíos somos más guarros, ¿no?, pues yo soy un tío jajaj. Cuenta.

Me lancé del todo y empecé a hablar sin cortarme:

-Pues una cosa que me mola mucho es el olor corporal de los tíos. Me gusta mucho oler el rabo y los huevos sudados, las axilas sin desodorante, los pies, calcetos y zapas sudadas, gayumbos usados de varios días... O sea, me mola que los tíos sean limpios y tengan higiene diaria, pero el típico olor de un tío cuando lleva todo el día trabajando y vuelve casa.

-Ya, entiendo. Bueno, para gustos los colores. ¿Y te gusta cómo huelo yo? jejej.

-Jajaja bueno, no te he olido, pero te duchaste hace un rato, así que olerás a gel.

-Es verdad. Pero tienes ahí el cesto de la ropa sucia, tienes gayumbos y calcetos para aburrir, puedes coger los que quieras.

  • Hombre, la verdad es que me encantaría olerlos, me das mucho morbo, pero como no te van los tíos pues me conformaré con fantasear jajaj.

Davide se levantó de la cama riéndose y se dirigió al cesto de la ropa sucia. Sacó unos slips blancos Calvin Klein, se puso de pie delante de mi y me los puso en la cara para que los oliera.

Empecé a oler con ganas. Se notaba que había estado trabajando con ellos todo el día, tenían esa mezcla de olor a sudor, meo y precum y yo estaba babeando mientras los olía y agarrándome el rabo que casi me revienta el pantalón. Le miré y le dije:

-Joder tío, qué bien huelen. Pero para ya que voy a romper el pantalón jajaj.

-Jajaj pues quítatelo, así estarás más cómodo.

-Me da corte tío.

-No seas cortado anda, si me acabas de contar lo guarro que eres jajaj. Va, me quito la ropa yo también, si yo duermo desnudo.

Se quitó la camiseta, las bermudas, las zapas y los calcetos, quedándose únicamente con un slip gris también Calvin Klein. Tenía un cuerpo perfecto el cabrón, musculado (pero no demasiado), con un morenito de playa precioso, con el vello recortado que le hacía una forma muy bonita a sus músculos y un paquete que dejaba poco a la imaginación.

Yo hice lo mismo y me quité toda la ropa, quedándome solo con mi slip azul de Addicted que también me hacía un buen paquete, la verdad. Davide me miró y me dijo:

-Oye tío, se te ve muy cachondo, ¿me dejas olerte? si tanto morbo da quiero probarlo.

Me quedé paralizado, no me esperaba eso. Yo también me había duchado hace poco, pero me sudan mucho los huevo y suelen coger olor rápido, además mi olor corporal es muy morboso, todo hay que decirlo. Lógicamente le dije que sí, que me oliera todo lo que quisiera, así que le cambié el sitio, Davide se sentó en su cama y yo me puse de pie delante de él y le puse mi paquete en su cara.

Acercó su cara, metió su nariz en mi entrepierna y aspiró fuerte. Vi como se empalmó rápido mientras olía y yo tenía el rabo a reventar y mi slip con una mancha enorme de precum.

-¿Qué tal tío?¿Te gusta?

-Buff, joder tío, nunca pensé que me pusiera tan cachondo olerle los cojones a un tío.

-Ya te dije que los tios somos más guarretes y más morbosos.

-Ya veo tío, estoy descubriendo un mundo con esto. Te haría de todo con lo cerdo que estoy ahora.

-Tienes pista libre, haz lo que quieras.

Al escuchar estas palabras se le iluminaron los ojos, me bajó los gayumbos de un tirón y me empezó a oler todo (rabo, huevos, ingles...). Se estaba volviendo loco.

-Joder tío, me encantaría comértela, pero nunca lo he hecho, no sé si lo haré bien.

-Espera, que yo te enseño.

Le tumbé en la cama le quité los slips y con la lengua bien lubricada empecé a lamerle los huevos despacito cubriéndolos enteros de saliva. Empezó a gemir como un cabrón diciendome que le encantaba. Lamí desde la base de la polla hasta la punta y me la metí entera en la boca, lubricándola bien y haciéndole una mamada lentamente mientras con mi mano acariciaba sus huevos. El tío se estaba volviendo loco, retorciéndose de placer y cuanto más disfrutaba él más cerdo me ponía yo. Me miró mientras se la chupaba y me dijo:

-Me encanta cómo lo haces tío, la chupas mejor que las tías. ¿Me dejas probar a mi?

-Tranquilo, ya tendrás tiempo de chupármela, hoy mando yo.

Le di la vuelta y pude ver de cerca ese culazo que tenía. Le di un par de azotes, pasé mi lengua por sus nalgas y despues las agarré con fuerza, las abrí y metí mi lengua en su agujerito estrecho dando un buen lametón. Otra vez volvió a gemir como si se estuviera corriendo y yo seguí haciéndole una buena comida de culo.

Cuando me cansé me acerqué a su oído y le susurré que si le estaba gustando a lo que me contestó con un buen morreo. Me besaba apasionadamente metiéndome la lengua hasta la campanilla mientras agarraba mi culo con ganas.

Le dije que quería ver como se corría un macho como él, me daba morbo ver cómo gracias a mi salían chorros de leche de un rabo que se ha follado tantos coños. Le hice ponerse de pie y yo me puse de rodillas en el suelo, se empezó a pajear mientras yo le olía y le comía los huevos a la vez que me pajeaba.

De repente me dijo que se iba a correr y saqué la cara de sus huevos para verlo bien. Soltó cinco trallazos de leche espesa y calentita en mi pecho, me llenó entero, pedazo de corrida echó el cabrón. Mientras seguía gimiendo como un toro limpié con mi lengua los restos de semen de su rabo mientras me corría, con su rabo en la boca empecé a gemir y solté cuatro chorrazos de leche que cayeron encima de su pie.

Al acabar lamí toda mi leche de su pie mientras el seguía gimiendo con menos intensidad ya, me levante y le di un buen beso con mi lengua llena de nuestras corridas. Me sonrió y me dijo:

-¡Qué cabrón!¡Qué morbazo tienes tío! Nunca pensé que me podía poner tanto un tío y menos olerle los huevos.

-El mundo de los morbos es muy amplio tío, te queda mucho por descubrir.

-Joder, ya veo. Nos vamos a llevar muy bien tú y yo trabajando juntos.

-Claro que sí, hay que trabajar pero también hay que saber divertirse.

-Lo único que te pido es discreción tío, nadie sabe que me van los tíos, bueno, no lo sabía ni yo jajaj.

-Tranquilo, lo que pasa entre tú y yo queda entre tú y yo. Además, así es más morboso jajaj.

-Jajaj gracias tío, eres la hostia. Por cierto, ¿te molaría compartir habitación conmigo? Así ninguno de los dos está solo, además después de esto puede ser divertido compartir habitación y ducha con alguien de confianza jajaj.

-Claro tío, me parece genial.

Me acompañó a mi habitación a por las maletas y las llevamos a la suya sin hacer ruido, eran ya las 5 de la madrugada y todos dormían. Pusimos una sábanas en mi nueva cama y fuimos a dormir.

-Buenas noches Jorge, ha sido un placer conocerte, de verdad.

-Buenas noches Davide, lo mismo digo, eres lo más tío.

Continuará...