Trabajando con mi Tia Laura 8
Celebramos el ascenso en un restaurante
Después de las buenísimas noticias que me dio Jacinto mi tía y yo decidimos que nos íbamos a cenar para celebrarlo. Llamamos a Maina y a Raquel y pasando por casa las recogimos y nos fuimos. Le dije a Paqui que se viniese también pero declinó la invitación alegando que prefería quedarse en la casa tranquila.
Llegando al garaje cambiamos de la moto al coche y mi tía me dijo que conducia ella mientras me pasaba al asiento de atrás y de camino al restaurante tanto Maina como Raquel se turnaban para botar sobre mi polla. Era un espectáculo ver como las dos se turnaban para chupármela, clavar mi polla en sus coños y hacerme cubanas a la vez que entre ellas se besaban y se masturbaban mutuamente.
Llegamos a un restaurante asiático en la zona norte de Madrid y nos sentaron de nuevo en un salón privado. Pedimos vino y refrescos y nos sentamos a cenar. En ese momento mi tía me pidió que si la dejaba elegir a ella mientras mi prima se excusó saliendo del salón. Le dije a mi tía que por supuesto que ella pidiese lo que viese y saliendo del salón de igual manera que mi prima dijo que iba a hablar con el maître.
Me quede a solas con Maina que metiéndose debajo de la mesa retomo la mamada que había dejado inacabada en el coche. – Mi negra que bien la chupas – le dije mientras apartaba un mechón de pelo que caía por su cara. – Es para agradecerte que siempre sea tu única mujer por las mañanas – me empezó a contar mientras su mano continuaba subiendo y bajando por mi polla. – En todos los videos que veo tuyos follando a otras mujeres siempre te veo con dos o mas – me dijo mientras ahora metiendo de nuevo mi polla en su boca la llenaba de saliva para poder continuar con la placentera paja que me estaba haciendo. – Pero a mi siempre me tomas en exclusiva por las mañanas y es conmigo con quien compartes tu cama – me susurro mientras de nuevo su boca se encargaba de darme placer oral.
Mi negra iba vestida con un vestido negro entallado, con escote de caja y vuelo desde la cintura a la rodilla. – Disfruto por fin de la vida – me dijo me nuevo. – A tu lado te satisfago y me satisfaces y las mujeres se entregan a mi – me confeso. – ¿Te sigues follando a Paqui? – le pregunte. Ella sin sacar mi polla de su boca se limito a asentir. – Y a Vero, a tu tía y a tus primas – me confeso mi negra mientras de nuevo volvía a retomar a la manada. – ¿A mis primas? – le pregunte extrañado. Ella de nuevo asintió con la cabeza mientras continuaba con la suave mamada. – A Raquel y a Isabel – me confeso mi negra. – Espérate – le dije. – ¿A Isabel? – le pregunte aun mas extrañado. – Si esta mañana vino a casa a buscarte – me confeso Maina. – Tu prima venia buscando tu polla para repetir lo del domingo, pero al no estar tu se entregó a mi – me confeso Maina. – La verdad es que me encanto devorar sus tetas y correrme en su coño – me confeso mi negra mientras de nuevo su mano se había apoderado de mi polla y continuaba la suave paja. – No sabes la pasión que tiene esa mujer – me dijo Maina. – Durante tres horas ha tenido estoque para follarnos a Paqui y a mi al tiempo – me susurro Maina en el oído mientras su mano no paraba de recorrer mi falo. – Esa mujer no va a parar hasta tener todo tu cipote clavado por completo en todos sus agujeros – me dijo Maina mientras ahora su boca devoraba la mía.
En ese momento las puertas del pequeño salón se abrieron y Maina sutilmente con su mano izquierda me tapo la polla con el mantel sin que su mano derecha soltase mi polla a la vez que una sonrisa henchida de orgullo se dibujaba en su cara.
En ese momento desde el otro lado de la mesa seis chinos que traían al hombro una bandeja de algo mas de un metro setenta de largo y unos ochenta centímetros de ancho depositaron la gigante bandeja en la mesa. Era Raquel la que estaba tumbada en la mesa completamente desnuda. Verla así me dejo en shock. Mi prima estaba completamente desnuda.
- Señor aquí tiene su Nyotaimori – me dijo mientras me enseñaba como mi prima la habían desnudado y perfumado y poniendo hojas de te en su cuerpo desde su pubis a sus pechos habían puesto comida para que me deleitase con una maravillosa cena. – Y aquí tiene su acompañamiento – me dijo dejando en otra bandeja similar de igual manera denuda a mi tía que de igual manera decorada con hojas de te en las que se depositaba la comida mi tía alojaba los postres. – Si el señor necesita algo solo tiene que hacer sonar la campanilla – me dijo el maître mientras haciendo las pertinentes reverencias desaparecía cerrando las puertas del salón.
Maina sin soltar mi polla me confeso que este era el regalo de las tres por mi ascenso e invitándome a ponerme de pie me ayudo a desnudarme por completo. Me dispuse a probar los manjares de ambas familiares mientras cogía los palillos. Me posicione a la altura de la cabeza de ambas y mientras Maina se posiciono detrás de mí. Me incline para coger arroz que había desde la tripa de mi tía hasta su pubis con los palillos mientras Maina me ayudo poniendo mi polla mientras me inclinaba hacia delante a introducir mi polla en la boca de mi tía. – Ellas no pueden moverse de mutuo propio, pero sí que pueden acomodarse para recibirte – me confeso mi negra. En ese momento mientras con los palillos empezaba acoger el arroz mas cercano al pubis de mi tía note como colocando mis rodillas a la altura de la cabeza de mi tía su lengua recorría todo el tronco de mi polla mientras perforaba su boca. Mi tía impasible recogía el recorrido de mi falo dentro de su boca a la vez que yo probaba el arroz. Con los palillos suavemente pince su clítoris y moviéndolo hice que mi tía se corriese para mí. – Esta es la mejor salsa para acompañar – susurre. – Las puedes masturbar a ambas, pero no las puedes follar – me dijo Maina. – Te puedes correr también sobre ellas si así lo deseas – me dijo Maina como ultima norma. – Ok entonces me la pueden chupar, las puedo masturbar y me puedo correr sobre ellas como quiera, pero no las puedo penetrar por ningún lado, ¿no? – le dije a Maina a fin de que quedase todo aclarado. – Así es – me contesto ella. – Y yo te ayudare a disfrutar de ellas – me respondió está aclarándome su papel.
Me quede gratamente sorprendido sobre todo por el morbo. Y ahora cambiando al cuerpo de mi prima recogí un paquete de sushi de su pezón izquierdo mientras mi prima giraba la cara para que pudiese introducir mi polla en su boca. Mi prima poco a poco centímetro a centímetro se fue tragando mas de dos tercios de mi polla mientras sentía como relajaba su garganta y mi polla se clavaba en el fondo de ella dejando atrás su campanilla. – Joder prima, que gusto clavarme en tu garganta. – No se si lograre aguantar las ganas de tomar posesión de ti – le dije mientras veía como sus pezones se ponían duros y sin poder hablar su mirada se encendía. En ese momento miré a mi tía y vi su lucha interna por abrir sus piernas e invitarme a clavarme en ella. No pude ni quise evitar amorrarse y hacer que mi lengua recorriese el pezón de mi prima que había quedado al descubierto. Maina se movió y situándose entre las piernas de Raquel empezó a besar desde sus rodillas a sus caderas mientras ascendía lentamente.
Por un momento me di cuenta de que la mirada de las tres mujeres era puro deseo. Las tres deseaban sentirme y yo deseaba sentirlas a ellas, pero ante la prohibición de poder penetrarlas y siguiendo el juego impuesto me adapte al mismo. Seguí chupando el pezón de mi prima mientras sentía como esta contenía los gemidos provocados tanto por la succión de mi boca que ahora había cambiado de pezón y succionando el sushi, este ya iba en dirección a mi estómago, mientras la punta mi lengua daba cuenta del contorno de los pechos de mi prima mientras mi tía de reojo nos observaba. Mi prima se contenía todo lo que podía y apenas movía su cuerpo con rápidos latigazos que no lograba controlar. La boca de Maina no paraba de dar placer a mi prima mientras su mano derecha se apoyaba en la rodilla izquierda de mi tía y comenzó a acariciar muy suavemente a mi tía desde ahí subiendo su mano por el lado interno de los muslos de mi tía hasta llegar a tocar sus labios mayores. Mi tía en ese momento acompasada con mi prima sintió un latigazo mientras la mano de Maina volvía a bajar en dirección a sus rodillas para volver a subir.
Esta vez mi tía al sentir la mano de Maina tocar su vulva cogió la mano de la negra y la invito a penetrarla por completo. Los dedos de Maina profanaron la vagina de mi tía y estas sufriendo los espasmos propios del orgasmo se dejó llevar corriéndose a chorros. En ese momento la mano de Maina recogió parte de la corrida de esta y la dejo caer gota a gota sobre la comida que mi tía recogía en su cuerpo. De igual manera mi prima al ver como su madre a su lado se había corrido ella no pudo aguantar mucho mas y sobre la boca de Maina que no paraba de hacerla besar el cielo una y otra vez por segunda vez casi de manera continuada se vertió por completo en la boca de Maina no pudiendo evitar arquear su espalda mientras mi polla abandonaba su boca. Mientras mi prima se corría mi polla encima de su boca escurría sobre sus labios los hilos de saliva con los que mi prima había llenado mi rabo. Esta al sentir caer su propia saliva sobre sus labios no pudo evitar delante de mi relamerse. Maina ya había dado cuenta de todos los manjares que tenia mi prima desde sus pechos a su cadera y de igual manera yo ya había dado cuenta de los manjares que mi prima había albergado en sus pechos y en su cuello.
En ese momento Maina dejando caer los extractos del orgasmo de mi prima sobre mi tía mirándome me dijo. – Creo que es hora de que tomes posesión de tu primera esposa – me susurro mientras se tumbaba completamente desnuda al lado de mi tía. En ese momento me puse a los pies de mi prima y dejando caer mi polla entre sus pies esta situó los suyos aprisionando mi tronco entre sus empeines y comenzando una suave masturbación a mi polla mientras la mano de Maina acariciaba suavemente todo el costado de mi tía y esquivando todos los postres acariciaba suavemente los pechos de mi tía. – Vamos a enseñarle a tu madre y a tu mujer lo bien que me recibes – le dije a mi prima mientras sentía como sus pequeños pies rodeaban toda mi polla y como sus deditos habían recorrido por completo todo el tallo de mi polla. – Recuerda que tu polla no puede penetrarla – me susurro Maina mientras su mano se colocaba de nuevo entre las piernas de mi tía. – Si lo sé – le dije a pesar de que lo que mas deseaba era clavarme por completo dentro de mi prima.
Suavemente desplace su cuerpo hasta que mi pene se deslizo por sus piernas hasta llegar a hacer tope con su entre pierna y al terminar de hacer llegar mi prima a mi polla se desplazó recorriendo toda la raja del culo de mi prima. Me retire suavemente de mi prima, lo justo, e hice que ella sintiese como mi glande punteaba todo su culo hasta llegar a separar sus labios vaginales separándolos para subir hasta su clítoris donde mi polla quedo apoyada. De nuevo me acerque a mi prima y mi polla quedo apoyada sobre mi prima hasta llegar a cubrir hasta casi el comienzo de su canalillo mientras mis testículos se quedaban aprisionados entre su cuerpo y el mío. En ese momento la mirada de mi prima se dirigió a su bajo vientre y al ver mi polla en su pleno esplendor apoyada desde su pubis hasta la altura del nacimiento de sus tetas se corrió lanzando flujos por todo mi saco escrotal.
M prima se corrió maravillosamente y mirando a su madre le lanzo una sonrisa cómplice mientras su dedo meñique buscaba el contacto de ella. Ambas siguieron quietas mientras la mano de Maina se apoderaba de mi polla y suavemente haciéndome sentir todo el contacto posible con el cuerpo de mi prima me empezó a masturbar. – Vaya como estas – me dijo Maina mientras sentía el contacto de mi polla bajo su mano. – Te mueres de ganas de tomas posesión de mujeres, ¿A que si cariño? – me susurro mientras su mirada no se apartaba mi polla. – Como ni te imaginas, mami – le respondí. En ese momento ella me miro encendida. Por un momento mas continuo con la placentera paja – Si quieres yo puedo ayudarte a descargarte – me confeso.
En ese momento abandonando a mi prima la ayuda a ella a bajarse del lado de mi tía y poniéndola apoyada a cuatro patas sobre el suelo me coloque detrás de ella y sin el mas mínimo miramiento me clave por completo en su coño. – Joder como me gusta tu coño durito – le dije mientras por fin me clavaba por completo en lo mas hondo de ella. – Y a mi me encanta que así lo hagas hijo – me confeso ella mientras a la tercera estocada mi negra se corría escurriendo sus flujos entre sus piernas. – Cariño creo que es hora de que adereces el postre – me dijo Maina mientras su mano recogía sutilmente el flujo que le resbalaba pierna abajo y lo llevaba a los labios de mi tía y mi prima. En ese momento sentí que inevitablemente me corría y saliéndome de Maina me puse sobre mi tía y regué con mi corrida su cara y sus pechos.
Mi prima se incorporo y en ese momento dio un suave pico a su madre quedando sus labios pringados con mi corrida mientras ella permanecía impertérrita. Raquel con la zona superior blanca de los restos de mi corrida se incorporó y buscando la boca de Maina ambas compartieron mi sabor.
En ese momento yo procedí a sentarme en el asiento que ocupaba antes y mi prima desnuda como estaba al terminar de devorar la boca de Maina tomando uno de los postres que estaban en el cuerpo de mi tía se acerco a mi pasándolo suavemente entre sus labios mayores me lo dio a probar. Paladee en ese momento los sabores de los orgasmos de Raquel y de Maina mientras en mi paladar se acompañaban con el dulzor del propio postre.
En ese momento mientras Maina se acercaba a mi y de pie colocaba su coño a la altura de mi boca le regalaba un nuevo orgasmo mientras Raquel rozaba con los pelos de su coño y sus labios mayores mi polla a la vez que con dos dedos penetraba el ano de mi negra que al sentirse profanada por sus dos cavidades se corrió copiosamente sobre mi boca, mi barbilla haciendo resbalar sus fluidos hasta mi pecho. En ese momento Maina se retiró de entre nosotros y mi prima con su lengua se dedico a degustar los fluidos de mi negra sobre mi pecho a la vez que esta le traía un nuevo postre a ella regado con mi corrida anterior.
Mi prima devoro el manjar que le ofrecía Maina mientras nos dejaba de recorrer con su lengua todo mi torso. De igual manera Maina volvió al cuerpo de mi tía mientras mojando un nuevo postre con la corrida que había depositado sobre el mentón de mi tía se lo daba a esta para que se deleitase con el mismo. Mi tía devoro con gula lo que le ofrecía Maina mientras permanecía con los ojos cerrados. – ¿Te gusta el sabor de nuestro hombre? – le pregunto Maina antes de hundir su lengua en la boca de mi tía. Esta no dio respuesta ya que estaba plenamente imbuida en su papel, pero un chorrito de flujo lanzado por su vagina nos hizo saber de qué de nuevo se acaba de correr.
Mi prima seguida sentada frente a mi – Mientras no acabes toda la comida que ocupa nuestro cuerpo no podemos hablar ni hacer nada contigo – me dijo mi prima mientras silenciosamente llevaba su pulgar a su boca. – Pero una vez liberadas de nuestra función principal, podemos follarte como las zorras en las que nos has convertido – me susurro mi prima al oído. Mientras sentía como su mano se apoderaba de mi miembro y encarándolo a su vagina mi prima se perforaba hasta el fondo con mi polla. Una vez que mi prima se clavo por completo toda mi polla dura como el acero dentro de ella empezó a moverse haciendo círculos mientras mi polla no paraba de castigar su “punto g”. – Que gustazo de polla tienes – me dijo mi prima mientras sentada sobre mi a horcajadas me hacia sentir como todo su culo se rozaba por mis muslos y como sus pechos rozaban conmigo. – Como me gusta sentirte – jadeaba mientras no dejaba de rozar todo su cuerpo contra mí. – Me encanta saber que soy tuya – gemía en mi oído mientras su cadera no paraba de subir y bajar sobre mi polla. – Joder primo – decía mientras sus dientes se clavaban en el lóbulo de mi oreja derecha. – Me encanta como follas primas – le susurre yo en su oído. – Me encanta sentir todo tu cuerpo contra mí – le susurre de nuevo. – Me encanta sentir como tu culo impacta con mis piernas y abre tus cachetes, me encanta sentir como tus tetazas se refriegan por mi pecho y como tu coño envuelve mi polla prima – le dije mientras ella no dejaba de mover su cadera sobre mí. – Lléname primo, córrete dentro de mi coño que no sabes lo cachonda que me pone sentir como me llenas el coño de polla – me dijo mi prima mientras ahora irguiéndose un poco rozaba su clítoris contra la base de mi polla y sentía como mi prima se corría apretando mi polla. En ese momento clavándome en lo mas hondo de mi prima me corrí dentro de ella. – Me encanta como me llenas primoooooo – gimió mi prima mientras sentía como mi orgasmo y el suyo se acompasaban en uno.
Mi prima dejo que mi polla siguiese clavada en lo mas hondo de ella mientras abrazada a mi terminaba de disfrutar del orgasmo que los dos acabábamos de tener. Mi prima me besaba sin parar mientras ambos sentíamos los extractores del orgasmo. Sentir como todo el cuerpo de mi prima me rodeaba y como sus manos se enredaban en mi cuello mientras su cuerpo descansaba sobre el mío era orgásmico para mí. Sentía como mi polla seguía dentro de mi prima.
Una vez se recuperó saliéndose de mi se puso sobre su madre y mientras se sentaba en su estomago dejando sus piernas a ambos lados empezó a besar a su madre mientras mi semen salía de su coño que estaba completamente abierto. – Mami no creo que pueda ser más feliz de lo que soy ahora mismo con todos vosotros – dijo mientras de nuevo volvía a unir sus labios con los de su madre para a continuación pasar a besar a Maina. – Te quiero tanto como a mi madre y a mi primo preciosa – le susurro mientras se separaba de ella.
Mi corrida dejo de salir de la vagina de mi prima y esta levantándose y quedando sentada al lado de ella abriendo las piernas invito a Maina a que dejase limpio su coño. – Joder hija mía que lenga tienes – le dijo Raquel mientras posando su mano en la coronilla de Maina a la que invitaba a seguir dándole sexo oral para acabar de nuevo corriéndose en su boca. – Mi niña eres única – le dijo Raquel mientras inclinándose sobre ella la besaba cariñosamente.
Maina continuo con el reparto de viandas que estaban repartidas por el cuerpo de mi tía dándole a ambas mujeres las que estaban regadas con mi simiente y dejándome a mi aquellos que siendo de helado de nata y chocolate se habían derretido y derramado por el cuerpo de mi tía.
Decidí que ese momento era el propicio para quedarme a solas con mi tía. – Chicas creo que es hora de que me dejéis a solas – les dije a ambas mientras Maina y Raquel salían de nuestro reservado. En ese momento mi tía por fin libre de todo resto de comida me miro encendida y cachonda como una loba hambrienta. – Tía te quiero, para mi solo, ahora – le dije mientras permanecía sentado a la altura de su cara. – No quieres que compartamos tu cuerpo con ellas dos – me susurro mi tía mientras se incorporaba de lado y se quedaba mirándome. – Tía tu eres mi mayor sueño erótico desde que tengo doce años y esta noche te quiero para mi solo ya te he compartido suficiente – le dije mientras extendía mi mano a la que ella se agarraba para venir hacia mí. – Esta bien, pero quiero que sepas que siempre seré para ti, y solo para ti sobrino, solo te compartiré con otra mujer cuando tú, así lo quieras – me dijo mi tía mientras tomando la misma postura que su hija se sentaba sobre mi a horcajadas y sentía como su delicioso cuerpo hacia contacto conmigo. – De hecho, las tres lo hemos hablado y no buscaremos ningún otro hombre que no seas tu – me confeso mi tía. – Las tres estamos enamoradas de ti “sobri” – me dijo mi tía justo antes de besarme. Un beso suave, cálido, lleno de amor que se deslizo por mis labios.
Mi tía se seguía moviéndose sobre mi mientras me decía – Soy tu amante, tu novia, tu puta, tu zorra, tu protectora, tu mujer, tu tía y tu amiga si así lo quieres – me susurraba mi tía entre besos que iban de mi boca a mi barbilla, hombros y frente. – Me encanta que lo seas “tita” – le dije mientras acercándome a sus pechos empezaba a besar sus pechos y poco a poco me acercaba a sus pezones.
En ese momento mi tía se apartó de mí solo unos veinte centímetros mientras sus manos estaban anudadas a mi cuello. Sus ojos se clavaron en los míos. – Dios sobrino no sabes hasta qué punto te amo y todo a lo que estoy dispuesta por que seas feliz – me susurro mi tía mientras su cadera empezaba a recorrer la mía. – Nada me importa salvo tu – me confeso mientras de nuevo su boca se lanzaba en busca de la mía y besándome sentía como su mano recorría mi coronilla. – Me encanta tener estos sentimientos hacia ti – me gimió mi tía mientras yo ya había empezado a coronar de besos todo su cuerpo y poco a poco iba recorriendo sus tetas desde fuera a dentro. – Siempre seré tuya – me gimió de nuevo mi tía mientras su cadera cimbreaba de nuevo a lo largo de mi polla y empezaba a puntearla con su vagina en busca de la penetración. – Me hubiese encantado que hace cinco años te hubieses metido en mi cama y me hubieses hecho tu mujer – me dijo mi tía. – No sabes cuantas noches te he deseado – me confeso mi tía. – Tía si cuando tenia catorce años me lo hubieses pedido habría estado dentro de ti no horas, si no días – le respondí mientras justo en ese momento sentía como mi polla es encaraba a su vagina y empezaba a penetrarla. – Dios, si, si, si, si – me dijo mi tía cuando mi glande habiendo entrado por completo en su vagina dama signos de correrse mientras empezaba a sentir como la vagina de mi tía apretaba mi polla.
En ese momento mi única reacción fue echar la cabeza hacia atrás para tomas aire. – Dios Tía no sabes cómo me gusta – le susurre mientras veía como Maina y mi prima Raquel entraban ya vestidas al reservado. Ellas se sentaron en frente de nosotros y se dedicaron a observar. Mi tía se clavaba por completo mi polla dentro de ella mientras su boca no dejaba de devorar la mía. – Dios mío sobrino, dios mío sobrino – gemía mi tía sin parar mientras subía y bajaba delante de mi a lo largo de toda mi polla. Mi tía se movía delante de mi mientras veía como delante de nosotros Maina y Raquel se besaban a la vez que llevando sus manos a la vagina de la otra se daban placer. – Tía quiero decirte que te quiero, te quiero desde que tengo uso de razón – le confesé mientras veía como mi tía me daba a beber de sus pechos. – Sobrino soy solo tuya, tuya para siempre – aulló mi tía mientras de nuevo se corría y esta vez yo me derramaba dentro de ella.
Mi tía me dejo que me corriese dentro de ella hasta el final y de nuevo volviendo a la mesa se quedo abierta de piernas poniéndose a disposición de Maina y de mi pima para que limpiasen su coño. Después por supuesto de venir ambas hasta mi y compartiendo mi polla dejarla limpia.
Una vez que terminamos mi tía vino a sentarse a mi lado y besándome me agradeció los cuidados y atenciones que había tenido tanto con ella como con su hija y con Maina.
- Sobrino, eres el amante perfecto – me confeso mi tía. – Tenemos que mantenerlo en secreto, pero eres el mejor con diferencia de todos los hombres que han pasado por mi vida – me confeso mi tía mientras inclinándose sobre mi polla mi tía me la chupaba y me la dejaba limpia de la saliva y de Raquel y Maina.
En ese momento nos vestimos y después de pagar nos fuimos a casa a dormir. Maina me dijo que esa noche vería genial que Laura y Raquel durmiesen conmigo mientras ella iba a dormir a su habitación. Raquel le dijo que ella prefería que su madre y yo durmiésemos solos y si ella lo aceptaba dado que su niña estaba con su padre se quedaba a dormir con ella.
Así fue como llegando a mi casa mi tía se vino a mi cama a dormir conmigo mientras Maina y Raquel se iban a la habitación de mi negra.