Trabajando con mi Tia Laura 3

Comienzo por fin mi primer día de trabajo mientras vamos resolviendo los problemas típicos y aparece una nueva incorporación Magda.

Muchas gracias a todos por el apoyo y la buena acogida de todos los lectores.

Continuamos con los personajes como siempre parecidos aquí aparecerá la nueva incorporación Magda . Y mi negra de la que he encontrado una foto mejor.

La noche acabo de una manera relajada y con una maravillosa mamada de mi diosa de ébano que acompañándome a mi cama se acostó conmigo. Al amanecer me desperté con mi polla encajada entre sus piernas.

Esta al sentir como me despertaba me acompaño a la ducha y mientras me duchaba le fui contando como debía comportarse esa noche. Mientras Maina me mamaba la polla yo me terminé de duchar y salí de la ducha en la que ella se entretuvo secándome. – Por favor tómame – me pidió mientras colaba su menudo cuerpo entre el lavabo y mi persona y su culo se restregaba con mi erección. En ese momento guie mi polla entre sus piernas y perforé su vagina. Note como la corona de mi glande recorría todo su canal vaginal y se alojaba dentro de ella que a través del espejo clavaba su mirada en la mía. – Te gustara siempre que sea tu primera follada de la mañana – me pregunto. – Por supuesto que me encanta y siempre me encantará – le respondí mientras no paraba de clavarme dentro de ella. Mi negra suspiraba con mis acometidas y no tardo en derramarse por tercera vez mientras me derramaba dentro de ella. – Me encanta despertar así contigo – me dijo mientras girándose se tragaba mi polla y la dejaba limpia de nuevo. – Déjala con mi saliva para tu tía – me dijo mi negra.

Sin más dilación nos salimos del baño y mi negra me ayudo a vestirme pero al ver la hora yo terminé de vestirme ella se fua a prepararme el desayuno. Desayunamos juntos mientras de nuevo los de la mudanza hacían acto de presencia y terminaban de amueblar el piso. Me despedí de mi negra mientras me encaminaba a la oficina de mi tía en moto.

Al llegar a la oficina subí a mi despacho y vi lo que me había dejado mi tía en el mail para empezar a trabajar. Me concentré en el trabajo y empecé a preparar propuestas para cada producto. Sobre las once de la mañana mi tía apareció en mi oficina. – Necesito hablar contigo – me dijo y sentándose delante de mi mesa me conto que una de sus cuentas más importante parecía que se diluía. Mi tía me conto que era una cuenta importantísima para la empresa y que si la perdíamos tendríamos problemas. – Convoca una reunión con ellos – le dije a mi tía. Está cogiendo su móvil llamo al responsable y hablando con ellos nos convocó para dentro de una hora en su oficina.

Mi tía se notaba nerviosa y me dijo que como novato que era la acompañase a la reunión pero que la dejase hablar a ella. Salimos de la oficina y cogiendo un taxi llegamos a la puerta de oficina de este cliente tan importante. Subimos a la recepción de la oficina y esperamos a que una secretaria nos acompañase hasta la sala de reuniones de la empresa. Mi tía y yo nos sentamos en un lateral de la mesa y esperamos a que llegase el responsable de la empresa.

De repente apareció, para nada la esperaba así. Al abrir la puerta Magda hizo acto de presencia. Aquella enorme mujer de nacionalidad Escandinava vino a saludarme con dos sonoros besos mientras malamente saludo a mi tía.  Magda se sentó en frente de nosotros y entonces me pude fijar bien en aquella mujer, alta, altísima encajada además en unos taconazos de dieciocho centímetros blanca como la leche con unos ojos azules de un color muy vivo clavaba su mirada en mi mientras sentía como me atravesaba. Sus largas y torneadas piernas hacían que sus rodillas quedasen por encima de la altura de la mesa. Mientras veía como de lado a la misma clavaba su mirada en la mía a la vez que de un rápido vistazo recorría su delgado cuerpo coronado por dos maravillosas tetas. Al girarse hacia mí al estar enfrente de nosotros casi dejaba fuera de su campo de visión a mi tía.

Como digo casi ignoraba a mi tía por completo y clavando su mirada en mi comenzó a hablar. – Bueno empecemos por que es viernes y quiero irme a casa – comenzó a hablar. – Y la inútil de mi secretaria no se conde esta – dijo mientras de soslayo se giraba y miraba a mi tía Laura. – Bueno dime tu – dijo mientras se dirigía a mi – por que no debemos de dejar de trabajar con vosotros – me dijo mientras callaba a mi tía que iba a empezar a hablar. – No quiero tus motivos Laura quiero saber los suyos – puntualizo señalándome a mí.  Yo por un momento dudé y le respondí – La agencia de doña Laura lleva mas de quince años trabajando para vosotros – le dije. – El tiempo no es excusa, a un caballo viejo se le jubila y se corre con otro – me respondió ella. – Por supuesto – le respondí yo. – Pero a lo largo de estos quince años el caballo viejo os ha hecho ganar mucho dinero gracias a las campañas que os ha creado – le puntualice. – Y no ha parado de renovarse antes que las tendencias del mercado se mostrasen como tales – sentencie. – Creo que la agencia se merece la oportunidad de hacer la próxima campaña antes de que los carroñeros acampen a vuestras puertas – le dije mientras la misma mirada que ella me clavaba a mi yo de igual manera le respondía a ella.

Por un momento aquella mujer tamborileo sobre la mesa meditando su decisión. – Esta bien tienes razón en que gracias a vuestras campañas hemos ganado mucho dinero – dijo ella. – Quiero que seas tu nuestro responsable de enlace con vosotros a partir de ahora – adjudico mientras miraba a mi tía. – Y quiero que seas tu quien hable conmigo – me dijo a mí. – Dame tu número niño – me dijo mientras de su bolso sacaba su móvil. Yo se lo di y ella me dijo ya tienes el mío, mientras me dejaba una llamada perdida en el móvil. – Espero que no me decepciones Laura – dijo mientras se levantaba y ahora rodeando la mesa venia a mi encuentro a darme dos besos. – El lunes os mandamos por mail el producto y condiciones que queremos y quedo a la espera de recibir por la tarde vuestra propuesta – nos dijo mientras salía de la sala.  Mi tía me dijo que saliésemos de allí.

Una vez en la calle nos dimos cuenta de que la reunión había durado algo mas cinco minutos de reloj. – Sobrino eres un genio – me dijo mi tía mientras encaminándonos a una cafetería cercana nos sentábamos a tomas algo. La mas sutil que pude, le comenté a mi tía que Magda estaba sentada al final de la terraza y hablamos de lo humano y lo divino.

En un momento la pelirroja discutió con el hombre que estaba hablando y de muy malas maneras este salió de la terraza – Maricón picha floja ya me encargare de que tu mujer sepa quién eres – le vocifero Magda mientras el tío en cuestión abandonaba la terraza y salía por la esquina calle adelante.

Magda se quedó allí sentada sola mientras intentaba tranquilizarse daba cortos y compulsivos sorbos a su te. Mientras mi tía y yo continuábamos en la terraza tomándonos un refresco. – Voy a ir un momento al baño – le dije a mi tía mientras entraba en el restaurante y bajaba a la planta de abajo para entrar en el baño. Mientras estaba miccionando en uno de los wáteres de pared vi como Magda entraba. Se giraba hacia mí y me decía – En la reunión le has echado huevos – me dijo. -Espera que seas capaz de cumplir con tu palabra o tu jefa quedara muy decepcionada – me dijo.  – Eso espero yo también – le respondí mientras antes de girarme me la sacudía y me la guardaba.

En ese momento ella cerro la puerta del aseo por dentro y nos dejo a ambos encerrados dentro del baño. - ¿Tú también estas casado? – me pregunto. – No – le respondí yo. – Solo tengo diecinueve años – le respondí. – Y eres igual de cobarde que todos - me pregunto ella. – Perdona, pero no sé a qué te refieres – le respondí mientras intentaba esquivarla para abrir la puerta del baño. – Espérate solo quiero saber si tienes huevos o eres un mierda como todos lo demás – me dijo mientras su mano ahora se dirigía a mi polla y se percataba de que el mío no era como los que ella debía estar acostumbrada.

– Ya veo que reconoces lo que estas tocando y ahora soy yo el que te pregunta, ¿eres una zorra con todo el mundo o es solo que estas mal follada? – le pregunte mientras su mano aun intentaba encontrar mi capullo para hacerse una idea de la extensión de mi miembro. - ¿Qué? – me pregunto ella completamente alucinada. – Ya me has oído o es que solo buscas casados con la polla pequeña – le respondí mientras no hacia ni el menor movimiento para apartar su mano de mi polla. – Creo que estas muy mal follada – le dije – y unas lecciones de educación no te vendrían mal puta –.

En aquel momento aquella mujer estaba desencajada, con su situación, no estaba acostumbrada a que nadie le hablase así y estaba desbocada. – Mira haz lo que quieras, pero a mí nadie me habla como tu – le respondí. – Ni me agarra la polla – susurre en su oído. – Así que mucho cuidado conmigo – le dije mientras invitándola a apartarse hacia ademán de abrir la puerta. – Espera – me pidió. – No quiero que un mal momento me destroce la vida – me dijo mientras me invitaba a quedarme un momento mas con ella. – Dime lo que quieres y lo hare – me dijo.

En ese momento la miré y viendo la posibilidad de darle un correctivo le dije – Esa bien si quieres una buena polla como la mía la tendrás. Baja mi bragueta – le dije. – Saca mi polla del pantalón – le ordene. Ella lo hizo y los dieciséis centímetros de mi polla en reposo quedaron delante de ella. – Ahora si quieres saber lo que es una buena polla ya puedes empezar a chupármela y si no ya me puedes dejar abrir la puerta – me dijo. – Esta bien tienes cojones – me dijo ella mientras se inclinaba y empezaba a chupármela.

La verdad es que aquella mujer la sabia chupar bastante bien, pero aquello no debía alargarse mas de la cuenta. – Vamos coño que no tengo todo el dia – le dije mientras empezaba a clavar mi polla en su garganta. – Que pasa que las zorras como tu no aprendéis a chupar – le dije mientras tirando de su vestido hacia abajo dejaba sus blancas tetas al descubierto. – Quiero tu polla dentro de mi – me dijo mientras volvía a comérmela. – Tu lo que quieres es que te preñé puta – le respondí. – No, no, de verdad que no – me dijo arrepentida mientras negaba con la cabeza.

En ese momento la hice incorporarse y poniéndola frente al lavabo empecé a restregar mi polla por la raja de su coño. – Esta bien pues si quieres polla te daré polla– le dije mientras me clavaba dentro de ella. – A ti te follan poco- le dije mientras pudiéndole clavar solo una cuarta parte de mi miembro mojada como una catarata sentía lo cerrada que estaba. – Con una polla como la tuya no me han follado nunca – gimió mientras arqueaba su cuerpo. – Y vas a querer que te follé más veces, puta – le dije mientras varias veces sacando y metiendo mi polla no lograba clavarle más de la mitad de mi miembro. – Desde luego me encantaría – me gimió. – Pues ya sabes a portarse bien y a ser educada y tendrás más – le dije mientras no consiguiendo clavarle mas de la mitad de mi polla sentía como ella por segunda vez se corría con las arremetidas que recibía por mi parte.

En ese momento ella se subió y sentando su menudo cuerpo en el pequeño lavabo se sentó con las piernas abiertas esperando que de nuevo me clavase dentro de ella. Me coloqué entre sus piernas y empecé a follarla mientras su vista no perdía detalle de como su coño alojaba solo la mitad de mi polla. La envestí hasta que sentí como se corría por tercera vez y tirando para debajo de su vestido deje libre a la vista sus tetas y su ombligo hasta su cadera. – Te he dicho que tengo prisa coño – mientras me machacaba la polla delante de ella para correrme sobre su cuerpo lanzando un latigazo de lefa que fue desde su mentón hasta un par de centímetros por debajo de sus tetas. El resto de mis lefazos fueron a parar a su ombligo y sus caderas.

Una vez que termine de correrme no quise ni esperarme a que me la chupase para dejar mi polla sin rastro y recorriendo con mi dedo el tallo de mi polla deje que el semen que había quedado en mi uretra fuese a parar sobre sus bragas en las que me limpie la polla. – Venga vístete y sal de aquí – le dije mientras sin limpiarse mi corrida la obligaba a salir del baño. – Quiero que vuelvas a tu trabajo con mi corrida embadurnando tu cuerpo – le respondí mientras ella había hecho un mínimo ademan de limpiarse. La ayudé a bajar del lavabo y tirando de los laterales de su vestido le hice ponérselo mientras sentía como toda mi corrida se restregaba por su abdomen y sus tetas esparcida por la tela del vestido. – Límpiate la boca que llevas ahí uno de mis trallazos – le dije mientras llevando su dedo la ayudaba a recoger los restos de mi corrida y los llevaba a su boca. – Yo nunca … - titubeo. – Tu eres una puta que busca pollas en los baños y te callas – le dije mientras metía su dedo empapado de mi corrida en su boca y ella sin rechistar chupaba. Una vez ella dejo el dedo limpio lo dejo salir de su boca y yo se lo permití. – Así me gusta que seas una zorra obediente – le dije mientras palmeaba su culo.  – Ya tendré oportunidad de follarte mejor otro dia – le dije mientras veía como aquella mujer me miraba encendida como una antorcha a través del espejo. – Lo que tu digas – me respondió ella sin moverse de su sitio a la vez que yo abandonaba el aseo.

En ese momento subí de nuevo las escaleras que me separaban del piso que estaba a pie de calle y saliendo a la terraza me senté de nuevo con mi tía. Esta al verme aparecer me dijo – Me tenías preocupada –. – No pasa nada estaba domando a una leona – le dije a mi tía a la vez que veíamos aparecer a los dos minutos a Magda y parándose en nuestra mesa le decía a Laura. – He pensado que si quieres me puedes pasar la propuesta el martes o el miércoles sin prisa – le dijo a ella. – Y si quieres nos podemos reunir a la hora que me digáis el lunes en vuestra oficina o en la mía – dijo mientras me miraba a mí y mi tía se percataba de las manchas de humedad que empezaban a aparecer a la altura de su abdomen.

Yo casi sin mirarla mientras clavaba la mirada en mi tía que se empezaba a dar cuenta de lo que había pasado me limite a contestarle – Ya te vamos avisando – le dije mientras ni siquiera me dignaba a mirarla. Ella en ese momento se giro y al continuar su paso, deslizo el dedo índice de su mano izquierda por mis labios dejando en los mismos el sabor de su coño mientras desaparecía por el final de la terraza.

Mi tía y yo volvimos a la oficina y de camino le conté la follada que le había dado a Magda en el estrecho baño de la cafetería. Mi tía se puso cachonda como nunca y encerrándonos en mi despacho mientras le terminaba de contar a mi tía la historia mi tía se hacia un dedo.

En ese momento me entro un WhatsApp de Magda en el que me preguntaba si estaba solo. Le respondí que por supuesto. Y entonces ella me mando una nota de voz. La mire con mi tía y ella me pidió que le diese al play “ Me ha encantado lo que has hecho conmigo, nunca nadie en los veinte años que llevo trabajando me ha dado órdenes como tú. No sabes cómo cuento los minutos para verte de nuevo. Me das tu dirección y me paso esta noche a que me des otra sesión de correctivo ”.

– No sabes como me enciende oír a esa zorra hablar tan sumisa – me confeso mi tía que de nuevo volvía a hacer a un lado sus finas braguitas y se empezaba a masturbar de nuevo. De nuevo me mando una nueva nota de voz “ He ido a ver al Sr. Rodríguez Matas después de estar contigo sin limpiarme tu corrida de mis tetas y me ha encantado ver cómo me devoraba con la mirada deseando comerme mientras yo sabía que tu corrida estaba pringando toda mi piel. Estoy tan cachonda que me he encerrado en el baño de mi despacho a hacerme un dedo. Deseo toda tu polla dentro de mí. Quiero todo tu rabo dentro de mi coño de puta. Te necesitoooooooooooooo ” sentencio el mensaje mientras se corría de nuevo y en la grabación dejaba constancia de ello.

– Que necesitada de la polla de mi sobrino esta – decía mi tía mientras me pedía que de nuevo pusiese la grabación y se corría mientras no dejaba de masturbarse.

En ese momento yo le pedí silencio a mi tía y le mande una nota de voz “ Escucha perra, no he disfrutado dominándote, aunque creo que podré llegar a hacerlo si haces todo lo que te digo. Para esta noche tengo plan, pero quiero que durante el fin de semana te dediques a hacer lo mismo que estás haciendo ahora y si el lunes, estas a mi gusto ya decidiré lo que hago contigo. Quiero que me vayas informando de todo lo que haces y me vayas mandando videos. ¿Te queda claro? ”. En ese momento ella respondió escribiendo a mi mensaje - ¿Alguna orden? En ese momento yo le respondí igualmente escribiendo. “ Ve al supermercado y compra zanahorias, calabacines, aguacates y berenjenas a ver hasta donde eres capaz de llegar tanto por delante como por detrás ” y pulse a enviar. “ ¿Por detrás? ” tardo ella en responder un segundo. “ Por ahí nunca ha entrado nada ” me respondió ella. “ Pues ya es hora de estrenarlo a mi me encanta y hará que seas más obediente” le respondí al mensaje yo. Mi tía se había sentado a mi lado y sin parar de follarse con dos dedos se corría disfrutando de los mensajes. – “ Esta bien solo saber qué harás mi culo tuyo me hace correrme mejor y desear aun ser más puta para ti ” me contesto de nuevo. “ Empiezo mi fin de semana ya sabes lo que tienes que hacer ” le dije a modo de despedida. Ella mando varios mensajes mas pero al ver que no le respondía me mando un ultimo mensaje en el que ponía “ Te iré mandando lo que me has pedido amo ”.

Ese dia al ser viernes ya era la hora de irnos de casa mi tía solía ir a su oficina todos los días en taxi, pero al ver que yo había ido en moto me dijo que si podía llevarla en la moto conmigo. Por suerte siempre suelo llevar un casco de repuesto y mi tía colocándoselo se subió en el asiento trasero de la moto y pegando sus tetas a mi espalda se abrazó a mí.

Mi tía se pegó a mi espalda mientras sus manos no paraban de toquetear mi polla por encima del pantalón. Sobrino en cuento lleguemos quiero chupártela hasta que te vacíes en mi garganta – me dijo mi tía mientras su mano envolvía la cabeza de mi polla. Llegamos a mi casa y mientras subíamos en el ascensor mi tía no paraba de refregarse contra mí. – Sobrino no sabes como deseo tragarme tu polla – me dijo mi tía mientras ya en el ascensor se arrodillaba y abriendo mi bragueta me empezaba a chupar la polla. – Joder tía que manera de chupar – le susurre mientras no podía evitar empezar a clavar mi polla en su garganta. Llegamos al piso y abriéndose la puerta del ascensor mi tía me ayudo a guardarme la polla mientras salíamos del mismo.

Por un momento mientras mi tía abría la puerta de su casa fui a la puerta de la mía para ver si Maina nos podía acompañar. Uno de los hombres de la mudanza me dijo que estaba fuera haciendo unas compras y que les había dicho que volvía en un rato.

Volví a la casa de mi tía y le dije que Maina estaba fuera que me tenia solo para ella. – Vaya así que voy a tener la polla de mi sobrino para mi solita – me dijo mi tía mientras desnudándose delante de mí me arrancaba los pantalones y me hacia sentar en el sofá. – Mira cómo me tienes – me dijo mientras ella misma delante de mi se clavaba tres dedos dentro de su coño. – Pues ven aquí que mira como estoy yo – le decía mientras sobaba mi polla delante de ella. – Me encanta saber que te tengo para mí sola sobrinito – me dijo mi tía mientras sentándose a horcajadas encima de mi se clavaba toda mi polla dentro de ella. En ese momento le pedí a mi tía que se dejase clavada por completo y sacando el móvil del bolsillo hice una foto en primer plano que me mande a Magda. – Así es como te quiero el lunes – le puse a continuación. – Así me tendrás – me respondió ella.

En ese momento mi tía empezó a clavarse por completo mi polla poco a poco hasta que llamaron a la puerta. Ella tapándose como pudo salió al recibidor y en ese momento la vi volver desnuda con Maina caminando detrás de ella. – Siéntate ahí – le dije señalando el sillón – y disfruta del espectáculo – le dije mientras las piernas de mi tía me envolvían de nuevo y empezaba de nuevo a disfrutar de mi polla dentro de ella. Maina empezó a llorar y mi tía al verla no pudo evitar descabalgarme ir a su encuentro. – ¿Por qué lloras pequeña? – le dijo mientras levantaba su mentón para poder mirar directamente a mi tía. – Para mi no hay nada mas bello que un familiar enseñando a un pequeño vástago de la familia – le confeso Maina.

– Quieres prepararme para él – le pregunto mi tía. – Por supuesto – respondió ella que en ese momento sin ninguna dilación se dirigió a darle placer oral a mi tía. Está de pie delante de ella se estremeció al empezar a sentir las acometidas que le daba mi negra en el coño a mi tía. Mi tía se agarraba a los hombros de Maina mientras la boca de esta no paraba de recorrer su coño devorando cada poro de su piel haciendo que mi tía fuese incapaz de mantener el equilibrio y cayese en el sofá mi lado mientras mi negra sin soltar a su presa no paraba de tragar los jugos de mi tía.

Mientras la boca de mi negra devoraba el coño de mi tía aquella mujer me quería demostrar que a imaginación y recursos nadie la ganaba y al tiempo que se comía el coño de mi tía que a mi lado no dejaba de gemir de placer con su mano izquierda gracias a todos los fluidos que salían de mi tía empezó a follarle el culo al tiempo que su mano derecha empezaba a pajear mi polla. – Eres preciosa y toda una hembra – le dije cuando su mirada se encontró con la mía. Vi como se iluminaba su mirada mientras no paraba de darnos placer a ambos.

De repente mi negra se incorporo cuando el coño de mi tía por tercera vez llenaba la cara de Maina de flujos y se lanzo a chupar mi polla mientras después de cuatro acometidas volvía a comerse el coño de mi tía para ir alternando entre ella y yo y darnos placer a los dos.  Mi tía se corrió de nuevo en la boca de Maina y esta vez la hizo girarse para que yo girase hacia ella y posicionándome entre sus piernas le empezase a clavar mi miembro. – Me ha dejado completamente abierta para ti – me susurro mi tía que retorciendo sus pezones me invitaba a introducirme dentro de ella.

Yo no dude un segundo y empecé a perforar a mi tía mi negra a su lado a los pies del sofá se deleitaba comiéndose ahora los pezones de mi tía. – Desde luego eres una bendición hija – le decía mi tía mientras guiaba su cabeza según su placer de un pecho a otro. A mi el morbo de ver como se devoraban entre ellas y como Maina ahora besaba a mi tía me supero y sacando mi polla del coño de mi tía me masturbe echándome hacia delante todo lo que podía para correrme apuntando a la unión de sus labios mientras no dejaban de besarse.

Uno, dos y hasta seis lefazos salieron de mi polla yendo a parar a la cara de ambas y los pechos de mi tía que mi negra se entretuvo en recoger con la boca y compartir con mi tía. – No hay nada mas bonito y placentero que enseñar a los vástagos de casa – le dijo Maina a mi tía una vez que terminaron de comerse entre las dos mi corrida.

Yo derrotado y agotado me deje caer en el sofá. En ese momento Maina volvió a su actividad principal y viendo que no quedaban restos de lo que allí había pasado sobre su cuerpo se despidió de nosotros para ir a controlar a los de la mudanza y empezar a preparar la cena que teníamos esa noche. – Yo necesito siesta – le dije. -Pues si quieres quédate aquí y yo me encargo de todo – me dijo ella para hacer como siempre que mi vida fuese lo más cómoda posible.

  • Esta bien me quedo aquí y luego voy a casa – le dije mientras desnudo como estaba me dejaba caer en el sofá y mi tía la acompañaba a la puerta. Esta al volver se tumbó delante de mí y me dijo que ahora entendía por que estaba tan encantado con Maina.

Mi tía y yo nos tumbamos y sentir como su culo envolvía mi polla fue el detonante para que durante toda la siesta estuviese follando su coño desde atrás hasta que después de hacer que mi tía se corriese seis veces mas de nuevo rellene su útero con mi simiente.