Tormenta de fuego 3

La historia sigue

Tormenta de fuego 3

HÉCTOR

Ha sido la guardia más larga que he tenido que realizar en mi vida, saber que Miriam se ha ido como se ha ido y que el cabrón de Roberto desaparecido me tiene de los nervios, llevo toda la noche intentando arreglar uno de los camiones para no pensar en nada.

Julia se ha ido derrotada, creo que se ha dado cuenta de la peor forma de lo mucho que ha sido utilizada por Roberto en todos los sentidos, lo siento por ella, pero ha contribuido a romper la relación que acababa de empezar con Miriam por complacer a un ser mezquino y desalmado, al final ella ha perdido tanto o más que yo.

Acabo de terminar mi guardia y me voy a ir a casa de mi hermana, no me apetece estar solo, además Noelia y Sandra siempre me han dado buenos consejos.

MIRIAM

Cuando he recibido el mensaje me ha hecho mucha ilusión, me he vestido nerviosa y apresuradamente, cogiendo las llaves del coche me he encaminado hacia el parque de bomberos, nunca he estado en uno, pero follar con el hombre que amas encima de unos de esos camiones bufff tengo las bragas encharcadas.

Al entrar en el parque a la derecha tienen una especie de sala de descanso con máquinas de café, comida y demás, en una de las mesas se encontraba sentado uno de los compañeros de Héctor ese tal Roberto, ese hombre me da mucho repelús, de lejos se ve lo vació que es por dentro, no se da cuenta de que esa cubierta se le irá marchitando con el tiempo y será él, el que se quede solo en la vida.

Me he encaminado al cuartucho donde tienen todo el material Noelia y Sandra, nunca he estado, pero por sus indicaciones más o menos se donde esta, cuando he abierto la puerta me he encontrado a Héctor sobre la camilla con esta tal Julia encima de él besándole, para mí ha sido como si me metieran un cuchillo al rojo vivo en las entrañas, me he tenido que dar media vuelta porque si me quedaba allí los abría matado del cabreo que ha empezado a crecer dentro de mí.

Al salir corriendo he visto a ese tal Roberto que me ha mirado con una sonrisa que no me ha gustado nada, me ha parecido un carroñero oportunista que saca tajada de las desgracias ajenas, al montarme en el coche me temblaba todo el cuerpo he salido del parking, pero he tenido que parar en una zona de descanso cercana al parque de bomberos porque las manos me temblaban tanto que podría haber tenido un accidente, al pasar un rato me he dado cuenta de que un coche ha aparcado cerca de mío, de él ha salido Roberto, que querrá ahora este, que soy tonta quiere meterse entre mis piernas pues lo lleva claro.

Roberto- Siento que ayas tenidas que ver el espectáculo de Héctor, parece el chico bueno y al final es el peor.

Yo- ¡Deja tus tretas a un lado que te veo venir de lejos!

Roberto- No se dé que tretas hablas, solo he venido a consolarte y para que no estés sola en este momento tan duro.

Joder con el tío este, rebosa cinismo por todos sus poros.

Yo- ¡No me hace falta que un tío de tu calaña me consuele, conozco a los de tu especie demasiado bien!

Roberto- ¡Creo que te equivocas, jamás has conocido a un hombre como yo!

Yo- Si por desgracia para mí y han sido unos cuantos, al principio prometéis hasta la luna, pero al final lo único que dejáis es ceniza en una tierra desolada, no me interesa.

Roberto- Pero (totalmente sobrepasado)

Yo- ¡No hay peros que valgan, ahora te agradecería que te apartaras, tengo un sitio a donde ir y para ir allí no te necesito para nada!

Arranque el coche y me he dirigido a la casa de Noelia y Sandra con la esperanza de que se encontraran en casa, cuando he llegado y he llamado al portero automático ha sido escuchar sus voces y ponerme a llorar como una magdalena, al subir en el ascensor no sabía como decírselo, joder Héctor era su hermano pequeño.

Sandra me ha abierto la puerta y me ha visto tan hecha polvo que mee ha abrazado sin hacer preguntas, Noelia se encontraba detrás ha hecho lo mismo

Noelia- ¿Qué ha pasado Miriam?

Yo- He recibido un mensaje de Héctor para que fuera al parque de bomberos y cuando he llegado, le he visto sobre la camilla con esa tal Julia sobre él besándolo (con la voz entrecortada, llorando a moco tendido).

Noelia- No puede ser, conozco a mi hermano (totalmente asombrada)

Sandra- Miriam, todo ha podido ser un malentendido, deja que se explique si al final te ha sido infiel nosotras te apoyaremos.

Noelia- Si te ha sido infiel seré la primera en partirle la cara, pero como digo aquí algo huele mal.

Yo- ¿Chicas podría pasar aquí la noche?, no me apetece volver a mi casa.

Sandra/Noelia- Sin problema.

No he querido seguir hablando más, me he puesto una camiseta que me ha dejado Noelia y me he metido en la habitación de invitados, pensando que ojalá todo haya sido un malentendido y tenga una explicación razonable, me he dormido con el móvil entre las manos como no me fiaba de nadie grabe la conversación que tuve con ese sujeto por si las moscas.

HÉCTOR

Acabo de aparcar cerca de un parque que se encuentra a cincuenta metros de la casa de Noelia y Sandra, el camino me ha servido para calmarme y dejar de llorar, tengo llaves, pero he preferido llamar para que supieran que era yo, Noelia me ha abierto la he notado muy fría seguro que habrá hablado con Miriam, joder la que me va a caer encima sin haber hecho nada malo.

He llegado al piso y he tocado el timbre, se ha abierto la puerta y me he encontrado con mi hermana y cuñada con una cara de pocos amigos que me he asustado y todo, me han dejado pasar y me he sentado en el sofá.

Noelia- ¿Qué has hecho hermanito?

Yo- ¡Nada hermanita te lo juro, ha sido una trampa urdida por Roberto con la colaboración de Julia!

Sandra- ¿Qué hacia Julia contigo en ese cuarto?

Yo- ¡Me ha visto colocándolo todo y me ha pedido si me dejaba ayudarme, no he visto nada malo en ello, se ha comportado normal hasta que ha recibido un mensaje al móvil y después se me ha echado encima!

Noelia- Miriam está hecha polvo, tienes muchas explicaciones que dar.

Yo- Le daré todas las explicaciones que hagan falta, yo no le he sido infiel os lo prometo (llorando a mares).

Entonces he visto como la puerta de la habitación de invitados se ha abierto y de él ha salido Miriam, incluso recién levantada y con los ojos rojos de haber llorado mucho está preciosa, yo intentaba dejar de llorar, pero me era imposible solo esperaba no haberla perdido.

MIRIAM

Estoy en el cuarto, no he dormido ni una hora, de repente h escuchado voces y he reconocido las voces de Noelia, Sandra y ostias la de Héctor, no me encuentro preparada para enfrentarme a él, he decidido pegar la oreja a la puerta y escuchar la conversación, no se si es porque estoy enamorada, pero todo de lo que he escuchado de la boca de Héctor me ha parecido verdad, está tan hecho polvo como yo.

He decidido salir y mirarlo a la cara, lo que he visto ha hecho que el alma se me caiga a los pies, si me ha quedado algo claro es que Héctor no miente, pero de todas formas escucharé sus explicaciones y yo tengo la grabación preparada por si acaso.

Héctor- Cariño, yo no te he engañado, tienes que creerme (le temblaba hasta la voz)

Me he ido acercando poco a poco hasta llegar a él.

Yo- ¡Explícate Héctor, si lo que me cuentes no me convence lo nuestro habrá acabado antes de empezar!

Héctor- Te lo juro Miriam, yo he ido al almacén para ordenar el material que Noelia y Sandra no les ha dado tiempo a colocar, al rato ha entrado Julia y me ha dicho que podía ayudarme pues había bastantes cajas, yo no he desconfiado de ella.

Yo- ¿Por qué?

Héctor- Porque el otro día la noche antes de conocerte ya me dejo claro que el tío que le gustaba a ella era Roberto y Noelia y Sandra estaban de testigo.

Noelia y Sandra han asentido con la cabeza corroborando lo que un Héctor destrozado me estaba contando, la verdad es que yo no estaba mucho mejor que él.

Yo- ¡Sigue!

Héctor- Todo iba normal hasta que a la hora o así ha recibido un mensaje en el móvil y me ha pillado desprevenido porque estaba de espaldas a ella colocando material en las baldas de encima de la camilla, te juro que me he resistido, lo demás ya lo sabes.

Ya veo por lo que parece esa serpiente de Roberto lo ha planeado todo y ha utilizado a la tonta de Julia para tendernos una trampa a Héctor y a mí, me he acercado totalmente a un Héctor arrasado en lágrimas, está sentado en el sofá y yo me he sentado encima de él besándole en la boca.

Héctor- ¿Me crees Miriam?

Yo- Si, tu confesión cuadra con lo que me ha pasado a mí después, lo he grabado en el móvil para que no haya malos entendidos.

He puesto la grabación de la conversación que he mantenido con Roberto, Héctor tenía los ojos infectados en sangre si lo tiene delante lo parte en dos, he vuelto a besar a Héctor, me he dejado llevar por mis miedos, en el pasado ya me habían engañado y me cuesta confiar en la gente, pero Héctor ha demostrado ser diferente, Noelia y Sandra se han despedido de nosotros alegando que tenían que hacer unos recados, en cuanto han salido de casa lo primero que he hecho ha sido bajarle los pantalones a Héctor y meterme su polla en la boca, me está sabiendo mejor que nunca.

Escuchar los gemidos del hombre que amas es una experiencia única, yo me he empezado a tocar por encima de unas bragas totalmente encharcadas, luego tendré que comprar una para poder ir a mi casa porque estas están tan mojadas que su único camino es la lavadora.

Héctor me ha parado antes de correrse, me ha dicho que lo que más quería en este mundo era volver a sentirse dentro de mi, me he puesto de pies y quitándome las bragas me he vuelto a sentar sobre él, no se si ha sido el mal rato pasado o que, pero según ha ido entrando en mi vagina la he notado más grande que nunca, cuando mi coño a estado preparado Héctor ha empezado a bombearme con mucha fuerza, parecía que quisiese desprenderse de toda la tensión acumulada en toda la noche.

Yo- Perdóname Héctor, por haber desconfiado de ti (entre jadeos)

Tengo la cabeza apoyada en su hombro y casi no puedo hablar, pero necesito decírselo, entonces él me ha contestado.

Héctor- Perdóname tú a mi, soy demasiado confiado con la gente, no volverán a pillarme en otra así te lo prometo, mi amor y todo mi ser es tuyo.

Las embestidas cada vez son más rápidas y profundas, lo noto adentro del todo y el placer es indescriptible, ya no aguanto más y grito mi primer orgasmo miro a la cara a Héctor y veo una sonrisa dibujada en su rostro, me imagino que en el mío habrá otra, pero no tengo más sentidos para darme cuenta de eso, están ocupados sintiendo un placer absoluto.

Héctor ha seguido penetrándome hasta sacarme otro orgasmo más, entonces se ha salido de mi y se ha tumbado en el sofá, quiere que lo cabalgue y así lo are, hoy solo cabe el placer de ambos, en esa postura me noto más llena que antes y se me caen lágrimas de felicidad parece que mi cuerpo está sintiendo más que nunca, espero que a Héctor le esté pasando algo parecido.

Esta a punto de llegar y le imploro que aguante un poco más, que yo también estoy a punto de llegar y quiero que lleguemos juntos, Héctor sonríe y aguanta hasta al final hemos gritado el orgasmo al unísono, hemos terminado yo encima de él intentando recuperar el aliento pero con una sensación de plenitud absoluta.

HÉCTOR

Miriam me ha dicho que ha pedido la mañana libre, pero yo tengo que volver, le prometí a Anselmo que le ayudaría y a eso voy, Miriam se ha metido en la ducha, tiene el cuerpo más hermoso que haya visto en mi vida, si ya estaba coladito por ella esta noche me he colado del todo, me he puesto a preparar algo para comer antes de volver al parque de bomberos y he esperado a que mi musa salga de la ducha, la cara que trae ahora no tiene nada que ver con la que tenía hace un rato, rebosa felicidad y no es para menos, es la correcta no tengo ninguna duda y espero haberle demostrado que yo soy en correcto para ella.

Yo- Cariño he preparado algo para comer.

Miriam- Cariño que bien me ha sonado eso (ruborizándose).

Yo- Te mereces eso y más, cuando terminemos de comer tengo que volver, tengo que ayudar a Anselmo en una investigación.

Miriam- Bien pero ten cuidado.

Yo- Lo tendré.

Miriam se ha quedado recogiendo el desastre que hemos creado en la sala de estar y yo me acabo de sentar en el asiento de mi coche y siento como si me habrían quitado un peso enorme de encima, tengo que centrarme en inspeccionar bien esos edificios, si Anselmo está en lo cierto puede que estemos todos en peligro.

He aparcado el coche en mi raya del párquing y lo primero que me he encontrado al entrar es al capullo de Roberto con una sonrisa de triunfados, pobre infeliz, no tiene ni idea que Miriam tiene la conversación de anoche grabada en el móvil, se que el infeliz no se ha comido nada con Miriam y espero que lo de anoche le sirva a Julia para mandarlo a la mierda.

Al pasar a su lado el atontado ha hecho un comentario que me ha encendido del todo.

Roberto- Como folla esa pelirroja se ve que estaba muy necesitada (riéndose)

Recordando lo que me había contado Anselmo de esta lombriz he decidido hacer caso omiso, pero el cabrón seguía riéndose y no me he podido aguantar, dando media vuelta me he acercado a él y le he soltado una ostia en toda la cara que ha hecho que se caiga del capo del coche donde estaba sentado, le he cogido de la camisa y le he dicho.

Yo- Tú vuelve a meterte en mi relación, la siguiente vez vas a ir dejando dientes desde aquí hasta el dentista que te los tendrá que volver a ponértelos, ¿te ha quedado claro?

Mientras le decía eso le he estampado la cara contra el capo de su coche, Roberto estaba asustado, de repente la puerta del maletero de su coche se ha abierto y me he acercado a cerrársela, el tío estaba paralizado del miedo, me he fijado que en el maletero tenía cuatro bidones no se dé que, pero por el olor parecía ser disolvente y en la parte de atrás de su coche tenía otros dos, Anselmo a salido hecho una furia pegándome gritos y me ha exigido que subiera a su despacho inmediatamente.

Anselmo- ¿Se puede saber qué haces animal?

Yo- ¡Poner en su sitio al muñeco!

Anselmo- ¿A qué cojones viene eso de muñeco?

Yo- Pero no le ves parece un Ken de esos que le comprabais a Noelia, pero eso no es lo más preocupante, lleva cuatro bidones en el maletero y dos más en la parte de atrás del coche.

Anselmo- ¿Suena muy sospechoso sabes de qué son?

Yo- Por el olor parece disolvente.

Anselmo- Mantenlo vigilado y si sale ve detrás de él, y no le vuelvas a poner la mano encima ostias que nos vas a buscar la ruina a los dos.

Conté a Anselmo lo que había pasado la noche anterior, no se lo podía creer, una cosa era que ese tipejo fuera sobrino de uno de los jefazos, pero su forma de actuar dejaba mucho que desear, desde que llego no paraba de cabrear a toda la gente, el día a pasado relativamente tranquilo he salido a un par de pequeñas emergencias, pero nada grabe en una de ella he tenido que bajar un gato de un árbol como Superman pero yo con escalera claro.

Roberto no se ha movido del parque de Bomberos en todo el día, tal vez no sea el pirómano, pero para qué quiere tanto disolvente, parece que se dispone a pitar un edificio entero, a la hora de salir me he dispuesto a seguirle, entonces a aparecido Anselmo y me ha dicho.

Anselmo- ¿Me voy contigo, te parece bien?

Yo- Si, mejor dos que uno, que nunca se sabe.

Hemos comenzado a seguirlo a una distancia prudencial, se ha pasado dos horas dando vueltas por aquí y por allí, estoy seguro de que estaba haciendo tiempo, se ha detenido en el aparcamiento de una antigua fabrica, es un sitio ideal para hacer trapicheos pues está apartado y la policía no suele pasar por allí.

Ha salido del coche y nosotros hemos hecho lo mismo entonces ha aparecido un tío, llevaba capucha, han estado hablando un rato y ese hombre le ha pagado por los bidones, y acto seguido se ha quitado la capucha, tenía medio rostro quemado, pero no podía evitar pensar que ese rostro se me hacía familiar, he mirado Anselmo y estaba blanco como si hubiera reconocido a ese hombre.

Yo- ¿Qué pasa Anselmo reconoces a ese hombre?

Continuará.