Toque, toque
Piensa en la primera vez, no de sexo sino que te tocaron, como la suave y caliente piel se acerco a ti...
Quien iba a pensar que con el paso de lo años nos volvemos mas esencia pura o rancia, y que el pasado se convierta en una suerte de reminiscencias, como la de la piel, quien ha de acordarse en la primera vez que le tocaron, no digo la primera vez de haber tenido relaciones sexuales no. Hablo del contacto puro, sencillo, ameno, sensual, de la piel. -Esa que apenas se inicia- en aquellos años en los avatares del placer.
Se viene a mi memoria, quien oso en ese instintivo arte de solo tocar, y recrearse en ello. Que éxtasis al sentir una delicada caricia que te recorre alguna esquina del cuello, o simplemente las de los dedos que transitan por la algún rincón menos común que despierta la sensación de escalofrío en el cuerpo, o en alguna parte sútil mas escondida a simple vista. Es placentero adentrarse es esos recuerdos, no como anécdota de lo vivido, sino como vivencia aprendida y disfrutada queramos o no. Como aquella o aquellas primeras veces nos sumergimos en un nuevo mundo, en unas dimensiones poco conocidas, que partieron del deseo nato de querer acariciar, despacio y lentamente, a la piel, como la suave ala de una mariposa que vuela mientras la brisa la lleva, semejante a tocar con las punta de los dedos un muslo, una cadera, el vientre y subir subir o bajar bajar Vaya recuerdos esos de la piel y de su toque