Toni, mi nuevo vecino – (6)

-“Eres un poco cerdo Hugo, no hace ni 20 minutos que te has corrido y ya estas otra vez pensando en lo mismo, jajajaja” dije yo, a pesar que la idea me parecía grandiosa. Los tres amigos cada vez mas salidos continuan con el sexo

Nada más despertar el sábado tenía un WhatsApp de Toni:

-“Nene, me ha escrito Hugo, que esta noche tampoco están sus compañeros de piso y quiere que le hagamos otra visita. Yo hoy no puedo, que celebramos el cumple de una prima mía”.

-“Pues dile que otro día entonces”

-“Oye, que si tú quieres ir y metérsela un poco en ese culito blanquito, que a mí no me importa, no me voy a poner celoso, jajajaja”

-“No se tío, me da cosa ir yo sólo”

-“Vaya un soso, bueno yo te paso su móvil y lo habláis vosotros”.

Recién levantado y ya estábamos hablando y pensando en follar de nuevo, no me convencía mucho la idea, vamos convencerme sí, me molaría poder disfrutar de nuevo del cuerpo de Hugo, pero ir sólo me daba un poco reparo. En todos mis encuentros sexuales con otro hombre siempre había estado Toni. Me puse a estudiar un poco y a media mañana decidí escribir a Hugo.

-“Hola nene, soy Richi, me ha pasado Toni tu móvil. Me ha contado lo de esta noche, pero no lo tengo muy claro”

-“Joder, pues te vienes, cenamos algo, y ya vemos lo que va pasando, no tienes que subir ya desnudo por el ascensor, jajajaja”

-“No quiero que Toni se mosqué conmigo, tengo una relación muy buena con él y aunque me ha dicho que no le importa, no lo tengo claro. No lo veo.”

-“Espera a ver si te ayudo a decidirte”

Nada más decir eso, recibo una videollamada por el WhatsApp de Hugo. Al encenderse la cámara, veo que me sonríe, me guiña un ojo y deja el móvil sobre el escritorio de su habitación y se retira un poco hacía detrás. Llevaba una camiseta de tirantes roja y unos pantalones grises cortos de deporte. Se dio un par de vueltas para que le viese bien. Sujetó su camiseta por la parte inferior y poco a poco se la fue quitando. Según iba subiendo mi polla se iba poniendo dura. Pasaba su mano su pecho, ese torso delgadito y tan blanquito que tanto me ponía. Recorría con su mano su pecho hasta bajar a su pantalón y sobar su polla. Lentamente se bajó los pantalones, iba apareciendo un bóxer azul y blanco que le quedaba fenomenal. Se dio la vuelta, con sus manos se iba sobando el culo. Se volvió a dar la vuelta, se acercaba poco a poco a la cámara para que pudiese ver el bulto de cerca. De nuevo dio unos pasos para detrás, puso las manos en su culo y lentamente fue bajando el bóxer, primero pude ver el vello que cubría la base de su verga, seguía bajando despacito el bóxer y comenzaba a aparecer el tronco de su verga. La mía, por aquel momento estaba ya dura por completo. Seguía bajando y bajando hasta que de pronto liberó su polla al completo pegando un pequeño salto. No estaba en su máximo esplendor, pero tenía un tamaño considerable. El glande hasta que Hugo no pasó su mano sobre él no apareció por completo. En varias pasadas de la mano de Hugo por su verga, ésta ya alcanzó su punto de mayor tamaño. Qué maravilla con lo que me estaba deleitando Hugo, deseaba poder estar en su habitación en ese momento. Para terminar el espectáculo, se dio la vuelta, y dejó su culo cerca de la cámara, se agachó un poco y pude ver como se abría delante de mí. Daban ganas de darle una follada brutal. Vi cómo se acercaba al móvil y el vídeo se cortó.

-“Bueno, ¿te he hecho cambiar de idea, o sigues pensando en no venir?”

-“Que cabronazo eres, me has dejando más cachondo que una perro”

-“De eso se trataba, jajajaja. Pues ya sabes, si quieres más, ya sabes donde vivo, no hace falta que traigas nada, yo lo pongo todo. Tu sólo tu cuerpo”.

“Venga vale, esta noche nos vemos”.

-“Esta noche y ahora después de comer, si quieres, jajaja”

-“Vale, ahora te digo”

No quería salir hoy del piso para poder hacer cosas, pero si ya me gustaba bastante la idea de ir en casa de Hugo, aunque tenía el pequeño reparo de ir sin Toni, el striptease que había visto por el WhatsApp ya me había terminado de convencer. Tras comer le dije a mi madre que me iba con unos amigos a hacer un trabajo del instituto a la casa de uno de ellos. Mi madre como solía traer buenas notas no puso reparos. Me arreglé un poco, cogí una mochila para disimular y me fui a casa de Hugo. Antes de todo eso mandé un WhatsApp a Toni para decírselo, y de nuevo me dijo que es lo que tenía que hacer, ir y pasármelo bien.

Por el camino iba pensando en la videollamada tan caliente que me había regalado Hugo, eso hacía que la mitad del trayecto hasta llegar a su casa fuese empalmado. Llevaba unos vaqueros y eso disimulaba la erección. Al llegar al piso de Hugo llamé al timbre, me abrió y según subía en el ascensor, una sensación de nerviosismo recorría mi cuerpo. Ya había estado con él antes, habíamos follado anoche mismo, pero esta vez, el ir solo hacía que todo fuese diferente. El ascensor llegó a su piso, salí al rellano y llamé a su puerta. En pocos segundos oí como se abría la puerta y vi a Hugo al otro lado con su maravillosa sonrisa.

Hugo salió un poco apoyándose sobre el marco de la puerta. Nada más entrar y cerrase la puerta, sentí como Hugo tiraba de mi brazo con fuerza hacía atrás haciéndome girar. Cuando estuve cerca de él, me empujó contra la pared y fue directamente a buscar mis labios con los suyos. Un beso bastante lujurioso me recibió en ese piso. Hugo sujetaba mi cara con sus manos, nuestras lenguas jugaban entrelazadas centro de nuestras bocas.  Nos separamos tras vario rato comiéndonos la boca.

-“Richi, que bien lo vamos a pasar estar tarde, vente vamos a mi cuarto”.

Me llevaba tirando de mi mano hacía su cuarto por el pasillo. Ni que decir tiene que mi polla con ese beso tan apasionado había vuelto de nuevo a ponerse dura por completo. Llegamos a su cuarto y no sentamos en medio de la cama para de nuevo besarnos con pasión. Hugo dejó mi boca, y bajó un poco, subió mi camiseta amarilla que llevaba puesta. De forma muy tierna besaba alrededor de mi ombligo. Poco a poco iba subiendo sus manos, al mismo paso iba subiendo también mi camiseta. Hugo me quitó la camiseta, y de nuevo volvió a darme besos sobre mi pecho.

Con sus manos comenzaba a jugar con mi polla, dura como una roca, por encima del pantalón vaquero. Daba besos por la silueta que marcaba mi verga por los pantalones. Poco a poco fue desabrochando mi vaquero, levanté el culo para que pudiese sacarlos por completo. Mi cuerpo casi totalmente desnudo, solo cubierto por un bóxer rojo que había estrenado esa misma mañana. De nuevo Hugo fue con su boca hacía mi polla, yo deseaba que se metiese ya mi polla en su boca. Pero él decidió seguir jugando, tras dar varios besos en la tela del bóxer y un pequeño mordisco en la punta de mi polla, fue subiendo besando mi cuerpo, hasta llegar a mi boca.

Mientras nos besábamos, fui quitando la camiseta de Hugo, paramos un poco de besarnos para poder sacar su camiseta de tirantes. Tras quitarle la camiseta, me lancé a quitarle el pantalón de chándal gris que aún llevaba puesto. Hugo puso de su parte, en pocos momentos estábamos los dos, de rodillas sobre la cama, solo con nuestro bóxer. Mientras nos besábamos, nuestros torsos desnudos se unían y nuestras vergas duras chocaban dentro de la tela a la espera de ser liberadas. Nuestras manos jugaban cada una con el culo del otro por dentro del bóxer.

Estuvimos un gran rato jugando cada cual con la lengua del otro, yo ya necesitaba chuparle el rabo a Hugo. Según estaba de rodillas sobre la cama le di un pequeño empujón hacia detrás, quedando el gran bulto escondido bajo el bóxer. Por fin iba a liberar la bestia que tenía Hugo guardada. Bajé un poco la tela para que saliese su trozo de carne, con mi mano ayudé a liberarlo. Nada más quedar libre la verga de Hugo acerqué mi boca, abrí mis labios y chupé todo lo que me dio la boca de sí. Que delicia poder chupar de nuevo esa verga, no habían pasado ni 24 horas desde la última vez y había echado mucho de menos ese trozo de carne.

Mi lengua jugaba con su glande, lo lamía como un Chupa-Chups. Hugo estiró sus piernas para cambiar un poco de postura, lo que hizo que pudiese quitarse el bóxer por completo. Con mi mano pajeaba la verga de Hugo, mientras en mi boca introducía sus huevos. Podría estar toda la tarde comiéndole la polla a Hugo. Mientras chupaba su verga, Hugo con sus manos jugaba con mi pelo.

Estaba muy cachondo, todo este rato de besos y el posterior mamando la verga de Hugo me tenía a mil. Hugo también quería probar mi verga. Me tumbé sobre la cama, Hugo bajó y me quitó el bóxer. No tardó en coger mi polla con su mano y metérsela de golpe en la boca. Chupaba mi verga con tal deseo que parecía que le iba la vida en ello. Como siguiese con esa violencia de mamada, no iba a tardar en correrme. Hugo lo notó y paró por un momento de chupar. Se levantó y se bajó de la cama.

No sabía que tenía pensado hacer, pero rápidamente lo descubrí, se arrodilló sobre la cama, tiró de mis piernas hacía él y las subió, dejando mi culo a su disposición. Agachó su cabeza y tras escupir, comenzó a lamerme el culo, jugaba con su lengua, pasaba una y otra vez lamiendo mi agujero, de pronto noté como un dedo quería abrirse camino, costaba bastante, a pesar de lo lubricado que estaba con su saliva. Hugo no era capaz de penetrarme con su dedo. Se levantó a su mesilla y sacó un bote de lubricante. Ahora sí, tras mojarse su dedo y echar bastante sobre mi culo, éste entraba y salía con suma facilidad. Esto hizo que se animase a meter otro. De nuevo costaba un poco, pero mi culo iba dilatando, sus dedos se movían dentro de mí.

De nuevo paró, se acercó a la mesilla y sacó un condón. Si la polla de Toni me hizo un gran daño, esta que era aún mayor me podría destrozar. En ese momento me daba igual, estaba tan caliente que me daba todo igual. Se puso el condón, lubricó de nuevo mi culo y poco a poco se fue inclinando, la punta de su verga ya rozaba mi culo, según se iba abriendo camino dentro de mí, un dolor atroz inundaba mi cuerpo. Me ardía el culo, me dolía todo, pero no quería que la sacase, quería que me follase. Cuando por fin entro más de la mitad de su rabo, Hugo paró un momento para que me fuese aclimatando, momento que aprovechó para tumbarse encima de mí para intentar besarme.

Tras un corto beso y con mi culo ya más adaptado al rabo de Hugo, éste se incorporó de nuevo, agarró mis piernas y me empezó a follar. Primero de manera suave, pero cada vez iba aumentando el ritmo, mis gemidos cada vez eran más fuertes, el cabrón me estaba reventando, me follaba cada vez con más violencia. Yo estaba disfrutando, de la follada. De pronto Hugo sacó su polla de mi culo, se subió en la cama y me indicó que me pusiese a cuatro patas. Él se colocó detrás de mí y de golpe me penetró, haciendo que de mi boca saliese otro gemido bien fuerte. Agarró mi cintura con sus manos y de nuevo volvió a follarme el culo con gran deseo.

Yo no podía más, gemía y gemía sin parar, Hugo soltó mi cadera, puso su mano sobre mi pecho, levantó un poco y con su otra mano me empezó a pajear, ni un minuto tardé en correrme sobre las sabanas de su cama. Con mis últimos gemidos, Hugo paró de follarme, pero aún con su rabo dentro de mí aprovechó para besarme en la espalda. Hugo se bajó de la cama, se quitó el condón y se empezó a pajear, yo me senté sobre la cama, acerqué mi boca a polla, sacaba mi lengua para alcanzar a chuparle el glande y esperaba su corrida sobre mi cara. No se hizo esperar chorros de semen llenaron mi cara por completo. Chupé lo que pude que quedaba cerca de mi boca.

Que follada me había dado Hugo, tenía el culo al rojo vivo, pero lo había disfrutado. Era la segunda vez que me follaban, esta vez había sido mejor aún que la primera. Me fui al baño a limpiarme y al volver ahí estaba Hugo, desnudo aún, con su polla flácida, cambiando la sabana que le había machando con mi leche hace un momento. Nos tumbamos los dos desnudos sobre la cama, nuestras cara de felicidad resumían en momento tan espectacular que habíamos pasado.

El timbre de la puerta nos despertó, nos habíamos quedado dormidos en la cama tras la follada. Nos dimos prisa en vestirnos, Hugo fue al telefonillo a contestar, oí como abría la puerta y volvía de nuevo a la habitación.

-“No te vistas si no quieres, que es Toni, que dice que nos echaba de menos, jajajaja”

Me quedé en bóxer y con la camiseta, Hugo estaba igual. En poco más de un minuto se oyó a Toni entrar por la puerta y fue directo a la habitación de Hugo.

-“Menudos cabrones sois, yo por ahí aburrido y vosotros aquí gozando, os voy a quitar de mi lista de amigos, jajajaja”

-“Como dijiste que tenías cumpleaños hemos tenido que apañarnos como hemos podido, pero no te preocupes que te hemos echado de menos, jajajaja”, contesté a Toni.

-“Si, ya veo, que ni os habéis vestido, seguro que cuando he llamado al timbre alguno tenía el rabo del otro en la boca, jajajaja”

-“No, que va, nos habíamos quedado durmiendo después del ejercicio que hemos hecho, jajajaja”

Tras el comentario de Hugo nos reímos los tres. Fuimos a la cocina a por unas cervezas, yo estaba medio atontado aún de la siesta que nos habíamos pegado después del polvo. Nos fuimos al salón cada uno con nuestra cerveza en la mano, y nos sentamos en el sofá, Hugo y yo seguíamos en bóxer. Toni venía un poco arreglado de la fiesta de cumpleaños.

-“Pensábamos que no ibas a venir, como me ha dicho Richi que tenías cumple”

-“Si tío, iba a ser cena, pero al final mis tíos no podían y ha sido a media tarde, mejor así, el plan nocturno que haya en este piso no me lo pierdo, jajajaja”

Mi deseo sexual ahora mismo estaba un poco aplacado, me dolía el culo bastante, pero Toni había llegado con ganas de sexo, algo tendríamos que hacer porque venir hasta el piso de Hugo para no follar con alguno no creo que lo hubiese hecho. Me levanté del sofá para ir a la cocina a por más cerveza. Al llegar de nuevo al salón vi que hacía comenzado la fiesta. Hugo y Toni se besaban y se sobaban sus pollas con deseo. Yo seguía ahí de pie, con mi cerveza en la mano observando lo que hacían mis amigos. Poco a poco me empecé a calentar, mucho más al empezar a quitarse ropa, Hugo se quitó la camiseta que llevaba, Toni hizo lo mismo con el pantalón vaquero y la camisa.

Sus pollas a pesar de seguir dentro de sus bóxers, ya se notaban bien duras, la mía poco a poco iba ganando en tamaño. Estaba disfrutando de la escena en plan voyeur, saboreando la cerveza, y sobando mi polla por encima del bóxer. Toni se puso de pie sobre el sofá, sentándose sobre el cabecero, Hugo se puso de rodillas, y bajó el bóxer de Toni, agarró su verga y la descapulló, en pocos segundos ya la tenía dentro de su boca. Yo dejé mi cerveza y me fui acercando poco a poco a Toni, no podía ser un mirón más tiempo, tenía que participar yo también y unirme a la fiesta.

Me acerque a Toni y comenzamos a besarnos tras el sofá, el disfrutaba de la felación que le estaba haciendo Hugo. Toni alargó su mano para entrar dentro de mi bóxer y agarrar mi rabo. Tiré de mi bóxer hacia abajo para poder liberar mi verga y que Toni pudiese maniobrar a su antojo. Con mi mano sobaba la espalda de Toni y la cabeza de Hugo, mientras seguíamos besándonos. Hugo soltó la verga de Toni y dijo: “Que ganas tengo de follarte niño, quiero follarme otro culito, que el de tu amigo esta tarde ya le he probado, jajajaja”

Hugo se levantó y fue a su cuarto a por condones, mientras Toni se bajó del sofá. Ahora nos besábamos de pie, rozándose nuestras vergas y nuestros torsos desnudos. Hugo no tardó en volver, con la caja de condones y el lubricante. Enganchó a Toni del brazo y le llevó contra la mesa. Hugo que aún seguía con su bóxer puesto se lo bajó, se puso el condón y se untó lubricante en los dedos para echárselo por el culo de Toni. Éste se tumbó sobre la mesa dejando su culo en el borde.

Tras untarle el lubricante en el culo, Hugo cogió a Toni, le subió sus piernas y las apoyó sobre sus hombros. Sujetando a Toni de los muslos, le llevó hacía él y de un golpe seco le clavó su tremenda verga en el culo. Toni no pudo reprimirse y del dolor que le había producido soltó un grito bastante fuerte. Yo por mi parte estaba muy caliente. Y ver a Hugo follándose a Toni sobre la mesa del salón me estaba excitando al máximo. Cogí un condón, me lo puse y fui directo a por el culo de Hugo.

Me acerqué por detrás, con mi mano acerqué mi polla a su agujero y poco a poco se la fui metiendo. Tras estar dentro de él por completo le abracé poniendo mis brazos sobre su pecho, con mi boca besaba su espalda y su cuello. Los movimientos que hacía Hugo para follarse a Toni eran los que producían mi follada. Los tres gemíamos apasionadamente. Los vecinos deberían estar flipando con nosotros. Ahí seguíamos los tres enganchados.

Yo estaba a punto de correrme, normalmente aguantaba algo más, pero cada vez que hacemos un trío mi leche aparecía antes. Saqué mi polla del culo de Hugo y me quité el condón. Fui por un lado de la mesa para acercarme a comerle la boca a Toni. Ellos seguían con la follada. Tras besar a Toni y ver su rabo duro rebotar sobre su pecho por la follada decidí irme hacia él. Le sujeté la polla con la mano y la metí en mi boca. Que rica estaba, no se cual me gustaba más, si la de Toni o la de Hugo, me volvían loco las dos.

Estuvimos así un rato hasta que Hugo dejó de follar a Toni, se quitó el condón y se vino hacia mi lado. Toni se incorporó y se bajó de la mesa para sentarse en una silla, Hugo por un lado y yo por otro, acercamos nuestras pollas a su boca. Primero agarró la verga de Hugo con la mano y se metió la mía dentro, que bien mamaba Toni. Al rato hizo al contrario metiéndose la polla de Hugo en la boca. Yo estaba muy próximo a echar mi leche. No tardé mucho más, fue juntar mi glande con el de Hugo y pasar Toni su lengua por encima, lo que hizo que me corriese sobre el rabo de Hugo, el semen salió disparado contra su pecho y su vello púbico. Parte de su polla estaba repleta de semen también. Esto hizo que Toni se la tragase casi entera para limpiarla. Hugo no tardó en descargar en la boca de Toni. Éste no desperdició ni una gota.

Ahora ya tras haber descargado nuestra leche, nos agachamos Hugo y yo para lamer el rabo de Toni, sacamos nuestras lenguas y chupábamos su glande. Toni se pajeaba con fuerza hasta que varios chorros de semen salieron de su polla. Hugo quería saborear aquel manjar, lamió el semen de mi cara y tras tragárselo me besó para quitarme el semen que había sobre mis labios.

Fuimos los tres al servicio a limpiarnos, estábamos ahí en el baño, todos con un poco de semen aún en nuestros cuerpos. Nos fuimos duchando poco a poco. Según salíamos del baño ya limpios fuimos buscando nuestras prendas que estaban repartidas por la casa de Hugo.

Era muy tarde ya, tendría que irme a casa, mi madre lo de estudiar iba a empezar a no tragárselo ya.

-“Me encantan estas visitas que me hacéis en mi piso. Ojalá mis compañeros de piso fuesen tan animados como vosotros, jajajaja. Oye lo que deberíamos hacer este verano es irnos de vacaciones los tres. Ir a la playa y pasarnos las vacaciones follando como locos”

-“Eres un poco cerdo Hugo, no hace ni 20 minutos que te has corrido y ya estas otra vez pensando en lo mismo, jajajaja ” dije yo, a pesar que la idea me parecía grandiosa.

-“Pues la verdad que sí, irnos a la playita los tres y estar todo el día en pelotas, sería la ostia” dijo Toni.

Nos fuimos para el piso, nos despedimos de Hugo, nos comimos la boca los tres antes de salir de allí. Ya de camino a casa le comenté a Toni que la idea de las vacaciones era cojonuda. Ojalá a nuestros padres les parezca tan buena la idea como a nosotros y nos dan algo de pasta.

Llegamos a casa, nos despedimos en el ascensor. Por suerte para mí, mis padres no estaban, me fui a mi habitación dejé los libros que me había llevado a casa de Hugo para disimular. Era hora de descansar, este viernes y sábado que nos habíamos pegado en el piso de Hugo follando había sido una locura. Eso sí, la idea de las vacaciones los tres juntos iba a ser la ostia como al final saliese.

ESPERO VUESTROS COMENTARIOS AMIGOS, PIDO DISCULPAS POR LOS FALLOS QUE PUEDA TENER, COMO DIGO MAS VECES, ESTOY ATAREADO Y ME RESULTA COMPLICADO ESCRIBIR CON MAS TRANQUILIDAD.

Un saludo