Tomas II

Yo aun sentía el sabor salado de la impresionante corrida que Tomas acababa de depositar directamente en el fondo de mi garganta. Y el con una sonrisa de satisfacción de oreja a oreja, se subió sus calzoncillos, se coloco bien la polla aun medio morcillona y se subió los pantalones. Se sentó en un taburete de la barra.

-Oye!- me dijo- ¿estas bien?

Yo me había quedado un poco flipado con todo lo ocurrido y mi cabeza vagaba en los recuerdos de la tremenda mamada, y la pedazo polla que acababa de comerme.

-¡Oye!- repitió

-Si, si perdona. Estoy bien, es solo  que... joder

-¿Te ha gustado mi polla. eh? -sonrió satisfecho, con aire de macho.

-Joder, claro que me ha gustado! eres un autentico cabron!

-Si, me gusta dar caña, y se nota que a ti también te gusta, nunca me la habían comido así, eres una maquina-

-Buf!- suspire recordando

-¿Y qué? no me pones esa copa para que vaya recuperándome, aun me tengo que follar ese culito.

-¿Lo dices  en serio?- pregunte entre incrédulo y cachondo

• Claro que lo digo en serio, no creerás que voy a dejar pasar una oportunidad así, un culo como el tuyo no se ve todos los días- respondió mientras volvía a colocarse la polla sobre el pantalón

-Así.. que ¿ya te habías fijado en mi culo?- pregunte con cierto aire malicioso

-Claro! se nota a la legua que tienes un culo de zorra- respondió entre risas

-Menudo mariconazo el Tomas, si ya sabia yo, ya...-murmure mientras me metía a la barra para preparar las copas.

Notaba como su mirada me seguía en cada  movimiento, estudiando mi cuerpo. Yo intentaba que mis movimientos fuesen mas sexuales, poniendo mi culo en pompa mientras cogia la coca-cola, haciendo que todo fuese más lento para que pudiese mirarme bien

Cuando ya prepare las copas, salí de la barra y me coloque a su lado, muy cerca.

El seguía sentado en el taburete y yo de pie, tan pegado a el que su olor a macho inundaba mi nariz, cogí mi vaso le di un trago largo, dejando que el ron refrescase mi garganta, sin dejar de mirarlo a los ojos.

Al terminar, deje el vaso en la barra y el de forma inesperada me cogió del pelo y me acerco a su boca, comenzando así a besarnos de forma brusca, notaba su lengua dentro de mi boca, jugando con mis labios,  me comía la boca de una forma tan erótica que un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, mientras el con sus manos a ambos lados de mi cabeza me apretaba mas contra sus labios.

Notaba su barba, corta, raspando mi piel, el calor de su cuerpo, su saliva, su lengua, me tenia absorto, me estaba volviendo loco el muy cabron..

• Me pones muy caliente, joder!- soltó de golpe en cuanto termino de besarme.

Yo seguía embobado, caliente, mirando sus ojos llenos de lujuria, y sin responder siquiera me abalance hacia el, y seguí con otro beso, necesitaba sentirlo, morderlo, lamerlo, sus labios eran tan sensuales.

El por su parte al ver mi reacción me apretó contra el, acariciando mi espalda y mi culo.

Seguimos besándonos un rato mas, hasta que yo empecé a bajar a su cuello,  ancho y fuerte, y comencé a besarlo, mientras el bufaba de placer, y se retorcía en el taburete. En uno de esos movimientos pude comprobar como su polla volvía a estar completamente dura.

Y sin dejar de besar, y mordisquear su cuello, mi mano se deslizo lentamente por todo su pecho, hasta encontrarme de nuevo con su polla, majestuosamente erguida y palpitante.

-Mira como me tienes cabron- me dijo.

Cogí su mano y la lleve directa a mi paquete que en esos momentos estaba también a reventar, y colocando su mano sobre mi polla le dije:

-Mira como me tienes tu a mi.

Por su sonrisa intuí que también le gustaba  lo que notaba.

Se levanto del taburete, se coloco detrás de mi, me empujo contra la barra y en dos segundos me encontraba con los pantalones en el suelo, me hizo inclinarme dejando mi culo salido, se arrodillo y separo mis nalgas con ambas manos.

-Joder! menudo culo!- resoplo.

Yo separe las piernas todo lo que mi pantalón me permitía, y note de pronto su lengua pasar por mi culo.

Suspire, y me estremecí del gusto que me dio, pero estaba incomodo, así que intente quitarme el pantalón para que así Tomas pudiese llegar bien a comerme el culo.

Me desnude por completo, y me apoye sobre el taburete, dejando bien abierto mi culo.

Tomas se acerco y hundió su cabeza allí, lamiendo sin parar mi ya dilatado culo. Su lengua jugueteaba en mi esfínter, recorriéndolo en círculos,  dando enormes lengüetadas, pugnando por introducir su lengua dentro y yo me sentía en el séptimo cielo. El muy cabron sabia como hacerlo.

Cuando mi culo estaba bien preparado, chupo uno de sus dedos y lo introdujo dentro.  El cual, entro sin mucha dificultad.

-Como entra!!- dijo

-Me estas volviendo loco, Tomas!

-Buff- suspiro-Te voy a follar hasta que te hartes, menudo culo.

Se incorporo rápido, y empezó a desnudarse a toda velocidad, yo no dejaba de mirarlo, admirando su maravilloso pecho, duro, coronado con esos rosados pezones que resaltaban entre su peludo pecho. Sus brazos fuertes, sus muslos, era todo un adonis, un maravilloso adonis con su polla apuntando a mi culo.

-No voy a lubricarte mas, cabron, tienes un culo de zorra y así me lo voy a follar.

-Si, Tomas, follame ya... me tienes loco de deseo-suplique.

Subió mi pierna al taburete, y empuñando su polla con la mano, acerco el capullo a mi culo, que ya estaba palpitando de ganas. Paso varias veces su capullo por mi esfínter, jugueteando un poco, y pude notar que ya estaba babeando por la excitación, y con un pequeño empujón introdujo la mitad de su glande dentro.

Las sensaciones que recorrían mi cuerpo eran absolutamente indescriptibles, la mezcla de pasión, deseo, lujuria inundaba mi mente, y solo deseaba sentirlo entero, dentro  de mi, pero el seguía con su juego, y se limitaba a meter solo un poco, para acto seguido sacarla y volver a meterla,  haciendo así que mi deseo creciera aun mas.

Me tenia loco, mi cabeza me daba vueltas.

Así que en un arrebato de lujuria cogí su polla por la base y empujando mi culo contra el me la metí de golpe, solo con un golpe certero me sentí empalado.

-Dios mío.... que .... pero .. joder que culazo.....- murmuraba entre suspiros e incredulidad.

Gire mi cabeza, para poder mirarlo directo a los ojos y le dije:

-Ahora empieza a follarme ya, me tienes loco.

Note sus manos agarrando mis caderas y comenzó a follarme. Las primeras embestidas fueron suaves, tanteando la resistencia de mi culo, la metía lentamente, pero en cuanto comenzó a calentarse las embestidas se hacían mas duras, su polla se introducía mas, y mas dentro de mi, cada vez con mas fuerza.

Sus manos me agarraban con fuerza, me obligaban a moverme hacia delante y hacia tras, para notar como su enorme pollon entraba y salía al completo de mi, como sus pelotas rebotaban contra las mías en cada embestida, su fuerza era tal que cada nueva estocada estaba a punto de tirarme del taburete, pero ni el se daba cuenta, ni a mi me importaba.

Verlo así, tan rudo, tan bruto, tan cachondo follandome como un autentico macho, sus gemidos en mi espalda, nuestro sudor, el ruido de nuestros cuerpos al chocar, la presión que su polla ejercía en mi culo en cada embestida... estaba disfrutando como hacia mucho tiempo. Así estuvimos unos cuantos minutos, el no paraba de gemir  e intercalar palabras entre suspiros.

-Si...toma.... cabron....te ...gusta ...ssi...joder....

Sin previo aviso paro, y se salió de mi, yo me quede sorprendido, como un niño al que le han quitado su piruleta.

-Ven - me dijo- mientras se agarraba las pelotas con una mano.

Vi como se apoyaba en otro de los taburetes. Fui hasta el con ansia, con ganas de seguir. Me hizo pasar mis brazos por su cuello, me cogió de los muslos y me levanto como si no pesase nada. Mis piernas abiertas rodeaban su cintura. Con su mano redirigió su polla y de nuevo le sentí, pero esta vez más profundo, mi propio peso hacia que su polla se clavase aun mas, entera.

Con sus brazos agarrando mis muslos, me movía, me balanceaba. Me hacia bailar sobre su rabo, recorriéndolo entero, me llevaba hasta que su polla casi salía de mi, para acto seguido empalarme con su tremenda tranca. Y además de todo ese placer podía ver su pecho tensarse, los músculos de sus brazos trabajando, duros. Mi polla, en estado de máxima dureza chocaba contra su pecho en cada movimiento creando un charco de liquido preseminal en los pelos de tripa.

Sus ojos me miraban desafiantes, llenos de rabia, de lujuria.. se le notaba un macho dominante y a mi me encantaba, me tenia al limite del placer.

Volví a comerle la boca, mientras el seguía con su follada, creo que aun le puso mas cachondo aun por que sus movimientos se hicieron mas fuertes, mas rápidos y yo notaba como el placer era máximo, como mis pelotas se cargaban, se contraían y mi polla se endurecía al máximo.

Pare de besarle y grite:

• Me voy a correr cabron, dios... que gusto... me matas....

Coloco mi espalda sobre una pared y siguió follandome, yo notaba como mi cabeza se nublaba, y de repente mi leche salió disparada, tres o cuatro chorros de espesa leche saltaron sobre su pecho y su cara,  y el aun mas cachondo siguió y siguió follandome.

El placer de mi orgasmo y el de su follada me tenían en un estado de semiinconsciencia, que me hizo perder el sentido de la realidad, y no se muy bien cuanto tiempo paso hasta que salió de mi.

Caí de rodillas en el suelo y el colocándose frente a mi cara comenzó a pajearse, su polla parecía aun mas majestuosa desde ese punto, la tenia tan dura, con sus venas a punto de estallar, la cabeza brillante de precum, y sus pelotas rebotando al ritmo de su paja.  Y yo allí deseando saborear de nuevo su leche.

Comenzó a gemir, a tensarse y yo abrí la boca al máximo a la espera de mi recompensa , que no se hizo esperan y su leche comenzó a brotar, en grandes chorros calientes que caian en mi cara como latigazos. Cogí su polla y empecé a chuparla para degustar las últimas gotas de semen.

El seguía gimiendo, y suspirando con sus manos apoyadas en la pared, y ligero movimiento de cadera que hacia que su polla siguiera entrando y saliendo de mi boca.

Estábamos rendidos, agotados, sudados, y cubiertos de leche pero completamente satisfechos y sabiendo que esa noche había sido la primera de muchas noches de placer.

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