Tomando unas copas - 3

Comienza a aceptar su transformacion

TOMANDO UNAS COPAS – 3

Me tire sobre la cama y lo único que quería era llorar de rabia, me habían engañado ya no era Miguel, mis planes para un futuro se habían esfumado, a mi me gustaban las chicas siempre había tenido buena aceptación entre ellas, ya no solo ahora en Méjico, en España y en todas aquellas ciudades que había estado trabajando con mi anterior empresa.

Golpee la puerta lleno de rabia, quería salir de aquel encierro, pero no sabía lo que podía hacer, estaba desnudo, mi cuerpo de cintura para arriba era de una mujer y de cintura para abajo era de un hombre con caderas un pene pero sin huevos, me desespere, quería morirme, si hubiese tenido en aquel momento un cuchillo me hubiese cortado las venas. Pase el resto de la tarde llorando, hasta que me quede dormido.

Al día siguiente, Luisa, entro con una bandeja, me traía un desayuno, café con leche, un huevo duro, zumo de naranja y unas tostadas con mermelada. Se sentó a mi lado y me dijo.

-          Micaela, tranquilízate, todas hemos pasado por lo mismo, si todas, yo era médico cirujano en Guatemala, vine de vacaciones, y me paso lo mismo que a ti, la Drª que me opero ya no está aquí atiende en la sucursal de la India. También he pasado por la desesperación que estas pasando, pero me di cuenta, de que aquí tenía todo lo que había deseado, trabajo, una familia y poder seguir estudiando mi carrera, los médicos siempre estamos estudiando. Pedro es un hombre bueno, tiene sus manías pero sabe ganarse a la gente y la muestra la tienes en ti, nunca ha hecho mal a nadie físicamente, no es un asesino ni un narco solo tiene un defecto si lo quieres llamar así, ahora para mí no lo es. Y es que le gustan las personas como nosotras. Te abras preguntado si te fijaste, que cada noche una de nosotras se queda hablando con él, te supones que es para darnos las directrices de la semana, si cierto y después para dormir con la de turno, hacemos el amor él a mí y yo a él, no tengo queja de eso ni el tiene queja de nosotras, todas somos sus novias.

-          Pero es un depravado, porque no se va a un burdel y contrata a un Transexual, para acostarse con él y que deje a las personas vivir su vida.

-          Eso mismo pensamos todas, pero te aseguro que te sentirás feliz en la familia.

-          Ahora desayuna, te traje algo de ropa mía, creo que te servirá, creo que las chicas también te traerán algo de ropa, el sábado bajaremos al centro y te llevaremos de compras, tienes que vestirte como lo que eres ahora, una chica preciosa y muy sexi, si tienes algún problema con la ropa, por tallaje anótalo para saber después las tallas que necesitas, del maquillaje se encargara María, sabes que las relaciones publicas tienen que estar siempre impecables, ella te enseñara a peinarte y maquillarte, te dejo, desayuna y luego si quieres te pones el chándal y bajas.

Me dejo anonadada, con la boca abierta, me dio un par de besos en las mejillas y salió de la habitación. Cuando estaba terminando, apareció María, me dijo:

-          Buenos días Micaela, como te encuentras, me supongo que desconcertada sin saber por dónde empezar, ya te habrá dicho Luisa de que todas somos iguales a ti, y que hemos pasado por lo mismo, ninguna tiene huevos ya te acostumbraras. Ahora para que puedas salir de la habitación, te voy a cepillar el pelo, fíjate como te lo hago para que después tengas que hacerlo tú, y te voy a maquillar un poco para que no tengas esa cara tan inexpresiva, te traje algo de ropa, para que te la pruebes ya me dirás como te sienta.

Pasamos al baño, y allí delante del espejo, comenzó a cepillarme el pelo y a darle un poco de forma, ya terminado, me puso una diadema en la cabeza para que lo tuviese un poco recogido, luego comenzó a maquillarme un poco, los labios, un poco de color en las mejillas, me depilo las cejas y me perfilo los ojos. Cuando termino me dijo.

-          Ahora mírate en el espejo y dime a quien ves, a Miguel o a Micaela.

-          Pues yo veo a Miguel que lo han disfrazado de Micaela, una chica guapa con unos buenos melones.

-          Ya te acostumbraras a los melones, y sobre todo cuando te los acaricie Pedro, tiene unas manos y una lengua que cada vez que me toca me sube un nose que, que me corro, si también podemos corrernos, eyaculamos semen, pero sin espermatozoides. Tienes que tener cuidado al momento de vestirte, sobre todo cuando utilices pantalones y con el biquini, tienes que recolocar tu pene entre las piernas para que no se note el bulto, te será fácil ya verás.

Una vez arreglada, María acompaño a Micaela, por la finca hasta llegar a la residencia, donde le indico cual sería su cuarto a partir de ese momento, se encontró encima de la cama una serie de ropa que las otras chicas le habían dejado para que se probase y utilizase mientras no se compraba la suya propia, María, le dio las instrucciones que tenía que seguir a partir de ese momento como una más de las chicas, no podía tener relaciones con ningún hombre que no fuese Pedro, todas ellas estaban al servicio de Pedro y él era el que les indicaba cuando, como y donde podías tener sexo, si le complacía bien tendría lo que quisiese, si le fallaba tal vez se arrepintiese.

Durante los primeros días en su nuevo estado, Micaela, se movía como un zombi, todavía no había asimilado que desde que se despertó su vida había cambiado, que la habían convertido en una persona adicta al sexo y que le estaban dando un tiempo de adaptación, como a los coches nuevos, que no se les puede poner a tope mientras no rodasen unos cuantos kilómetros a baja velocidad.

La primera comida, en familia, a Micaela la sentaron entre Lupe y Rosario, la conversación que transcurrió durante el almuerzo giraba en torno a ella, como se encontraba, si se gustaba con su nuevo físico, el resto de la familia, le explicaban que ellas también habían pasado por lo mismo, y que tras un tiempo prudencial ellas mismas se fueron dando cuenta de que oponerse a las voluntades de Pedro no las llevaría a ninguna parte, “Si no puedes con tu enemigo, Únete a él” Pedro para ellas ya no era su enemigo, era su amante, que las satisfacía y ellas a él.

Esa misma tarde, en la piscina, y como de costumbre, las chicas se pusieron a tomar el sol en toples. Micaela no se atrevía. En eso Adela le dijo.

-          Micaela, no tengas vergüenza, todas tenemos tetas como las tuyas, deja que se pongan morenitas, sino te quedaran las marcas del bikini blancas y estarás horrible, te lo digo por experiencia.

Micaela, un poco avergonzada, se quito el sujetador que tapaba aquellos enormes pechos, pero por pudor hecho sus manos sobre ellos para taparlos, eran tan grandes que sus manos no abarcaban nada más que la mitad y sin decir nada se puso a tomar el sol boca abajo cada vez que se daba la vuelta trataba de taparlos bien con las manos o con una pequeña toalla. Se encontraba violenta en esa actitud, cuando se metía en la piscina notaba que sus pechos sobresalían como si fuesen dos islas cuando se dejaba flotar boca arriba, con dos pequeñas cimas que eran sus nuevos pezones.

Al llegar el sábado, todas bajaron a la ciudad, y lo primero que hicieron fue acompañar a Micaela de compras, le asesoraban que tipo de ropa debía de comprarse para estar en diferentes actos, asi como demás complementos, que tipo de ropa estaba de moda y los colores que marcaban las tendencias.

Se metieron en una tienda y le empezaron a escoger la ropa, Blusas, lisas y estampadas, pantalones, legins, faldas, vestidos entallados a la cintura como los que estaban de moda en los años 60 y que volvían a ser moda, les obligaba a llevar unas combinaciones que le daban mas vuelo a los mismos, zapatos, sandalias pulseras, collares gafas de sol rebecas, shorts, bikinis, lisos y estampados. Cuando entraron en la sección de corsetería, le dio más reparo, ya que por norma, es muy raro ver a un hombre comprar ropa interior de mujer y Micaela, hasta hacia unos días era un hombre, no sabía cómo escoger la susodicha ropa, entre todas empezaron a escoger diferentes modelos de sujetadores, con aros, palabra de honor, cerrados por delante, largos, cortos el colorido, blanco, celeste, negro, rojo, rosa, color carne, media copa quedándole la mitad de la aureola casi a la vista, se probaba un modelo, pero la copa le quedaba pequeña, necesitaba copa mayor en ese modelo en otros la copa era menor porque los recogía mas en fin que según el modelo utilizaría una copa 110 C o D. Con las bragas, le era más fácil ya que por el tallaje de las que le habían prestado se oriento, pero no se las podía probar, escogió en los mismos colores que los sujetadores, con encaje, o puntilla también escogió corpiños con porta ligas y ligueros siempre conjuntados con el resto de la ropa interior, camisones cortos, tangas incluso tangas de hilo dental, de esas que la parte de atrás en una cinta que se une a la cintura y en la parte delantera un triangulo para tapar la raja.

Cuando salió de la tienda, su rostro mostraba otro semblante, el ir de compras con mujeres la había animado, incluso salió completamente vestida con uno de los conjuntos que había comprado, una falda vaporosa color celeste y una camiseta de Algodón que ponía “ESTOY EN CANCUN Y SOY FELIZ”

Todas las compras eran por cuenta de Pedro, las bolsas las metieron en el automóvil y se fueron de copas, Pedro, no había asistido a las compras, les había dado libre ese sábado para que las hicieran con completa libertad.

Se sentaron en una terraza y pidieron unos refrescos, Micaela pidió una piña colada, ella misma se encontraba mas suelta, su ánimo había comenzado a cambiar y durante la conversación dijo.

-          Sabéis una cosa, chicas, nunca creí que el ir de compras fuese tan divertido, y sobre todo cuando no es una la que paga.

Las demás se miraron y le dijeron.

-          Sabes lo que has dicho?

-          No, que, dije algo malo?

-          Todo lo contrario, algo estupendo, dijiste “Y SOBRE TODO CUANDO NO ES UNA LA QUE PAGA”

-          Te has expresado como una chica, ese, “No es una” comienzas a asimilar que eres una chica.

-          Bueno, tal vez sea porque al estar con vosotras, que me ayudáis, el estar así vestida me salió de dentro sin darme cuenta.

-          Ya verás Micaela, como en muy poco tiempo estarás completamente integrada en la familia, hablaras de cosas que hacemos, tu forma de comportarte irá cambiando solo con ver cómo nos comportamos y como se comportan el resto de las mujeres que veas. Y además, piensa que cuando estés en un sitio público, y tengas necesidad de ir al baño, no encontraras urinarios para hombres, tendrás que ir al de Sras. Y no se te ocurra aunque este la puerta cerrada orinar de pie, se oye el chorro al caer, tienes que hacerlo sentada. Ahora descubrirás porque las mujeres siempre vamos al baño acompañadas por alguna amiga. Todo eso tienes que asimilarlo muy bien.

Luego fueron a un chiringuito a cenar para terminar en una discoteca bailando entre ellas, cuando algún chico se acercaba, enseguida los espantaban aludiendo de que era una fiesta de chicas y no querían a los hombres, alguno de los que se acercaron las tacharos de lesbianas pero Teresa, enseguida los ponía en orden diciéndoles que ellas tenían más huevos que cualquiera de los chicos inoportunos y que si quería se lo demostraba.

Cuando se retiraron eran las 5 de la madrugada, cansada Micaela, pero había demostrado que su manera de ser comenzaba a cambiar, aun le faltaba la prueba más dura pero para ella se tenía que preparar con la ayuda de todas, no sabía en lo que consistía.

CONTINUARA