Tomando el sol

Unas vacaciones y algo, mucho más

Eran sus primeras vacaciones sola desde hacía mucho tiempo, sin marido sin niños sin parientes, relax sin prisas, comer y beber lo que quería donde y cuando quería, pasar tiempo leyendo, viendo las puestas de sol. Se estaba encontrando a si misma de nuevo, tal vez lo único que faltaba era un poco de acción, estaba divorciada pero hasta ese momento no se sentía lista para entrar en el juego de la seducción, coquetear con alguien interesante, tal vez salir a bailar y sentirse deseada de nuevo. Tenía apenas 50 años pero se conservaba muy bien, tenía aun sus curvas y esa mirada intensa, retadora que tan atrayente resulto en su día, a pesar de tener innumerables invitaciones para disfrutar de sexo sin compromiso, nunca le fue infiel a su marido, ahora tenía cierta sensación de oportunidades perdidas, se sabía mujer apasionada y gustaba del sexo, pero ahora sería, de serlo, con alguien desconocido, al menos disfrutaría del coqueteo y de los galanteos que sin duda sería objeto.

Llevaba ya tres días en el resort de una isla de la polinesia, muy concurrido de turistas europeos y americanos adinerados, solia pasar todos los mediodías por la barra del bar que estaba dentro de la piscina con su bikini negro, sus gafas de sol y su pamela. Degustaba un combinado de tequila parsimoniosa, fijándose en los clientes tanto los que tomaban el sol como los que nadaban. Se le fueron acercando varios hombres de mediana edad, interesados en entablar conversación, en varios idiomas, ella se defendía muy bien en inglés y se divertía siendo cortante o proponiendo temas de conversación sesudos, le encantaba verlos sudar tratando de derivar la conversación a temas más íntimos, nooo, no sería tan fácil, ella era una mujer que merecía, se merecía un hombre a su altura. Ninguno aparecía y ella cada vez se sentía más necesitada de liberar una tensión sexual acumulada por mucho tiempo. Cenaba sola fijándose en las parejas que comían románticamente en mesas con velas, muchos de viaje de novios y se notaba, ella se reía por dentro, que poco os va a durar. Finalmente una noche con el comedor a tope se le acerco una mujer algo mayor que ella, francesa y con un rudimentario inglés le pidió compartir la mesa con ella, aceptó. Resulto ser una viuda de un empresario adinerado que todos los años pasaba dos semanas en la isla, se contaron sus historias respectivas y tras dos botellas de vino blanco la conversación derivó al tema íntimo, era la primera vez que hablaba con alguien de ello, ni siquiera con sus amigas lo hizo, pero esta mujer le resultó encantadora y congeniaron, tras los postres y una copa, Silvie que así se llamaba la señora francesa le dijo,

-          creo que necesitas abrir tus horizontes y te voy a ayudar, mañana prepara una bolsa para ir a la playa, bikini, sandalias, pareo, gafas, protector solar,… a las 10:30 te espero en la recepción del hotel

Aceptó rápidamente la invitación, fue a su habitación y durmió enseguida con los efectos del alcohol, se despertó, se duchó, preparo su bolsa, su atuendo, pero esta vez estaba ligeramente ansiosa, a pesar del vino, recordaba toda la conversación con Silvie y tenía una fuerte curiosidad, con un maquillaje ligero se encaminó al ascensor se miro al espejo y se vio guapa. Llegó a la recepción y ahí estaba Silvie, tenía casi 60 años pero su cuerpo no lo aparentaba, debió ser una mujer muy hermosa en su día y mantenía un aire juvenil muy atractivo.

-          Buenos días estás muy guapa, vamos a coger un taxi vamos a una playa muy interesante

Apenas la devolvió el saludo y ya enfilaban la puerta del hotel donde esperaba un taxi, subieron y después de 20 minutos llegaron a un camino que daba a la playa, quedaron con el taxista para que volviera a las 19:30.

-          Hay un chiringuito que prepara un pescado excelente, les conozco y siempre que puedo voy a comer allí

Se bajaron del taxi recorrieron un tramo de camino serpenteante entre arbustos y palmeras, delante apareció una playa de arena blanca muy fina, de gran extensión, no había mucha gente, eligieron una zona a medio camino entre el mar y las palmeras, el chiringuito estaba como a unos 300 metros y se dedicaron a nadar, broncearse, charlar, hasta el mediodía y decidieron ir a comer, recogieron sus bolsas y fueron cargadas hasta el chiringuito, se sentaron entorno a una pequeña mesa y les sirvieron pescado a la brasa con una ensalada tropical, bebieron cerveza y un par de copas de ron al terminar de comer.

-          Ahora vamos a ir a otra parte de la playa, es la zona nudista, tienes algún problema con mostrarte desnuda?

-          No, ya lo solía hacer cuando estaba casada siempre acompañada de mi marido

-          Pues creo que esta te va a gustar, hay una zona de dunas y puedes estar en huecos, después hay hombres y mujeres que van por allí, también parejas y si hay acuerdo pues tienen sexo allí mismo, siempre consentido

La idea que en otro tiempo le hubiera parecido impensable causaba ahora cierto revuelo en su vientre, la posibilidad de volver a disfrutar del sexo de repente se presentó y puede que no dijera no

-          Muy bien, vamos

Vació su copa de ron cogieron las toallas, dejaron las bolsas al cuidado de la camarera del chiringuito, dejaron una generosa propina y se encaminaron hacia la zona nudista. Estaba separada del resto de la playa por palmeras que crecían casi a ras de la arena, como un muro verde, en un hueco se quitaron los bikinis y se encaminaron a la arena. No había mucha gente, todos turistas, Silvie le explico que no había muchos nativos allí, no se permitían cámaras ni móviles, ni mirones, si querías ibas a las dunas o bien simplemente disfrutabas del mar y la arena con toda la piel al aire. Echaron un primer vistazo, no había mucho donde elegir, pero solo era el comienzo, lo normal era pasear por la orilla del agua dejándose ver, la brisa hacía que los pezones de las dos mujeres se endurecieran, ella tenía una talla 100 de copa D algo caídas por la edad y la lactancia de dos niños, las de Silvie eran algo más pequeñas y algo más erguidas, no tuvo hijos. A medida que paseaban ella fue ganando confianza y al poco rato no sentía que estuviera desnuda, movía sus largas y torneadas piernas de forma elegante y ligera por la arena, algunos hombres se empezaron a fijar en aquellas dos hembras, se sabían vigiladas y deseadas, después de 15 minutos se adentraron en la zona de dunas y se tumbaron en las toallas.

-          Hola Silvie, hoy vienes acompañada, estas, estais espléndidas, me llamo Armand y tu?(en francés)

-          Hola me llamo Lorena y soy española

-          Caramba, encantado de conocerte y que te trae por aquí? Lo mismo que Silvie?

Era moreno con algunas canas en los costados, lucia un cuerpo moreno y trabajado de gimnasio, debía tener cuarenta y muchos o cincuenta y pocos, tenía una polla de tamaño medio que apuntaba ligeramente erecta a las dos mujeres.

-          Pues tal vez, si es de mi agrado

-          No seas tonto Armand, es su primera vez aquí, no la asustes

Silvie se levantó y le dio un morreo, de película mientras acariciaba el pene del francés, este se empezó a poner duro mientras las manos de él empezaban a jugar con sus tetas y su coño. No podía creerlo pero estaban metiéndose mano delante de ella y no perdía ojo, abrió ligeramente las piernas y su mano derecha se fue instintivamente a su sexo, estaba empapado como hacía mucho tiempo, los dos franceses se apoyaron en la toalla y se siguieron metiendo mano durante un buen rato, la otra mano fue a castigarse un pezón y metió un dedo en su coño de forma irremediable se estaba masturbando delante de dos deconocidos, Silvie la miró mientras el francés comenzó a comerle el coño y le hizo señas a la española para que participase pero esta rehusó, aquello la estaba poniendo muchísimo pero algo le impedía dejar que ese hombre la poseyera, necesitaba algo más y con estos pensamientos cerro los ojos y se corrió en abundancia manchando su mano y sus muslos con los jugos que salían de su coño como una fuente, vio como la polla erecta del francés hacía un rabioso metesaca en la francesa que no paraba de gemir, se sintió demás allí, se había corrido muchísimo pero necesitaba salir de allí recogió la toalla le dijo a Silvie que la esperaba en el chiringuito.

Llegó a la barra del local playero y pidió una caipirinha, la saboreó y se dio cuenta de que seguía desnuda se había dejado el bikini con la francesa, cogió la bolsa y se puso el pareo, que apenas podía disimular su desnudez,

-          Ooooh vaya que lástima

La voz de un hombre en perfecto castellano la saco de su pensamiento

-          Que pasó?

-          Estaba siendo una tarde muy aburrida hasta que vine a tomar algo

-          Le gustó lo que veía? (no podía creer lo que dijo)

-          Absolutamente

Lo oia perfectamente pero no podía verlo, estaba al otro lado de la barra con una pirámide de botellas en medio

-          Tienes poderes o algo así, ves a través de las botellas?

-          Si algo así, el pareo es precioso pero ha tapado algo mucho más bello

-          Seguro que ves bien?, hay mujeres mucho más jóvenes y guapas por aquí

-          Mas jóvenes? Si, mas guapas? Tal vez, pero más interesantes? No

-          Pareces muy seguro de ti mismo

-          Tu crees?

-          Lo pareces

-          Deseas saberlo?

-          No especialmente

-          Creo que si quieres, pero estoy jugando con ventaja, no es justo

Ante sus ojos apareció un hombre de ligeramente mas alto que ella, moreno aparentaba cuarenta años, piel bronceada, brazos fuertes, espalda ancha, piernas musculadas, algo de barriga, pelo abundante, barba recortada, ojos castaños que miraban directamente firmes y brillantes, algo se volvió a mover en su tripa

-          Ahora ya me ves

-          Aun no es justo, no se como pero me has visto desnuda

El hizo un ademán con la mano y señalo u espejo de cuerpo entero que tenía ella a un lado de su espalda

-          Aaaah vale, muy listo

-          Pero tienes razón no es justo

Con un rápido movimiento bajo su bañador y ante los ojos de ella aparecío un pene de longitud media pero de un grosor inusual por encima de dos bolas de tamaño razonable.

-          Tu que crees? Estamos en paz?

-          Si, estamos en paz

-          Cristobal, pero todo el mundo me llama Cris

-          Lorena y a veces Lore

-          Encantado (le dio dos besos en la mejilla)

-          La pregunta ahora es si quieres averiguar si soy un tipo seguro de verdad?

-          Bueno, no me importaría, pero estás solo de vacaciones? No viniste acompañado?

-          No y tu?

-          Tampoco

-          Divorcio?(los dos al unisono)

Rieron, de forma franca, abierta, sonora, de nuevo esa sensación en la tripa, que estaba pasando? Queria seguir con el, averiguar más, que estaba pasando?

-          Estoy divorciado, pero desde hace años y me apetecía venir a la polinesia me habían hablado muy bien y quería cambiar de aires, siempre elegí Europa o USA, para las vacaciones, esta vez quería otra cosa y el Caribe no me atrae, así que aquí estoy. Y tu?

-          Me divorcié hace dos años y estas son mis primeras vacaciones sola, quería estar a mi aire sin tener que seguir a nadie

-          Libertad

-          Si libertad

-          A que te dedicas?

-          Nooooo, íbamos muy bien, no nos hagamos esas preguntas de ligue barato, simplemente lo que hago es legal y me permite cierta libertad para hecer otras cosas

-          Pues yo también aunque estoy con varias actividades asi que a veces no me da el dia para respirar

-          Vaya que mal, estuve asi durante 10 años, no es recomendable para nada. Podemos hacer una cosa, quedamos a cenar en tu hotel y seguiremos conversando, si te pàrece bien

-          De acuerdo

Intercambiaron los números de móvil y los hoteles donde se hospedaban. El pago las copas y se fue, al cabo de 10 minutos apareció Silvie y comentaron todo lo que había pasado esa tarde, la francesa la animó a quedar para la noche con Cris y se ofreció a dejarle algo de ropa para la noche. Al llegar al hotel estaba radiante, ansiosa, era extraño, aquel hombre había despertado algo dentro de ella, la francesa le dejo un vestido de diseño, muy ligero de raso marrón claro, con tirantes muy finos dejando un generoso escote y la espalda abierta casi hasta la cintura, se puso un sujetador de los invisibles y un tanga de hilo muy fino, con unas sandalias de cordones con tacón imposible, estaba expléndida, tanto que Silvie le dejo un collar de perlas de varias vueltas que no hacía más que acentuar la profundidad de su enorme canalillo. Vestida para matar pensó y dirigió sus pasos al ascensor, el espejo le volvió a devolver una imagen increíble, entró en el restaurante del hotel y vió a Cris rápidamente, pantalón negro, americana negra y camisa blanca, todo a medida, de repente esa sensación de la tripa bajo directamente a su entrepierna, ese tanga no iba a poder contener más la humedad que estaba sintiendo, aun asi dirigió sus pasos con los movimientos mas sensuales que pudo, se sentía guapa y deseada por un hombre que le hacía sentir de nuevo, todos la miraban, todos la deseaban pero ella solo tenía ojos para un hombre con el que apenas había hablado unos minutos, que le pasaba? Y por que la respuesta a esa pregunta le importaba cada vez menos?.

-          Buenas noches, estas impresionante (le dijo sin apartar la mirada de sus ojos)

-          Tu también estás muy guapo

La cena transcurrió muy agradable, salmón marinado, verduras salteadas, sorbete de champan y limón, salieron a una terraza a tomar una copa.

-          Como te encuentras? (pregunto el)

-          La verdad es que estoy muy a gusto contigo y hacia tiempo que no salía de cena

-          Bueno yo salgo de cena bastante pero no tan bien acompañado, casi siempre son negocios otras veces son amigos, pero nunca tan bien acompañado

-          Y te funciona esta forma de ligar?

-          No lo se, es la primera vez que lo intento,… con una cena

Ella sonrió

-          Tu sueles vestir asi para cenar habitualmente?

-          Por que lo dices?

-          Todos, hasta las mujeres, no te quitan los ojos de encima, debió ser duro lo de tu divorcio

-          Tu crees?

-          Si no fuera de esa manera, estarías mucho más que acompañada por algún afortunado, yo diría que tu decidiste no liarte con más hombres y ahora tal vez te sientes tentada de probar de nuevo.

-          Tentada?

-          Si tentada, por mi.

-          Como puedes ser tan creido?

-          Creido? No la verdad, pero no lo has negado, acerté? Venga se honesta

-          Tal vez

-          Eso es que si, hace cuanto que no te acuestas con un hombre?

-          Vaya y lo dices asi directamente

-          Que pega hay? Somos adultos y sabemos lo que queremos, no? Por que gastar energía en chachara intrascendente, además te has vestido como para recoger un Oscar, tanto esfuerzo para hablar? Creo que eres más pragmática.

-          Supones muchas cosas.

-          Acaso no son ciertas en buena parte?

-          Tal vez

-          Oooooh vengaaaaa, vamos por una vez mójate, di si o no

Ella lo pensó unos instantes, jamás lo hubiera dicho pero todo su ser respondió por su boca

-          Si son ciertas en buena parte

-          Gracias

-          Porque?

-          Se que te ha costado contestar

Se miraron a los ojos y por un instante estaban viendo más allá, como dentro, ella se hubiera rendido en sus brazos en ese instante

-          Bailemos

-          Si no hay música

-          Nos vale la ambiental y aquí estamos solos, no te dará vergüenza

-          Me gusta bailar

El se levanto y le tendió la mano, ella cogió su mano, una corriente cruzo su brazo y llego hasta su interior, se levantó, dejaron la mesa atrás y le rodeo con el brazo por su cintura mientras seguían con las otras manos juntas, sonaba música clooner norteamericana y sus cuerpos juntos se movían al unísono, no dejaban de mirarse a los ojos, el tenia la mano en la piel de su espalda y ella recibía continuos estímulos a través de los dedos, estaba muy excitada, sus pezones duros se notaban a través de la tela del vestido, estaban aplastados contra el pecho del hombre, sus muslos empezaban a notar gotas de humedad corriendo desde su coño, hacia muchísimo, más bien nunca se sintió tan excitada como en ese momento. El arrimó su mejilla a la suya y cuando la volvió a separar, sus bocas estaban separadas apenas por un centímetro, el acerco los labios a los suyos y le dio un beso en los labios, suave pero firme, cuando separó los labios ella no pudo aguantar más y le beso pasionalmente metió la lengua en su boca y comenzó una lucha bucal increíble. Estaba resultando un beso pasional, caliente, húmedo, largo, ella notó un bulto creciendo contra su pubis, estaba provocando una erección a un hombre que acababa de conocer esa tarde y estaba deseando llevarlo a la cama, todo su ser le pedían quitarle la ropa y devorarlo, le quería dentro como en pocas ocasiones quiso. Cuando separaron sus rostros el le dijo

-          Vaya hacía mucho que no me besaban de esta manera

-          Lo mismo me ocurre y este bulto que siento es por mi?

-          Por supuesto, los pezones que están a punto de rasgar mi camisa están asi por mi

-          Claro

-          Podríamos seguir bailando en tu habitación

-          Solo bailar?

-          Para empezar no estaría mal

Recogieron las cosas de la mesa se encaminaron al ascensor, al cerrarse las puertas el volvió a buscar sus labios con un beso aun más apasionado si tal cosa era posible, pero esta vez el llevó su mano derecha por debajo del vestido y al pasar por el interior de sus muslos noto la humedad corriendo piernas abajo, aquello hizo que su erección aumentara más si cabe, siguió subiendo hasta llegar a su coño ella suspiro mientras seguían besándose, cuando el llegó a su encharcado coño, ella echo la cabeza atrás con los ojos cerrados y dejo salir un suspiro desde el fondo de su alma, se iba a correr allí mismo, el apartó el collar y lamió el profundo canalillo mientras frotaba con el dedo de forma lenta y firme el clítoris de ella, con amplios círculos, las piernas de ella temblaron, se doblaron tuvo que aferrarse con los brazos al cuello de ese hombre que le estaba regalando el mejor de los orgasmos en muchos años, gemía

-          Oh dios, oh dios, aaaaaaaaah

Apenas les dio tiempo a recomponerse, el ascensor había llegado al piso de la habitación, no había nadie, se apresuraron a entrar en la habitación  y sin cerrar la puerta contra la pared de la entrada el volvió a apoderarse de su coño, tiro del tanga totalmente mojado y quedo en los tobillos de ella que abrió instintivamente las piernas, esta vez empezó a tocarla con toda la mano recreándose en todo el coño, con los dedos abriéndose y cerrándose entorno de los pliegues de sus labios, con la otra mano bajo uno de los tirantes del vestido y se apropio de uno de sus pechos, que empezó a magrear lento y firme mientras alternaba los besos en su boca y en el pezón liberado, ella estaba en éxtasis, se había corrido al menos otras dos veces con las atenciones que su cuerpo recibía, ese hombre sabía donde y como tocar, variaba la intensidad de forma que ella se volvía loca y podía coger algo de aire, abria los ojos le besaba le acariciaba fue desabrochando la camisa primero el pantalón después, bajo el bóxer y allí estaba duro como una piedra una polla hinchada, venosa, gruesa y muy apetecible, deseaba tenerla en su boca, saborearla, lamerla, besarla, mordisquearla, cosa que hizo al agacharse ante el sorprendido hombre que sintió los deliciosos labios chupar su polla de forma hambrienta casi salvaje, sus pelotas también estaban siendo amasadas y lamidas, se encontraba en la gloria pero debía pararla, no quería correrse tan pronto, la elevó con sus brazos, se acabaron de desnudar mientras se seguían besando, no había mas que gemidos en la habitación aun con las bocas ocupadas, la sentó en la cama mientras ella besaba su vientre y le pellizcaba los pezones, el se recreaba con esa visión mientras le acariciaba la espalda con las yemas de los dedos arrancándole a ella un montón de sensaciones con escalofríos incluidos, quería volver a chupar aquella polla que la tenía hipnotizada, pero el la echo en la cama sobre su espalda se arrodilló frente a ella elevó sus piernas y se apoderó de su coño, primero se embriago de su aroma y paso a besar con los labios y a lamer con la lengua el interior de sus mojados muslos, alternando las piernas, recreándose en la visión de aquel coño inundado, brillante, cálido y aromático, ella se retorcía, arqueaba su espalda, sus gemidos eran profundos, se mordia el labio inferior, se chupaba el dedo índice mientras el llegaba a los labios de su coño y los besaba abarcándolo por entero y la lengua entrando firme en su interior, sus manos se apoderaron de las preciosas tetas y pellizco sus pezones, ella empezó a gritar

-          Si, si, si, si, siiiiiiiiiiii

Aquel hombre le había arrancado media docena de orgasmos cada vez mas intensos y profundos y todavía no la había penetrado con aquella polla, ni se había arrimado, el con todo el rostro mojado, recogía todos los líquidos que ella había expulsado, aquello era increíble no podía parar de respirar aquel aroma de hembra cachonda, sus sabor más íntimo inundaba su boca, se incorporó y sin mediar palabra acercó su polla a la entrada de ese encharcado coño, a pesar de estar apretado toda esa lubricación dejo entrar el glande grueso y morado, al sentirlo dentro ella abrió los ojos y la boca, nunca se había sentido tan llena, notaba como se abría, le miraba a los ojos y el a ella, sus cuerpos eran la prolongación de dos almas haciendo el amor de una manera intensa, pasional, caliente, fue penetrándola poco a poco, ella sentía entrar cada centímetro de aquel pene maravilloso, se notaba derretirse, cuando entro del todo se sentía llena, empalada y en éxtasis, apenas el movió las caderas y al volver a entrar se volvió a correr contra ese ariete, se convulsionaba, gritaba arañaba el pecho del hombre. Lo golpeaba y el respondía volviendo a metérsela hasta el fondo, sintiendo su matriz, elevó las piernas sujetándola por los tobillos y comenzó a penetrarla haciendo círculos con sus caderas, nunca se sintió tan conectado con nadie, ni su ex, ella era especial, lo supo cuando la vió en aquel chiringuito y era mucho más de lo que esperaba, a su vez ella le rodeo el torso con sus brazos quería sentirlo mucho mas cerca, su olor corporal también la estaba seduciendo, a estas alturas estaba teniendo la mejor sesión de sexo de su vida, era increíble y maravilloso, tras otra serie de orgasmos, se tumbaron apenas sin aire, llevaban follando mas de 30 minutos sin parar, el no daba crédito, seguía duro, no se había corrido, tras unos minutos pusieron hilo musical con canciones de blues, prepararon unas bebidas del mini bar, se pusieron a bailar desnudos, se volvieron a besar y después de un par de canciones volvieron a la cama, esta ella lo cabalgaría, se avalanzó sobre su polla y la devoró hasta los huevos, cuando la tuvo bien dura se subió a ella y empezó a cabalgarla, el desde abajo no parpadeaba, sujetaba sus tetas, pellizcaba los pezones, azotaba su culo arañaba su espalda, incluso puso una mano alrededor del cuello de ella como un amago de estrangulación, ella se puso frenética todas esas pequeñas torturas estaban elevando su alma a un estado de éxtasis tal que empezó a correrse a chorros encima de él, inundando su pubis su tripa sus piernas incluso la sabana, gritando como una poseída, creía que antes se había corrido como nunca pero estaba a punto de perder el dominio de si misma cabalgando a ese hombre

-          Oooooh siiiii, dios, follame, follameeeeee, me matas, me matas, aaaaaaaaaah

-          Venga puta enséñame como follas, venga ponme cachondo de verdad

-          Aaaaaaaaaaaah diooooooos, siiiiiii, soy tu puta, follameeeeee, hazme lo que quieras siiiiiiiii

El no podía creer, ella no podía creer todo lo que estaba pasando, se miraban a los ojos, hasta que la excitación era tan grande que tenían que cerrarlos, el sintió que se iba a correr

-          Te voy a inundar, te voy a rellenar toda

-          Siii damelo, lo quiero todo, llenameeeeee, siiiiiiiiiiiii

El empezó a levantarla con las caderas con golpes sucesivos, ella saltaba con la polla dentro y sintiendo las penetraciones más profundas, estaban prácticamente volando sobre la cama, el aferraba sus pecho que se movían sin control, ella arañaba su pecho, se corrieron los dos, ella se derrumbo en él jadeantes, sudorosos, extasiados, felices

-          Diooooossssss, que me has hecho, cabrón, que me has hecho, no puedo para de correrme, soy una guarra, estoy mareada y feliz

-          No puedo, uffffff, que pasada, hace cuanto que no follabas?

-          Mas de un año, pero jamás folle así, nunca, ni mi marido, consiguió que me corriera asi, ya en el ascensor, pero esto, ufffffffff

-          Me has exprimido, pero tengo ganas de más

-          Llevamos casi dos horas, no quieres descansar?

-          Quiero que montes mi cara ahora

-          Como? Quieres que me ponga a horcajadas encima de tu cara?

-          Si quiero devorarte

-          Te voy a ahogar

-          Correré el riesgo

Ella lentamente se volvió a subir encima el bajo un poco hasta que ella se fue acercando a su cara

-          Ahora yo sacaré la lengua, la dejaré quieta y dura, quiero que vayas moviendo tus caderas y que bailando juegues con mi boca, mi mentón todo mi rostro

Ella obedeció y con el sonido de la música, elevó sus brazos, comenzó a mover sus caderas apenas rozando el coño contra esa lengua húmeda caliente y dura, cerro sus ojos, mientras el acercó las manos en sus tetas y empezó a rozar los pezones suavemente con las palmas quietas, ella estaba sintiendo el roce en sus pezones y en su coño, con la velocidad e intensidad que ella quería, estaba recibiendo oleadas de placer como nunca, se sentía libre, desatada, ella estaba recibiendo un placer que nunca había tenido y como ella quería, la música, el olor, el tacto, las sensaciones se estaban agolpando, empezó a rozarse más contra el, sus pezones durísimos, su coño penetrado y rozado a la vez, agarro la cabeza de el y la pegó contra su coño y se frotó fuerte contra su rostro, el apenas podía respirar, las caderas de ella se empezaron a mover de forma espasmódica, sin control, todavía tenía los ojos cerrados y su boca abierta dejaba caer hilos de baba, su coño no paraba de manar néctar que apenas podía beber el, del todo, las sabanas estaban inundadas de jugos, esperma, sudor, babas, con las caderas desatadas ella se corrió abundantemente y de forma salvaje en el rostro de él. Nadie le comió el coño de esta manera, nunca, quien era este hombre que sin apenas conocerla había conseguido en una jornada lo que nadie más desde que perdió la virginidad hace más de 3 décadas, se derrumbó al lado de él extasiada, con el corazón desbocado dando bocanadas de aire y una enorme sonrisa, el se incorporó y volvía a estar listo

-          Venga que esto no ha terminado

-          Espera por favor, es demasiado, me he corrido más en una noche que con mi Ex en dos meses y follábamos todos los días

-          A ver putita, si digo que no ha terminado, no ha terminado

-          Pero espera que coja aire

-          Vengaaaa

El le dio la vuelta sobre la cama, la puso boca abajo, subió sus caderas y separó las piernas

-          Pon el culo en pompa que te voy a follar como la perra cachonda que eres

-          Siiii, soy tu perra, follame

Ella no se creiá lo que acababa de decir, la llamó puta, cerda, perra y jamás se excito tanto. El aferro sus caderas coloco su de nuevo hinchadísimo miembro a la entrada del coño de ella y lo metio sin avisar de una estocada, no hubo resistencia alguna la lubricación era máxima, ella cerró los ojos y en la tercera embestida se corrió de nuevo, no hacia otra cosa que gemir y gritar al elevar la mirada vio en el espejo del armario el reflejo de el cabalgándola por detrás mientras sus tetas se movían sin control, se volvió a correr varias veces hasta que el saco su polla a punto de reventar, la volteo y se acercó a su cara

-          Quieres leche? Pidemela venga perrita

-          Siiii, la quiero toda échamela en la cara, en la boca en las tetas, inundame por favor, soy tu perra cachonda, la quiero dentro de mi, me encanta

El acercó la polla a su cara de manera que ella podía lamer sus huevos, mientras el aferraba la polla apuntando a sus tetas y empezó a correrse, subio para dejar también leche en su cara, ella se metió aquella polla gruesa y babeante en la boca y empezó a sorber los restos, aquel sabor, la leche de aquel hombre era ambrosia, paso sus dedos por las tetas y la cara recogiendo cada gota y llevándolas a la boca, el se dejo caer al lado de ella en la cama.

-          Que imbécil

-          Quien?

-          Tu EX, como pudo dejarte?

-          No lo se y ahora no me importa, lo tenia como un superdotado para el sexo, pero acabo de darme cuenta de que era solo un metedor principiante, eres una maravilla

-          Tu si que eres una maravilla y no descubrir todo de lo que eres capaz en tantos años de relación es una tragedia

-          Podrás ayudarme?

-          A que?

-          A recuperar ese sexo perdido?

-          Por supuesto, pero corremos un serio peligro

-          Cual?

-          Enamorarnos

-          Cris cariño, creo que es tarde