Tomando el café cada mañana (Continuación)
La continuación del relato anterior con el mismo título en el que un juego en pareja se escapa de las manos. Un relato que tiene conversaciones y fantasías reales compartidas en pareja.
Los dos chicos desaparecieron de la escena y la cámara empezó a moverse para enfocar su cara. Ella miró a la cámara y dijo "Amorcito, espero que te haya gustado" Fue acabar el vídeo y correrme. Me quedé petrificado unos segundos sin saber como sentirme, lo que había visto era sumamente morboso pero a la vez me había producido una sensación rara, no sabía que sentir, me daba la sensación que yo había sido quien había propiciado que esa situación se me hubiese ido de las manos. Continué trabajando distraído con ganas de volver a casa, no sabía si estaba cabreado con ella o conmigo mismo o con los dos. Al abrir la puerta de casa me abrió con una sonrisa espectacular y la bata de andar por casa y me beso de una manera muy ardiente. Me dijo que nuestro hijo no estaba, que se había ido a casa de sus primos a dormir. Abrió la bata y la dejó caer al suelo, de una manera muy peliculera, para quedarse solo con el conjunto rojo que había visto en el vídeo de por la mañana, cogió mi mano y la llevó a su entrepierna notando algo de humedad debajo de la fina tela que separaba mis dedos de su sexo. No sé como pero en ese momento dejé de pensar con la cabeza y pasé otra vez a un estado de excitación fuera de lo común. Me quede mirándola a los ojos y me soltó: - Cariño, he pensado que igual te haría ilusión montartelo con una actriz porno, soy algo nueva en la profesión, pero creo que valdrá ¿No? Mi manera de responderla fue continuar besándola, de una manera delicada y pasional, acariciaba su nuca mientras y con mi otra mano su sexo por encima de la braguita, que estaba pasando de húmedo a empapado. Me estaba encantando notar como su respiración se aceleraba, hasta que me pidió que fuesemos a la cama, al llegar se tumbó boca arriba, retiró la braguita hacia un lado y me pidió que proyectase con el Chromecast en la televisión de la habitación el video que me había mandado por la mañana, para mientras hacerle sexo oral. No pude negarme y me dispuse a cumplir sus deseos, me excitó mucho que me pidiese esto y no dude en saborear su delicioso coño. Supongo que ella estaba muy excitada, porque no tardó en alcanzar el orgasmo. Ahora me pidió que me tumbase en la cama bocaarriba, así lo hice sin rechistar, mientras miraba el final del video. Yo estaba tremendamente excitado y mi pene realmente duro, casí me dolía. Ella se tumbó a mi lado y comenzó a acariciarme el pene, sin dejar que me corriese y comenzó a interrogarme. - Cariño, ¿Te ha gustado el video? Solo pude asentir con la cabeza. Ella me sonrió y se dispuso subirse a horcajadas encima mío introdujo mi pene dentro de ella de golpe y no aguanté mucho más acabando en un tremendo orgasmo. Quedamos tendidos el uno junto al otro acariciándonos de una manera muy tierna. Ella comenzó a sincerarse conmigo tenía muchas cuestiones que responder. Por lo visto, cuando yo le explicaba que me excitaba ver porno e imaginar que era ella la actriz, a ella le empezó a gustar ver porno e imaginarse a sí misma siendo la actriz y empezó a pensar en hacerme un video porno, al principio solo masturbandose para enviarmelo cuando estuviese en mi hora del café. Después de enviarme uno de los videos porno de por la mañana se puso a buscar por internet para ver si había algún estudio especializado en hacer videos eróticos para parejas tipo boudoir. La idea era como mucho llegar a filmar un video de masturbación con el vibrador, de buen gusto y hecho por gente profesional, que cuide detalles de iluminación e imágen. Pero nada, no encontró ningún estudio ni negocio que se dedicase a hacer algo parecido de manera profesional, aunque encontró un anuncio en una web de anuncios de contactos que llamó su atención. El anuncio era de dos especialistas de imagen y sonido con estudio propio en las afueras de la ciudad, que buscaban por morbo hacer fotos calientes a una mujer o pareja, todo ello con la mayor discreción y abiertos a llegar hasta donde se quisiera, sin compromiso de nada. Tardó un par de días en escribir al anuncio, al principio solo por informarse y contar su idea. "Hola, había leído vuestro anuncio, me gustaría saber si me podríais ayudar a darle una sorpresa a mi pareja. A mi chico le encanta el porno y ve mucho, él dice que me imagina a mí siendo la protagonista siempre que lo ve y me gustaría que no me imaginase, sino que me viese en un video porno. No tengo una idea clara de que quiero hacer, en principio había pensado en un video masturbandome. Entiendo que sois profesionales y ya habéis hecho algún vídeo parecido." Solo el hecho de escribir ese mensaje, la excitación, la posibilidad de llevar a cabo algo así le hacía sentir que su corazón palpitaba como el de un colibrí y que se le iba a salir del pecho. Se pasó el día revisando el e-mail para ver si alguien respondía. A eso de las 13h del mediodía había acabado de trabajar y lo estaba celebrando tomando una cerveza en una terraza ya no se acordaba del mensaje que había escrito por la mañana y repentinamente el móvil vibró delatando la entrada un e-mail. "Buenos días, claro que te podemos ayudar, tenemos un estudio bastante acogedor y experiencia en hacer fotos eróticas, tanto a mujeres solas que quieren promocionarse en el mundo del porno como a parejas, también hemos participado en algún rodaje de alguna productora porno de manera esporádica e incluso hemos participado como actores en alguna. Lo mejor es que te pases y lo hablemos" Dudo en responder, de hecho llegó a darle al botón de borrar e-mail, sentía que el juego se le estaba yendo de las manos y que había llegado en momento de pararlo. Pero no supo muy bien el porqué, bebió la cerveza de un trago y se dispuso a responder. "Me parece bien pasar por vuestro estudio, aunque con lo indecisa que estoy y estando algo lejos, si me lanzo a ir es para rodarlo ese mismo día, mañana cojo el día libre y me acerco" No sé creía lo que acababa de hacer, estaba con esa sensación que tienes antes de montar en una montaña rusa, era una mezcla de miedo y excitación muy fuerte. La respuesta no tardó en llegar. "Ok, te esperamos en la dirección de nuestro estudio mañana a las 12 de la mañana" Se pasó la tarde viendo que ropa se iba a poner y frente al espejo pensando que posturas iba a mostrar en el video, aunque le intimidaba hacerlo con dos actores porno (aunque fueran ocasionales) delante. Cuando yo llegué de trabajar supo disimular bastante bien la tarde-noche transcurrió con normalidad como en cualquier casa de cualquier familia. Al día siguiente ella se despertó de un salto, estaba nerviosa y excitada tenía ese cosquilleo en el estómago de quien va ha hacer algo nuevo y prohibido como una colegiala que se escapa de noche de casa de sus padres sin que la vean. Se hizó una foto para mandarla y anunciar lo que iba a hacer con un conjunto precioso que de color rojo, de mis favoritos. Según me confesó, en ese momento pensó en simplemente hacer un video en casa y mandármelo e hizo varios intentos, alguno quedó decente. Así que me mandó una foto para picarme con la intención de dejarlo ahí. Me mandó la foto esperando una reacción mía asustadiza, pero cuando recibió de respuesta un "jajajaja Anda ya!!" por mi parte no supo qué le pasó que le dieron ganas de tomárselo como un reto, como que nunca le tomaba en serio en nuestros juegos, como si siempre fuera ella la que se echaba atrás en nuestros juegos morbosos y se acaba asustando. Así que se vistió, metió su vibrador en el bolso y ya decidida como en un arrebato se dispuso a conducir hacia el estudio. Había llegado a la cita algo antes de lo acordado, menos mal que estaba en una plaza y había una terraza montada dónde se sentó, dudó entre pedirse un café o una cerveza, pero para calmar los nervios optó por la segunda, que prácticamente se bebió de un trago. Con los nervios aplacados, pagó la cerveza y se dispuso a ir al estudio. La entrada era muy discreta, una puerta metálica tipo industrial. llamó a un interfono y la puerta se abrió cogió aire y entró. Al entrar se encontró a dos chicos de buen ver de entre 30 y 40 años, uno de ellos rapado, vestido cómodo, como de andar por casa y el otro con un atuendo más formal. Se saludaron y uno de ellos dijo: - Hola ¿Carmen? - Sí, soy la que escribí ayer a vuestro anuncio. - Muy bien, pues nosotros somos Fran y Edu, un placer que nos hayas venido a visitar. Dijo muy cortésmente. Le enseñaron el estudio, había varias salas, una de ellas tenía cuerdas y argollas para suspenderse, por lo visto realizaban también talleres de BDSM de una modalidad que se llama Shibari que consiste en atar a un modelo y suspenderle, con un toque de sumisión. Le enseñaron fotos de esas sesiones, la verdad que bastante artísticas. También le enseñaron alguna sesión de fotos de alguna modelo-actriz porno para inspirarse en cómo quería enfocar el vídeo. No podía evitar excitarse. Cuando estaban visualizando fotos en el ordenador había una carpeta llamada "Castings porno" que le llamó la atención, le dijo a Fran que si podía ver algún video, quizá se inspiraba más porque ella tenía interés en hacer un video más que una sesión fotográfica. Fran abrió uno de los vídeos, en los que se veía una chica haciendo una entrevista a cámara y al finalizar la entrevista entraban en el plano Edu y Fran, quienes empezaban un trío con ella. Se parecía mucho a los vídeos que me había estado mandando por la mañana los últimos días. Edu le preguntó si le gustaba la composición de la habitación, la iluminación y la imagen del video, ella en ese momento estaba más pendiente de ver como aquella modelo se lo estaba pasando que de la imagen, composición o cualquier otra cosa. Estaba realmente excitada, la situación era muy morbosa. Para romper el hielo Fran le preguntó qué tenía en mente. A lo que respondió de manera automática y fruto de la excitación y nerviosismo de aquel momento: - Quiero hacer lo mismo que he visto en el vídeo de esa chica. Justo después de decir esa frase sintió que ya no había marcha atrás Así que fueron los tres a una habitación con las paredes oscuras, un par de focos de iluminación indirecta y una cama enorme en el centro y se desnudó quedándose solo con el conjunto rojo de para sentarse en el borde de la cama, mientras Fran iba preparando la cámara y Edu desnudándose. Cuando Fran le hizo una señal una luz roja de la cámara se encendió y ella comenzó a hablar: - Hola amor, bueno, después de ver tanto porno y tener que hacer el esfuerzo de imaginar que soy yo la actriz, he decidido evitar que tengas que hacer ese esfuerzo. En el momento de acabar la frase, no sabía muy bien cómo había cruzado esa frontera, ni las consecuencias que podría llegar a tener, lo que sabía es que estaba realmente excitada y que se lo iba a pasar genial. Notar cuatro manos desconocidas volcadas en solo darle placer, pensar en mi reacción cuando yo lo viese y que de alguna manera me estaba dando una lección por no haberla creído capaz y por y demostrame que si ella quería podía ser mucho más lanzada que yo. La sensación de solo se dejarse llevar por el placer y centrarse en el disfrute que dos hombres le podían dar a la vez. Después de que describiese esta experiencia seguía sin saber como sentirme, el solo hecho de que ella me describiese todo el proceso que había seguido para acabar hacíendo el video ya me había puesto cachondo, pero el hecho de no haber estado presente y no haber participado hacía que me sintiese mal. Podía cabrearme, enfadarme o frustrarme, o podía hablarlo con ella e inidiar una manera de vivir el sexo de una manera liberal... Y elegí esta segunda opción...