Toma forma el grupo de luis y aresteo 2

Ellos piensan bien cómo darle forma al grupo.

Ellos, Luis y Aresteo no se conocían. El primero hotelero, el segundo restaurantero.

Se conocieron al ir  allá  Luis, muy lejos,  pero lejisimos, casi perdido en el monte,  a pedirle que lo dejara ir de vez en cuando con un amigo íntimo... a dormir, aunque no fuera hotel, pués debía cuidar su reputación... y ya una vez lo habían hecho, en un dormitorio que el amable camarero les había facilitado... un muy buen cuarto.... bello y bien decorado... con un muy buen ambiente para el amor, y la entrega... muy propicio... ideal para dos hombres, para dos machos...

Sí, el mio, lo sé, esa es mi habitación, dijo Aresteo...

Pués perdona, si fue abuso.

No lo fue, mi camarero lo consideró conveniente... y casi un acto de humanidad... los vió tan deseosos y necesitados...  y calientes y cachondos... que con criterio hizo bien. No os  iba  a dejar ir en ese estado...

Gracias... Don Aresteo... es usted una maravillsa de hombre comprensivo.

Los dos se miraban, con una especie de cariño... que era atracción mutua. La atracción que de repente pueden dos hombres sentir, sin haberse propuesto nada.

Se hablaron y se contaron sus cosas... Se entendieron muy bien.

Dijo Aresteo :

Hoy soy yo el que no te va dejar ir... No con este estado...

Pero si hoy no estoy caliente, como el otro día, Aresteo.... Sí algo impresionado por tí.

No me refiero a eso... hablo del estado del clima... ya está  comenzado a llover...  y va a ser una de esas tormentas tremendas... en las que llueve a cántaros... No te voy a dejar ir por ahí con  la tormenta.

Pués tu dirás... Aresteo...

Te vienes a mi dormitorio... y hoy duermes conmigo... si no te parezco feo, horrible, desagradable, poco atractivo, sin un siquiera dejo de causar deseo... a otro...

Ay... ay... ay... Aresteo... no digas esas cosas... si me pareces un hombre muy deseable y atractivo...

Se levantaron los dos, sus labios se juntaron... se besaron... y viéndose aceptados los dos el siguiente beso duró más de cinco minutos... y los dos tocándose sus partes intimas.... que las tenían ya grandes y duras...

Incluso se las habían sacado los dos... y eran normales, ibéricas,  pero grandes, más de la media, gordas, venosas,  y tan duras como piedras...

Esto es tuyo, Luis...

Qué vergota....

Y esto tuyo, Aresteo...

Joder.... qué cosa tan buena....

Y casi desnudos, arrastrando los  pantalones... se dirigiron a la recámara... donde el camarero estaba  ya abriendo la cama, acomodando las sábanas...

Besos y más besos... y explorarse los cuerpos por todos lados, y darse formidables caricias, lamidas... chupadas,  mamarse... y sentir de lo más bello que pueden sentir dos hombres... que se van a entregar el uno al otro.

Y a cada uno le tocó en su momento... sentir el rigor de la verga húmeda, suave y dura del otro...

Lo hicieron una vez, todo, completo...

Y fue luego... cuando hablaron de la necesidad de formar un grupo de gente conocida... que con cierta frecuencia se reuniera....

Poder darse el gusto... con la seguridad de que no se supiera....

Una especie de lista, para verse dos, o más,  y hacer el amor... cuando se tuvieran muchas ganas... Comunicación clasificada... que otros no entendieran....

Y la organización de un primer encuentro... de fundación de ese grupo a amigos de confianza.

De muchas cosas para ello hablaron... y cuando Aresteo... dijo de su fantasía....

Y hablaron otras veces....

Varias veces...

Muchas...

En mucho estaban de acuerdo... en pocas cosas no.

Que amigos se fueran diciedo... boca a boca...

En cierto lugar, cerca de la carretera regional, se verían...

En unas camionetas serían llevados al lugar preciso, frente a la playita.

En el lugar cerca de la playita solitaria, en una carpa bien hecha, con comodidades, y facilidades... propiedad de Aresteo.

Colchones o camastros, baños, agua para beber, agua para ducharse y lavarse. Toalllas...

Lugar o armario para poner la ropa.

Contar con comida...  muy buena, y algo de vinos... pocos licores.

Duración de la reunión tres días.

Que comenzara como a las 14 horas.

No debían entrar a la reunión ya desnudos... si llegaban varios a la vez debían  esperar... cada uno debía presentarse vestido... y que alguno de los que ya estaban... lo fuera desnudando, cachondamente...  Ay..... desde bajarle la bragueta. No iba a importar que el así encuerado... tuviera ya el rabo bien tieso y grande, eso era natural...

No se iba a molestar... si ya al estar desnudo... alguno le tocara el miembro...

De preferencia que fueran amigos del medio rural, no de las ciudades.

Todos conocidos, o con un conocido.

Podían ir hombres que aún no hubieran tenido sexo con otros machos... pero que hubieran estado a punto de hacerlo, garantizado por otro hombre...

Es decir... algunos casi novatos...

El que fuera novato... que lo dijera...

Podía decir si quería a alguien en especial...

No menos de 25 años.

Al entrar, y antes de ser desnudado... debía decir claramente, con buena voz SOY HOMBRE Y ME GUSTAN LOS HOMBRES

No se irían poco a poco, sino casi todos a la vez...

No sería todos contra todos.

No estarían obligados a nada...

Cada uno fuera haciendo... lo que se le antojara.

No era escoger pareja... todos dispuestos.

Se podía estar con uno, y al rato con otro...

Y repetir más o menos cada mes....

Era pasarla bien todos... y con amistad... esa amistad nuestra, que sabemos...

Fijar la fecha de la primera...