Todo tiene un precio (3)

La redactora Eva, pasa ahora por el "filtro" del dueño del local, y el mexicano se une...

Jajajaja…Pero chica no te quedes así – soltó el señor Casajús – seguramente sabrás hacer algo, para animarnos mientras vemos la película – y entonces aquellos dos mal nacidos se bajaron los pantalones y se sacaron sus pollas.

Me quedé petrificada. Ya no había marcha atrás. Me había metido en un lío tremendo hace apenas unas horas por dinero y ya no podía dar media vuelta. Cada minuto que pasaba era peor, cada vez más estaba metida en una espiral de la que no sabía como iba a salir. Miré el DVD y me vi en la pantalla, como entraba en aquel escenario donde la mulata me había llevado a uno de los mayores orgasmos de toda mi vida. Había sido humillante y vergonzoso pero también increíble. Al levantar la vista volví rápidamente a la realidad.

Enfrente mío estaban el dueño del local, el tal señor Casajús, y el mexicano, hijo del dueño de cementos Cruz Azul y que había comprado mi voluntad. Y estaban los dos con los pantalones bajados haciéndose una paja, mientras miraban el vídeo con cara de obsesos.

Ven guapa, no te quedes ahí parada – dijo el dueño del local – vente para aá y anímanos un poco el espectáculo – y me hizo un gesto con la mano

Yo dudé no sabía que hacer. Per un gesto del mexicano y el pensar en el dinero me hizo convencerme. Además ya no tenía marcha atrás… viendo lo que aparecía en la tele

Me acerqué lentamente, sin atreverme a levantar la vista del suelo. Llegué hasta su altura. Llevaba solo puesta la falda, y con el frío del aire acondicionado mis pezones estaban duros, resaltando aún mis tetas.

Ven aquí preciosidad, colócate entre medias de lo dos – me dijo el mexicano colocándome entre ellos dos – y vamos guapa, empieza a hacer funcionar tus muñecas – rio y me cogió la mano y me la dirigió a su polla

Su polla era enorme. Era gorda, muy gorda y morena, con una abundante mata de pelo a la altura de los huevos. Era bastante desagradable. Pero peor era la del dueño. Era delgada, larga y fina, pero muy larga. Además le sobrepasaba la tripa, dándole un aspecto bastante asqueroso.

Empecé a masturbarles, la verdad es que sin muchas ganas. Sus pollas ya estaban erectas gracias al video. De repente, sin saber ni como, un empujón fuerte me mandó al suelo directamente. En un visto y no visto me ví en el suelo. Miré, como desconcertada

¡¡Tu zorra!!. Ponle un poco más de interés. Cualquiera de las zorras de mi local lo hacen mejor. No te han pagado para que lo hagas con desgana, ¡¡lo han hecho para que seas la mejor de las putas durante un día entero!! – grito súper irritado el Señor Casajús – Ponte las pilas preciosa o te las pongo yo a ostias – se levantó violento hacía mi con aire amenazador y yo me hice un ovillo en el suelo

Tranqui tranqui amigo No te pongas así – se levantó el mexicano, poniéndose en medio, salvándome de una bofetada segura – no querrá que quede echa un cristo, luego no nos valdría, mejor así con lo buena que está – me levantó del uelo del brazo – a ver guapa, te hemos pagado por un buen espectáculo, ¿no? – yo asentí miedosa con la cabeza – pues muy bien, preciosa tengo una idea

Me levantó del suelo. Me miró a los ojos y me dijo.

Como hacer pajas no se te da muy bien, quiero que nos hagas un baile sensual, te masturbes y nos pongas muy caliente para que así nosotros nos hagamos la paja teniéndote aquí en directo.

Si eso, perfecto compadre, que se mueva como la zorra que es. Espera – el Casajús se levantó fue hasta un cajón de su escritorio y sacó un bote de aceite y me lo dio. Era grasa de coche, algo asqueroso – zorra quiero que te lo esparzas por el cuerpo y te pongas toda brillante –

Me coloqué en la pared. De fondo sonaban mis gemidos ante el trabajito que me estaba haciendo la mulata en el escenario. Me intenté concenrar. Siempre se me había dado bien bailar, así que pensé que estaba en una disco como cuando era joven y me molaba poner caliente a los chicos. Me empecé a mover a balancear mis tetas, y mi culo como si estuviera bailando salsa. Subí ya baje mi falda tantas veces como quise, hasta que me la quité y la dejé caer. Abrí un poco los ojos y vi a los dos hombres extasiados haciéndose una paja salvaje.

Seguí, moví el tanga, lo estiré, enseñé mi coñito un poco, lo tapaba… estaba haciéndoles un streep tease en toda regla. Empecé a bajar el tanga, y de repente un grito del dueño, de devolvió a la realidad.

¡¡Vamooossss… usa el aceite!!

Oh dios, ya no lo recordaba. La grasa de coche. Me la tenía que poner por todo el cuerpo. Era asquerosa. Abrí el bote, lo apreté y me lo puse en la mano. Lentamente empecé a extendérmela por el cuerpo. Empecé con la cintura, muy lentamente, haciendo círculos… Poco a poco fui llegando a mi culo y a mis muslos. He de decir que sin querer me estaba empezando a calentar. Era la primera vez que hacía algo así y me sentía sensual, excitante. Poco a poco me fui dejando llevar, y me fui extendiendo la gras por mis tetas. Las fui estrujando, alargando, jugando con mis pezones que se iban poniendo más duros por momentos. Me di la vuelta, me apoyé en la pared, saqué un poco el culo y me di la grasa por el culo.

Estaba tan extasiada, que no me di cuenta de que alguien se acercaba a mi. De repente noté unas manos en mi cuerpo y en mi culo. Abrí los ojos por el susto y pude ver al dueño con su cabeza pegada a mi cuello, sobándomelo con fiereza y babeando sobre mis hombros. Me agarraba violentamente mi culo, y luego mis tetas. Cogió con sus dedos mis pezones y los estrujó salvajemente provocándome un gran dolor. Yo intentaba resistirme pero estaba fuerte y no me dejaba

Zorra ahora si que vas a saber lo que es un hombre, nada de bolitas en tu culo ni nada de eso, lo mejor una buena polla, en tu culo –

No eso si que no, una polla por mi culo no, y menos la de aquel animal. Intenté zafarme de él, pero me sujetó con fuerza. En un visto y no visto me agarró de uno de mis brazos, y me puso sobre su meso, con las tetas apoyadas sobre el tablón y con el culo en pompa. Puso todo su peso encima mío y yo no podía moverme lo más mínimo. Tenía las tetas aprisionadas por su peso. Me empezó a acariciar la espalda con un de sus manos, lentamente, hasta llegar al culo. Pasó sus dedos por mi raja, tocando el coño y metiendo dos dedos violentamente en mi coño.

¡¡Ey mexicano!!. Esta zorra tiene el coño húmedo. Vaya puta tu redactora. La va la marcha mogollón, jajajajaja –

Oh dios, yo me quería morir. Me estaban humillando y encima me estaba mojando. Estaba excitada aunque no quería. No me dio tiempo a pensar más porque aquel cabrón, sacó los dedos, y los metió brutalmente en mi culo, provocándome un dolor inhumano. En seguida los sacó, mientras se reía y su polla totalmente empinada me golpeaba el costado. Por el rabillo del ojo, pude ver como el muy cabrón, se estaba echando grasa en los dedos, e inmediatamente volvió a la carga.

Los metió otra vez a lo bestia, mientras empezaba un mete saca que cada vez encontraba menos obstáculo.

- Mira, mira, cada vez va mejor. Nuestra guarrilla ya va lanzada -

De repente los sacó, y en un acto rapidísimo noté como algo gordo intentaba entrar en mi culo. Miré como pude entre jadeos y sudores, y vi como aquel mal nacido me estaba intentando penetrar con su polla. Lo consiguió fácilmente dado el estado de dilatación de mi culo y la grasa. Empezó a penetrarme salvajemente y violentamente como si jamás lo hubiera hecho en la vida. Mi culo me dolía como nunca ante los empujones de aquel cabrón. Parecía que a ese ritmo afortunadamente, no iba a tardar mucho en correrse.

Sin embargo, el muy cabrón sacó su polla de mi culo.

Oye mexicano, no te quedes ahí parado. Se está mucho mejor follandote a esta guarra.

Ante la invitación el mexicano se levantó con parsimonia. Se dirigió a mi y con su polla enorme, me acarició el pelo suavemente. Golpeó su polla contra mi cara, y se fue hacia mi culo. Violentamente y provocándome más dolor por su tamaño, entró de nuevo en mi culo. Empezó salvajemente otro mete saca, que parecía que me iba a reventar los intestinos. Yo no paraba de dar pequeños grititos, de sudar, mientras pensaba que me iba a morir.

De repente también la sacó, y su puesto enseguida lo ocupó Casajús que entró con igual violencia. Volvió a meterla y sacarla durante otros diez minutos ante mi estado de abandono. Yo no podía más, creía que me iba a desmayar. Cuando la saqué sentí tal sensación de alivio que pensé que me iba a cagar encima. Pero no pude porque de nuevo el mexicano me llenó el culo. Así se estuvieron turnando durante cerca de una hora. Ya no hacía falta que nadie me sujetara sobre la mesa. No me podía mover. Me habían cambiado de posición, me colocaron sobre un sofá, sobre el suelo, pero siempre me la metían por el culo. Yo no podía sudar más y el dolor de mi culo era insoportable.

En un momento cuando ya pensaba en el desmayo, me agarraron los dos de los brazos y me colocaron de rodillas.

Puta, abre bien la boquita, y míranos fíjamente, que vas a recibir tu regalo de despedida de este local – dijo sarcásticamente el señor Casajús –

No le dio tiempo a decir nada más porque de repente, entre espasmos, empezó a soltar chorros espesos blancos sobre mi cara y mi pelo rubio

Abre bien la boca, rubia – decía el mexicano, mientras se la seguía meneando, con un color rojo casi morado que no auguraba nada bueno - ¡¡¡aaaaahhhhhhh!!! – Brutalmente se corrió dentro de mi boca, y en mi cara, grandes dosis de semen que me cayeron por todos los lados –

Y allí se quedaron los dos, exprimiendo sus pollas hasta el final. Pasándomelas por la cara, ya casi flácidas. Mi cara era un poema. Nunca había permitido que nadie se corriera en ella, ni menos en mi boca, y aquel había sido un auténtico bautismo de fuego.

Vamos límpialas y déjalas relucientes – dijo con un hilo de voz el dueño, envuelto también en una gran capa de sudor –

Me vi obligada a darles un buen repaso, lo que me produzco unas grandes arcadas. Me sentía sucia, guarra, humillada, pero en contra de mi propio sentimiento excitada. Me sentía por todo ello avergonzada en mi interior, en mi propia conciencia.

Se separaron de mi, se pusieron sus pantalones y sus camisas, mientras yo seguía ahí de rodillas, en mitad del despacho con toda la cara y las tetas llenas de semen. Se pusieron una copa, mientras hablaban entre ellos.

Ya te puedes levantar preciosidad, has estado expléndida, pero creo que todavía se puede mejorar – me dijo el mexicano – y que mejor para eso que ver las mejores jugada ¿¿eh, Eva?? – jajajaja

Si claro muñeca, porque creo que a estas alturas ya sabrás que aquí se graba todo, jajajaja

Me quedé paralizada. No me lo podía creer, de nuevo aquellos hijos de puta lo habían grabado todo. La orgia violenta con mi culo como protagonista, había sido grabada

No me mires así muñeca – dijo Casajús con aire paternalista – ¿cómo crees si no que se graban los vídeos amateurs?. Y te advierto que son los que más éxito tienen. Esa frescura y saber estar, esa inocencia de la primera vez ante una cámara que tu aportas no la encuentras ya en ningún lado, jajajaja

Dios, yo me quería morir. ¿iban a poner mi video en todas las estanterías de ese club? ¿Y si alguien me reconocía?... era mi muerte segura. Maldita la hora en que me metí en este embolado

Vamos guapa, vete a duchar y arreglar, que aún nos queda mucho día y diversión por delante jajajaja – me dijo el mexicano – y visto lo visto, vas a dar mucho, pero que mucho juego – y brindaron los dos hombres.

CONTINUARÁ

(MUCHAS GRACIAS POR VUESTRO APOYO – ESPERO QUE OS SIGA GUSTANDO, Y YA SABÉIS, ES UN RELATO INTERACTIVO, QUE ESTÁ ABIERTO A TODO, INCLUSO EXPERIENCIAS PERSONALES, PARA IR AÑADIENDO COSITAS QUE PUEDA PASAR NUESTRA REDACTORA EVA.