Todo queda en familia

Mis padres de viaje y una ida a la disco resulta en una convivencia con mis primos y sorprendentes revelaciones.

Todo queda en familia

Con mis papás de viaje, una noche de fiesta, unas copas y un poco de marihuana, el final era inevitable.

En una ocasión mis padres se fueron por dos semanas de vacaciones; tomaron un crucero por Europa y el Mediterráneo. Por dicha ausencia, nos encargaron con mis tíos que viven muy cerca de nuestra casa. El primer fin de semana de nuestras vacaciones, nos fuimos mis hermanas y yo a bailar con mis primos –Juanjo, Ander, Pepe y Paco- y algunos amigos suyos y nuestros. Ya que me chulean mucho mis piernas, llevaba una mini muy mini y una blusa de botones ceñida, dejando un buen escote. Mi hermana Bety llevaba un top blanco y un pantalón de mezclilla muy ajustado, y mi otra hermana, Paola, llevaba también una mini y un top negro.

En la disco estuvimos baile y baile, y ya que mis papás no estaban y no había quién nos regañe, también estuvimos tomando con singular alegría. En determinado momento estábamos bailando puras chavas muy cachondo entre nosotras; inclusive entre mis hermanas y yo. No me importó en realidad, aunque más por mi borrachera que por otra cosa. De pronto, llegaron unos chavos a bailar con nosotras; de a dos o tres por cada una. Debido a la confianza con que llegaron y porque no hubo ningún reclamo de nadie, supe que eran chavos que venían con nosotras, así que seguimos bailando. Yo sentí como el chavo que estaba detrás me embarraba su paquete en mis nalgas y me acariciaba las piernas y la cintura, el que estaba delante de mí, también me acariciaba las piernas. Me hacían sandwich, se separaban, en fin, fue una especie de faje-baile intermitente. En una de esas, me dice alguien por detrás;

-Qué rica estás, primita, ¿eh? –era mi primo, Paco.

-Y tu qué…bien dotado, primito.

-Y a la prima…-me dijo mientras pegaba más su paquete a mis nalgas.

-No seas travieso, Paco.

-A travieso no me ganan, Teresita. A poco no se te antoja.

-Tranquilo que somos primos.

-Por eso, queda en familia.

-No que.

-Yo no soy familiar. –me dijo Miguel, que estaba frente a mi; no le respondí.

Luego de un buen rato bailando fuimos a la mesa y uno de mis primos pidió unos muppets, luego otra ronda y un rato después otra. Ya para ese momento yo estaba pedísima y me recostaba en el hombro de unos de mis primos o de algún amigo, el cual me abrazaba y me agarraba las piernas. Ya muy tarde, me dijo Ander; -Ya vámonos, Tere. Ya están muy jarras (borrachas). En el coche íbamos bien apretados. Pao iba del lado del copiloto e iba besándose con Alex, un amigo de mis primos; a Bety la iba cargando Miguel, quien aprovechaba para acariciarle las piernas y de repente subía su mano hasta la entrepierna de mi hermana, y se besaban ocasionalmente. A mí, me iba cargando Paco, seguro lo arregló con los demás, y me agarraba las piernas –yo las tenía cruzadas- y de repente –aprovechando que nadie nos veía- metía su mano en mis entrelazadas piernas y trataba de subirla hasta mi entrepierna; lo dejé subir un poco, pero no hasta mi panty. Él, mañosamente, recostaba su cabeza en mis tetas. Yo, la verdad, me excitaba un poco todo aquél morbo. De hecho estaba empapada, disfrutaba calentar a los hombres. Llegamos a la casa y Pao los invitó a que pasaran un rato. Así lo hicieron, aprovechando que no estaban nuestros padres, y pusimos un poco de música y nos servimos algo de tomar. Luego de un rato, fui con Paco y Ander al cuarto de tele a cambiar la música; Bety se quedó en la sala con Juanjo y Miguel y Pao subió con Alex. Me senté en el sillón a ver los compactos (CD’s) y mis primos se sentaron a mi lado, Paco me agarró la pierna, la acariciaba lentamente y la subía desde la rodilla hasta la parte superior del muslo, el corazón me palpitaba rapidísimo por la excitación de lo prohibido; yo seguía viendo los discos mientras Ander me mordisqueaba la oreja y el cuello y me acariciaba la pierna izquierda y la jalaba para abrirme las piernas, yo me resistí un poco. Al voltear la cara hacia la derecha para que Ander siguiera besando mi cuello, Paco acercó su cara y me besó:

-Soy tu prima

-No importa…¿a poco no tienes ganas? –entonces subió su mano por mi estómago hasta mis tetas y metió la mano bajo mi blusa.

-Tienes bien duros los pezones, primita. Ves como sí tienes ganas. –solté los discos y acaricié sus piernas, subiendo hasta sus paquetes; estaban durísimos. Paco me desabotonó la blusa y me movían la copa del bra para poder lamerme las tetas. Yo estaba ardiendo-.

-Ya…no sigan.

-Bien que quieres, prima.

-No…ya, ya, en serio. –en eso Paco, me agarra la conchita sobre la panty y me dice:

-Bien que andabas de calienta vergas en la disco, ¿no? ¿O te vestiste de putita nada más por que sí? ¿Para que andas calentándonos y dejando que te metiera mano en la disco y en el coche? Y bien que quieres, pinche Tere, si eres bien puta igual que tus hermanas. Les encanta la verga a las tres. –y me acariciaba la empapada conchita. Mira como estás de mojada y la cara de puta que tienes. Te vamos a dar verga, prima, igual que le están dando a Bety y a Paola.

Entonces me agarró la mano la puso en su paquete otra vez y me dijo que se la sacara. Yo lo obedecí y me siguió besando. La verdad me calentó muchísimo que me hablara así, que me obligara a tener sexo, que me dijera puta y que me iban a dar verga. Pensaba, “sí somos unas putas, dennos verga, cabrones”.

-Yo quiero oler esa panochita, prima. –dijo Ander, entonces se hincó en el suelo, me abrió las piernas y me olió la conchita sobre la panty; sentía cómo pasaba su nariz y boca sobre mi concha, sentía el calor de su aliento y me mordisqueaba suavemente; sentía delicioso. Mientras Paco me besaba, me agarraba las tetas y yo lo masturbaba. Ander me hizo a un lado la panty y me lamió la concha…mmmmmmmmmm…yo estaba ardiendo. Sabía que estaba mal lo que hacíamos, pero entre la borrachera y lo caliente que siempre he sido, no pude evitarlo.

-Hueles y sabes delicioso, primita…mmmmm…mmmmmmmm

-Sigue, primo, la chupas riquísimo

-Me cae que eres putísima, Teresita…hace tiempo que quería meterte mano…me encantan tus ojitos de putita inocente pidiendo verga…como te exhibes en las comidas de la familia con tus falditas, y en las discos para que te metan mano y te cojan…si supieran mis tíos…¿verdad que te gusta la verga? –no dije nada, sólo me recosté sobre su rico palo y empecé a lamerlo y mamarlo; me lo metí todo a la boca y lo succionaba y masturbaba alternadamente, mientras Ander seguía comiéndome el coño.

-Aaaaaayyyyyy qué rico……sigue Tere. Qué rico la mamas, prima, se ve que practicas mucho.

-Mmmmmm….ssssshhhhhhllllllppppp…sssshhhhlllpppp…mmmm

-Está más rica tu panochita que la de Bety, preciosa. –En ese momento supe que, al menos Ander, ya se había cogido a mi hermana; y yo ni por enterada.

-Lámelo, Tere…así, así…..

-Mmmmmmmm…ssssshhhhhlllllppppp…mmmmmmmmm

-Vas a hacer que me venga, espérate tantito…-en ese momento Ander dejó de comerme la concha, se sentó en una silla frente al sillón, se bajó los pantalones y me dijo Aquí te espera otra, prima, mientras se masturbaba se enorme palo. Yo, poco a poco dejé de lamerle la verga a Paco, me paré y me fui gateando hacia la silla donde estaba Ander, con la blusa abierta, el bra con los tirantes abajo mostrando mis tetas, me acerqué a su verga la tomé con mis mano, lo masturbé un poco, se la olí y comencé a lamérsela.

-Qué boquita, prima…sí que has practicado, y vas a practicar más con nosotros, Teresita. Qué ricas tetas se ven desde aquí. –Paco tardó unos minutos en bajar su excitación y entonces sentí cómo se acercaba por detrás lentamente, me acarició las piernas, me levantó la falda, me acarició las nalgas, la concha –que seguía empapada- y puso la cabeza de su verga en mi conchita y de un empujón me la metió hasta adentro.

-Aaahhhhh….con cuidado…aaaayyyyy, qué rico…mmmmmmm

-Tienes un culo delicioso, les ha de encantar metértela por atrás, prima, qué ricas nalgas

-Mama, putita…mámasela a mi primo mientras te cojo

-Mmmmmmm…sí, métemela, métemela…mmmmmmmmm….

-Me estorba tu pinche panty…-la rompió y me la quitó-

-Mmmmmmmmm…mmmmmmmmmmmm….mmmmmm, ay qué rico….

-Anda puta, mámasela mientras te la meto. –yo me calentaba más cuando me hablaba así y mis gemidos aumentaban. Ah, te gusta que te diga puta, ¿verdad? Te calientas, primita putita.

-Qué rico me la mamas, pinche Tere…putita primita…cómo tenía ganas de que me la mamaras

-Mmmmmmmmmm….mmmmmmmmmmmm…..-Paco me agarraba las tetas y las pellizcaba mientras me la metía por atrás y me daba nalgadas-

-Mmmmmmmmmmmm…mmmmmmmmmmmmm….

-Qué rico culo tienes…te la quiero meter por el culo, prima.

-M-m –me negué.

-Te voy a dedear el culo –entonces me sacó su palo para mojarse la mano con mi concha, luego me la volvió a meter y me masajeó el culito con su pulgar y lo metía poco a poco; me puse muy nerviosa pero también me calentó mucho. Sentí cómo crecía y palpitaba la verga de Ander.

-Ah…me voy a venir…sigue-sigue mamándomela, Tere…aaaaaaa

-Mmmmmmmmmm…mmmmmmmmm…-yo incrementé mis mamadas y movía más la cadera para que se viniera Paco al mismo tiempo. En unos minutos Ander me llenó la boca de su lechita; no me la tragué, se la volví a echar en su verga y la bañe con mi boquita. Pero Paco no terminó.

-¿Quieres que me venga ya, primita?

-Sí, papito, vente

-No, primita, aquí tienes verga para rato. Pregúntale a Bety.

-Aaaayyyy…qué rico, prima

-Sigue-sigue…..aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyy sííííí

-Acuéstate en el piso, quiero ver tu cara y tus tetas mientras de la meto, primita. –obedecí y me la metió de un solo empujón-

-Ah…ay qué rico…qué rica verga, Paco.

-Dime que quieres que te la meta.

-Quiero que me la metas.

-¿Te gusta la verga, prima?

-Sí, primo, me gusta la verga. –Paco fue acelerando su bombeo.

-Eres bien puta, ¿verdad?

-Sí…soy bien puta y me encanta tu verga, primo.

-¡Qué rico se mueven tus tetas! ¡Qué carita de puta tienes, prima!

-Son tuyas, primo. –en ese momento vi sobre mi hombro derecho, y pude ver cómo se estaban cogiendo a Bety; ella estaba montando de espaldas a Juanjo. Paco se dio cuenta de que yo estaba observando la escena. Rió.

-Te gusta ver, ¿eh? ¿te gusta ver cómo se cogen a tu hermana? Ves cómo sí es bien puta. ¿Se te antoja una orgía con tu hermana? –La verdad me excitó a mil lo que me decía el cabrón de Paco-. ¿Quieres lamerle la concha a tu hermana? Es muy rica. –Me agarró la pierna izquierda, la levantó me puso de lado para poder ver mis nalgas y mis tetas y aceleró el bombeo aún más-.

-¡Ay qué rico!

-Mira a la puta de tu hermana, mira cómo se la meten –me daba nalgadas- ¿te gusta, primita?

-Sí, sí me gusta…-volvió a meterme un dedo en culo y sentí cómo llegaba mi orgasmo- síguele, síguele…ay, papito, así, así.

-Sí, vente, vente, putita.

-Síííííí…ay qué ricooooo…a-a-a-a-a-a-a-a

-Me voy a veniiiiiiiiiiiiiiir…aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh –me volteó rápido y me llenó las nalgas de semen y en seguida qué dejé de sentir cómo caía la lechita en mis nalgas me volvieron a penetrar, creí que era Paco, pero era Ander que volvió a calentarse y me la metió por atrás. Fue delicioso porque volví a tener un orgasmo de inmediato. Yo sólo levanté las nalgas y bajé el tronco para que me penetrara más-

-¡Qué rica panochita, Tere! ¡Qué culo!

-Ay sí, cójeme…aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyy…-me agarró los brazos hacia atrás y quedé como colgando del tronco; Ander me la metía duro, se oía cómo chocaba contra mis nalgas. Paco se paró frente a mí y me dijo:

-Lámela un poco –me la puso en la boca y le obedecí.

-Toda una putita…-sentí cómo nuevamente su verga se endureció y aceleraba el bombeo. Me voy a venir otra vez…ahí va…ahí va…aaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh…-tuve mi último orgasmo junto con él.

-Mmmmmmmmmmm…mmmmmmmmmmmmm….-le dí las últimas lamidas a la verga de Paco y nos quedamos recostados. Yo me quedé dormida en pocos instantes. Cuando me desperté al día siguiente estaba confundida, ya que si bien me sentía culpable y sucia por haber tenido sexo con mis primos, también es cierto que lo había disfrutado mucho. No sería la última vez.