Todo queda en familia
Las casualidades existen
Hacia casi un año y medio que mis padres se habían separado, para un chico de 16 años había sido como tsunami en su vida, poco a poco lo iba asumiendo, pero cuando llegaban las fechas señaladas como en este caso Navidad y Fin de Año, me inundaba la tristeza.
Me faltaban 4 meses para cumplir los 18 años (la mayoría de edad), le prometí a mi madre que la Noche Buena la pasaría con ella y con mi abuela, pues según ella tendríamos un invitado especial esa noche, la pregunta era ¿Quién sería el invitado?
Yo sabía que mi padre estaba saliendo con otras mujeres, pero mi madre no, por eso supuse que seria un novio. Alguien puede pensar que eso me preocupaba, pero no era así, ni me preocupaba ni me dejaba de preocupar, en un principio.
La noche del 23 de diciembre, decidí salir a dar una vuelta, a ver si encontraba a un amigo o mejor una amiga, pensando en recogerme pronto. Me fui al local donde solíamos reunirnos, pero no había nadie. Pedí al camarero de la barra un refresco, cuando me lo estaba sirviendo me comento que en la mesa del final había una mujer que era asediada por tres tipos, al mirar a la mujer sentí, un algo, como si la conociese. Le dije al camarero que me sirviera, también, lo mismo que había pedido la mujer, y sin pensarlo, con las dos bebidas en las manos me acerque y metiéndome entremedias de los hombres le dije “Perdona, tía Laura, pero me despiste ya estoy aquí” la cara de los hombres fue mayúscula, y se retiraron, “le dije este salvamento te va a costar las dos bebidas que llevo en la mano” ella me contesto “y quien te ha dicho que quisiera que me salvases” la mire sorprendido y le dije “perdona, será mejor que me vaya” ella me cogió de la mano y me dijo “Mejor te quedas, no tengo ganas de soportar a esos tres nuevamente, y me llamo Ángela” y yo siguiendo la broma le dije “O.K. tía Ángela, yo soy tu sobrino José Antonio.” Ella me miro sorprendida “Sabes yo tengo un sobrino que se llama José Antonio” y sonriendo le dije “Claro yo” ella me dijo “no te rías que es verdad, hace muchos años que no lo veo, yo vivía en esta ciudad pero me pelee con mi familia y me fui. Bueno eso son cosas del pasado, y tu que haces a parte de salvar mujeres en apuros” le conteste “Poca cosa, estudiar y ligar” ella sonrió y me pregunto “Vienes mucho por aquí” le dije “Bastante es el lugar de reunión de los amigos” me pregunto nuevamente “Estas esperando a alguien” le conteste “La verdad , no, pues ya deberían estar aquí” seguimos hablando de cosas de la ciudad, y media hora después, casi las doce de la noche, ella me dijo “Creo que es tarde, me voy a ir, te agradezco tu compañía” le conteste “de nada, yo también tengo que irme”, la acompañe a la puerta allí le dije “Ha sido un placer conocerte, aquí se separan nuestros caminos” ella sonrió y dijo “si eso parece, te vas para casa” le conteste “No lo se, creo que antes daré una vuelta por alguna disco” me miro y me dijo “te importa si te acompaño, no tengo ganas de ir a dormir aun” la mire y le dije “A mi no me importa” ella sonriendo me dijo “lo digo porque te vean en compañía de tu tía” siguiendo la broma le dije “Y a ti que te vean con tu sobrino” Ella rio a carcajadas y se engancho en mi brazo y nos fuimos caminando, algunas personas con las que nos cruzamos nos miraban, supongo que chocábamos como pareja, pues si yo tenia solo 17 años y aparentaba alguno mas pero no muchos mas, unos 20 años; ella debía estar rondando los 35 años aunque podía pasar por tener unos 30 años. Fuimos a la disco, cuando se quito el abrigo, tuve que reconocer que estaba muy bien, ella sonriendo me pregunto “Que tal estoy” y le dije “Genial”, estuvimos un par de horas, le dije “Se esta haciendo tarde” ella contesto “Tienes razón, cuando se está en buena compañía, el tiempo ha pasado rápido” fuimos a coger nuestros abrigos. Y al salir a la calle ella dijo “Podrías terminar el trabajo de gran salvador acompañándome al hotel” seguidamente aclaro “Hasta la puerta, ¿No?” asentí con la cabeza, ella se volvió a coger de mi brazo y nos encaminamos al hotel, una vez en la puerta le dije “Aquí se acaba mi cometido, de caballero” ella simplemente acerco sus labios a los míos y nos besamos, y me dijo “Realmente te tienes que ir, porque no subes conmigo a mi habitación” la mire y le dije “estas segura, por mi no hay inconveniente” Ella volvió a besarme y me dijo “No sé lo que me sucede, pero lo estoy deseando” .
Entramos en el hotel, pidió su llave, el de recepción nos miro al entregarle la llave pero no dijo nada. Ya en su habitación, ella se quito el abrigo, nuevamente admire su cuerpo, la veía nerviosa, y se lo dije “¿Estas nerviosa?, si te vas a sentir culpable mejor lo dejamos” puso cara de sorprendida y me dijo “¿Culpable? ….”, le conteste “Por tu marido” sonrió y dijo “Has pensado que estoy nerviosa, porque voy a ser infiel a mi marido…” volvió sonreír y prosiguió “… me separe hace ya casi 3 años, estoy nerviosa porque desde entonces no …” “Comprendo, pero se suele decir es como montar en bicicleta nunca se olvida, ¿No?” sonrió, “¿Qué edad crees que tengo?” conteste “la suficiente para haber montado en … bicicleta” casi riendo dijo “Te puedo garantizar que no se me daba mal eso de montar en bicicleta” cogiéndola por la cintura le dije “Eso lo has de demostrar “¿Qué edad …” no deje terminar la frase la atraje hacia mí y la bese, fue un beso largo y profundo; mientras, mis manos acariciaban su cuerpo. Entre caricias nos fuimos desnudando, como ya he dicho me gustaba su cuerpo, y al verla desnuda me gusto mucho mas, sus pechos no eran muy grandes, tampoco sus pezones aunque el color era muy intenso, la cintura era estrecha, y las caderas anchas pero sin exagerar, me fije en su vello púbico, lo tenía bien recortado, ella se dio cuenta y dijo “me gusta cuidar mi aspecto” ella se fijo en mi polla y dijo “no está mal” y le conteste “pues aun no está al cien por cien” me cogió de la mano y me condujo a la cama y me empujo para hacerme caer en la cama, y seguidamente se acerco a mí, cogió mi polla con una mano y comenzó a pelármela, mientras que con la otra acariciaba mi escroto, no tardo en acerca su boca a mi polla, pero antes dijo “No te importa, es que me gusta que este lubricada” le conteste “Por mí no hay inconveniente, pero te tendré que lubricar “ ella sonrió y dijo “No hace falta estoy muy húmeda”. Mi polla siguió creciendo hasta su tamaño máximo, entonces Ángela fue subiendo hasta situar sus pecho sobre mi boca, yo se los chupe, entonces bajo un poco haciendo que mi polla entrase por su vagina, quedando empalada, le dije “Veo que mas que montar en bicicleta lo que te gusta es montar a caballo … a pelo” entre gemidos dijo “Pues espero que seas un buen semental”, no tardo mucho en decirme “Estoy llegando ¿Tu no?” tal como estaba agarre sus pezones duros con mis dedos, y apreté ella grito, seguido de un jadeo rápido para dejarse caer sobre mí al alcanzar el orgasmo, yo no pare seguí moviendo la cadera lentamente y ella me dijo “No has llegado” le conteste “No te preocupes, llegare” hice un pequeño giro quedando ella debajo, hice que pusiera su pierna izquierda sobre mi hombro derecho, seguí penetrándola, en aquella postura la penetración era más profunda y dura, no tardo en alcanzar otro orgasmo, yo no llegue y estaba cansado así que me deje caer a su lado. Ella dijo “Lo siento” sorprendido le pregunte “¿Por qué?” me respondió “Yo he tenido dos orgasmos y tú no has llegado” la mire y le dije “no ha sido culpa tuya, yo estoy contento que tu hayas disfrutado, pero hay otras cosas que me preocupan” mientras pasaba su dedo por mi pectoral me dijo “te puedo asegurar que he disfrutado, más de lo que puedas imaginar, ¿Qué es lo que te preocupa?” mire un pezón suyo y se lo acaricie le dije “Mañana en casa hay un invitado especial, según mi madre, yo creía que no me afectaba, pero me imagino que me va a presentar a su novio” me beso en la boca y me dijo “Pues descansa maña será otro día” y me quede dormido abrazado a ella.
Me desperté a las 8 de la mañana, sentí el agua de la ducha, supuse que se estaría duchando, paso por mi mente meterme en la ducha con ella, pero no lo hice me vestí y me fui.
Camino de casa iba pensando en lo sucedido, no podía dejar de pensar en Ángela, esperaba volver a verla, pero lo que más me rondaba en la cabeza era lo de mi madre. No tarde en llegar, por suerte mi abuela aun estaba dormida, al igual que mi madre, me metí en la cama y me quede dormido.
Me despertó el grito de mi madre llamándome “José Antonio, sal, veras la sorpresa” me levante, aunque no con muchas ganas, y al salir la sorpresa allí delante mi madre me señalaba a una mujer, era Ángela, ella debía estar tan sorprendida como yo, pero lo disimulaba. Mi madre dijo “Es tu tía Ángela” estuve a punto de reír, lo de tía Ángela tenía su gracia, se me acerco y me dio dos besos en las mejillas y dijo “Tenéis que comprender que no me esperaba”, mi madre me miro y como estaba en pijama me dijo “Anda, dúchate y vístete” y me fui para dentro me duche y al está en mi habitación comprendí que cuando la vi en el bar me pareciera familiar, en el pasillo había un retrato de ella, cuando tenía 17 años, habían pasado 18 años. Salí a salón-comedor donde estaba mi madre, mi abuela y como no mi tía Ángela, a la cual no me atrevía a mirarla a los ojos. Fue mi madre la que dijo “J.A. tienes que acompañar a tu tía al hotel, para traerte sus cosas” instintivamente dije “¿Yooooo?” y respondió si tu y no discutas, tía Ángela dijo “Déjalo, el chaval tendrá otras cosas que hacer” y mi abuela como siempre dijo “Hacer nada, lo que tenía que hacer lo hizo anoche”, mi mirada se cruzo con la de mi tía, y dije “Vale”. Llamamos un taxi, yo me puse delante y mi tía detrás y nos fuimos al hotel, no dijimos nada durante el trayecto, tía Ángela pago al taxista y subimos a la habitación. Nada más cerrar la puerta dijo “¿Cuántos muchachos de 17 años hay en la ciudad?” yo conteste “No se” me miro y dijo “era una pregunta retorica, es que si lo quiero hacer, no lo consigo, bueno lo sucedido fue anoche, debemos olvidarlo, imaginemos que éramos otras personas, y tu ni mu a nadie, y cuando digo a nadie es a nadie, no te la des de gallito”, la mire y dije “yo soy el primer interesado en olvidar”. Recogimos sus cosas y nos fuimos.
Pasamos la Noche Buena, y al día siguiente Navidad, me levante sobre las 10, mi madre y mi abuela salieron iban a ver a unas amigas, media hora después se levanto mi tía Ángela, me pregunto por mi madre y mi abuela le dije donde estaban y que hasta las 2 no volverían, tía Ángela dijo “Tenemos que hablar” dije “de que” ella puso cara de enfadada “de que va a ser de lo de la otra noche” le dije “no quedamos en que teníamos que olvidar” se sentó junto a mí y dijo “pero me siento mal, y no es por lo que hicimos, sino porque …” hizo una pausa para continuar “… sino porque me habría gustado hacerte sentir placer” no sé cómo pero su boca sello la mía y me dijo “ven vamos a la habitación” no puedo decir que estuviera sorprendido, pues me pase toda la noche pensando en ello. Ya en la habitación nos desnudamos, estábamos frente a frente y dijo “esta será la última vez, imaginemos que somos las personas de la aquella noche” ya en la cama acaricie su cuerpo hice que gimiese de placer, acaricie su clítoris con mis dedos, y los introduje en su vagina, ella me pedía que se la metiera, en ese momento solo éramos un hombre y una mujer buscando el placer, y encontrándolo, no se los orgasmos que alcanzo, hasta que yo descargue mi semen en su vagina. Y no volvimos a hacerlo por temor a que llegaran y nos pillaran. Al salir de su habitación me dijo “Ha sido una de las mejores folladas que me han hecho” y le conteste “Puede que sea la mejor follada que yo he hecho” sonrió y asevero “Pero, esta ha sido la última vez”.
Si alguien piensa que fue la última vez está equivocado, hubo muchas más veces, al principio nos engañábamos diciendo “A sido un arrebato, esta es la ultima” pero volvíamos a caer, y terminamos diciendo “Para que esta una tía, para com-placer a su sobrino”