Todo queda en casa

Continuación de la trilogía: Escuela de hogares feministas.

Escuela de Hogares Feministas: Todo queda en casa (desenlace).

Después del adiestramiento construimos un hogar basado en el ultrafeminismo

Nota del autor: Este relato es el desenlace de la trilogía de "Escuela de Hogares Feministas", así que para la adecuada compresión de este relato emplazo a los lectores a leer la parte una y dos de esta trilogía www.todorelatos.com.

Escabel.

escabel1@hotmail.com

Han pasado ya nueve meses desde que Marina y yo acabamos los estudios en la escuela de ultrafeminismo, y ahora llevamos lo que se puede llamar un hogar feminista. Es difícil de admitir para mí que me siento muy cómodo en la nueva posición en la que he quedado, por muy humillante que pueda parecer.

No se si ha sido por mi personalidad sumisa de entrada o por el adiestramiento recibido en la escuela, pero ahora el propósito de mi vida es el servicio a mi mujer.

A lo que más me ha costado acostumbrarme es a servirla en castidad, porque en muy raras ocasiones Marina me quita el cinturón de castidad, para ser colocado a continuación. Nuestras relaciones sexuales se restringen en la actualidad al placer oral de ella y al quedarme yo frustrado en la mayoría de ocasiones. Esa frustración hace que cada vez me sienta más sumiso ante ella, poseedora de la llave de mi placer. En algunas ocasiones ella me ha dicho que me vaya acostumbrando porque no me volverá a dejar penetrarla jamás. Me da bastante lástima no volver a sentirme dentro de ella más pero creo que es una situación que yo me he ganado a pulso.

Después del adiestramiento nos hemos relacionado mucho con Ana y Esther, y sus respectivas parejas también sumisas. Cuando estamos todos juntos, los chicos competimos a ver quien sirve mejor a su mujer.

Al margen de estas parejas, solo los amigos más íntimos saben de las interioridades de nuestra relación, aunque cada ves se a ampliando el círculo de personas que conocen nuestra forma de vivir y cada vez nos ocultamos menos. Delante de quien lo sabe me comporto como un auténtico esclavo, es decir de rodillas y a los pies de mi mujer.

Supongo que llegará un momento en el que no nos tendremos que ocultar ante nadie. No puedo negar que en principio fui obligado a servir a Marina como esclavo si no quería perderla para siempre, pero en la actualidad estoy muy feliz por la forma nueva que tenemos de relacionarnos, y me gustaría hacer lo más publica posible nuestra relación.

La semana pasada dimos un salto de gigante en esta situación, puesto que después de comentarlo entre mi mujer y yo, Marina me digo que íbamos a "salir del armario" delante de la familia de ella, hecho que paso a describir a continuación.

Marina tiene una corta familia, está su madre: una señora que enviudó siendo mi mujer todavía pequeña y que desde bien temprano se tuvo que hacer cargo de su familia, trabajando fuera más luego las labores del hogar. Era una mujer de unos 60 años y la verdad es que muy bien conservada para su edad. Conservaba unas bellas piernas que a menudo se encargaba de lucir con faldas de vuelo, medias y zapatos de tacón que solía lucir de forma asidua.

El resto de su familia eran sus dos hermanas, Lorena la mayor de unos 38 años, casada con mi cuñado Carlos, y Mónica la más pequeña de unos 22 años bastante independiente y que vivía sola desde los 20.

Las dos hermanas eran tan bellas como su propia madre y como Marina, se ve que los rasgos genéticos se habían transmitido satisfactoriamente.

La verdad es que siempre me había sentido muy cómodo con la familia de mi mujer, aunque la situación iba a cambiar puesto que iba a ser presentado como esclavo, y la verdad es que me encontraba bastante nervioso por este hecho.

Mi mujer invito a su familia a una cena en nuestra casa. Mientras sus familiares estaban en el salón, nosotros estábamos en nuestro dormitorio:

Marina: Desnúdate. Hoy va a ser como volver a casarnos sólo que en esta ocasión no como marido y mujer sino como Ama y esclavo. Igual que en esa ocasión yo estuve frente a nuestros familiares vestida de blanco, hoy estarás tu desnudo delante de mi familia.

Una vez me desnude, Marina me puso el collar de perro que solíamos usar habitualmente y me puso a cuatro patas.

Marina: Ven sígueme a cuatro patas como el perro en el cual te he convertido, tengo algunas personas que quiero presentarte.

Entramos en la sala, Marina elegantemente vestida y con la cadena en su mano y yo desnudo a cuatro patas detrás de ella. Yo no podía mirar a nadie a la cara, puesto que me encontraba terriblemente humillado. Se hizo un terrible silencio en la estancia y a continuación mis cuñadas empezaron a reir muy sonoramente, estaban sorprendidas por el momento. Para mi sorpresa mi suegra no digo ninguna palabra, lo que me hizo suponer que ya estaba un poco al tanto de nuestra relación.

Mi mujer me paró frente a mi suegra y yo permanecí de rodillas frente a ella.

Suegra: Hace una semana mi hija me contó el pormenor de vuestra relación. En principio me sentí muy escandalizada, pero después pensé que si es la forma de vivir que habéis escogido como pareja no tengo nada que objetar, porque: ¿tu eres feliz así?.

Yo: Sí señora.

Suegra: Pues no os preocupéis de lo demás porque no os tendréis que esconder más delante de nosotros, puedes seguir siendo esclavo en nuestra presencia si es tu deseo. Solo quiero que entiendas que esto o tiene vuelta de hoja, serás el esclavo de mi hija y de nuestra familia el resto de tu vida. Si se te ocurre dejar de serlo yo misma me encargaré de contarle a todo el mundo, incluida tu propia familia, lo pervertido que eres.

¿Estas de acuerdo?

Yo: si señora.

Suegra: Para sellar el pacto tendrás que lamer los pies de todos nosotros como tus Amos, empieza con los mios que los tengo muy cansados.

Finalmente baje mi cabeza y alcancé sus zapatos que quité con la boca, para empezar a lamerle un pie enfundado en medias de rejilla. Ella muy autoritariamente puso sobre mi cabeza su otro pie, como tomando posesión de mi.

Mi vida ya ha cambiado del todo, y al final todo ha quedado en familia….

FIN

Espero que les haya gustado y cualquier comentario será bien recibido, y lo contestaré con sumo gusto.

escabel1@hotmail.com