Todo por una aplicación

Cuenta como resumen decir que fue sexo con un desconocido?

Estaba recostada en la cama,  mirando hacia la nada, totalmente inmersa en los recuerdos de lo que había pasado unas horas antes, el cuerpo me dolía como si me hubieran apaleado, pero valió la pena, si no fuera por mi amiga que me rogó para instalar esa aplicación, no hubiera cogido hoy.

Soy muy renuente a usar aplicaciones para conocer gente, menos imaginé que de inmediato me escribieran, no puedo negar que por mi mente pasó la idea de que podrían ser asesinos seriales los que estaban del otro lado de la pantalla.

Ignoré algunas solicitudes, pero una llamó mi atención…

"Hola tú, si no eres una súcubo, me gustaría conocerte"

Ese en verdad fue un saludo muy diferente y divertido, no la pensé más y respondí…

"Claro que lo soy, ¿te doy miedo?"

Fue el inicio de tres días de mensajes ininterrumpidos, obviamente no me iba a andar por las ramas le dije que mi único interés en conocerlo era coger, pensé que lo asustaría al ser tan directa, pasa con todos, se las dan de machos que se quieren coger hasta con la almohada ¡Ah!, pero sí una mujer les dice que sólo quiere coger... se asustan.

Para mi endemoniada fortuna, no se asustó, quedamos en un café la plática fue grata,  me hizo reír mucho, le dije que el simple echo de saber que lo conocería para ir a coger, me tenía a mil y que estaba deseosa de sentirlo llenar mi cavidad vaginal, eso le bastó para terminar la charla y pedir la cuenta, era momento de ir al motel que previamente elegí.

Entramos a la habitación, la cama estaba al centro de la habitación, una otomana bajo la televisión, un sofá de piel en una esquina con una mesita de centro, en la otra esquina un tubo para estriptease y un sofá kamasutra, y al fondo en dos espacios repartidos la regadera y el wc, puse mi bolsa en la otomana, miraba la habitación detenidamente cuando sentí un fuerte jalón en el brazo que me llevó hasta su pecho.

"¿A qué venimos?, no vamos a perder el tiempo ¿o si?"

Acto seguido me besó los labios, descendió por el cuello, me tomó por la cintura para elevarme aprisionando mi cuerpo contra la pared, abrí las piernas para asirme a su cintura, pude sentir su erección sobre mi ropa interior, se separó un poco sin bajarme, lo que aproveché para desabotonar mi blusa y su camisa, mordió mi pezón por encima del sujetador.

Me bajó…

"Quítate la ropa", ordenó, no supe porque, pero obedecí al instante y cuando me agache para sacar la pantaleta por debajo de mis pies me dio una nalgada muy fuerte, me sostuve de la pared, se hincó para morderme las nalgas, daba manotazos para ver cómo se movían, las separó con sus manos y aspiro mi aroma.

"Hueles bien, eso me gusta, pero ¿qué tal tu sabor?"

Lamió mi ano, me dio una nalgada más fuerte que las anteriores… sentía un ardor recorrer mi piel, en el lugar donde pegó pasó su lengua y después sopló, la sensación fue deliciosa, nadie me había hecho algo así, se levantó puso su dedo en la base de mi nuca, poco a poco lo deslizó sobre mi espalda, formando un camino con el, llegó a la línea entre mis nalgas, lo apartó llevándolo a mi boca.

"Mojalo", dijo.

Metió su dedo en mi boca, lo recorrí tratando de simular lo que haría con su miembro, dejé la mayor cantidad de saliva que pude, con otro de sus dedos volvió a hacer ese descenso por mi espalda hasta la línea de mis nalgas, las abrió un poco y metió su dedo ensalivado en mi ano.

Movía y movía el dedo, buscaba abrirme, mojó otro dedo y lo hundió en mi, no dejaba de moverlos, de separarlos; sin aviso los sacó, se dio la vuelta, abrió su pantalón para sacar su falo y se sentó en el sofá.

"Ven"

Fui tras él al instante, me puso de rodillas, juntó mi cabello en una coleta…

"Mamalo"

No soy experta haciendo felaciones, pero sé que no lo hago tan mal, tome la base de su miembro en una mano y con la lengua comencé a recorrerlo, hasta llegar al glande, abrí la boca para jugar con el, lamiendo y succionado, su respiración era entrecortada, dandome certeza de que lo que hacía le gustaba.

Me levanté y gruñó, señalé mi bolsa, iba preparada para varias cosas, saque una bolsita en ella llevaba halls negras, metí una en mi boca y regrese a gatas, para estar de rodillas entre sus piernas otra vez. Comencé a lamer toda su extensión, era largo, deslicé mi lengua sobre la vena que sobresale de su pena, luego lo metí todo en mi boca tratando de soplar un poco, supongo que le gustó pues cerro los ojos y echo su cabeza hacia atrás.

Me levanto del piso y me puso en 4 sobre el sofá, seguía mamando su falo, él metió sus dedos en mi vagina, estaba muy mojada, tomó parte de esa humedad para llevar sus dedos a mi ano, metió dos dedos, luego tres… seguía sacando los fluidos de mi vagina para llevarlos a mi ano.

"Quiero que metas mi verga en tu culo"

Me puse de pie, saqué un lubricante de mi bolsa, también unas bolas vaginales y un vibrador, me sente a su lado con las piernas abiertas para que viera cuando introdujera las bolas en mi vagina, con las bolas adentro me levanté para ponerle lubricante y le di la espalda, sujeté su pene con una mano y poco a poco lo fui dejando entrar, mi esfinter se resistía a ese trozo de carne pero no me importaba, lo quería dentro de mi.

Aún no lograba meterlo, me sujeto por la cadera jalandome sobre él, su pene entró de golpe por completo, me quedé quieta necesitaba adaptarme a tenerlo completo en mi culo, las bolas en mi vagina ayudaban ya que con los movimientos, también se movían, seguía sin moverme... él empezó a mover mi cadera, no eran movimientos rápidos pero si duros, chocaban mis nalgas en sus piernas en cada embestida.

Me llevó al sillón kamasutra, lo puso frente a la cama, me sentó sobre el lado alto, me sostuve con las manos hacia atrás, levante las piernas al aire, tomó asiento en la cama para empezar a jugar con mis cavidades, sin sacar las bolas metió tres dedos en mi vagina, jugaba con ellas adentro de mi, agarró el vibrador y lo encendio sobre mi clítoris, paso sus dedos de mi vagina a mi culo, metió igual los tres dedos, forzando a entrar cinco, se puso lubricante en la mano y siguió jugandome, no esperaba tener un orgasmo en ese momento, pero lo tuve, mis paredes palpitaban por esa liberación.

Siguió y siguió hasta que logró meter su mano en mi culo, nunca antes había experimentado un fisting anal, pero estaba tan excitada que no fue algo dramático.

Sacó la mano de mi culo y se puso de pie, metió su falo en mi culo, me penetro tan rápido y duro que sentía que mis ojos se quedaban en blanco, esa rudeza, esa forma de hacerme… me estaban matando de placer.

Su respiración se aceleró, sus embestidas se incrementaron, mordió mi pezón y se vacío llenándome de semen.

Siendo sincera pensé que eso sería todo, pero me equivoqué. Entre a la regadera para lavar el lubricante de mi piel, me saqué las bolas y las enjuague, las ponía en su bolsa cuando entró a la regadera conmigo, me puso de rodillas, metió su pene a mi boca, sujetó mi cabeza con sus manos y se folló mi boca, algunos movimientos eran tan profundos que me provocaban arcadas, gracias a Satán estabamos en la regadera y el agua ocultaría la saliva que sacaba.

Al salir del agua, me secó con cuidado, me dirigió nuevamente al sillón kamasutra, me recostó de frente, con la cadera al aire, con un movimiento brusco penetró mi vagina, gemí fuerte, metió sus dedos en mi boca y se impulsaba con los golpes sobre mi cavidad.

Luego me giró, quedé de frente a él, también iba preparado, tenía unas pinzas para pezones, con una cadenita que los unía, me los puso con cuidado, elevo mis piernas y empezó a penetrarme de nuevo, jugaba con la cadenita de las pinzas, tiraba de ella, estirando mis senos, la metió en mi boca y empujo mi cabeza hacia atrás para que yo misma estirara mis pezones.

Me quitó la cadenita de los labios y en su lugar me colocó una especie de arnés, con un anillo que me obligaba a tener la boca abierta, por ese anillo pasaba su pene sin que pudiera presionarlo con mis labios.

Me recostó sobre la otomana, amarró mi brazo derecho a la pierna derecha y el izquierdo a la pierna izquierda, poniendo una barra metálica entre mis piernas que no me permitía juntarlas, tomó mi vibrador lo puso sobre mi clítoris, formaba círculos una y otra y otra vez, cuando estaba a punto de llegar lo quito, fue frustrante.

Jaló mi cadera fuera de la cama, folló mi culo como si no hubiera un mañana, jalaba la cadenita que tenía las pinzas en mis pezones, no podría describir con palabras todo lo que sentía, dolor… placer… pena… temor de estar amarrada… eran muchas cosas entre mezcladas…

Otra vez el vibrador en mi clítoris, pero antes de llegar lo volvió a quitar, me cargó y arrojó sobre la cama en 4, era incomodo por los amarres, pero no lo suficiente para pedir que se detuviera.

Llenó mi vagina de lubricante, iba a intentar otro fisting pero ahora en mi vagina, empezó por tres dedos, luego los cinco en una especie de punta, así siguió hasta que entraba la mitad de su mano, entonces cerró el puño, era más difícil que entrara, pero no dejó de profanarme con el puño hasta que entró, movia su mano dentro de mi a la vez que empujaba y sacaba el brazo… no entendía las reacciones de mi cuerpo, estaba por llegar… así con su puño adentro… cuando se dio cuenta lo sacó.

Vertió lubricante por mi ano, ahora era un fisting anal… ¿cómo había logrado que mis músculos cedieran así?

No dejaba de darme nalgadas, incluso en las piernas manoteaba, tiro del arnés en mi cara haciéndome arquear la espalda sin poder sostenerme con las manos, folló mi culo…

"¡Demonios, te sientes tan bien!"

"No pensé que me dejarías hacer todo esto"

Estiró su brazo debajo de mi para jalar la cadenita con las pinzas, alternaba las penetraciones… vaginal… anal… vaginal… anal… mi boca… vaginal… mi boca…

Estaba a punto de estallar, ya no podía más, necesitaba descargarme, él también estaba cerca, soltó mis amarras, me cargó contra la pared y le dio a mi vagina duro, muy duro, acelerando las embestidas cada vez, clave mis uñas en sus hombros, la sensación previa al orgasmo me invadía nublando mi visión, él mordió mi clavícula, al momento de eyacular, llenándome por completo con su simiente.

Me llevo a la cama sin salir de mi, me dio un beso tierno en la frente, nos acurrucamos juntos, después de un rato, nos volvimos a bañar y salimos del motel.