Todo por un respiro.

Mi nombre es Sora, sólo quería un respiro de mi ajetreada agenda pero en el camino pasó lo que menos esperaba.

Hola, mi nombre es Sora y tengo 23 años, necesitaba relajarme si o si debido a que últimamente el estrés me comía viva.

Decidí ir al cine a ver una película que hacia tiempo quería ver pero gracias al exceso de trabajo y la escuela me ha sido casi imposible respirar, hoy es el día que tanto esperé, mi día libre.

Salí de la universidad y me encaminé al cine del centro comercial que está como a una hora de la escuela, ese día hacia un poco de calor por lo que llevaba puesto una minifalda de cuadros rojo con negro, un crop top negro ajustado ( que jalandolo un poco hacia abajo, mis tetas se salen sin problemas), una chamarra negra tipo de piel y daba la casualidad que llevaba a bajo de todo eso un coordinado de encaje color azul marino.

No soy fan de los bra, por lo que siempre opto por los bralets ( son más cómodos) a demás de que mis tetas no son muy grandes y por eso agradezco su existencia.

Soy una chica petite, delgada con muslos gruesos pero proporcionados a mi estatura y cintura pequeña.

Mi piel blanca y delicada me es un poco fastidiosa debido a que cualquier pellizco o rozadura con la correa de mi bolso, me dejan marca que tarda en quitarse en por lo menos 2 horas... pero ya, basta de hablar de mi.

Me subí a bus que iba lleno pero gracias a mi estatura me pude escurrir hasta atrás sin problema, me sostuve del tubo que estaba en frente de las escaleras de bajada, por primera vez en mucho tiempo disfrutaba del camino y del paisaje, de pronto sentí un roce entre mis piernas pero no le di importancia debido a lo lleno que iba el bus.

Seguí en lo mío y el roce fue subiendo hasta mi pubis, baje mi vista y vi la mano gruesa y con arrugas, seguí sin darle importancia porque creí que no era intencional pero para mí sorpresa me empezó a levantar la falda y... Mi tanga ya estaba al descubierto de ese extraño hombre cincuentón.

Comenzó a masajear mi vulva sobre mi tanga suavemente, yo estaba paralizada, sinceramente había fantaseado con que algo así me llegara a pasar pero nunca lo creí así de real.

El hombre estaba en las escaleras del bus, justo enfrente de mi, su mirada tan obscena deseando mi cuerpo me puso al mil.

Seguia masajeandome mientras que con su mano libre me agarró las nalgas y me acerco más a él, se me escapó un gemido casi inaudible pero al parecer el hombre lo notó.

  • señor ¿Que está haciendo?

  • estoy a punto de comerme a una rica niña puta.

  • señor déjeme por favor

  • no creo, tú rica conchita dice otra cosa

Mi vagina empezaba a mojarse y la cantidad de gente aumentaba, el ruido era tal que nadie se daba cuenta de lo que estaba pasando conmigo y con el hombre desconocido.

Dejó mis nalgas ( pero no mi vulva) y bajó mi crop top al punto de mostrarle mis pezones duros, en ese instante me metió un dedo ~mmmh ~ se me volvió a salir otro gemido, el hombre sonrió y metió el segundo

~uuummmmmhh ~ pasé mi lengua por mis labios y mi gemido fue más fuerte, el hombre comenzó a comerse mis tetas alternando una y una mientras me masturbaba con fuerza, yo estaba gozando como loca, me retorcía y me mordía los labios para no alterar el orden del bus, de repente paro de comerse mis tetas, las apretó y apretó más mi pezón izquierdo, después me tomó de la nuca y me acercó a él para decirme al oído:

-estas bien mojada puta, ¿Te gusta?

  • s..si

  • Voy a ensartarte la verga y esa te va a encantar.

  • no señor, por favor no.

  • ¿Cómo no? Si traes la concha escurriendo

En cuanto dijo eso me metió un tercer dedo y ... ~aaahhhhh... Mmmmmmhhh~ no pude evitar no mover mi cadera para ayudar a esa tremenda dedeada que me estaba dando, se comió nuevamente mis tetas, mordiendolas, pellizcandolas y causandome aún más placer, sin duda alguna sabía lo que hacía y me estaba encantando.

Dejó mis tetas y me dijo de nuevo:

  • ve puta, cómo me la pones.

Y si, aquel trozo se veía buenísimo, me imaginé dejándome dar por ese trozo de carne hasta exprimir su última gota de leche.

  • e... está muy bien dotado, señor ~ahhh~

  • te voy a coger aquí mismo puta

  • no señor, aquí no, se van a dar cuenta

  • eso no me importa

Dejó de masturbarme y me volteó bruscamente, subió mi falda a la mitad de mis nalgas, hizo a un lado mi tanga y me susurró al oído:

  • ahora sí puta, ésto es por ponermela tan dura y calentarme tanto.

Y me metió su pene completo, me mordí los labios pero eso no impidió que no gimiera

~mmmh..aaaahhhh~

Me tomó del vientre para hacerme hacia atrás y nuevamente me susurró

  • te voy a coger bien duro puta.

Sinceramente eso me prendió tanto que abrí un poco las piernas para ayudarlo en su faena.

En cada mete y saca me mojaba más, ya no me importaba si alguien nos veía, estaba hipnotizada por esa verga tan dura.

El hombre fue más rápido y yo ya no podía contener mis gemidos, entre más rápido iba, mis tetas necesitaban atención así que con una mano me las empecé a pellizcar y después sentí la mano del hombre sacando mis tetas y dejándolas al aire

~ ahhh siiii ahhhhh que rico siii ~

~ mmmmm siiiii ay asiiii siiii~

~ummmm siiii que rica verga~

Ya me valía todo, sólo me preocupaba mi placer, me estaban cogiendo como nunca en la vida lo habían hecho y me encantaba.

  • voy a terminar puta

  • no me termine adentro señor

  • me vale madre si quieres o no, te encanta mi verga y sé que quieres que te llene de leche puta.

Dejó de cogerme frenéticamente para pasar a lento pero profundo, en cada embestida llegaba más y más profundo

~ ahhhh mmmmmm~

~ ay señorrr mmmmm~

~ lleneme de leche~

~ahhhhh~

Estaba realmente fuera de mi, el hombre nuevamente tomó el ritmo rápido, 3 embestidas más y me llenó de leche y a su vez un squirt instantáneo me terminó de mojar

-¿Ves que si eres bien puta?

No pude responder, necesitaba recuperarme, me acomodé el crop top y él me acomodo la falda sin antes palmearme mi concha escurriendo.

Se abrieron las puertas del bus y tanto el hombre como yo nos bajamos, inmediatamente tomé un taxi de regreso a mi departamento, ni cuenta me dí que me seguía saliendo semen de la vagina hasta que llegue a casa y me fui a mirar al espejo, miré detalladamente, mis piernas, mis tetas, mi ropa mal acomodada, después me quité la ropa y sólo me quedé en ropa interior, volví a observar y mi bratel estaba fuera de lugar, mis pezones sobresalían del encaje, mi tanga estaba mojada y de lado de mis labios vaginales, mis piernas pegajosas y mi piel llena de pellizcos y chupones. Me sentía sucia y a la vez extraña por la experiencia extraordinaria, después de un rato de observarme tal cual estaba, corrí a buscar mi dildo, lo pegué en la pared justo en frente del espejo y me empecé a marturbar, en cada mete y saca recordaba al hombre cincuentón del bus, veía mi reflejo y nuevamente busque al hombre en mis recuerdos vívidos aún.

Paré, acomodé ahora el dildo en una silla y la coloque igual frente al espejo, me marturbaba ferozmente y al ver mis gestos me volví a excitar tanto que tomé mi celular y lo puse enfrente de mi para grabarme...

De frente, parada, acostada, en cuclillas, cualquier posición que me diera placer era grabada, mis gemidos era fuertes y mi clítoris junto con mi vagina me exigían nuevamente la verga del hombre del bus, seguí y seguí hasta que me quedé sin fuerzas. Me bañé y me fuí a dormir así desnuda, sin duda había sido el día más raro y maravilloso que he tenido.

Antes de cerrar los ojos pensé " iré al cine el próximo jueves" y me quedé dormida.