Todo por su esposo II

James sintió el efecto de la ley de la gravedad sobre la turgencia de las enormes tetazas de Jane, se separó un instante para contemplarlas en todo su esplendor. Enormes, turgentes y erectas en forma de gota de lluvia, inabarcables por las manos de un hombre, solo sostenibles.

Había pasado veinte días desde el entierro de Dick, y por supuesto nada había cambiado en la situación de Harry. El puesto en la toma de decisiones de Dick en la multinacional lo había ocupado su hijo de veintiocho anos, James, boda del cual, Harry y ella habían sido testigos. Aquel domingo habían sido invitados a comer en casa de James y su esposa Victoria, ahora la esposa de Dick, Laurie, vivía con su hijo James. Jane pensó aprovechar la ocasión para hablar con James de la situación de Harry, al fin y al cabo eran los testigos de su boda con Victoria.

El encuentro deambulo distendido, no eran los únicos invitados a comer, Laurie vestía negro informal. Y había cuatro parejas más, todos ejecutivos de la multinacional y sus esposas o maridos. Jane había aparecido con una falda larga rosa  con un símbolo circular azul marino decorándola que cubría las perfectas piernas de su cuerpo de metro setenta y cinco, y una camiseta de licra ajustada a rayas negras horizontales, donde resaltaban sus enormes pechos, sostenidos en un wonderbra de talla 36 con copaza F,  llevaba unas sandalias de tacón rosadas a juego, dos largos collares, dos collares cortos, y pulseras en las muñecas, y anillos decorando sus finos, cuidados y delicados dedos acabados en sus perfectas uñas, pintadas de un tono rosa claro a juego con la falda. Colorete de tono bronceado, una sombra de ojos ligera sobre la expresión felina que dibuja su mirada y la curva de sus cejas, apenas perceptible, de color rosado claro a juego con su pintalabios rosado. Se había teñido su preciosa melena castaña más clara de lo habitual con la raya, y cayéndole ondulante por las puntas.

Como siempre sus tetas resaltaban por encima de lo demás pero en equilibrio con su cuerpazo, aun así no evitaban las miradas de todos los hombres de la reunión. Jane había notado que el joven James la miraba de una forma diferente a la habitual, lanzándole miradas esquivas, sonriendo sin mostrar los dientes, de una forma muy maliciosa.

Al llegar la sobremesa, la mayoría de los invitados salieron a la terraza, iban a repartir licores y dulces, y algunos iban a jugar al bádminton, las risas llenaban el ambiente. Jane se dirigió a James.

-       James podríamos hablar un momento, por favor.

Le susurro Jane, acercándosele al oído como para confesarle algún secreto, sin dejar de sonreírle muy dulcemente.

James  por un momento enfatizo esa mirada maliciosa, relajándola luego a algo más apacible.

-       Si claro, Jane, dime en que puedo ayudarte.

Respondió James con voz neutra y cálida.

-       Veras James es un tema un poco delicado.

Siguió susurrándole Jane ampliando su sonrisa.

-       Ya veo, vayamos dentro pues.

Contesto James manteniendo una neutralidad distante en el tono de su voz.

Harry estaba enzarzado en una animada conversación sobre economía mundial con dos compañeros ejecutivos. James le volvió a mostrar esa sonrisa maliciosa, y le pidió que le acompañara al despacho de la casa. Victoria su mujer salía corriendo al jardín para participar del bádminton.

James invito Jane a pasar al despacho privado de la casa  con vistas al jardín a través de una cristalera abovedada, cuyo cristal era como el de las comisarias se podía ver a través de él, pero para los de fuera era un espejo, además estaba aislado de sonidos. Una capricho de película de espías que se había hecho instalar James.

Se sentaron ambos en el sofá del despacho. James se parecía más a su madre que a su padre, mediría un metro ochenta, y era algo espigado, de dedos alargados, llevaba gafas y tenía el rostro agradable y alargado, pero no podía decirse que fuera un hombre guapo. James adopto posición de escuchar y espero la conversación de Jane. Esta repitió un poco la misma conversación que tuvo con Dick antes de morir, sobre Harry, la amistad largos años, etc… James sonreía y afirmaba con la cabeza ante la explicación de Jane. Cuando Jane hubo acabado, cruzo las piernas, esbozo una sonrisa malvada y cruel, y le dijo que la situación actual de su marido, era decisión suya, y que estaba valorando la posibilidad de despedirlo. Jane se quedo boquiabierta y aterrada.

Entonces James tomo un mando que había sobre la mesita enfrente del sofá, y encendió primero la tele, que estaba enfrente y luego puso en marcha un DVD-Player que se encontraba debajo. Ante los atónitos, desconcertados y humillados ojos de Jane, empezaron a desfilar las imágenes de aquella noche en el despacho de Dick, de forma completa. Llevarían unos tres minutos cuando James apago el video,  mirando de refilón podía verse a los otros invitados riéndose y disfrutando en el exterior.

Jane no sabía que decir. Mientras James la miraba con aquella sonrisa malvada. Jane miraba al suelo, roja y muy avergonzada, aquel video era la causa de las miradas maliciosas de James:

-       James, no es lo que parece. Solo ocurrió una vez, si has oído la conversación del video, veras que tu padre… Bueno tu padre intento chantajearme, para ayudar a Harry.

Acertó a decir Jane con tono entre de disculpa y de reproche, el maldito viejo de Dick, lo había grabado todo. James se acercó a Jane, colocándose juntando los cuerpo y le acaricio el cabello.

-       Sabes querida, sin mostrar el video a nadie, he consultado con algunos abogados criminalistas, y sabiendo como tu sabias, que mi padre había padecido 3 infartos y una operación a corazón abierto, se podría llegar a considerar seriamente una acusación por homicidio imprudente, más allá del escándalo y la vergüenza de Harry.

Le decía maliciosamente James medio en broma medio en serio.

Jane se apartó mirándole entre asustada y sorprendida, separando su cuerpo del de James.

-       Pero James tu sabes que eso, eso, eso, no es justo y es impensable, con todos nuestros años de amistad. Además como puedes pensar eso o tan solo amenazarme así, Harry y yo fuimos testigos en tu boda con  Victoria.

Dijo Jane con voz lastimosa e indignada a la vez. James se respaldó en el sofá, con el cuerpo templado y recto, lanzando una mirada fría y calculada al vacío del despacho, como si Jane no estuviera allí.

-       Sabes, yo podría hacer que la vida de Harry volviese a ser como antes, alguien importante, decisivo y que al final se jubilase feliz y contento. Lo único que tenies que hacer Jane es trabajar para mi!

Dijo James con voz atona, remarcando la palabra “trabajar” lenta y maliciosamente. Jane se le quedo mirando, con una mirada entre angustiosa, dubitativa y aterrada.

-       Que clase de trabajo?

Pregunto Jane con la voz temblorosa.

-       Pues veras querida una mujer con tu cuerpo y el morbo que tu levantas, ofrece muchas posibilidades en el mundo de los negocios, una pieza que podía hacer desequilibrar algunas negociaciones.

Respondió James, sonriendo de oreja a oreja.

-       Además, añadió, el uso que yo le de a tu trabajo - dijo de nuevo remarcando la palabra trabajo-  es asunto mío, recuerda que te podría acusar de homicidio involuntario y podría hacer público el video, para escarnio y vergüenza de Harry.

Le recordó sonriendo maliciosamente y acercando su cuerpo al de ella al tiempo que le acariciaba el rostro.

-       Pero James! Yo creía que éramos amigos de tu familia, que Harry era vuestro amigo, no solo vuestro empleado. Además yo quiero a mi marido, y tú no solo me estas pidiendo que le sea infiel, sino que haga de tu “puta” para cerrar tus negocios. Además de la destrucción de mi dignidad que eso supone, mírame soy una mujer madura, yo no te serviré, necesitas una veinteañera con cuerpo y medidas de modelos.

Respondió Jane entre indignada y resignada. James esgrimió una leve sonrisa irónica.

-       Te gusta sentirte deseada y admirada por los hombres, pero no tomas demasiado en serio el deseo que despierta tus esculturales curvas. Prácticamente todos los hombres que te han visto, de todas las edades, aunque sea una sola vez ocasionalmente en encuentros de recreo con clientes, te recuerdan y desean locamente. Estas de forma reiterada en todas las conversaciones de hombres tanto de esta comunidad, como de los clientes de la empresa. Eres el objeto del deseo sexual morboso de todos ellos.

Dijo James con la voz cargada de deseo. Jane volvió a separar su cuerpo del de James, con semblante preocupado, lo miro a los ojos y supo que estaba atrapada, pero no se atrevía a responder nada, miraba lastimosamente como un perro apaleado pidiendo compasión. Pero James ni siquiera le dirigía la mirada, manteniendo su gesto adusto, duro e impasible.

-       Voy a volver afuera, y me sentare en un lugar donde haya un sitio vacío a mi lado.  Si en cinco minutos no estas sentada a mi lado, dispuesta a cumplir todas mis órdenes desde este mismo momento y a seguirme y a hacer todo lo que te ordene, considerare que no hay trato y mañana mismo despediré a Harry y hare publico el video. Es mi última palabra!

Tras decir esto James se levantó y se dirigió a la puerta. Ante la mirada angustiosa y dubitativa de Jane.

-        Por favor James ten piedad de mí. Yo quiero a Harry, además respeto a Victoria, no sé qué es lo que pretendes pero vas a engañar a tu esposa, con una mujer madura como yo en su propia casa?

Le suplico buscando una salida Jane.

-       Eres la hembra más potente de toda esta comunidad y siempre lo has sido, llegase la mujer que llegase, o la edad que tuviese ninguna te superaba. La mayoría de las veces que me masturbaba era pensando en ti, no puedo recordar el número de veces que he follado y siempre eras tú. Ahora estas a mi merced y yo siempre obtengo y disfruto de lo que quiero.

Diciendo esto salió del despacho, dejando a Jane paralizada y aterrorizada. Así era como aquel chico hacía negocios.  Esa forma nueva y agresiva de acorralar al rival y derribarlo, de la que Harry le había hablado. Y ella era su rival en aquella negociación.

Que podía hacer estaba completamente atrapada y en las manos de aquel joven y despiadado ejecutivo. Si ella transigía y se convertía en su “puta”, Harry recuperaría su puesto y su mundo volvería a estar en orden. Si ella se negaba, aquel frio hijo de puta lo destruiría todo, despediría a Harry y después haría publico el video hundiendo su matrimonio y a Harry. No podía hacer nada estaba completamente vencida.

Jane salió al jardín donde todos reían y disfrutaban jugando al bádminton  o charlando en pequeños grupos, y a lo lejos sentado en una esquina de la mesa ,donde Harry sentado continuaba la conversación animada con los dos compañeros, estaba sentado James.

Jane se acercó con un rostro inexpresivo.

-       Hola que tal?

Saludo educadamente a Harry y sus dos compañeros, y se sentó junto a James. Que le sonrió indiferente como si no pasase nada.

-       Muy bien cariño disfrutando de este maravilloso día.

Respondió Harry con expresión alegre.

-       Me alegro mucho Harry.

Correspondió Jane esbozando una leve sonrisa.

Jane se tensiono cuando James sin dejar de mirar al frente deslizo su mano sobre su muslo por encima de su falda, al tiempo que Victoria celebraba un punto y le saludaba efusiva, saludo al que James respondía sin dejar de sonreír sin que pasase nada.

-       Relájate y sonríe, como si no pasara nada, no querrás que se den cuenta, verdad?

Le dijo James a Jane sonriendo entre dientes.

Jane respiro hondo, relajo los hombros y giro la mirada como mirando a los arboles a su izquierda, mientras notaba que la ágil mano de James había logrado colarse bajo su falda, y comenzaba a sobar su poderoso, torneado y largo muslo izquierdo. Al principio recorriendo lentamente con la yemas de sus dedos toda la gran longitud del muslo, después cerrando su mano y apretando la firmeza del lado interior del mismo, suave y duro como la seda, sobretodo en la parte superior del muslo, por dentro y por fuera. Jane miraba disimuladamente hacia el lado y al frente, cuando tomo aire súbitamente sorprendida. James había empezado a acariciar su raja  por encima de su tanga de encaje rosa claro. Todo esto con aspecto frio como una barra de hielo, sin dejar de lanzar ánimos a Victoria cada vez que  puntuaba al bádminton. Y sonrisa de complicidad al grupo de Harry. Jane no podía soportarlo estaba aterrada a tan solo unos metros de Harry y ante todos, y aquel hombre joven estaba allí magreandola y acariciando su sexo.

Jane cerro los ojos y trago saliva, cuando sin abandonar su actitud indiferente James hundió su dedo corazón en su raja al tiempo que entre dientes le ordenaba abrir las piernas. Jane temblorosa abrió las piernas lentamente.

-       Por favor James, apiádate de mí, yo quiero a Harry. Todo el mundo está aquí delante nuestro, nos van a descubrir.

Susurro  Jane, sin dejar de tragar saliva. James sonriendo al frente como si no hubiera oído la suplica de Jane, empezó a mover su dedo corazón con fuerza arriba y abajo, frotando el clítoris Jane.

-       Oooohh.ooooohhh Jameeess, para, para por favor.

Gemía en voz baja Jane, intentando apartar la mano de James de su sexo, mientras la humedad empezaba a aflorar en su cueva.

James aparto su dedo corazón de la entrepierna de Jane.  Le dirigió una mirada helada y le susurro que contase cien y se dirigiese a la entrada del laberinto de cipreses que había detrás de la pista de tenis situada a sus espaldas. A continuación se levantó sin decir nada ni levantar sospechas y se dirigió a aquel lugar.

Jane respiro hondo e intento recomponer la compostura. Conto mentalmente cien y disimuladamente se levantó y se dirigió por donde nadie pudiera observarla hacía el laberinto de cipreses. Temblando y temiendo llegar hasta allí.

Entro en el laberinto de cipreses y apenas había dado dos pasos cuando Jame se abalanzo sobre ella, tomandola desde atrás por los hombros la atrajo hacia un lateral de la entrada del laberinto. Ella espantada se tambaleo. James no la dejó caer y dándole la vuelta la tomo por la cabeza y le lanzo un morreo inesperado, metiéndole la lengua con desesperación y devorándole los precios y turgentes labios a Jane, sobre sus tacones Jane era casi tan alta como James.

Jane trato de apartarse del abrazo de James, pero este la sujetaba fuertemente y la atrajo a la pared del laberinto de cipreses, tratando de besarla desatadamente. Jane apartaba la cara y James recorría con su lengua, su barbilla, su cuello, sus labios.

James la empotro contra la pared de cipreses, al tiempo que la abofeteaba.

-       Ya basta. Coopera o mañana tu marido no tendrá ni trabajo ni reputación.

Susurro James encolerizado. Jane se quedó paralizada por el miedo. Entonces James la cogió con ambas manos por las mejillas y empezó a morrearla, metiéndole la lengua en su boca. Jane permanecía pasiva dejándose besar  con la cabeza recta, mientras una lágrima caía por su mejilla.

Las manos de James avanzaban por la cintura de Jane, mientras ella gemía y las lágrimas le caían lentamente. James devoraba su cuello y sus mejillas, mientras sus dedos recorrían lentamente la piel del plano vientre de Jane, subiendo por su tronco buscando sus tetazas enormes.

-       Ponte las manos detrás de la nuca.

Le ordeno James. Lentamente sin dejar de sollozar calladamente, Jane dirigió sus preciosas manos, con sus finos dedos de uñas perfectas y decorados con anillos a su nuca, mientras James le subía lentamente la ajustada camiseta de rayas negras horizontales, subió la mano por su espalda y le desabrocho el wonderbra de encaje rosa, al tiempo que lentamente repaso con sus dedos el contorno de su cuerpo, para tomar con los dedos los aros de su wonderbra y elevarlo para sacárselo por delante, al tiempo que ajustaba sus labios a los de Jane y la morreaba ferozmente.

James sintió el efecto de la ley de la gravedad sobre la turgencia  de las enormes tetazas de Jane, se separó un instante para contemplarlas en todo su esplendor. Enormes, turgentes y erectos en forma de gota de lluvia,  inabarcables por las manos de un hombre, solo sostenibles. Así los sostuvo entre sus manos y empezó a devorarlos.

-       Que suaves, que son!  Que maleables! Que pezones más maravillosooooss… aahhh!!

Exclamaba James mientras pasaba la lengua por cada centímetro de los enormes y preciosos globos naturales de Jane, lamiendo el canalillo, recorriendo la curvas interiores y exteriores de los melones de Jane. Que ya no sollozaba, pero apartaba la mirada asqueada dejándose hacer.

James empezó a lametear y mordisquear sus pezones, al tiempo que separándole las piernas empezaba a lanzar leves sacudidas con su entrepierna al pubis de Jane, rítmicas, cada vez más deprisa. Un escalofrió subía por la espalda de Jane, que seguía negando con la cabeza levemente, pero sus pezones empezaban a endurecerse mientras su raja se humedecía a causa del rítmico masaje de James. Su mente se negaba, pero su cuerpo estaba reaccionando.

Con los brazos detrás de la nuca en postura de cruz sus pechos completamente mamados y babeados, estaban aún más erectos que de normal, James disfrutaba como poseído por la lujuria, mordiendo y apretándolos con ambas manos con fuerza, jugando a frotarlos con fuerza con el lateral de sus dedos índices mientras morreaba a Jane, o le estiraba de  uno de sus labios tomándolo entre los suyos. Jane permanecía allí como petrificada, cerrando los ojos y dejándose hacer, esperando que acabase pronto.

-       De rodillas!

Jane no sabía cuánto tiempo había pasado hasta que James le ordeno arrodillarse, sus pechos estaban completamente babeados,y sus pezones, duros, grandes y doloridos como nunca.

James la ayudo a sacarse la camiseta ajustada y el wonderbra, ella intentaba no mirarle a la cara. Entonces él se bajó el pantalón corto y el bóxer y dejo al aire su miembro, joven, fuerte, lozano, recorrido por venas. Mucho más grande que el de Harry, sin mostrar más que desprecio en su rostro, lanzo una mirada de curiosidad.

-       Venga hazme una cubana, perra! Que sé que sabes cómo hacerlo.

Le dijo con desprecio James, al tiempo que le colocaba su aparato en el canalillo de sus tetazas. Entonces Jane le  lanzo una mirada de odio, al tiempo que enterraba entre sus melones la polla de James, y empezaba a agitarlos arriba y abajo, violentamente, mirándole rabiosa. Quería que se corriese rápidamente, sin disfrutar apenas.

-       Ooohhhh, así, así, que bien lo haces, que bien sienta follarse tus tetazas, las tetas que antes eran de Harry, ahora son mías. Ohhhh… siiii, lo haces muy bien zorra, ni en mis mejores pajas había imaginado esta sensación. Ni con ninguna otra con enormes tetas, con las que me imaginaba que te follaba. Oooohhh…sigue así es magnífico.

Exclamaba entre gemidos de placer James, al tiempo que se balanceaba sobre las tetazas de Jane, adelante y atrás rítmicamente.

Jane no paraba de aumentar el ritmo de la cubana, intentando acabar cuanto antes, pero no había manera, lo único que sentía era el crecimiento cada vez mayor del aparato de James.

-       Para perra, abre la boca voy a correrme en tu boca!

Ordeno James. Jane se apartó negando con la cabeza.

-       No eso no me gusta, yo no la chupo, no se la he chupado ni a Harry.

Respondió  Jane.

-       A mí eso no me importa, vas a tener que aprender a hacer muchas cosas que no te gustan. Y te quiero más colaborado con los clientes, no con la actitud que has tenido hasta ahora. Entendido putita!

Le dijo agresivamente al tiempo que le cogía por su preciosa y sedosa melena con fuerza y la atraía hacia su polla. Jane intento separarse y recibió una nueva bofetada, y de nuevo la polla de James sobre sus turgentes labios.

-       Abre la boca puta o será tu fin y el Harry.

Lentamente mientras las lágrimas caían por su mejilla  fue abriendo los labios.  Entonces James se aferró a su cabeza y empujo introduciéndole todo el aparato, y provocándole arcadas y la sensación de ahogo.

James empezó a bombear frenéticamente en su boca, adentro y afuera, afuera y adentro. En cada empellón la polla de James el toca la campanilla y le provocaba arcadas, pero no podía hacer nada, James le sujetaba la cabeza de una forma brutal. Ella protestaba e intentaba mover la cabeza sin éxito alguno, empezó a golpearle en los muslos, y al final llevada por la inercia se apoyo en los muslos de James, mientres este bombeaba más, y  más fuerte.

-       Ooooohhh nena, follarse tu boca es maravilloso, ooooohhh sobretodo mientras veo al payaso de tu marido, desde aquí mientras me follo a su pedazo de mujer, de la que siempre ha presumido tanto……. Ooohhh puta me voy a correr, me voy a correr… has de bebértelo todo, si vomitas una sola gota de mi semen, mañana será el fin.ooooooohhhh

Exclamaba James embargado por el morbo y al borde de la eyaculación, mientras estiraba del pelo a Jane bombeando aún más deprisa.

-       Oouuuuoooaaahhhhhhh.

Jadeo James al tiempo que le metia todo el miembro en la boca y le sujetaba con fuerza la cabeza pegándosela a su pubis.

Jane sintió la leche cálida de James como un torrente invadiéndole la garganta, empezó a toser, por las arcadas que el chorro de semen de James le producían, pero James no le soltaba la cabeza, ni sacaba su polla. Jane pensaba que se iba a ahogar, cuando James extrajo su polla de su boca, callo a un lado tosiendo.

-       No tires ni una gota o es el fin.

Le amenazo James, mientras Jane se retorcía sobre la hierba, tosiendo intentando no dejar escapar de su boca ni una sola gota.  Tardo unos diez segundo en recuperarse, con los ojos llenos de lágrimas, se acercó de rodillas a sus ropas para vestirse

-       Voy a la casa, al despacho donde estuvimos antes te quiero ver allí dentro de diez minutos.

Le repuso fríamente James que ya se había vuelto a poner bóxer y pantalones y salió del laberinto de cipreses indiferente.

-       Pero si, pero, pero, pero… si ya te has corrido en mi boca… que, que, que, mas quieres.

Jane prorrumpió a sollozar, mientras se ponía de nuevo el precioso wonderbra de copaza F y la camiseta ajustada de rayas negras horizontales.  Espero un poco mientras se secaba las lágrimas, seguramente el rímel se le había corrido, y debía estar hecha un asco. Debía llegar a la casa sin que nadie la viera. Además con el video y la muerte del viejo Douglas, no tenía alternativa, estaba en manos de James. Ella lo hacía por Harry, todo era por la felicidad de Harry, se intentaba convencer mientras daba la vuelta por detrás para acceder a la casa por una puerta principal, mientras oía el alboroto de los demás invitados y Harry en medio de ellos riendo alegremente y disfrutando del día.

Atravesó el pasillo llegando hasta el despacho donde se había encontrado con James. James se encontraba sentado en el sofá plácidamente, degustando una copa de algún licor. Observó como Jane  entraba detenidamente y con un gesto de la cabeza y las manos le indicó que cerrase la puerta, tras de sí.

-       Echa el pestillo, querida. Como verás las juntas de la puerta están preparadas para que no se escape el sonido de este despacho. Pero si la puerta está abierta alguien podría entrar.

Dijo James sonriendo maliciosamente .Mientras Jane se daba la vuelta y cerraba la puerta del despacho.

James dejó la copa de licor  encima de la mesa que tenía frente al sofá y le indico con dos dedos de la  mano derecha que se acerca sea el. Jane avanzó temerosamente. Sus ojos se veían bastante mal las lágrimas le habían hecho correrse el rímel de las pestañas. Esto desagradó a James.

-       En esa puerta junto a la mesa está el baño. Anda entra y limpiate el rimel de los ojos. en el armario junto al espejo verás que hay rimel, asi puedes volver a componerte.

Jane se dirigió al baño silenciosamente, estaba completamente rendida y desesperada, no paraba de repetirse que todo lo hacía por Harry, que todo lo que estaba sufriendo lo hacía por Harry y que eso merecía la pena, pero las lágrimas no dejaban de acudir a sus ojos aunque esta vez no brotaban.

Apenas tardó unos  minutos en estar lista después salió del baño y volvió a dirigirse hacia James, que seguía sentado en el sofá frente a la mesita con la copa en la mano. James le ordenó pararse frente a él con un gesto de las manos.

-       Quítate la falda y la camiseta ajustada, venga!

Le ordenó James. Jane resignada se sacó lentamente la camiseta ajustada de rayas negras horizontales por la cabeza, después dirigió sus finos dedos de sus preciosas manos de porcelana al botón que cerraba su falda por su espalda se lo desabrochó dejó caer sensualmente su falda su falda rosa con estampados círculos azules.Allí estaba de pie frente a James,  preciosa con su lencería de encaje rosa con su cuerpo sobre sus media bota campera frente a James que sentado cómodamente en el sofá se relamía como el lobo ante los corderos.

-       Ven acércate ponte frente a mí.

Le ordenó James. Jane se dirigió hasta el sofá, hasta que estuvo frente a él,  James sonriendo lascivamente recorría su cuerpo de arriba a abajo admirando su perfecto y escultural cuerpo, se incorporó levemente y puso sus dedos sobre sus muslos acariciándonos y apretándolos firmemente con las yemas de sus dedos, como si los evaluase, mientras Jane apartaba la mirada, cerrando los ojos resignadamente, como desentendiéndose de la situación.

-       Da una vuelta despacio déjame admirarte, tantos años deseando este momento y que mejor que disfrutarlo detenidamente. La diosa de playboy más potente que conozco y un buen coñac.

Dijo James al tiempo que ingería un trago de licor de la copa. Jane empezó a dar la vuelta lentamente, mostrando toda la voluptuosidad y belleza de su cuerpo con los brazos levemente separados del mismo. Detrás del sofá una cristalera abovedada  mostraba una vista perfecta del jardín y de todos los invitados, por suerte para Jane los cristales eran como esos cristales de las comisarías, sólo permitía ver a los que estaban dentro lo que había fuera, pero no los que estaban fuera lo que había dentro, mientras daba la vuelta en ropa interior para James, alzó la vista levemente y  pudo ver a lo lejos la mesa donde Harry sin soltar su vaso reía y  seguía disfrutando del día. Cerró los ojos y volvió a repetirse que aquello era lo mejor para él.

-       Para déjame examinar tu culo.

Le ordenó James. Entonces Jane se  paró con su culo a la altura de la cara de James.  James empezó a jugar con las tiras del precioso tanga rosa de encaje de James, provocando con su roce la humedad de Jane, se retorcía estimulada en silencio. James no tardó en posar sus manos sobre las preciosas y perfectas nalgas como esculpidas en granito de Jane, las acariciaba en toda su extensión, probaba de amasarlas conteniéndolas entre sus dedos y moviéndolos todos al mismo tiempo. Le lanzaba pequeños cachetazos, haciéndolas temblar y provocando los grititos sexy de Jane.

-       Que culo más precioso y maravilloso. Perfecto sin celulitis, ni piel de naranja, firme y tonificado. Me lo voy a comer enteroooohh.

Exclamó James lleno de deseo antes de arrojarse con la boca abierta sobre la nalga derecha de Jane, atrayéndola hacia él tomándola con su mano derecha por la cadera.

-       Ooouuaahh, ooouuuaahh...

Exclamó Jane lastimosamente, cerrando los ojos y apartándolos cuando sintió los mordiscos, y lengüetazos en su culo de James. James no dejaba de jugar con las tiras de su tanga de encaje rosa, en un momento dado dejó rozarla, para dirigir el dedo corazón de su mano izquierda a la entrepierna de Jane, apartando con los demás dedos la tira que cubría su raja que ya estaba bastante humedecida. James colocó su dedo corazón entre los labios vaginales de Jane, empezó a friccionarlos, al principio lentamente, pero cuanto más apasionadamente lamía,  mordía y cacheteaba el culo de Jane, arrastrado por la excitación aumentaba el ritmo de la fricción, hasta que finalmente empezó a meter su dedo corazón en la raja de Jane, la cual cerraba, los ojos apartaba la mirada, intentaba acumular un sentimiento de desprecio hacia James, con el fin de reprimir su excitación. Pero no podía su cuerpo estaba reaccionando, la insatisfacción sexual con Harry era muy alta, y James estaba haciendo un trabajo espléndido con sus dedos, su raja estaba empapada.

-       Asi me gusta zorra que te empapes! - Chaaasss!

Exclamó con triunfo James, al tiempo que le lanzaba una palmada al culo perfecto de Jane, y unía el dedo índice al corazón para continuar con la masturbación de Jane.

-       Oooh - oooh -ooooh

Jane no podía contener los jadeos en su respiración, quería pero le era imposible, su perfecto vientre plano se estremecía, los dedos de James se alternaban entre su vagina y su clítoris, y su entrepierna era una fuente de fluidos.

James sacó los dedos de su raja y  la tomó por la cadera, en un movimiento inesperado  tumbó a Jane sobre el sofá, abrió sus muslos, separándolos con sus brazos y la acercándola a él se inclinó sobre su cuerpo, apartó con la mano izquierda el tanga de rosado de encaje de Jane y  colocó su cabeza entre sus piernas empezando a jugar con su lengua dentro de su raja.

Jane trataba de taparse la boca con ambas manos, su cuerpo se contorsionaba, temblaba hacía mucho tiempo que nadie le daba tanto placer, ella intentaba resistirse, no quería mostrarle a James lo que estaba disfrutando, no podía, aquello no estaba bien, solo lo estaba haciendo por Harry, no debía ser algo placentero, pero su cuerpo, su cuerpo no reaccionaba así y ella empezar a no poder controlar a su cuerpo.

James aumentó la intensidad y el ritmo, su lengua se movía rápidamente, frotando frenéticamente el clítoris de Jane a la vez que se  ayudaba con sus dedos, que no paraban de entrar y salir de su vagina, en un acto reflejo las piernas de Jane  se habían abierto lo más, cada músculo de su cuerpo se tensaba y su mente enloquecía de placer. Las últimas arremetidas de James habían sido muy fuertes y rápidas. Jane ya no pudo soportarlo más, e instintivamente  soltó sus manos de su boca y se aferró con ellas fuertemente al sofá al tiempo que estallaba entre  gemidos y gritos.

-       aaahhhhh, aaaaah, aaaaaaahhhh…..me vengo, me vengoooo...

James se incorporó levemente y acabó el trabajo con los dedos frotando a un ritmo bestial el clítoris de Jane, metiendo y sacando de forma  infernal, hasta que Jane explotó corriéndose abundantemente  sobre  el sofá.

Jane agotada y sofocada, se fundido instintivamente en un abrazo con James, el cual, apartándole delicadamente su preciosa y sedosa melena, le arrancó un apasionado beso que esta vez ella no rechazo. James aprovechó para darle un segundo y un tercer morreo, enroscando su lengua con la de ella, a lo que ella hacía lo propio. Jane completamente abandonada la situación y extasiada de placer se dejaba llevar por James, que tomándola entre sus brazos,  la colocó a horcajadas sobre él en el sofá.

James no dejaba de besarla apasionadamente y ella respondía totalmente entregada a la situación, mientras James la acariciada la preciosa y sedosa melena, recorría con sus manos el cuello de Jane, los hombros de Jane, retirando los tirantes del  Wonderbra besándole los hombros, volviendo a la boca de Jane, que completamente desencajada y todavía bajo los efectos del éxtasis del orgasmo estaba totalmente entregada James, y respondía apasionadamente a sus besos.

-       Desabróchate el wonderba para mí!

Le ordenó James. Jane bajo los efectos de la satisfacción producidos por el orgasmo, sonrío a James y de un forma muy sexy y femenina, tomando los tirantes del wonderbra entre sus dedos pulgar e índice, los hizo descender lentamente de sus hombros, después se llevó sus manos a su espalda y se desabrochó el wonderbra, sacándoselo por encima de su cabeza y dejando sus enormes y preciosos globos a centímetros de la cara de James. Sonrío nuevamente a James y le besó apasionadamente, buscando desesperadamente su lengua.

-       Asi me gusta que seas una buena zorrita! Vas a disfrutar mucho con nuestro pacto.

Decía James maliciosamente al tiempo que con sus manos le sacaba lentamente el tanga rosado de encaje a Jane, que completamente satisfecha y poseída por el deseo sexual sostenía sus pechos con sus finos y delicados dedos y se los ofrecía a la a la boca de James. El cual los devoraba, centrándose fundamentalmente en sus erectos pezones, pasando la punta de la lengua, relamiendo y lamiendo las preciosas areolas de Jane, mientras se bajaba los pantalones cortos y dejaba a la vista y golpeaba el pubis de James su enorme aparato erecto.

-       Vamos nena montame. Demuéstrame lo salvaje que eres con ese cuerpazo.

Jane se retiró delicadamente el cabello por detrás de las orejas mostrando de nuevo una expresión de duda.

-       James, por favor nunca lo he hecho con nadie que fuera Harry desde que me case con él. Si quieres te la chupo otra vez o una buena cubana con estas.

Le contestó Jane dulce y melosamente acariciándole los cabellos a James, al tiempo que le metía una de sus tetas en  la boca. James acariciándole el vientre se separó se separó de ella no sin antes lanzarle un mordisquito al pezón y negando maliciosamente con la cabeza, dirigió su dedo corazón a la raja de Jane, metiendo el dedo dentro de ella, que continuaba completamente húmeda.

-       Móntame, no quiero tener que obligarte, mi putita.

Le respondió  James suavemente pero con un tono de advertencia. Jane respiró hondo, entre gemidos, sintiendo de nuevo la humedad y el deseo que el dedo de James producía en su raja, miró a James sin dejar de acariciarle el cabello y volvió a utilizar el argumento mental de que hacía todo aquello por Harry antes, de sacar de su interior el dedo de Harry y de colocarse con las piernas bien abiertas sobre la polla nervuda, joven y potente de Harry haciéndola desaparecer dentro de ella lentamente.

-       Aaahhhh, aaaahhhh, aaaahhh.

Exclamó Jane invadida por el placer cuando sintió como la polla de James abria todas la paredes de su interior. James la tomó por la parte inferior de sus preciosos globos, aferrándose a ellos, apretándolos fuertemente, al tiempo que la ayuda de esa manera a bombear arriba y abajo, abajo y arriba, ambos mezclaban sus gemidos y jadeos de placer, disfrutando del momento. Jane se apoyaba con fuerza  en los hombros musculados y masculinos de James el tiempo que bombeaba arriba y abajo y este sin dejar de sostener los pechos aprovechaba también para morderlos, besarlos, lamerlos.

-       Así Jane, así, así nena, es maravilloso. Te gusta cómo te estoy follando, te gusta?

Preguntaba James extasiado.

-       Aaaaahhh, aaaaahhh, si, si, si, esto es increíble, me encanta como me estas follando, me encanta…… ooooohhhh.

Jane estaba completamente poseída por el placer que nublaba todo su juicio, totalmente entregada al sexo, y estaba disfrutando como jamás hubiera imaginado que podría hacerlo. Posiblemente la polla de James era la más grande que nunca le había follado. Nunca nadie había llegado tan adentro de ella.

Llevaban un maravilloso rato en esa postura cuando James la cogió por debajo de los hombros y la levantó en andas llevándola del sofá hasta la mesa del escritorio, arrojando todo  lo que había sobre la mesa y la sentó en ella, y cogiéndola por los cabellos, con su cara apenas a centímetros de la ella, sin dejar de friccionar su aparato contra su vagina, le preguntó:

-       Quieres que continúe follandote, mi zorrita, vamos dímelo, si quieres que continúe follandote!

Le desafío James. Jane completamente como una perra en celo agarró a James por los cabellos y le lanzó un morreo apasionado y lascivo, al tiempo que cerraba sus preciosas piernas alrededor del culo de James atrayéndole violentamente contra su raja.

-       Follame, por favor follame. Follameeee..!

Contestó Jane.

James embriagado del placer de haber sometido a Jane, colocó su aparato en la entrada de la raja de Jane, colocándolo entre sus labios vaginales y penetrándola violentamente, sin que antes de que esta llegase a esperarlo, volviéndola a sacar completamente y volviéndola penetrar violentamente, así varias veces, mientras Jane se intentaba sujetar de dónde podía en la mesa del escritorio y no paraba de lanzar alaridos de placer. Tras repetir esto varias veces, James se asió a las preciosas y enormes tetazas de Jane y empezó a bombear frenéticamente adelante y atrás, atrás y adelante. Los gemelos de Jane se ajustaban, acariciaban y empujaban a James, para que la penetrara más fuerte y profundamente. Mientras entre alarido y alarido, gritaba “ follame, follame”.

-       Aaaaahhhh, aaaaaahhhh, me vengo, me vengo otra vez… es increibleeeeehh.

Exclamó Jane al tiempo que se corría de nuevo extasiada por el placer.

James totalmente erecto y firme, la cogió por su hermosa melena y morreándola, la levantó tomándola por las nalgas, llevándola en volandas desde el escritorio hasta la cristalera abovedada sin sacar su aparato que seguía dentro de ella .Jane que seguía con las convulsiones del orgasmo no dejaba de besar a James completa y totalmente agradecida y extasiada.

-       Ahora voy a acabar yo, puta preciosa.

Dijo James sacándosela y dándole la vuelta, haciendo que ligeramente inclinada sobre sus tacones se apoyara con ambas manos en la cristalera abovedada, para que tuviese una buena vista de todos los invitados y sobretodo de Harry. James agarró su tranca y dirigiéndose desde atrás a la raja de Jane, la ensarto con fuerza, provocando un sobresalto y una exclamación de sorpresa que provocó una exclamación de sobresalto en Jane que aún no se había recuperado del orgasmo. James la cogió por las onduladas y suaves caderas y empezó a bombear salvajemente, adelante y atrás, atrás y adelante.

-       Mira al inútil de Harry, míralo! Dile quien es tu verdadero semental, quien es el macho al que perteneces ahora, díselo…..aahhhh…..ahhhh… díselo!.

Gritaba lleno de morbo James.

Ver a lo lejos a Harry, la sacó de la ensoñación en la que le había sumergido la necesidad y el deseo de sexo, y volvió a sentir la culpa, y el desprecio hacia James y la situación.

-       No por favor James, eso, no por favor… yo quiero a Harry.

Repetía lastimosamente Jane. James la agarró violentamente y con fuerza  con una mano por la preciosa y sedosa melena como punto de apoyo para bombear dentro de ella mientras con la otra empezó a lanzarle fuertes cachetadas al culo.

-       Grítalo perra, grítalo perra o mañana será vuestro fin ….quien es tu dueño y semental.

Le repetía James fuera de si, levantándole la cabeza al tirarle de los pelos obligándole a contemplar a Harry en el jardín. .

-       Tú, tú, tú eres mi semental y mi dueño, solo tu sabes cómo follarme.

Repetía encogida por la vergüenza  Jane, notando como las lágrimas volvían a correr por sus mejillas. Mientras James embestía más frenéticamente que en ningún otro momento, y Jane notaba como su polla crecía rápidamente dentro suyo

-       Aaaahhhh… ahora si me corro, me corroooo…

Gemia James.

-       No por favor dentro de mi no, hoy no es un día seguro.

Respondía asustadiza.

-       Mejooooorrr…

Jadeaba James  aferrándose fuertemente a las caderas de Jane y disparando toda su carga de semen dentro de ella.

Jane se doblaba entre sollozos cuando James saco su pollón ya flácido y vacío de ella. Gimiendo y haciéndose un ovillo  se retiró del ventanal abovedado, entre gemidos de pena, sintiendo como la semilla de James corría por su piernas abajo.

James e aparto de ella y se vistió de nuevo, con indiferencia apuro la copa de coñac, después le arrojo la ropa desde el sofá.

-       Apúrate en arreglarte en el baño  y volver a la fiesta, van a empezar a echarnos de menos y no querrás que todo el sacrificio haya sido en vano, verdad?. Ya te llamare para que empieces a trabajar en nuestro pacto, cariño.

Diciendo esto James abandono el despacho dejando a Jane sola en su desprecio por si misma que se arrastraba hasta el baño, para asearse y volver a limpiar a y poner el rímel, entre sollozos se preguntaba cómo podría volver a mirar a Harry a la cara.