Todo por el contrato de trabajo

Una compañera tenía que ser renovada en su trabajo pero para ello debio hacer algún favor primero arrastrándome a mi también a ello.

TODO POR EL CONTRATO DE TRABAJO

Soy una mujer de 43 años más bien delgada, pechos pequeños y para mi gusto un poco culona, aunque me digan todo lo contrario. Llevo 4 años divorciada y mi vida sexual se reduce desde entonces a dos veces de las cuales, una de ellas, la primera, les voy a relatar a continuación. Para mi, la mejor tarde de sexo que he tenido nunca.

Todo empezó una mañana fría y lluviosa en el trabajo. Trabajo en una pequeña fábrica textil y ese día teníamos previsto celebrar el aniversario de la apertura de ésta. Para esa cita yo fui a trabajar con mi mejor vestuario, un pantalón negro algo ajustado y una camisa blanca, encima de mi inseparable camiseta interior. Durante la mañana se preguntó al personal de la fábrica, solo somos 10 incluido el jefe, quien iba a poder asistir a la celebración. Yo me apunté la primera dado que ya lo tenía asumido, además, me venía muy bien porque desde mi separación casi no salía. Finalmente solo nos apuntamos 3, Natalia, mi jefe Luis y yo. Al principio me dio mucha pena que solo pudiéramos asistir 3 personas pero más tarde me di cuenta que no.

Os voy a describir a mis dos compañeros de celebración. Natalia, una chica de unos 36 años con una hija de 4 y muy simpática. Lleva 6 meses en la factoría y está esperando a que le hagan un contrato indefinido. Mide 1,65 es delgada, una talla más o menos 90 de pecho, culo normal pero caidito. Luis, mi jefe, 33 años, atlético, jovial y siempre de muy buen humor, para nosotras chicas un bombón.

La comida fue en un lujoso restaurante de la ciudad aprovechando que corrían los gastos por cuenta de la empresa. Comimos marisco y más marisco y después del café decidimos ir a algún lugar a tomar una copa. Al salir del restaurante, vimos que el tiempo no acompañaba y estuvimos a punto de separarnos hasta que a Luis se le ocurrió una brillante idea. Nos propuso ir a un centro comercial a comprar unas botellas de Whiskye y unos refrescos e irnos a la factoría ya que estaba vacía y no pasaríamos frio.

Al llegar allí, subimos a la oficina de Luis y pusimos algo de música. Estuvimos bebiendo y bailando hasta que noté que Luis agarraba demasiado a Natalia al bailar por lo que decidí dejarlos solos. Al comentarles que me iba, Luis me pidió que no lo hiciera y le hice caso.

Seguí notando como a Luis se le iban las manos con Natalia y como está se las apartaba hasta que Luis le dijo con tono suave:

-Natalia, tengo tu contrato encima de la mesa…..me estaba pensando si firmarlo….me deberás despejar la duda que tengo, ¿no?

-Luis, por favor, estoy felizmente casada, tengo una hija de 4 años, no me hagas esto.

Yo presenciaba su conversación en silencio con ganas de morirme, dado que no sé que podía yo hacer en esa situación hasta que mi jefe me sacó de dudas:

-Natalia, quiero tener una tarde de sexo contigo y con Susana, con las dos juntas, tú me gustas muchísimo y Susana veo que en los últimos años necesita alguien que le suba su autoestima.

-No Luis, por mi hija, sueltamé.

-Lo siento, o esto o te despido.

-De acuerdo, pero que no salga de esta oficina

-Eso está hecho, pero quiero que hagáis todo lo que yo os pida.

-Si Natalia quiere, yo por mi de acuerdo pero me da mucho apuro.

-Vale

Luis comenzó a besar a Natalia y a la vez a tocar su culo mientras poco a poco iba dejando caer su lengua por el cuello. Con total calma desabrochó su blusa y dejó ver su sujetador azul que también le quedaba. Yo estaba notando que me iba mojando poco a poco y decidí acercarme a ellos, no podía dejar escapar esta oportunidad de ser follada por un tío tan atlético como mi jefe. Luis me sonrió y comenzó a besarme introduciéndome toda su lengua en mi boca lo cual me estremeció y me acabó de humedecer completamente. Proseguimos en desnudar a Natalia que pese que a mi no me gustan las mujeres, debo reconocer que tenía muy buen ver. Pechos redondos con los pezones pequeños pero duros y un coño peludo pero con grandes labios vaginales. Se veía que era una chica muy velluda, tenía muchos pelos en los brazos y su coño y su ano estaban muy poblados.

Yo comencé a lamer sus pezones mientras mi jefe se agachó a lamer su rajita. Ella por primera vez en toda la tarde, soltó un alarido de placer con el cual mi jefe lanzó una ligera sonrisa. La sentamos abierta de piernas encima de la mesa de mi jefe y entre los dos le comimos su chocho, ya lleno de jugos vaginales notando en cada leguetazo, el roce de la lengua de mi jefe. Yo estaba deseando que hicieran eso conmigo pero no me atrevía a pedirlo. Mi jefe se apartó y se puso detrás mio. Yo estaba de pies pero inclinada hacia delante lamiendo el fruto de mi compañera cuando noté la polla dura de mi jefe en mi culo, a través del pantalón. Ya estaba que explotaba. Noté como mi jefe me sobaba los pechos a través de la camisa y como bruscamente me la quito, me quitó la camiseta interior y empezó a pellizcarme mis duros y negros pezones.

-Susana, siempre he querido hacer esto, no tienes que tener ningún complejo, estás para comerte. Ahora quiero que cuando te baje los pantalones y las bragas, sigas chupando el coño a Natalia y abras las piernas, ¿vale?

Así lo hice, el jefe me quitó los pantalones, después las bragas y yo abrí las piernas inclinada hacia delante y chupando la rajita de Natalia. A los pocos segundos note como su lengua recorría toda mi vagina, que gustor!!!! Sentía que iba a explotar, que bien lo hacía. Estuvimos así unos minutos más y yo ya no pude más y me corrí en su boca, descargando en ella todos mis jugos almacenados durante 4 años. El con su saliva y mis jugos mezclados fue deslizando su lengua hasta mi ano y la introducía en él y la sacaba hasta que posteriormente hizo lo mismo con un dedo y luego con dos. A mi me producía dolor, nunca me habían hecho eso, pero tenía miedo de quejarme.

Al rato, Noté como lago espeso brotaba del coño de Natalia y se introducía en mi boca. Natalia se estaba corriendo. Gritaba como una loca, bueno, creo que como yo había gritado anteriormente.

Ella se dispuso a vestirse cuando Luis dijo:

-Habéis tenido un orgasmo cada una, os quedan unos cuantos más, todavía queda lo mejor.

Se acercó a nosotras y poniéndonos de rodillas ante él nos ordenó a que le chupáramos su gran polla. Era de un tamaño normal, unos 17 o 18 centímetros, pero nunca había visto una tan gruesa. Pensé por un momento que era imposible que ese tronco entrara dentro de mi.

Después de un rato chupando su polla, se tumbó en el suelo y le dijo a Natalia que se sentara encima de su polla y comenzara a cabalgar. Ella, como yo supuse, le costó meterse esa gran polla pero lo consiguió y por lo que gritaba, gozó. A la vez que Natalia se estaba follando a mi jefe, éste me ordenó que me sentara en su cara y al hacerlo volví a notar como su lengua se movía por mi coño hasta volverme a poner otra vez como loca, yo ya no me podía controlar, movía mi cadera de tal forma que rozaba todo mi coño con su cara. A la vez, Natalia y yo nos besábamos, cuando podíamos dado la falta de aliento, y nos tocabamos nuestros pechos, hasta que las dos a la vez nos volvimos a correr.

-Eso es Susana – decía mi jefe- me encanta que descargues en mi boca. A ver, levantaros. Susana, ponte inclinada sobre mi mesa apoyando tus tetas sobre la mesa y dejándome tu culo al descubierto. Natalia, sientaté encima de la espalda de Susana dejandome tu coño a la vista.

Así lo hicimos y en unos segundos noté como todo aquel pollón se clavó en mi coño. Al principio me hizo daño, dado el tamaño y el tiempo que llevaba sin hacerlo pero luego disfruté como una niña con zapatos nuevos. A la vez noté que la respiración de Natalia subió por lo que deduje que lo mismo que había hecho conmigo estaba haciendo con ella. Notaba el ruido que hacía mi jefe con la lengua la pasar por el coño de Natalia y eso me excitaba más hasta que otra vez nos volvimos a correr las dos juntas.

Yo ya no podía más por lo que le pedí que por hoy ya valía pero el dijo:

-Yo también quiero correrme por lo que quiero seguir. Susana, quédate de la misma postura. Natalia, ponte igual que ella. Os voy a follar vuestro culo.

-Por favor, -dijo Natalia- nunca lo he hecho, ten cuidado

-Yo tampoco – respondio Susana-

-Tranquilas os untaré con vaselina para que se deslice mejor.

Eso hizo y empezó con Natalia, primero le chupó su peludo ano, arrancando con los dientes algunos pelos pese a los quejidos de dolor de ésta, luego la lubricó, se lubrico su temible polla y poco a poco fue introduciendo ésta en su ano. Ella gritaba y gritaba hasta que sus gritos se cambiaron por gemidos de placer hasta que se corrió. Fue la vez que más gritó de todas sus corridas.

Luego me tocó el turno a mi, el procedimiento fue el mismo pero a mi sin vaselina.

-Natalia, átale las nanos a la mesa y sujetale las piernas. A la vez que la esté follando el culo, quiero que le chupes todo su coño. Necesito follarte ese maravilloso culo sin vaselina, quiero sentir con entra y como se te abre el culo para mi.

-No me hagas daño por favor.

-Tranquila, solo te dolerá al principio.

Tras estas frases y después de que Natalia me había atado, noté como la punta de su pollón quería entrar en mi culo a lo cual mi ano se resistía cerrándose por instinto pero de repente, dio una gran embestida y como si de un palo se tratara entró entero dentro de él provocándome un dolor intenso y muy fuerte. Yo gritaba y gritaba y el me pegaba en mis nalgas a la vez que me follaba.

-Dios que culo, dios que culo, me voy a correr si sigo así!!!!

Yo noté como poco a poco me iba gustando hasta que al final solo quería que me la metiese más y más profundo. Natalia por su parte me lamía el clítoris y yo ya no pude aguantar más y me volví a correr. Nada más hacerlo, el se apartó y cogiendome de la cabeza me metió su pene en la boca hasta que note como descargaba dentro de mi garganta todo su semen el cual me empezó a rebosar por la boca y caer por el cuello. Natalia, obligada por Luis fue recogiendo con su lengua todo el semen que me salía por la boca.

Después de todo esto, nos vestimos y yo quedé con Luis para otro día que ya os contaré otra vez.

Espero que os haya gustado, si quereis, escribirme a Surcelay@hotmail.com