Todo pasó en una tarde

En una visita a la casa de una amiga con su hermano descubro que quiero ser mujercita.

Cuando yo tenía 12 años, era un chico que tenía mucha curiosidad acerca del sexo, pero para nada tenía definidos gustos y tendencias. Lo cierto es que desde que comencé con esas curiosidades, casi casualmente me fui acercando más a las niñas que a los nenes. Esto ocurrió hasta un día en que me vida dio un vuelco. Como dije me había acercado a las niñas, y de ellas Marcela, era la más cercana. Compañera del colegio, en cuanto me acerqué a ella, me recibió como si fuera una amiga más, quizá intuyendo lo que me pasaría, y pronto fuimos amigos. Y esa confianza se traslado a que me invitara una vez a su casa..

Esa tarde yo fui muy contento a su casa, no sabía todo lo que descubriría. Cuando llegué ella me hizo entrar y enseguida me comentó que sus padres no estaban y que estábamos solos nosotros y su hermano de 15 años, que en ese mismo momento se hizo presente. Yo lo miré, y vi a un jóven como todos los de su edad, pensé que sería atractivo para las chicas de su edad, pero nada más.-

Ellos eran hijos de una familia de buen pasar económico. Su casa era una tipo chalet, amplia y con un hermoso fondo con parque. Ese día era verano y hacía realmente calor, y fue por ello que el hermano de Marcela, Damián, nos propuso a nosotros que saliéramos al parque y nos quitaramos la ropa, para estar más frescos. Yo me quedé un poco sorprendido por la propuesta, pero su hermana aceptó al instante, alegre y risueña, y no tuve coraje para negarme. Así que nos quitamos la ropa. Damián y yo quedamos en slip, y Marcela en bombachita. Ver casi desnuda a mi amiga, me causó curiosidad, pero no sentí una tremenda excitación ni nada de eso. Ella vestía una bombachita blanca, apropiada para la edad, con dibujitos azules, y lo que si recuerdo es que me pareció bonita. Además, lucía ya pechitos. Eran pequeñitos pero formados y sus pezoncitos eran ya grandecitos, ella mostró sus pechos sin ninguna timidez ni vergüenza ante mi y ante su hermano.-

Y así fue como comenzamos a jugar, corretabamos por el parque, nos reíamos, nos mojábamos con una manguera porque como ya dije era un día de mucho calor. Hubo un momento que la escasa prenda que vestíamos estaba bastante mojada. En ese momento fue cuando Damién se acercó por detrás mio y manoseó toda mi cola. No fue que sintiera un gran placer, pero tampoco me disgustó esa caricia, así que nada dije, claro que Damián se excusó para hacerlo refiriendo lo mojado de mi slip. Me tocó insistentemente, hasta que en un momento dijo:

.- Pero que culito tenés, parece el de una nena, mira Marcela.- Marcela vino detrás mio y miró riéndose muy alegre.- A ver, póngase las dos juntitas (Damián usó el femenino para referirse a mi, y eso produjo un cierto sentimiento de calentura en mi) a ver quien tiene la mejor cola, ponganse derechitas para que se les vea la cola paradita.-

Nos pusimos las dos juntas y paramos nuestra colita, en eso Damián dijo

.-mmmm te lo dije hermanita, tiene una colita de nena, tan paradita como la tuya, no nos mostrás tu culito "linda".- me dijo. Al llamarme así me llené de confusión, no me salió palabra para responder, menos para negarme, y terminé asintiendo con la cabeza..

Damián tomó mi slip y de un tirón lo bajo a la mitad de mis muslos. Por un momento me sentí doblemente apenado por tener el pene al aire, por un lado porque me lo viera mi amiga, por el otro por que me lo viera Damián, era tan pequeño, casi imperceptible. Pero como inmediatamente Damián comenzó a alabar mi culito, y lo acarició y me alabó lo suave y redondito que era, y que era el culito de una linda nena, escuchar eso, no se porque me puso orgulloso, mejor orgullosa, y me olvidé de mi vergüenza.-

.- Sabés que, esta colita quedaría muy linda con una de tus bombachitas, Marcela, porque no traes una y se la ponemos.-

Marcela aceptó al instante y salió corriendo hacia la casa riéndose y contenta. Mientras yo aproveché para subirme el slip. Rápidamente volvió Marcela con una de sus bombachitas y me llevó a un lugar para ponermela. Me dejaron sola para tener intimidad para hacerlo, y yo acepté ya de buen grado, tenía ganas de mostrarme ante ellos en ropa interior de nena. Me saqué el slip y me puse la bombachita, era de color rosa y tenía bordadas unas florcillas, la suavidad de su algodón en mi piel hizo que se me erizara y sobre todo, cuanto la tuve puesta me sentía muy caliente y muy nena. Miré hacia abajo y acomodé mi pene, que de todas maneras casi se notaba, para que lo hiciera menos y salí para que mis amigos me vieran. Damian hizo un gesto de admiración y mi amiga Marcela rápidamente dijo: Que linda te queda.-

Volvamos a jugar, dijo Damián y así lo hicimos. Otra vez correteando y riendo, casi me olvidé de la prenda que tenía puesta, mejor aun me acostumbré a tenerla y me gustó.

Hasta que en un momento Damián dijo. Estoy cansado, porque no nos sentamos y descansamos un poco, su hermana y yo asentimos. El se sentó en una reposera que había enel parque y me pidió que me sentara sobre sus piernas. Yo acepté, mientras Marcela sonreía, creo que con cierta satisfacción. Yo me senté en las pienas de Damián, ya estaba totalmente entregada a mi papel de mujer y sumisa, el puso sus manos en mi cintrua, esome gustó, sus manos fuertes me tomaron y me subieron hasta hacer que mi cola se apoyara encimade su slip. A traves de la tenue tela de mi bombacha percibí claramente la dureza de su pene. Me gustó mucho lasensación del contacto con la zona de la rayita de mi cola. Para colmo Damián cruzó sus brazos sobre mi cintura y mi pancita y yo me dejé descansar sobre su pecho. Entonces Damián comenzó a mover su pelvis, empujando su pene en mi cola. Y a mi eso me vencio, me dejé llevar y me dejé hacer, la sensación, la dureza en mi cola, el cosquilleo que allí sentía y en mi pancita, los pezoncitos se me pusieron duritos, ya no me importó Marcela, me deje hacer y me dedique a disfrutar a Damián. Mis piernas se abrieron y cayeron alrededor de las de Damián.-

.-Ah, Marcela, que linda amiga trajista a casa, y me parece que es tan putita como vos.-

Que damián dijera eso no me ofendió ni nada, al contrario, solo esbocé una sonrisa de satisfacción.-

.- Sabés que, me dijo, me encantaría verte con el uniforme de tu escuela.-

.- Pero no traje mi uniforme conteste yo

.- Quieron verte con el uniforme de tu escuela, pero el de nenas, porque vos so una verdadera nena, Marcela porque no le prestás el tuyo.-

.- Claro, vení me dijo, vamos a ponerte el uniforme.-

Marcela me tomó de la mano y me llevó a su habitación. Allí sacó del placard su uniforme y me lo alcanzó. Casi temblando de la emoción comencé a ponermelo. Primero la chomba que era igual a la que yo usaba, pero como era la de Marcela, era más pequeñita y entallada y no llegaba a mi cintura dejando mi ombliguito y toda la piel de esa zona a la vista de los chicos. Emocionado por eso, tomé de Marcela, que me alcanzaba, la poyera. Marcela me enseñó como ponermela. Cuando lo hice, sentí que las piernas me temblaban. Me sentí profundamente femenina y también féliz. Entonces Marcela fue hacía uno de los cajones de su cómoda y sacó un par de medias de nylon y me las alcanzó. Mi emoción era cada vez mayor. Aunque hacía calor la idea de ponerme algo tan íntimamente femenino me subyugó. Y ponérmelas, aun más, sentir la suavidad del nylos adueñándose de mis piernas. Estaba ya totalmente excitada, pero Marcela me tenía reservadas más sorpresas. Sacó de su mueble un par de zapatos, pero que no eran escolares, eran unas sandalias con algo de taco. Me enseño a ponermelas y así lo hice, luego meparé y me miré al espejo, la imagen que me devolviófue increíble y fantástica para mi, estaba hecha toda una nena. En eso entró de nuevo Marcela, casi corriendo traía en la mano una peluca: es de mamá me dijo, ponetela para estar mas linda para mi hermano. Era una peluca de pelo lacio y rubio, que me llegaba a los hombros.

.- Estás hermosa, me dijo Marcela, ahora venía para acá y tomándome de la mano me llevó a un taburete frente a un espejo donde me hizo sentar. Abrió un cajón y de el sacó un estuche de maquillaje. Suave, que la madre la había comprado, me explicó. Y me puso brillo en los labios, algo de color en mejillas y una suave sombra en los ojos. Me hizo verme en el espejo y cuando me ví decidí, definitivamente que quería ser mujer.

.-Estás hecha toda una linda chica, te falta un nombre, que nombre te gustaría

.- No se – le contesté yo.-

.- Te vas a llamar Vanina.-

Yo asentí con mi silencio. Marcela me tomó de la mano y me condujo de nuevo al parque, salí, y cuando Damián me vio, emitió un silbido de aprobación, a mi eso me gustó, su hermana me llevó de la mano a él y le dijo:

.- Te presento a mi amiga Vanina.- y él me dijo que estaba muy linda.

Como mujercita que era, me puse colorada y bajé la vista.

.- A ver quiero verte con ese uniforme, estas muy sexy.- Y me hizo caminar por el parque. Desfilé para él.-

.- Te queda hermoso -dijoDamián y me tomó, dulcemente de la mano y me volvió a llevar a la reposera, invitándome a sentarme sobre él nuevamente. Así lo hice, me levanté un poco la poyera para que su pene entrara nuevamente en contacto con la tela de mi bombachita. Me coloque´como al principio, entonces Damián me dijo si no me gustaba más como habíamos estado con mis piernas abiertas y bien apoyado en su pene. Le dije que sí y me coloque de esa forma, ahora la poyera tapaba nuestro contacto. El volvio a abrazarme, yo volví a recostarme en su pecho. Poniendo su boca cerca de mi oreja me dijo:

.- ¡Que linda estás!, Sos una nena muy linda, y sos putita también no es cierto?.-

-.- Si –le contesté yo.-

.- Claro putita como tu amiga, mi hermana, ella también es bien putita como vos.-

Ya estaba por completo excitada, era totalmente una nena, y como Damian decía una nena putita.-

Y allí Damián comenzó a contarme como cuando eran mas chicos, mi amiga le agarraba la pija y le hacía la paja y hasta alguna vez se la chupó y entonces me dijo, no querés acariciarmela vos. Todo esto lo decía delante de su hermana que asentía sonriente. Yo también asentí. Sentí como con sus manos en la cintura me ayudaba a ponerme de pie, y entonces el se sacaba el slip, dejando a mi vista todo su cuerpo desnudo. Fue ver a Damián desnudo y enamorarme y desearlo en un solo instante. Su hermana se acercó y siempre sonriendo y juguetona comenzó a acaricairle el pene duro, majestuoso que tenía y en un gesto como que me lo ofreció. Yo me acerqué también sonriendo, me senté sobre sus piernas de costado y tome con mi mano su pene tibio. Se lo acaricie con mucha dulzura arrancando suspiros de placer de mi amante. Entonces,mientrras acariciaba con suavidad mis muslos por sobre mis medias y me besaba el lobulo de la oreja y el cuello, me dijo;

.- Que lindo me acaricias la pija, no te gustaria besarmela y chuparmela también?.-

Yo solo lo miré a los ojos y le dije: enseñame para que no te lastime. Así lo hizo, entonces me arrodillé a su lado, aparte mis cabellos rubios que caian sobre mi cara y acerque mi boca a la cabeza de su pija y la bese con toda la ternura de que era capaz. Percibí primero en mis labios el sabor salado de su pene y enseguida en mi lengua porquela pasé por la punta de su pija. La lami con delicadeza y luego me la metí en la boquita, sorbiendo, ahhhhh, suspiró Damian. Chupe con fuerza y amor la pija de mi amante, entonces sentí que el me decía.

.- Pará un poquito amor, ya te vi con el uniforme, ahora desvestite despacito delante mio, quiero verte en bombachita como antes. Lo hice como me lo pidio, de la mejor forma femenina que pude, y creo que le gustó. Una vez que quedé solo en bombachita, volvía a arrodillarme y me metí de nuevo su pija en la boca. El sabor saladito, me encantaba. Chupe la pija de mi macho con devoción. Sentía sus suspiros de satisfacción y eso me enorgullecia, le daba a un hombre el placer que una mujer puede dar. Sentía los movimientos que hacía con su pelvis, metiendo su pene en mi boca, de pronto el mismo se tensó, y un líquido espeso y tibiecito comenzó a llenar mi boca. Sentí rápidamente el gusto de la leche de hombre, me gustó y en señal de femenina sumisión, comencé a tragarme toda su lechita. No aparté mi boquita de su pene hasta que sentí que ya no emanaba del mismo más semen. Y en ese momento recibí un suspiro y una caricia en mi cabeza que señalaba cuanto le había gustada a Damián.-

.- Que bien lo hiciste Vanina, me la has chupado muy bien.-

.- Gracias – dije yo, bajando los ojos con vergüenza.-

.- Te gustó a vos?.-

.- Me encantó.- le dije levantándome y sentándome sobre sus piernas, ya naturalmente. Pasé mis brazos sobre sus hombros y el me tomó de la cintura. Me recosté amorosa sobre su cuerpo. Recién en ese momento volví a tomar conciencia de la presencia de Marcela. La miré, y ella nos observaba sonriendo, sentí que aprobaba la relación de su hermano conmigo.-

No podía confeserlo en ese momento pero me sentía enamorada de Damián. Pero apenas si había empezado a ser mujer aspirar a que Damián me considerara la suya,era demasiado pensé. De todas formas estaba dispuesta a todo por él. En esos momentos Marcela dijo que tenía ganas de ir al baño y que como las chicas siempre iban juntas la acompañara. Otra vez me emocioné. Me trataban como una chica más, y me encantaba. Fuimos las dos, en bombachita, al baño.

.- Vamos a hacer pis y después te arreglo el maquillaje – me dijo Marcela.-

.- Gracias, sos muy buena conmigo.- le contesté.-

.- No te preocupes, te voy a ayudar para sea una linda chica, y vamos a ser amigas.-

Con emoción entré al baño, me bajé la bombacha y disimulando lo más que pude la presencia de mi penecito, me senté en la taza para hacer pis como mujer, hasta me limpié con papel. Luego, como me prometiera Marcela, me retocó el maquillaje y volvimos al parque. Nos pusimos de nuevo a juguetar, y así estuvimos un rato.

Hasta que en un momento, como si fuera el juego, Damián vino por detrás mio, cruzó sus brazos en mi cintura y me aprisionó contra su cuerpo.-

.- Quiero llevarte a mi habitación, ¿me dejás?.-

Yo tan solo asentí con la cabeza. El me tomó de la mano y me condujo arriba por las escaleras de la casa a su habitación. Cuando entramos observé que ya tenia su pija parada por el bulto en el slip. El se lo sacó, mostrándomela en todo su esplendor. Yo me acerqué la tome y le dedique una caricia y entonces vino el primer momento sublime. El me tomo de la cintura, me apretó contra su pecho y me besó. Yo rodee su cuello con mis brazós como una verdadera mujer y devolví su beso, apasionada y con amor. Después de besarnos un buen rato y calentarnos a más no poder, el me soltó, entonces yo inmediatamente me puse de espaldas a él y me fue bajando lenamente la bombacha, hasta quedar por completo desnuda. Enseguida sentí una plancetera caricia en mis nalguitas, y luego su mano conduciéndome a su cama. Me hizo acostar boca abajo y, como ya he dicho Damián y Marcela eran ihijos de médicos, luego no faltaban en su casa los diversos artilugios, como por ejemplo una crema especial para lubricar y relajar mi ano. Con caricias, Damián me la fue poniendo, y con sus deditos me excitaba cada vez más a la vez que dilataba mi anito virgen. Luego me puso unos almohadones bajo mi vientre y enseguida sentí su cuerpo sobre el mio, su piel sobre la mia; percibí la calida punta de su pija en la entrada de mi ano.-

. Estás lista, mi amor, te la meto?.-

.- Si, metémela por favor, quiero ser toda tuya.-

La punta del glande fue agrandando mi agujerito, y enseguida, percibí la entrada de toda su cabecita. La crema cumplió su función y esa, mi primer penetración fue solo y nada más que un inmenso placer, yo suspiré llena de placer y pasión, Damián también suspiró:

.- ¡Que preciso culito mi amor, que estrechito que está!, me encanta metertela, así, suave para que mi amor disfrute – y dicho eso, fue penentrándome lentamente, centímetro a centímetro.

Yo sentía como mi cola era dulcemente invadida por su pija, durísima, agradable:

.- Ahhhh, sí, me gusta, soy tuya, soy toda tuya mi amor -le dije. En ese momento sentí como las pelotas de mi amor, golpeaban contra la piel en mi entrepierna. ¡Tenía toda su pija adentro!, me había tranformado en su mujer. Ahhhhhh, siiiiiihhhhh, mas Damián, cogeme, cogeme toda, llename toda ah, que pija hermosa, usame como tu mujer, ahhh.- le dije al borde del paroxismo sexual. Damián comenzó a moverse, la punta de su pene rozaba en mi interior una zona que me llevaba casi al desmayo de placer, los ojos se me llenaron de lágrimas y comencé a llorar de felicidad, Damián encima mio, por detrás, me acariciaba, me besaba, lamía el lóbulo de mi oreja.

.- Estás llorando? Me pregunto.-

.- lloro de placer, no pensé que me iba a gustar tanto ser tuya.- le contesté.-

Adiviné una sorinsa de Damián detrás mio, y sentí como paulatinamente aumentaba su ritmo, así pase los cinco minutos más maravilloso (por suerte después vinieron más) hasta que experimenté otro sublime momento, sentí el cuerpo musculoso de mi hombre tensarse, empujando en mi culito para enterrarme todo su pene, y después las sacudidas y el semen caliente derramrse dentro mio. La estimulación recibida y esta sensación me llevaron a un maravilloso orgasmo en el cual de mi penecito se derramo un transparente flujito. Sentí como que Damián había depositadolitros de su lechita en mi; después mi hombrecito se desplomó sobre mi cuerpo.-

.- Ah, nena me mataste, que cogida hermosa me diste.-

Yo sonreí satisfecha, satisfecha por todos lados.-

Luego de un tiempo, el pene de Damián se ablandó y salió de mi colita. De mi ano comenzó a derramarse parte del semen que mi amante me había dejado. La sensación me encantó. Mientras Damián se colocó a mi lado en la cama, y yo me di vuelta y me recosté, amorosa en su pecho, mientras el me abrazaba dulcemente. Quedamos así un tiempo adormilados y yo, profundamente enamorada.

No se cuanto tiempo pasó hasta que sentí que Damián me acariciaba dulcemente y con insistencia todo el cuerpo, levanté mi vista, y entonces Damiánme dio un hermoso beso. Mientras me abrazaba y apretaba contra su lindo cuerpo. Cuando el beso acabó, me preguntó:

.- ¿Te dejás coger otra vez?.-

.- Claro mi amor.- Recien allí me di cuenta que Damián la tenía completamente lista de nuevo. Me pidió que me sentara encima de él, penetrándome en esa posición. Me puse a horcajadas de mi chico, de espaldas a él. Con mi mano apunté su dura pijaa mi agujera totalmente lubricado y ya ensanchado y me senté, haciéndo que el mismo se metiera profundamente en mi culito. Damián suspiro y yo también. El acostado boca arriba, empujaba metiendome profundamente la pija.-

.- Ah, que hermosa putita sos, Vanina, como me gusta coger contigo.-

Fue otro momento maravilloso que culminó en el momento en que Damian me tomó con firmeza de la cintura y me aplasto contra su cuerpo enterrando por completo la pija y ahhhhh, otra vez derramó su leche.

Cuando dejó de eyacular, me safé de mi amante y caí hecha un trapo de cansada en la cama. De mi anito abierto salía leche, y yo estaba profundamente satisfecha, queda acostada de espaladas a Damián que me tomó y me abrazo dulcemente y me beso también con dulzura y me dijo: sos maravillosa. Casi me pongo a llorar de nuevo de felicidad. Sentí que ya no aguantaba más y se lo dije:

.- Damián, te amo.- El como respuesta me volvió a besar y yo me acomodé mimosa contra su cuerpo, me habría transformado en una mujercita, en su mujercita. Agotados ambos por el sexo nos dormimos, así, juntitos.-

Nos despertó mi amiga Marcela,:

.- Hey parejita, levántense que en un rato llegan los viejos.-

.- Esperá afuera –le contestó Damián- que Vanina y yo nos vamos a duchar.- y dicho esto se levantó me tendió la mano y nos fuimos juntitos a la ducha. Nos metimos juntitos, él me enjabonó suavemente la espalda y la cola. Después yo lo enjaboné totalmente a él, me detuve pasando acariciando con el jabón, sus fuertes hombros sus brazos, su pecho, le lave con devoción el pene y sus testiculos y me arrodillé ante el para lavar sus piernas y pies. Cuando ya nos estábamos enjuagando entró al baño Marcela. Se quitó la bombacha quedando desnuda ante su hermano y a mi y vino ella también a ducharse. Ahí estuvimos los tres totalmente desnudos sin preocuparnos. Cuando Damián y yo terminamos, el caballerosamente tomó una toalla y me secó acariciando todo mi cuerpo. Luego nos fuismos ambos a la habitación y allí, con todo el dolor del alma me tuve que vestir nuevamente de chico para volver a mi casa.-

Así fue como comenzó mi nueva vida. Damián y Marcela me prometieron ayudarme. Como dije eran hijos de médico así que me proveyeron de una pastilla que no era más que estrógeno que hizo que a mis 13 años y medio mis caderas se redondearan, mi cintura se afinara y uns muy pequeñasprotuberancias me salieran en los pechos, chiquitas, pero que me ponian muyr orgullosa, mientras que mi pene seguía sin dearrollarse. Damián se transformó en mi casi novio, y me acosté muchísimas veces con él. Con Marcela comprabamos ropa femenina que ella me guardaba. A veces, pedía permisa en mi casa para quedarme en la de ella, pero en realidad, era cuando los padres no esta ban y entonces, dormía con Damián. Me había comprado para la ocasión dos camisones muy cortitos, transparente y sexis que a mi novio lo ponian loquito. Además iba en verano y tomaba sol en el parque, en bikini, junto con Marcela, claro que luego no podía desvestirme nada frente a mi familia, porque se iban a notar las marcas del sosten de mi traje de baño. También me dejé crecer el pelo lo más que pude. Cuando tuve 14 mis padres me descubrieron, se enojaron y me echaron de la casa. Me recogió una tía, que no tuvo problemas con mi forma de ser. Me fui a vivir con ella, y ya pude ser todo el tiempo mujer, salvo cuando iba a la escuela. Ahora podía yo comprar mi propia ropa, y ella me hizo conocer las cosas más sexys de lencería, con las que entusiasmaba a Damián a quien encantaba cogerme.