Todo pasa (11)

Gracias por los comentarios, espero poder seguir leyendoles. Saludos

Lo que siguió fue tan triste, el silencio no era incomodo, era quizás la única forma de decirnos que todo terminó y aunque duele se sabe que es lo mejor. Para el lunes a las 5 de la mañana las maletas de Micaela estaban listas, Micaela estaba en el sofá organizando algo en su Pc. Ninguna de las dos dormimos, tome café, me duche, me aliste para ir al trabajo -Ya te vas? -si -Es muy temprano - Igual no dormiré, veré si avanzó algo en el trabajo -Bueno, ahora dentro de un rato, yo también iré al trabajo, en la tarde puedo pasar por las maletas? -claro -Gracias -No hay porque, cuídate mucho – de alguna forma el saber que aún podía verle más tarde quitaba dolor y pena de esta despedida -Espera, no quieres tomar desayuno? – dijo como intentando retener algo que ya estaba dicho sucedería igual -No creo que me siente bien, -bueno -ciao -ciao Ambas sabíamos que todo terminó, quizás por el cariño o quizás por no hacerlo más doloroso, intentemos estar tranquilas, pero todo eso empeoraba la sensación de dolor, de vacío. El día pasaba lento, la cabeza empezó a protestar, mi concentración era demasiado poca. Estar ahí sólo empeoraba mi estado físico y emocional, a penas llego las 4 me fui a casa. Encontré a Mariana cocinando -Hola -Hola, cómo estás? -Bien, quieres almorzar? -...Perdóname en este momento no, Gracias, siento la cabeza a punto de explotar. -bueno, donde tienes medicina? -En el cuarto, ya la tomo, no te preocupes -Ve a recostarte estás muy pálida -Gracias. No podía dormir, no sé qué hora era, la habitación estaba totalmente a oscuras. Sentí a Micaela hablando con Mariana. - Hola, cenas? -No, gracias -En esta casa, nadie come! -…Ella está? -Sí vino hace dos horas, está enferma -Qué tiene? -Mal de amores -Soy de lo peor -Si vas a verla entra con cuidado que a lo mejor duerme hace rato no contestaba,

En la habitación Mica se acerco -Marcela, mi amor he venido a despedirme….descansa mi chiquita- a lado puso una rosa que rozo mi mejilla. -Gracias -Pensé que dormías -No, sólo descanso la vista y el cuerpo -Ya me voy, Marce -cuídate mucho -Algún día me podrás perdonar por favor? -Seguramente así será. -Lo siento -Yo también -No me prives de tu amistad por favor -Dame tiempo, sólo eso tiempo -Te amo – me abrazo estando yo aún recostada -…. Cuídate- le susurre en el oído mientras mis brazos rodeaban su espalda.


La primera semana que se fue no fue tan mala como me la imagine, ya que Micaela y el trabajo no permitían que la extrañe, no nos vimos, no nos encontramos, pero si llamaba constantemente, ya sea para saludar decir buen día y en la noche mientras manejábamos llamaba y me contaba su día, yo pensaba que eso retardaría sólo el proceso de separación y superación de la misma pero me ayudaba a no llorar ni sentirme otra vez sola. Cada vez que llamaba yo era amable, hasta que hizo la pregunta justo el día sábado -Bueno -Hola, en que andas? -Trabajando y tu cómo estás? -Limpiando y ordenando… Bueno y Mariana? -Bien, esta bien desde que empezó a trabajar está con mejor animo. -Ya, Caro es una buena jefa -Si, se llevan bien -Si, bueno una última Marce, tu porqué nunca me llamas? -..hm quizás no lo hice pero hemos hablado -Si, pero si yo no te llamo tu no hablarías conmigo, cierto? -No lo sé, no he pensado en ello -Te molesta cuando te llamo? -No -Bueno saludos a Mariana. -Gracias, cuídate un abrazo Desde esa conversación empezamos a distanciarnos más, no llamaba ya tan seguido ni las conversaciones pasaban de los tres minutos, hablaba más con Mariana, pero de todos modos no dolía tanto como yo me lo había imaginado. Para empezar el segundo mes de que ella se había ido , me llamo y me pidió que si podía ir a una consulta psicológica con ella, sería la primera vez que nos veíamos, le dije que si ya iba tres sesiones ella, la psicóloga vio por conveniente que yo fuera, me ponía ansiosa el verle de nuevo, pero igual acepte. Para este tiempo yo ya vivía sola, Mariana quiso independizarse del todo así que hacía casi dos semanas atrás con Caro y dos amigos de su trabajo ayudamos en la compra y arreglo de algunas cosas básicas en su nuevo piso, pequeño pero bien acogedor vivía muy cerca de Micaela y también del negocio de Caro. Llego el día vernos fue…emocionante, yo la abrace y ella a mí, no teníamos mucho tiempo ya que yo llegue tarde y entramos de frente a consulta no conversamos casi nada a solas. En la consulta todo iba bien, hasta que entre preguntas, respuestas y comentarios, salió el tema de las frustraciones, comprendí entonces que Mica andaba frustrada con el trabajo, no era feliz con él, mi aspiración y superación le había causado mucha emulación y parte de eso también había afectado su autoestima, la comunicación entre ambas y otros aspectos. La terapeuta hablo de hacer lo que nos gusta, esforzarnos por seguir y conseguir aquello que si nos hace felices, Micaela se comprometió a volver hacer música un "hobby" casi olvidado. Yo por mi parte pensaba en mi fotografía,… Después hablamos de los sentimientos, de cerrar etapas, hubo llanto, hubo sonrisas nostálgicas, mucho, demasiado sentimientos, emociones… termine con más carga mental y con una gran nostalgia de la consulta pero Mica decía se sentía más liberada. Luego de eso Mica me invito un café, fuimos a visitar el nuevo local de Caro, conversamos las 4 con Mariana más todo muy trivial, luego como a las 8 me fui a casa, intente que el despedirme no fuera nada dramático. Micaela me agradeció el haber ido y nada, de ahí paso casi un mes más volví con la psicóloga, hable a solas con ella, luego con Micaela más, para este tiempo ninguna de las dos hablo en ningún momento de volver, pero si hicimos una amistad no frecuente, pero si existente. Volvió a recalcar la idea de arriesgarse por lo que uno desea, Micaela ya era mucho más segura de si misma y eso se notaba en su actitud. Hizo una técnica o algo así de despedida entre ambas. Donde cada quien podía decir a la otra persona algo que pedía y otra cosa que daba. Micaela me pidió perdón por todo y algo que a mí me saco de onda fue que me dio su perdón, porque muy dentro llevaba molestia contra mí por haber priorizado los estudios y el trabajo antes de ver lo que sucedía en su vida en nuestra relación, pero me perdonaba ese olvido mío. No niego que me molesto, sentí que me culpaba, pero ya qué más da, yo le di las gracias por demostrarme que yo fui capaz de amar y ahora de querer bien. –Poco faltaba para una discusión de mensajes indirectos - y pedí porque se cuide y siga superándose. Desde aquella sesión ha pasado poco menos de un año, nos vimos en contadas ocasiones hoy por hoy tenemos una buena amistad con Mica no somos muy cercanas pero no somos dos extrañas, ella hace dos meses que sale con alguien, a quien yo no paso, pero respeto. Por mi parte volví a tomar fotos, viajar más seguido los fines de semana largos, en uno de ellos, casi siempre iba al mar a distintos pueblitos todo ellos cerca del mar…, conocí a una linda Dama haciendo señas en el camino, orillada a un lado del mismo con un auto que de lejos se podía ver que tenía problemas, me orille, sé lo básico de autos, -ponerle gasolina y agua- llantas, aceite y todo lo demás siempre lo ve Marco o él se encarga de llevarlo al mecánico. -Hola -Gracias -No te preocupes, qué paso? -No sé, se murió, no quiere prender -Bueno, quizás es la gasolina, llamaste a alguien? -No, no tengo móvil -bueno espera, llame a Marco le conté lo que pasaba me indico, verificamos la gasolina, y siguiendo cada indicación que nos dio, logramos encender su auto conectando los cablecitos de batería a batería. Según Marco tenía que estar un muy buen rato así para que sólo se recargue, genere energía o algo así dijo. Le agradecimos y nos despedimos de él. Mientras esperábamos que su auto funcionara solito, empezamos a conversar. -Gracias por ayudarme -Con gusto, Me llamo Marcela -Gabriela, un placer- dijo dándome la mano Conocí a Gabriela en media hora, tenía 34 años, centroamericana, artista de vocación, doctora de profesión, una mujer muy amable, muy culta, me conto de su familia, el nuevo trabajo que le esperaba, empezaba el próximo lunes y ese fin de semana había sido invitada por familiares a pasar su último fin de semana relajado en la playa, había rentado el auto, hacia menos de una semana que estaba en la ciudad. Mientras me contaba todo, yo me embelesaba con su voz, su forma de mover las manos y su mirada tan expresiva -en que piensas? -En lo que me cuentas -Bueno ya te conté casi toda mi vida ahora tu -Hm, …- Le conté mi vida omitiendo uno que otro detalle, ella escuchaba con atención, se sonreía cuando contaba algo divertido…. -Ok, eso es tu vida laboral y la personal? -es casi la misma,- Ella volvió a contarme cosas de ella, le deje mi numero, me fui a mi auto, manejamos hasta el pueblo, con promesas de llamarme y vernos nos despedimos. Me fui directo al hotel a descansar y ella a encontrarse con la familia, no paso dos horas que recibí su llamada, nos citamos en la playa, donde harían una fiesta celebrando al santo que permitía el fin de semana fuera largo a nivel nacional. Conversamos, bailamos, conocí a parte de su familia, cuando ya era casi madrugada fuimos caminando conversando por la playa sin darnos cuenta nos alejamos bastante, había brisa fresca me acompaño al hotel que en ese momento nos quedaba más cerca, tome abrigo para ella y para mi, volvimos por mi auto….al despedirnos ya nos daba las 4 de la mañana quedamos en vernos a las 12. Para comer juntas, había tal magia que no parecía nada extraño querernos ver seguido siendo recién conocidas, ella vería como se escapaba de la familia, con la que al final paso realmente muy poco tiempo, con la excusa de es bueno conocer gente en nueva ciudad, es bueno tener buenas amistades… Durante los tres días que estuvimos ahí el único momento que no estábamos juntas era cuando dormíamos, ella me acompaño a tomar fotos, visitamos lugares, caminábamos, conversábamos, comíamos, quedábamos en silencio observando el mar, paseamos por el pueblo, compramos un móvil para ella, todo siempre juntas, parecíamos pegadas. Llego la hora de volver a casa, así que hasta para eso quedamos en volver juntas a la ciudad cada quien en su auto, pero una seguía a la otra. En el camino hablábamos por el móvil, todo parecía tan normal y a la vez me causaba tanta gracia…me decía a mi misma << Que nuevos problemas te estarás ganando, Marcela>> Cuando llegamos a la ciudad antes de despedirnos fuimos a tomar café. -Bueno yo aún tengo esto día libres, de momento voy a vivir con la familia del Dr. Quieres acompañarme mañana a buscar un lugar para mi? -Me gustaría pero tengo que ir a trabajar…pero nos podemos ver en la tarde sí gustas. -Claro – dijo desanimada - Y a qué hora sales almorzar? -No tengo hora fija, puede ser a la una o dos de la tarde o me voy de largo y salgo temprano a las 4 -Mañana nos vemos a la una, sales a las 5 como me dijiste y vamos a buscar una departamento para mí y me muestras la ciudad si? – Mientras me hablaba y esperaba mi respuesta, yo me sonreía al ver como en cuatro días esa mujer ya me hacia la agenda del día siguiente. -Me parece bien. Mañana a la 1. Nos despedimos, el resto de la tarde paso tranquilo, yo estaba en casa, contenta por Gabriela, hasta que recibí la llamada de Mica


Muchas gracias por todos los comentarios, espero poder seguir leyéndoles, para quienes deseen mi correo es migaviota2@hotmail.com Un abrazo a la distancia con todos.