Todo pasa (10)
....Gracias una vez más por los comentarios...la prox doy el correo...un abrazo
Para ir a casa, todos se repartían quien llevaría a quien y cosa por el
estilo a los pocos minutos llego Mica, con ojos llorosos, vinimos juntas así que
no había mucha opción.
-Ten las llaves del auto, puedes ir a la casa, tienes todo el día para empacar y
llevarte tus cosas.
-No me hagas esto, por favor, mi amor piensa bien las cosas, no vamos a terminar
algo
- La interrumpí
- Al salir me dejas las llaves en la mesa- y me fui tome a Caro, que estaba casi
dormida y en su auto nos fuimos a su casa.
Durante todo el día Micaela llamó, dejo mensajes diciendo que por favor
habláramos, en algunos su voz estaba acompañada por el llanto en otros se notaba
que estaba enojada, histérica, calmada, hasta que me canse de escucharle y
apague definitivamente el móvil, luego se apareció en casa de Caro, hice que me
negará, mientras ellas hablaban yo estaba detrás de la puerta del cuarto de
Caro.
- Necesito hablar con ella, todo ha sucedido demasiado rápido, no puedo perderla
de nuevo, es mi vida-
-Tranquila, ella sólo necesita tiempo, pronto podrán conversar con más calma,
ahora ve a casa, descansa que te hace falta.
-Ella me pidió que me vaya, me boto
como quieres que descanse.
-Todo ahora está muy fresco
-Ella nunca me había hablado así
-
Ambas necesitan tranquilizarse, han dicho muchas cosas se han lastimado. Yo
ya no quiero meterme más en todo esto, pero sabes que Marce para mi es mi
hermanita, es la chiquita del grupo, siempre tan
ilusa.-
Me duche y al salir Mica estaba arrodillada en el piso diciendo mil y una cosas que no lograba entender por el llanto.
-Quieres calmarte de una vez. -No, es que tu no entiendes, lo nuestro no puede terminar, menos por una tontera así, mañana iremos con un psicólogo y salvaremos nuestra relación -No, permiso- seguí mi camino a la habitación, no sé de donde pero sacaba tal dureza, que hasta a mi me sorprendía y sobre todo dolía darme cuenta que era capaz de tratarla así. Cuando estaba sentada en la cama pensando en que cambio dentro de mí y una vez más esa idea se hacía presente < se terminó, la golpeaste, te golpeo, ya no hay vuelta atrás.> Micaela entro con una mirada totalmente distinta. -Te voy a demostrar que ese beso no significo absolutamente nada para mí Me abrazó y aunque intente zafarme, forcejeamos hasta que ella me tendió en la cama, me puso las manos detrás, imposibilitándome. -Me estás lastimando, suéltame -Te soltare sino intentas alejarme -Déjame de una vez, me duele- Ella me dejo, yo la empuje a un lado y me levante.- Quiero que me dejes sola. -No me iré, no te tocare, no me pidas que me vaya.- Mientras decía esto empezaba a llorar de nuevo, tomé mi ropa y me fui a la otra habitación, al irme ella se lanzo al piso, sujetando mi pierna llorando empezó a rogar que no la dejará. -No hagas esto, Micaela, reacciona, te vas a lastimar. No podía ser tan indiferente, ni tan dura, tome uno de sus brazos e intente ayudarla a que se parará. Pero ella seguía arrodillada tomándome la pierna con ambas manos, hasta que al fin dijo la frase, que quizás inconsciente esperaba escuchar. -Marce te amo, no me dejes. -Ven, párate por favor- insistí una vez más -No, no dejaré que te vayas, perdóname soy egoísta pero no puedo dejarte ir de mi vida de nuevo. En ese momento ya ambas llorábamos, dejé de intentar levantarla y arrodillarme también era imposible porque no podía moverme sin hacerle daño, estaba aferrada a mis piernas. Después de algunos minutos que parecieron horas, ella se calmo un poco y entonces pude tomarla de ambos brazos y levantarla, parecía de papel, la lleve hasta la cama, donde la recosté, ella sólo lloraba y en quedito me dijo, no me dejes, con su brazo rodeaba mi cintura, con mi mano acariciaba su mejilla, pensando que horas antes yo había sido capaz de golpear su piel, me quede con ella, hasta que se durmió. Al salir de la habitación y vestirme, volví, ella aún dormía y aunque verle me causaba de nuevo ternura, ya no era igual, no importaba cuanto le amará sabía que lo nuestro no podía ser y eso dolía. Mariana vino como a las dos horas, me sentía mal con ella también porque con todo no había podido atenderle. -Cómo te fue? -Se siente todo tan diferente -como así? -Quería tanto mi Libertad, ahora que lo soy, no sé qué hacer. -tienes hambre -Mucha -ven vamos a ver que comemos y me sigues contando -Y Mica? -Está dormida - Me contó más o menos lo que sucedió, lo siento, -silencio - es definitivo? - la verdad es que no lo sé ella piensa que lo más grave fue el beso, el engaño, todo eso es grave, pero lo peor para mí fue el habernos faltado tanto el respeto hasta el punto de agredirnos físicamente - Sé a qué te refieres, pero también las situaciones las circunstancias tienen su peso en esa acción, no justifico de ningún modo la violencia de ningún tipo, pero Uds. se amaban hasta esta mañana vi como se despedían, imposible decir quien estaba más enamorada. - Lo sé, todo parece ser un mal sueño, no sé como pudimos perder todo de un momento a otro, lamento tanto haberla golpeado, pero todo lo que me hizo lo que dijo como me trato, me da tanto coraje - suspire antes de que mi poca calma se fuera y vuelva el llanto y la frustración de saber todo perdido por culpa mía por culpa de ella .- ahora mejor cuéntame de ti 10 años sin verte mujer. - Bueno, ya sabes mi historia, el manejaba toda mi vida, casa, salidas sólo con él, tenía una vida tan sistematizada, que ahora no sé qué paso sigue. - Retomar las riendas de tu vida? - Sí, pero como? Suena ilógico pero pareciera que aún dependo de él hasta para saber qué hacer. - No soy buena dando consejos, pero por ahí, empezar a ser independiente emocionalmente. Actualmente no dependes más de él, sólo estás acostumbrada al único modo de vida, carcelario, que has llevado. - Necesito un trabajo, sería bueno para empezar. - hola Interrumpió Micaela, yo no me fije cuando llegó a la cocina. -Hola, estamos haciendo pasta.- contesto Mariana .. La conversación con Mariana se terminó hablamos de la comida, entre Mica y yo no nos dirigíamos la palabra, comimos con música y Mariana contándonos de sus padres, sus estudios y sus proyectos. La media noche nos llego, con botella de Vino, el ánimo de Mariana mejoro considerablemente, para esto estábamos ya en la sala, Mica estaba en la alfombra, yo apoyada a un brazo del sofá, y mariana al lado opuesto. Cuando llegó la una, aunque nos gustaba recordar nuestra adolescencia juntas, teníamos que descansar. Mariana se fue a la habitación, yo salí al jardín a fumar. -No vas a ir a la cama su voz tan suavecita, detrás mío, lograba que se me enfríe todo el cuerpo -Ven aquí por favor ella se puso al lado mío me gire para verle de frente. Micaela, perdóname, yo nunca debí haberte golpeado. Lo lamento, en serio.- Decía todo esto llorando, mi arrepentimiento era verdadero, aun cuando no borrara de su memoria el golpe, al menos debía decirle que me arrepentía de haberle lastimado. Micaela, me miraba, me tomo de la cintura y me abrazo, yo le correspondí. Después de un momento, ella se separó y me tomó las manos. -Sé que yo he vuelto a fallarte, sé que te lastime y te provoque con mis palabras, tú has sólo reaccionado y cuando he escuchado que no te merecía te he golpeado, porque sé que es cierto y ahora sólo lo confirmas, eres una persona demasiado buena para mí, no pensé que tú te disculparías conmigo, esperaba que me sigas reprochando No sé en qué momento me volví a perder. Te amo tanto, en la Universidad cuando te vi, parecías una muñequita, siempre delicada, siempre frágil, no pensé que tú me aceptarías. Intentaba recordar cuando y como fue que nos conocimos, ella tan bonita, tan extrovertida, yo tan tímida, calladita. Ella tan alegre y yo, yo siempre tan melancólica.
-Recuerdas cuando nos decían el ying yang? -Si -Tú tan tierna, yo tan indiferente, tu tan serena yo una tormenta, andaba perdida hasta que te encontré, al contrario de lo que dicen de que la pareja te hace sentir en las nubes, tú siempre vives la realidad, y me hiciste enfrentarla y al principio era todo tan sencillo para mi, sólo debía seguirte, pero después era cada vez más difícil lograrlo, la distancia entre ambas se hizo presente, tu progresabas profesionalmente yo decaía en todo lo personal. Hizo un silencio y siguió- Cuando me separé de ti por primera vez, a lado de Ana, no me sentía menos, pero me sentía vacía, sin rumbo, sabiendo cada día que era un día perdido. Tu le das sentido a mi vida. No te quiero volver a perder, no me alejes ni me dejes, por favor. La escuche en silencio, cuando terminó de hablar, se quedo a mi lado viendo el jardín a luz de luna, yo termine de fumar y ella tomo mi mano. -Vamos - No, no puedo, Micaela, te he escuchado y ahora tú has lo mismo. Te amo y porque lo hago me duele lo que hiciste, lo que te hice y hasta qué punto llegamos con todo esto. Si me preguntas si estoy segura de lo que te diré la respuesta es no, pero tengo que hacerlo. Tengo que abrir los ojos, decirte que hoy aún cuando te amo ya no quiero seguir haciéndolo. El amor es un sentimiento, amarte es una elección y yo voy a elegir no seguir alimentando amor por ti. -Marcela, por favor, mi lugar es a lado tuyo -Micaela, recuerdas lo del psicólogo? -si, lo haremos, lo intentaremos -Bien, quiero que asistas, tú necesitas una estabilidad que salga de ti no de alguien más. -No, sólo tú puedes darme esa estabilidad -No, hoy has actuado como plena adolescente, te metiste con la primera que se cruzo en tu camino, estando yo en tu vida.- ella intentó interrumpirme pero ya no la dejé- Escúchame, estoy esforzándome por mantener la calma hablar bien contigo, así como hoy yo acepto que todo terminó, acepta tú por favor que no vale de nada el insistir. -Me voy a perder si no estoy contigo. -Al contrario, tienes que encontrarte. -No me hagas esto. Yo te amo y tu a mi - Dijo rompiendo en llanto. -Micaela, no puedo más con esto. -No, por favor, te juro que no te lastimaré más. -Ven aquí la abrace y la pegue muy fuerte a mi pecho.