Todo lo que sube baja

Historia de una mujer trepa sin importar a quien hace daño

TODO LO QUE SUBE BAJA

Una multinacional, el lugar no importa, su política laboral era la de esforzarse para subir y llegar a ser alto ejecutivo de la misma.

Todo el personal cumplía con sus obligaciones laborales, durante las horas de trabajo, cada uno era, por así decirlo, una maquina, se esforzaban al máximo con tal de conseguir los objetivos designados por la empresa para cada uno siempre con respecto a su capacidad laboral, psíquica e intelectual.

Tras la jornada laboral, nos solíamos reunir en algún pub a tomar unas copas y charlas de todo menos del trabajo, ya que entrabamos a las 7,30am y salíamos del mismo a las 17,30 pm, con un descanso de 45min. Para el almuerzo, cada 2 horas teníamos 10 min. de relax.

Un día notamos la presencia de una nueva compañera, se llamaba Julia, morena, ojos verdes, piernas largas y caderas que invitaban a ser acariciadas, senos muy prominentes y sugestivos, que además de saberlo ella trataba de lucirlos, siendo la envidia de muchas compañeras y la lujuria de muchos más compañeros. Muy pronto se acoplo a la familia del personal, se adapto a nuestras costumbres, pero yo le note algo que en su momento no supe descubrir lo que era, tal vez lo escondía en su mente.

Los meses pasaban y la vida era normal a nivel tanto laboral como de compañerismo, pero en una ocasión, observe que ella, aquellos 10 minutos de relax que nos tomábamos todos ella nunca lo hacía, seguía con su trabajo, le dijimos siempre en plan de broma, que no se esforzase tanto, que la empresa aunque te viese trabajando las 24 horas del día no se lo tendría en cuenta, pero ella no se resignaba, tal vez quería acumular horas de trabajo a base de aquellos 10 minutos para tener un sobresueldo, ya que la empresa no admitía la remuneración por horas extras fuera del horario laboral. Desde luego su trabajo era encomiable, siempre, bien hecho y en los plazos que le asignaban.

Fuera del trabajo, en las reuniones en los pub a los que acudíamos, era completamente distinta, una mujer alegre, divertida, simpática y que si le caías bien te la podías llevar a la cama, más de uno lo intento, pero sin éxito, yo fui uno de ellos, pero de verdad estaba muy pero que muy bien para echarle no uno si no varios polvos, y ella lo sabía.

Al cabo de año y medio se formaron grupos en diferentes secciones con un jefe de sección, a ella la nombraron jefa de sección, con apenas 18 meses en la empresa cuando a otros con dos y tres años de antigüedad no los promovieron a un ascenso. Eso en general a los compañeros no nos sentó nada bien, comprendimos que era una TREPA, que quería sobre salir sobre el resto para escalar puestos, aunque fuera del trabajo seguía siendo una chica como hasta la fecha lo había sido, pero se le empezaba a ver el plumero.

Yo personalmente pude comprobar, que en su equipo a sus propios compañeros los tenía muy subyugados siempre les exigía mas de lo que en si podían hacer, su equipo era siempre el que más destacaba por su eficacia en el trabajo. Ella se dirigía al jefe del departamento exponiéndole ideas, que si en parte eran buenas, le suponía a sus compañeros más trabajo y esfuerzo, sin la retribución correspondiente, y por lo tanto menos gasto para la empresa pero más trabajo para los compañeros lo que conllevaba mas beneficio empresarial.

Con el tiempo, su trato con los compañeros durante el trabajo, fue cambiando, ya no solo con los de su equipo sino también con  los otros jefes de equipo y los subordinados de los mismos, era más autoritario y despótico, pero a la salida y en los pubs volvía a ser una persona simpática y alegre. Al año la ascendieron a jefa del departamento, su cambio fue radical, digamos que se convirtió en la Srta. Rotelmehier la institutriz del cuento Heidi, no admitía ninguna equivocación y no permitía que la llamasen por su nombre, Julia, la teníamos que llamar Srta. Julia, el puesto se le había subido a la cabeza, fue entonces cuando salto la chispa, teníamos que hacer algo, nos estaba comiendo la moral, convirtiéndonos en sus siervos, decidimos reunirnos un día no laboral con el fin de tomar unas directrices para cambiar aquella situación.

Tras una reunión, decidimos con motivo del cumpleaños de uno de los compañeros hacer una pequeña fiesta, tras la consabida cena, comenzamos el turne por pubs y salas de fiesta, a esta fiesta se sumo el hermano de un compañero, que era psicólogo y trataba muchos casos parecidos de cambio de personalidad en el trabajo, como si fuese una doble personalidad la cual la había tratado con  sus pacientes a base de una hipnosis de terapia que se activaba según  las órdenes recibidas en las sesiones de tratamiento.

Tras aquella fiesta, el psicólogo, nos informo que lo que tenía esa chica era un desdoblamiento de personalidad, no una doble personalidad, en el trabajo era una trabajadora muy eficiente y así como era ella quería que todos los que la rodeaban fuesen igual de efectivos, sin importarle si su método era perjudicial para unos o para otros, quería ser una líder a costa de los que estaban a sus órdenes y escalar puestos hasta llegar a lo más alto, ella quería ser el sumun de la eficacia. Nos dijo que él podría tratarla, pero sin que ella se diese cuenta de que estaría sometida a la voluntad de otra persona, y para eso necesitaba estar a solas con ella, le dimos el visto bueno animándole de que si iba a estar a solas con ella le echase un buen polvo.

Tras los preparativos, dispusimos que con motivo de mi cumpleaños hiciera una fiesta en mi casa a la que invitaría a varios compañeros y compañeras, y que durante la misma él la convencería para estar a solas con ella. Llego el día señalado, acudieron a mi casa todo aquel que acudió, venia con una botella, fuese de Ginebra, Whisky, champagne  u otra bebida alcohólica, se bailo, se bebió se apagaron las velas de la tarta etc. y como la cosa parecía que decaía nos inventamos un juego, que en un principio era haber quien era capaz de tener más tiempo los ojos abiertos sin parpadear, empezaron las pruebas y cuando le toco a Julia el psicólogo comenzó a hablarle diciendo que fijase la mirada en un punto fijo cuando nos dimos cuenta el le dijo.

-          Levántate y a Carla, le das un beso en la boca y le aprietas una teta.

Carla, era una de nuestras compañeras, que estaba en el ajo.

Julia se levanto y dirigiéndose a Carla se acerco y le dio un beso con legua en la boca, al mismo tiempo que le apretaba una teta. Carla se quedo pasmada, entonces más de uno dijo.

-          Oye házmelo a mí que quiero apretarle una teta a Carla, que nunca me deja.

Ella le soltó.

-          Me la apretaras después de pasar por la vicaria, y cuando tenga en este dedo una alianza, so cabrón. Que nunca me dijiste que te gustaba, ahora ya lo sé y empieza a preparar los papeles que pronto habrá boda y estáis todos in vitados.

Julia estaba completamente no hipnotizada, se encontraba en un trance entre la hipnosis y la conciencia ya que se reía de las bromas que oía, pero no las relacionaba.

Luego, la llevo a un cuarto y con ella permaneció casi una hora, el hablaba y ella le contestaba, nunca nos dijo de que hablaron ni lo que le pregunto, solamente que le había dado unas ordenes y que ella las acataría a raja tabla sin saber lo que hacía, y si se llegase a despertar no se acordaría de nada y lo tomaría como un sueño, y que todos los días a una determinada hora ella volvería a entrar en trance y obedecería las ordenes que se le habían grabado en su mente. Que su comportamiento en el trabajo, seguiría siendo el mismo, hasta que nosotros dijésemos basta, entonces ella volvería a recobrar la conciencia pero no se acordaría de nada de lo que había ocurrido durante su estado hipnótico fuera de las horas de trabajo, sería entonces cuando el castigo se produciría. El dio una palmada y Julia le pregunto,

-          Cuanto tiempo he estado, quien ha ganado?

-          Pues estuviste 5 minutos y tu eres la que ganaste eso te implica que tienes que darle un beso en los morros a cada uno de los chicos y al del cumpleaños con lengua.

-          Bueno eso no vale. Pero como es un  juego acepto.

El se acerco a mí y me dijo.

-          Aprovéchate y apriétale una de las tetas y ya verás.

-          No me dará una bofetada.

-          Tú hazme caso.

Cuando ya se había morreado con todos los chicos, me miro, y se dirigió a mí con un movimiento muy sensual, paso su brazo por detrás de mi cuello acerco su boca a la mía y su lengua salió buscando mi boca que ya estaba abierta, metiéndola hasta el fondo, momento que yo aproveche para cogerle una teta y apretársela. Ella no dijo nada, se separo, me cogió de la mano y me llevo a mi cuarto, y al cerrar la puerta le dijo a los presentes,

-          Hasta mañana, chicos que le voy a dar el regalo al cumpleañero.

Que noche pase, creo que el Kamasutra se quedo corto con las posiciones, estaba buenísima, además era su primera vez, la desvirgue aquella noche, ni se entero.