Todo lo que sube baja - 4

Historia de una trepa que no le importa a quien haga daño

TODO LO QUE SUBE BAJA – 4

Pasaron los meses, y en una ocasión me encontré con Tonny en una cafetería, nos sentamos y tomando un café le pregunte por Julia, me dijo que ya no trabajaba con él, parece ser que se había quedado preñada y su chulo la quito del oficio, que no obstante hablase con él, que lo podría encontrar en el Tonny’s los sábados por la noche.

Un sábado, me decidí a ir al Tonny’s con el fin de averiguar algo sobre la vida de Julia, allí me encontré con su chulo, me presente y comenzamos a hablar.

Me dijo que ya no está con él, antes cuando salía del local, la acompañaba a su casa, y siempre tenía a alguien esperando por ella en el portal, que a el no le importaba, sabía que por la mañana me tenía que entregar la recaudación que me correspondía, ella se podía acostar con quien quisiera. Pero había uno, que tres veces a la semana allí estaba, y se pasaba toda la noche con ella, era un negro, creo que de Mali parece ser que tenía dinero y un día me dijo que estaba preñada, que no podía ir al Tonny’s a bailar en la barra y que ya se le empezaba a notar la tripa, ella me debía un dinero, yo le había pagado las prótesis de las tetas, y no estaba dispuesto a que se largase sin que me pagase, me pidió unos días para solucionarlo. Cuando el día señalado, apareció con el negro, el me dijo que pagaba su deuda y que desde entonces ella era suya, en una palabra, se la vendí al negro, ahora no sé donde vive, el negro creo que se llama Mustafá, lo he visto varias veces por la calle de las Flores, es alto, bien negro, siempre viste una chilaba, puede que lo encuentres por esas calles. Pero esto hace casi dos años, si no aborto hoy día debe tener un crio que seguro tendrá un año y algo más.

La busque, mejor dicho, busque al tal Mustafá, durante varios meses hasta que un día, en un mercadillo creí encontrarlo, me acerque a él, era alto, bien negro, con una serie de cicatrices en la cara, pero no eran cicatrices de peleas, eran cicatrices de tatuajes tribales, cicatrices que parece que son en relieve, dientes muy blancos, manos grandes y un pelo corto y ensortijado, cuando estaba a su altura le pregunte.

-          Es Ud. Mustafá?

-          Sí, que quiere, yo tengo los papeles en regla, yo no hice nada.

-          No se preocupe, no soy policía, solamente quería hablar con Ud. estoy buscando a una persona y me dijeron que Ud. puede decirme donde esta, si está bien, la persona que busco se llama Julia, ¿La conoce?

-          Sí, yo la conozco, es mi mujer. Que quiere de ella?

-          Bueno nada, yo he sido amigo de ella, y me gustaría saber algo de su vida, se que estuvo trabajando en el Tonny’s y que tenía un amigo, puede decirme algo.

-          Ella ahora no está aquí, está en mi país con mis otras mujeres, si tengo tres más.

-          Caramba, y puede con  las cuatro, ellas me obedecen siempre, si no lo hacen las castigo y les doy con una vara. Ellas siempre quieren dormir conmigo.

-          Me dijeron que Julia estaba preñada, que tubo?

-          Si la preñe yo, tuvo un varón y ahora está otra vez preñada. Pero ella antes cuando dormía conmigo y yo me desahogaba, con ella, ella gritaba mucho, me hacia doler la cabeza con los gritos que daba decía cosas que no la entendía como “Apaga mi fuego negro mío”,” yo me estoy quemando”, “escupe tu manguera en mi chumino”,” me gusta mucho”. La mujer no debe decir esas cosas cuando esta con el marido, mis otras mujeres no gritan, tuve que quitarle el hierro que tenia puesto, ahora ya no grita, solo se abre de piernas y yo me meto dentro.

-          Quiere decirme que le hicieron la ablación del clítoris?

-          Si, en mi tierra a todas las mujeres se les tiene que hacer, ellas no deben de disfrutar de eso, ellas solo tienen que quedar embarazadas y darle hijos a sus maridos.

-          Y donde vive, en que ciudad?

-          Nosotros no vivimos en la ciudad, somos nómadas del desierto, vivimos en una Haima en ella estamos todos, yo, mis cuatro esposas y mis ocho hijos, ellas cuidan de las cabras  y tejen alfombras que yo traigo para vender, ella ahora es feliz, me cuida mucho y cuando ella no es pura, ella se pone a cuatro patas para que yo lo haga por detrás, cuando es el ramadán, nosotros no podemos dormir con nuestras mujeres por el día, ella siempre es la primera que se pone cuando el sol se esconde, quiere ser la primera y cuando el ramadán termina, todos los días a cualquier hora duerme con migo, siempre quiere que yo esté dentro de ella. Ya me dijo que cuando el bebe nazca y ella se reponga quiere que le haga otro.

Cuando me marche de allí, estaba completamente desconcertado, la pobre Julia había salido de la sartén, para caer directamente en el fuego, si antes se acostaba con tres o cuatro cada noche ahora era uno solo todos los días aquel negro debía tener una resistencia brutal y un buen   cipote para satisfacer a la pobre Julia, que aunque la ablación del clítoris era una tortura para ella sería el doble ya que el principal cometido del clítoris es el de dar placer, bien por el roce que se produce en la penetración o por la masturbación, la mujer en el clítoris tiene más de mil terminaciones nerviosas destinadas  a satisfacer su deseo sexual. Pobre Julia. Desde luego está bien comprobado que toda persona que sube muy rápido también cae muy rápido y es más dura la caída. Todo lo que sube Baja.