Todo lo que Siempre Quise, se Hizo Realidad III

Después de unos minutos besándonos en su sala, se levantó y me cargó en sus brazos mientras yo me abracé a él con mis piernas. Me llevó a su cuarto y me recostó en su cama, mientras nos seguíamos besando.

LA CANCIÓN QUE REPRESENTARÁ ESTA VEZ ES:

https://www.youtube.com/watch?v=W1tzURKYFNs

Espero les guste...

-Gracias por haber venido, amor- me dijo antes de un beso.

-No tienes nada qué agradecer, papi. Me dio mucho gusto conocer y tratar así a tu familia-

-Y a mí que los hayas conocido, ya tu nueva familia-

Nos besamos como unos 10 minutos y después me fui a mi casa. Mientras me alejaba, veía a Luis en el espejo retrovisor de la camioneta; me sentía muy bien; como flotando en una nube.

Pasaban y pasaban los días y yo era muy feliz con Luis. Nunca pensé que algo así me pasaría, ni que así sería cuando quería con él. Pero, hasta que a los 7 meses, su mamá y su hermana se fueron a Six Flags; Fer no pudo ir porque teníamos que quedarnos a unas cosas de la preparatoria. Y me dijo que me quedara en su casa ese día. Yo no sabía qué decirles a mis padres pero, después de unos cuantos minutos de inventar una excusa, me dieron el SÍ y salí de mi casa desde las 4 de la tarde.

Cuando llegué mi novio me recibió con un gran abrazo (que ya era costumbre). Me invitó a pasar y nos sentamos en su sala.

-Qué bueno que has venido, amor. Dime, ¿qué les dijiste a tus padres? Sé que no te dejan salir mucho porque piensan que te vas a ir a emborracharte, jajaja- me dijo burlándose.

Yo tuve la culpa de eso; cuando tenía 15 años, llegué muuuuuuuuuuuy borracho a mi casa. Mis padres me dieron una regañiza que hasta me da pena acordarme, aparte de todo lo que hice. Pero bueno, sólo fue una vez, y con eso tuve para que desconfiaran de mí; a pesar de que yo ya no tomaba ni tomo.

-Sabes que eso fue hace mucho, no sé pero me dan ganas de decirles “YA SUPÉRENLO, ESO FUE HACE 2 AÑOS”-

-Yo sé que ya no eres así pero, dime qué les has dicho- me dio un beso en mi mejilla.

-Pues nada, amor. Que venía a tu casa a hacer un trabajo de todo el semestre y que era muy importante. Que por eso íbamos a terminar tarde y que me invitaste a quedarme aquí. De primero pensaban que no era cierto que venía contigo, pero cuando les dije que te marcaran para confirmar, me dijeron que no había problema, que confiaban en mí y que, por ser tú, sí me dejaban ir. Se ve que te tienen mucho aprecio y admiración. Mi madre dice que tú no eres como mis antiguos amigos-

-Ay amor, qué linda es mi suegra-

-Sí, lo sé, al parecer te tiene más confianza que a mí- le dije y se empezó a reír.

Yo no había comido mucho durante el día; cuando estoy haciendo algo que me gusta, hasta comer se olvida), y mi estómago le confesó lo que sentía…

-Amor, vamos a comer, tu estómago me dice que no has comido, jaja-

-Es que estaba jugando con mi primo Iván. Ya sabes que cuando estoy con él, duro las horas a su lado- le dije y se me quedó viendo raro, haciendo ver los celos.

Iván es 5 meses menor que yo, es un gran chico, le quiero mucho. Varios pensaban que él y yo éramos novios. Recuerdo que, la primera vez que hablé con él fue en el kínder; cuando llegué a la puerta, él ya estaba con mi tío Luis (su padre), estaba llorando porque no le gustaba ir y no quería quedarse, en eso, le dijo mi tío: “Mira, Iván, es Lalito. Váyanse juntos”. Y en eso me tomó de la mano, se secó las lágrimas y nos metimos a clases.

Él, más que mi primo, es mi hermano. Me confía todo pero yo no; me da miedo de lo que pueda pensar si le digo que me gustan los hombres y no las mujeres; me ha dado muchas señales de que todo cambiaría si le confieso todo. Pero no sé, Iván está lleno de sorpresas.

-¿Es él tu novio o soy yo?- me dijo algo celoso.

-Amor, obvio tú pero, no te pongas así. Sabes que es mi primo y cómo nos llevamos- le dije acariciando su cabello.

Ese día él hizo de comer y, la verdad, le quedó la comida muy rica. Después de comer nos fuimos a su sala a ver un rato la televisión.

-Oye, era broma lo de Iván, lo de hace rato- me habló mientras se recostaba en mis piernas.

-Amor, no te preocupes. Sabía que era broma-

-Aunque no me cae muy bien, me da gusto saber que te la pases bien con tu familia-

-¿Por qué no te cae muy bien, amor?-

-Porque la mayoría del tiempo te tiene abrazado, y me dan celos- me dijo con su cara de niño que me encantaba.

-Jajaja… amor, ¿por qué celos? Sabes que sólo es mi primo-

-Sí pero… eres mío, mío, mío- me dijo mientras se abrazaba a mis piernas.

-Está bien… soy tuyo, tuyo, tuyo. Pero tú también eres mío, mío, mío- le dije algo divertido.

-Sí… soy completamente tuyo, tuyo, tuyo- igual me dijo algo divertido.

Nos pusimos a ver la televisión como por 1 hora, porque salió una película que me gustaba mucho y que él nunca había visto; Titanic.

Cuando me dijo que nunca la había visto, se me hizo muy raro porque, ya es raro que alguien no conozca esa película. Yo ya la he visto un millón de veces y, debo admitirlo, es de mis favoritas. Cada vez que la veo me pongo a chillar a moco tendido, más en la parte donde Rose vuelve al barco y le dice a Jack: “Si tú saltas, yo salto”. Esa parte me saca más lágrimas que cuando me golpeó fuerte en el dedo chico del pie.

Pero bueno, nos pusimos a verla y, en esa parte de la película, Luis se me quedó viendo pensando que no lo veía.

-¿Qué pasa, amor?- le dije al verlo de reojo mientras seguía viendo la película.

-Nada, bebé- me respondió y pensé que ya no me vería, pero no… lo siguió haciendo.

Cuando se me salió la primera lágrima, me dijo:

-Aww… no llores. Es sólo una película- se burló.

-Una película muy buena y romántica- le dije algo enojado.

-Pero no te enojes, solo es una broma. Sabes que nunca me burlaría de ti-

-Pues más te vale- le dije jalando un poco su pelo.

En eso se levantó y me empezó a besar. Nuestros besos duraban mucho tiempo, a veces se subían de tono pero nunca terminábamos haciéndolo. Siempre que se veía venir algo así, me preguntaba si estaba listo y si era tiempo, yo le preguntaba lo mismo y ambos terminábamos riéndonos y desapartándonos. Pero ese día fue diferente.

Mientras nuestros besos subían de tono, noté que su respiración era más agitada.

-Oye, no te quiero presionar ni tampoco sólo para esto y lo sabes pero, ¿te gustaría hacerlo conmigo?- me dijo después que se separó de mí.

-Sí- fue todo lo que dije y le seguí besando.

Después de unos minutos besándonos en su sala, se levantó y me cargó en sus brazos mientras yo me abracé a él con mis piernas. Me llevó a su cuarto y me recostó en su cama, mientras nos seguíamos besando.

-Amor, ¿te gustaría ser el pasivo o el activo?- me dijo mientras se quitaba la camisa.

-La verdad, el pasivo, ¿a ti, amor?-

-El activo- me dijo y me siguió besando.

Pensaba quitarme yo mismo la ropa pero Luis me detuvo, haciendo el trabajo él. Siempre supo que me daban muchas cosquillas si me besaba en el cuello, así que se fue hacia mis pezones. Fue un placer inexplicable.

Aún traía el pantalón, entonces yo se lo quité y me fui hasta su cuello y lo empecé a besar y a morder. Lo único que escuchaba eran sus gemidos y sentía como me agarraba de la cabeza en señal de que no quería que me quitara de ahí. Después bajé a sus pezones y a ambos les di el mismo tratamiento que a su cuello. Me encantaba escucharle y saber que le hacía feliz.

Volví a subir a su cara y le seguí besando, buscando con mi lengua la suya y sus labios mordían los míos. Busqué su erección sobre su bóxer y la acaricié, sintiendo algo húmedo, a causa de su excitación. Al momento bajó mi bóxer y agarró mi verga y la empezó a chupar por unos 10 minutos, hasta que subió a mi cara y me besó de nuevo. A mí me dio algo de asco porque había probado esa parte de mí y quería besarme, pero no lo demostré y recibí su beso apasionadamente.

Bajé hasta su bóxer y besé su verga sobre la tela y subí la mirada a Fer, que me veía muy excitado e invitándome a bajar su bóxer. Lo hice y me encontré con su parte íntima, no lo pensé dos veces y la empecé a besar, cuando sentí que Fer retorcía sus caderas por el placer que le daba. Después de varios minutos me dijo que lo dejara, que estaba a punto de correrse. Así que nos seguimos besando y acariciando mientras se recuperaba.

Después me mordió mi oreja y me dijo que si estaba listo, yo le dije que sí.

-Amor, pero si no lo hago bien, no te enojes ni nada. Es mi primera vez- me dijo mi novio.

-Sé que lo harás bien, no te preocupes. Pero, también es mi primera vez- le dije y me sonrió y luego me besó.

Realmente era mi primera vez, no le mentía. Yo nunca pensé que era la primera vez de Luis. Después de terminar de besarnos, me dijo que me volteara y le dije que no, que quería ver su cara mientras hacíamos eso. Entonces abrí mis piernas y él se acercó más a mí. Primero empezó despacio con la punta, hasta que poco a poco lo terminó de meter completo.

La verdad, yo había escuchado de muchos que la primera vez dolía mucho, otros decían que no pero, a mí sí me dolió mucho. Cuando Luis escuchó mi quejido, se salió y me dijo que si no quería que lo dejáramos, yo le dije que no, que siguiéramos.

Cuando estuvo por completo dentro de mí, se estuvo sin moverse y besándome, hasta que sentí su “viene y va”. Lo veía a la cara y me gustaba verlo así, se veía muy sexy. Estuvimos así durante 15 minutos más y, la verdad, pensé que nunca terminaría pero, no sentía prisas, me gustaba lo que estaba viviendo. Después escuché cómo bufaba y, en señal de que estaba a punto de terminar, empezó a moverse más y  más rápido. Sentí 3 chorros dentro de mí. Fer estaba todo sudado, al igual que yo. Fer no se salió de mí, se quedó dentro y me empezó a masturbar, mientras seguía con el mismo movimiento. No duré mucho en venirme y, cuando pasó, Fer me miró a los ojos y me dijo:

-Te amo, no te miento, te lo puedo decir con mi corazón. No creas que sólo es porque tuvimos esto, no quiero que pienses que sólo te quiero para esto-

-Yo también te amo, amor- yo también se lo podía decir sin mentiras. –Te amo y eres lo mejor que me ha pasado, no sé qué haría sin ti- le respondí mientras bajaba a besarme.

-Es lindo saber que mi primera vez fue contigo; con alguien que realmente ame. Y es lindo saber que me entregaste tu primera vez-

-Al igual te puedo decir lo mismo, amor- le dije y nos quedamos abrazados mientras nos recuperábamos.

Después nos levantamos a bañarnos y a cenar algo (nos dio hambre de nuevo por lo que hicimos, jajaja).

Esa noche me sentía muy a gusto, tan protegido a su lado. No sé pero, sentía que podrían llegar muchas personas a lastimarme pero, estaba él, era como si estuviera protegido por todo un ejército. En eso recordé una canción que me gustaba mucho y que acababa de salir: “Adore You” de Miley Cyrus. No lo pensé dos veces y tomé mi celular y busqué el vídeo con la letra en español en Youtube. Lo reproduje y le empecé a cantar la canción.

“Baby, are you listening? When you say you love me, know I love you more. When you say you need me, know I need you more. Boy, I adooooore you… I adooooore you… Baby, can ya hear me? When I’m crying out for you. I’m scared, so scared. But when you’re near of me I feel like I’m standing with an army… I am armed with weapons…”/ “Bebé, ¿estás escuchando? Cuando dices que me amas, sabes que yo te amo más. Cuando dices que me necesitas, sabes que te necesito más. Chico, te adooooooro… Yo te adooooroooo… Bebé, ¿puedes escucharme? Cuando estoy llorando afuera, por ti. Estoy asustada, tan asustada. Pero cuando estás junto a mí me siento como si estuviera con un ejército… Estoy armada”

Ésta fue la parte que más le gustó a mi novio. Cuando la canción acabó, sonrió y me besó por mucho tiempo, hasta que sentí que sus movimientos con sus labios disminuían, señal de que tenía mucho sueño.

-Amor, duerme. Ya es tarde- le dije

-Descansa, amor. Te amo- me dijo y me acomodó en su pecho y no s quedamos dormidos.

Al siguiente día despertamos alrededor de las 8 de la mañana. Bueno, desperté a esa hora, porque Luis aún seguía durmiendo. Me seguía abrazando y, en eso, separé mi cara de su pecho y la levanté para verlo. Fue uno de los mejores recuerdos que tengo; se veía tan lindo dormido y su cabello despeinado. Alcé mi cara a sus labios y lo iba a besar para despertarlo pero opté por dejarlo dormir. Me dispuse a salir de la cama y traerle algo de comer, pero me agarró del brazo y me jaló hacia él.

-¿A dónde vas, amor, me pensabas dejar solo?- creí que seguía dormido pero no era así.

-Oye, creí que estabas dormido, por eso no te desperté. Te iba a traer el desayuno-

-No te preocupes por eso, mientras ven… dame un abrazo- me dijo pero, en vez de darme el abrazo, me empezó a hacer cosquillas.

Mientras me retorcía en la cama por las cosquillas que me hacía, yo trataba de alcanzar su estómago y hacerle lo mismo, pero se apartaba y no lograba nada. Él sabía que si me besan en el cuello, me dan cosquillas, entonces me dijo que ya no me haría cosquillas, pero que lo abrazara… Yo dudé en hacerlo, pero al ver que era en serio, le di su abrazo pero…

-Jajajajajaja… oye, dijiste que sería un abrazo- sólo pensaba esas palabras, porque sólo me salía el JAJAJAJA

Él no me decía nada, sólo se divertía besando mi cuello y viendo cómo me retorcía por sus cosquillas. Después de 1 minuto, aproximadamente, me dejó y nos levantamos a desayunar.

Ese día no hicimos nada, más que estarnos en su casa viendo películas que, por cierto, compramos muchas golosinas y después me arrepentí por la dieta que llevaba en ese tiempo por mi instructor…

Vimos las películas: Mulán, Tierra de Osos, La Última Canción y la de La Maldición. Antes de verlas fuimos a avisar a mis padres que me quedaría con él, y no se opusieron.

Perdón por no haber dado “más detalles” de mi primera vez con Fer, o Luis. No me gusta mucho hablar de éstas cosas pero bueno, fue algo tan lindo que nunca olvidaré. A pesar de que Luis y yo ya no estemos juntos.