Todo lo que Siempre Quise, se Hizo Realidad

Ésta es mi historia con mi novio; él se llama Luis Fernando, tiene una hermosa sonrisa, ojos verdes, alto, delgado, piel blanca, caballeroso, atento, tierno, inteligente, en fin, todo lo que alguien puede pedir. Lo conocí desde primer semestre de preparatoria; antes no sabía que él estaba interesa

Hola, primero empezaré por presentarme: me llamo Luis Eduardo, tengo 18 años, soy de México, moreno, delgado (voy al gimnasio), de 1.64 de estatura.

Esta es la canción que representa al relato, les recomiendo que la escuchen y, como no está en Español y si quieren saber qué dice, busquen la letra en Google:

https://www.youtube.com/watch?v=oKar-tF__ac

Busqué el vídeo con Lyrics en Español pero no me gustó el audio...

Todo empezó cuando yo entré a la preparatoria (en el año 2011), no sabía con quién hablaría, ya que soy algo tímido. Por suerte, me tocó con unos amigos de la secundaria. Así que, todo el primer semestre fue fácil y, poco a poco, conocí a todos mis compañeros e hice una buena amistad con todos ellos.

Yo vi a Fer desde ese primer día; estaba con sus amigos sonriendo y riéndose, mientras hablaba y hablaba de cosas simples. Yo estaba con mis amigos pero, prestaba más atención a lo que decía Fer con los suyos (estábamos a unos 5 metros de lejos), cuando una amiga que sabía de mí, me dijo:

-Wey, ¿qué te pasa? Estás muy distraído- yo reaccioné asustado y, al ver mi cara, se dio cuenta de lo que estaba pensando porque, inmediatamente, volteó a ver a Luis.

-¿Te gusta ese wey?- yo me quedé en silencio, que ella entendió.

-¡No mames! Está bien bueno- eso me dio risa. – Yo creo que, así de papi, ha de tener novia, así que, no te hagas ilusiones sin antes saber bien de él, te lo digo como buena amiga-. Y realmente lo hacía, porque después me di cuenta de que era verdad.

En los primeros dos semestres, nunca le pude hablar, sólo conseguí su nombre, promedio, y su página de Facebook. No me atreví a agregarlo, a pesar de las insistencias de mi amiga, pero, en el segundo semestre, nos separaron (a mi amiga y a mi); a ella la pusieron en el grupo 2.1 (junto con Luis), y a mí en el 2.3 (a un lado de su salón).

De primero nos quejamos pero, no conseguimos algún cambio. Hasta que se me ocurrió una idea:

-Jessie, Fer está contigo en tu salón, ¡qué emoción! Hazte amiga de él y le sacas información- le dije contento. Ella se burló y me dijo que lo haría, pero que tenía que hacer unas cuantas tareas para ella. Yo asentí contento, jaja.

Dos semanas después, ya me tenía mucha información de él: No tenía novia, le gustaban las mujeres, le gustaban grupos musicales españoles, amaba a los perros, vivía con su hermana, abuelo y madre, su padre había fallecido, entre otras cosas.

Ella me dijo que me lo presentaría y, yo aterrado, le dije que no. Realmente no entiendo por qué me comportaba así, pero, al saber que le gustaban las mujeres, todas mis ilusiones se vinieron abajo pero, después me di cuenta de que sentía lo mismo por él sin importar eso.

En ese año, me hice amigo de una chava que iba con Fer en primer semestre; Brenda. Ella es mi mejor amiga ahora, Jessie me dejó por otros amigos, pero eso no importa, jaja.

Cuando andaba con Brenda, a veces, nos lo encontrábamos en los pasillos y ella se quedaba a hablar con él. Yo, por supuesto, me apartaba de ellos.

Brenda nunca supo de mí, hasta ahora que ando con Fer, entonces, en tono de broma, le echaba burla con Fer porque creía que querían andar ambos, por su forma en que se trataban. Ella me decía que sólo era su amigo y eso me tranquilizaba.

Los primeros tres semestres me la pasé sin hablarle; solo lo miraba andar por ahí con sus amigos; comiendo, jugando, peleando, incluso bailando. Fue hasta cuarto semestre. Me separaron de Brenda y, al ver el director que desde que se juntó conmigo subió de promedio (ella era pésima alumna), me cambió a su salón.

Yo no sabía quién estaba ahí, hasta que entré al salón y lo vi en un rincón. Yo busqué un lugar junto a mi amiga pero, al ver que estaba enfrente de Fer, busqué por otro lado. Ella se enfadó y fue hasta donde mí y me cambió de lugar a uno que me había apartado.

Yo sentía cómo Fer me veía, mientras hacía mis trabajos. Me entraron las ganas de hablarle pero, como siempre, no pude hacerlo por pena. Al final de la clase, la maestra pasó lista:

-Luis Eduardo- hablé para mi asistencia. Después, Fer se me quedó viendo con esos ojos verdes hermosos y, no pude evitar ponerme como un tomate.

-Luis Fernando Ávila Sánchez- no pude evitar emocionarme al saber que se llamaba igual que yo (excepto por el Fernando). Él sólo alzó la mano y, volvió a verme un rato más.

Terminó la primera clase y, poco a poco, nos fuimos conociendo todos. El día fue pasando rápido, hasta la última clase, que se dignó a hablarme.

-Hola, Luis. ¿Cómo estás? ¿Qué música escuchas?- me dijo mientras yo me quitaba mis audífonos para hablarle.

-Hola, qué tal. Pues, muy bien, jeje, ¿y tú? Estoy escuchando música de Taylor Swift (siempre fue mi favorita y ES mi favorita)- le dije.

-¿Puedo escuchar?- yo asentí mientras le pasaba un audífono. En esos momentos, estaba escuchando una canción de ella llamada “Sparks Fly”; que habla de una chica que se enamora perdidamente de un chico de “ojos verdes” y, sabe que es una mala idea pero, de igual manera le quiere junto a ella. Así que, sólo pensé: “Ésta canción es para ti, a pesar de que te acabo de conocer”.

Sé que era muy pronto para decir que estaba enamorado pero, era la primera vez que me sucedía algo así; de igual manera, 5 meses después me enamoré por completo de él.

-Y, ¿qué dice? Es que no soy bueno en Inglés- yo siempre he sido bueno en ese idioma, y le empecé a traducir la canción, cuando me dijo:

-Es hermosa; a mí me gusta un poco de todo, pero todo en Español; no entiendo nada en otros idiomas y, eso me desespera- me dijo mientras me miraba con una sonrisa.

-Es lindo hablar en otro idioma, por eso decidí ponerme las pilas desde que conocí la parte de mi familia de USA- le dije devolviéndole la sonrisa.

-Por cierto, ¿por qué no me has hablado desde la mañana? He estado esperando pero, ¡nada! Jajaja… eres chido y, me gustaría conocerte; sirve que me ayudas en algunas cosas, y más de Inglés, la siguiente clase- yo me volví a sonrojar mientras se llevaba mi morral y lo ponía a un lado de él.

Mi amiga, al ver que Fer me cambió a un lugar junto a él (yo estaba una silla enfrente de Fer), se molestó y le reclamó:

-Oye, cabrón, ¿qué te pasa? Él se quedará aquí, junto a mí, wey… Pinche “Mata Gatos”-

Ese era su apodo, me lo dijo después Brenda; en primer semestre, estaban bromeando diciendo leperadas y Brenda dijo que le gustaban los gatos (aquí en México a la vagina le dicen “gato”, entre muchos nombres más), así que le empezaron a decir que era lesbiana. Luis, en tono burlón, le dijo: “¿Sabías que una vez yo maté a un gato a palos?” Y todos se empezaron a reír de su leperada, desde ahí se le quedó ese nombre; aunque después se le quedó el apoco de “Harry”.

Yo me quedé sonrojado mientas Brenda me cambiaba al mismo lugar de antes.

-Ya te dije, mi amor, que no te juntes con este wey- era mentira –Aparte, te va a pegar lo idiota- me dijo.

Él la volteó a ver con enojo y riéndose al mismo tiempo; mi amiga siempre ha sido así de lépera y grosera; siempre me hace reír cuando tengo ganas de llorar.

-Está bien, pinche Brenda, no me lo iba a robar- dijo con una sonrisa.

El día terminó y nos fuimos los tres juntos, hasta que Brenda se tuvo que ir por otro lado, quedando Fer y yo solos:

-¿Vives por aquí?- yo asentí. –Entonces, ¿me podrías acompañar a tomar mi autobús?- eso me dejó helado pero, le miré y le sonreí, él entendió el significado de ese gesto.

Mientras íbamos hasta la parada, me iba contando de cosas que le gustaba hacer, comer, etc. Él me preguntó lo mismo y, sólo pude contarle muy poco de mí.

El autobús pasó a los 5 minutos y, cuando venía a lo lejos, me volvió a ver y me dijo:

-Oye, ¿tienes Facebook?- le dije que sí. –Perfecto, ¿me puedes agregar a tu lista de amigos?-

Le di mi página de Facebook y, cuando se fue, sólo me gritó:

-Te agregaré en unos momentos, conéctate al rato, para charlar- me sorprendía cómo tan rápido pude hablar con él, a pesar de que horas antes, no podía estar junto a él.

A los 5 minutos me agregó y lo acepté. No tardó ni un minuto para mandarme un inbox:

-Hola otra vez- sonreí.

-Hola, Fer- para mi desgracia, mi celular se descargó y se fue la luz ese día.

Ya no le pude contestar, hasta el día siguiente que lo vi en la escuela. Me preguntó que por qué no le había contestado y todo eso, en tono “hermano mayor celoso”. Yo me disculpé diciéndole la verdad, él me miro y me dijo:

-Creo que no me quieres tratar, mejor… ya no me hables- me asusté.

-Oye, es la verdad, no te miento, ¿por qué te mentiría? Si no fuera así, te lo diría de frente- mentira – Aparte, ¿qué me has hecho para pensar eso?-

Él me miró divertido y se empezó a burlar diciéndome:

-Tranquilo, era una broma- mientras me acariciaba mi cabello. Mi amiga nos escuchó y lo regañó con su “típico lenguaje”.

Poco a poco nos empezamos a tratar mejor, hasta que me di cuenta que estaba COMPLETAMENTE enamorado de él; admiraba todo de él; su inteligencia, su caballerosidad, su sonrisa, sus ojos, su hermosura, su letra, sus gestos, su peinado, su voz, sus manos, etc.

Éstas últimas, me la pasaba todo el día jugando con ellas; mi amiga y yo jugábamos “Gato” en su palma; como es de piel blanca, se le quedaba todo marcado y nos daba risa. Él nos decía que si no teníamos nada más qué hacer y nos reíamos más. Le hacía reír por completo, me preocupaba más por él que por mí, le invitaba muchas cosas de comer por verlo feliz (es muy comelón, jaja).

Yo, más que nada, jugaba con sus manos por tocarlas y disfrutar de ellas. No lo veía con lujuria o algo así, me interesaba para algo serio pero, mi gran error; me puse a pensar sólo en mí.

Dos meses después, una chica, de segundo semestre, estaba completamente interesada en él. La idea me aterró pero, me sentí mejor al ver que Fer la ignoraba y no le interesaba, aparte de que me lo confesó; ella era una completa rogona porque, ¡¡iba a buscarlo hasta el salón para sacarlo y charlar con él!!! Así pasó el tiempo hasta que, un miércoles tuve que salir a Aguascalientes (estado de México) y volví hasta el sábado.

Todos esos días hablé con Fer por Facebook pero, cuando llegué a clases el lunes, me dieron la noticia de que el viernes pasado había aceptado a “Norma” como su novia.

Quería llorar, así que, me fui al baño y me estuve como 1 hora ahí llorando. No quería verlo, ni hablar con él. Sólo pensaba: “Es tu culpa, tú te ilusionaste a lo menso sabiendo que no pensabas en sus sentimientos”.

Parte del día traté de ignorarlo y, al ver mi reacción, me dijo:

-Oye, ¿qué te pasa? Te siento muy distante conmigo- me dijo con semblante triste.

-No que no te interesaba Norma como novia… era mentira, ¿por qué mentiste?-

-Ya ves, las cosas cambian- me dijo en un tono burlante. –Aparte, no tiene nada de malo-

Me enojé y mi única reacción fue irme de ahí. Él me siguió diciéndome que por qué me iba y que no quería que lo hiciera. Hasta que tuve que dibujar una sonrisa y fingir que todo estaba bien.

Tuve que soportar por 3 meses su “relación” con ella, por no alejarlo de mí. A pesar de que me dolía ver cómo se besaban, se tomaban de la mano, se decían cosas amorosas, tenía que actuar bien ante ellos. Y, no sé cómo lo hacía pero, le daba el mismo trato sin importarme que ella estuviera con él.

A veces, notaba cómo me correspondía los gestos; más los de sus manos; acariciándome la palma de mi mano. Semanas después, vi una publicación en Facebook para él, que decía:

“No entiendo cómo me pudiste hacer esto. ¿Por qué si yo te quería tanto? Pero, es bueno saber el tipo de persona que eres desde ahora, para poder huir de ti”.

Obviamente era de Norma; Fer le contestó diciendo que él no había hecho nada, que era un chisme tonto. Entonces, le envié un mensaje viéndolo conectado:

-Hola, Fer, ¿cómo estás? Oye, ¿qué pasó?- a los pocos segundos me respondió.

-Hola, chaparro, te necesito mucho- esto me dejó sin palabras.

-… ¿qué pasa?- me escribió al ver que no contestaba.

-Perdón, me quedé pensando en la publicación que vi en tu muro, ¿qué pasó?-

-Prefiero hablarlo contigo a solas, ¿puedo ir a tu casa?- le dije que sí, pensando en que estaba completamente solo y podíamos hablar bien.

A la media hora llegó, con el semblante triste, eso me rompió por completo. Me abrazó cuando abrí la puerta y le invité a pasar, sentándonos en mi sala.

-Dime, ¿qué pasó?- le dije mientras me tomaba de la mano.

-Norma me dejó, por un chisme tonto pero, no soy tan mujeriego- me dijo en un tono de indiferencia, eso me dejó pensando mucho.

-¿Me puedes contar el chisme?- asintió, empezando a hablar.

-Le dijeron que le había puesto los cuernos acostándome con una amiga suya, pero, no fue así, no soy así-.

Yo sabía que sus palabras eran ciertas porque, con el poco tiempo que le conocía, me di cuenta, por completo, que él no era infiel; respetaba a todos (refiriéndome a todos los que le rodeaban).

Sólo lo pude abrazar mientras lloraba en mi pecho. Después me miró y me dijo:

-Gracias por todo, eres un buen amigo, confío plenamente en ti- eso de “amigo” me rompió el corazón pero, lo sabía desde antes, era sólo su “amigo”.

-De nada, Fer, eres la mejor persona que he conocido- le dije sin temor a qué pudiera decir, agregando todas sus cualidades.

Me sonrió con esos hermosos ojos y hermosa sonrisa y me acarició mi mejilla.

-Eres un gran partido, no entiendo por qué no tienes pareja aún-.

No sé por qué pero, sin temor, le dije todo lo que sentía por él.

-Porque creo que estoy enamorado de ti, porque me importas demasiado, a pesar de que tenías a Norma, como para irme con alguien más y dejarte solo. Porque, como te dije, eres lo mejor que he conocido y, me gustaría que esto se quedara entre tú y yo. Y que no me dejes de hablar por esto, por favor-.

Me miró confuso mientras yo bajaba la mirada, cuando me habló de nuevo:

-No me equivocaba- creo fue para él –Me da gusto saber que alguien piensa así en mí; Norma sólo me trataba como un muñeco; presumiéndome con los demás-.

Me quedé anonadado viendo hacia el suelo mientras seguía hablando.

-No te preocupes, no le diré a nadie nada, chaparrito. A pesar de que no soy completamente gay, siento algo similar por ti-.

Al ver mi cara confusa, siguió hablando:

-Sí, soy bisexual-.

Me quedé más paralizado de lo que estaba, y más cuando se acercó y me dio un tierno beso en mi mejilla, para luego seguir con mis labios. Reaccioné y pensé: “¿Realmente será así, o es que está en un momento de debilidad y quiere venganza?”, entonces me aparté diciéndole:

-¿Sabes? Creo que estás teniendo un momento de debilidad y, sólo buscas alguna forma de vengarte de Norma-. Me miró triste y me dijo:

-Pensé que me conocías bien- al momento me di cuenta de lo que había dicho.

-Perdón, Fer, pero, esto es muy confuso para mí…- cuando me calló con otro beso.

… Ésta es la primera parte de mi relación con “la persona más linda que he conocido”. En la siguiente contaré cómo nos hicimos novios.

Espero que les haya gustado la primera parte, en la siguiente, habrá más romanticismo (sexo no, porque tardamos alrededor de 7 meses para hacerlo).