Todo lo que pasó por un error (3)
Después de haber fracasado mis pesquisas en el hotel decidí investiga por mi cuenta
Me canse, que en el hotel, mis pesquisas no me hubieran llevado a ningun lado. Así que salí a investigar con los taxistas, que se encuentran enfrente de los hoteles, por más que busqué no encontre el taxi que me había llevado al antro de Rarotonga. Así que me fui con cajas destempladas a mi cuarto. No baje durante el resto del día y me dediqué a ver televisión y a repasar algunos asuntos pendientes de mi trabajo. Me quedé dormido en mi cama, desnudo y todavía con la sensación placentera de mi culito palpitando.
Por la mañana, acudí a mi trabajo, estuve muy ocupado, así que no me dió tiempo de pensar en lo que habia pasado anteriormente. Pero al regresar al hotel, decidí hacerlo caminando, di un largo paseo por las calles de la ciudad, cosa que no había hecho con anterioridad. Me puse a ver las vitrinas de los negocios hasta que llegué a uno donde se vendía lencería de todo tipo, mi primer impulso fue salir corriendo, pero pudo más mi morbo que la verguenza que sentía entrar a una tienda exclusivamente de damas. Así que pase y lo primero que veo es una dependienta muy amable que me pregunta ¿busca algo en especial?, no supe que contestar, y además esa pregunta me turbó y creo que hizo que me sonrojara. entonces Beatriz, que así se llamaba la dependienta, muy amablemente me dijo no se preocupe, muchos hombres vienen a compra algo para su novia, esposa o amante, así que no se turbe.
Me dió confianza, pero aun así hubo cierta vacilación en mis palabras, por lo que ella me llevó hacia el interior de la tienda, ya que estabamos casi en la entrada, y me dijo: - No se preocupe, si no tiene novia, esposa o amante, yo le puedo sugerir algunas prendas, diciendo esto, me guiñó el ojo. Me hizo sentir confianza, pero de todas maneras, le dije que buscaba lencería para una hermana. Entonces me pregunta ¿y como de que talla es su hermana?, le dije no se, entonces ella me guiñó de nuevo el ojo y me dijo si su hermana es de su complexión, ya se lo que le quedaría bien. Me llevó a una sección donde había tangas de distintos estilos, bodys, baby dolls, batas, medias, pantimedias y ligueros, sostenes, protesis de pechos de cuando menos una copa D y unos vestidos preciosos, todo me pareció muy hermoso. Entonces ella escoje dos prendas de cada una de ellas, de distintos colores: rojos, negros y blancos y me dice al oido, estas son de su medidad y se verá preciosa. Después me lleva al departamento de pelucas y maquillaje y escoge dos pelucas una rubia y otra morena y un juego de maquillaje con sus respectivas pestañas. Luego me lleva al departamente de zapatos y me ve mi calzado y me dice estos se te veran divinos, eran una sandalias con plataforma y otras sandalias pero con correas que se veían que llegarían hasta por debajo de las rodillas. Me llevó a la registradora y me envolvió mis cosas y me las entregó en propia mano, pagué y al despedirnos de beso en la mejilla, y me dijo al oido, ya sabes lo que no te quede me lo devuelves.
Así cargado con bolsas, decidí regresar al hotel en taxi. Cuando llegó el botones, que me había dado la invitación se me acerca, y me dice te vas a ver divina querida. Entonces volteo y cuando le voy a decir algo, veo que es otro botones, esto me dejó pasmado. No permití que me ayudaran con mis compras y me fuí directamente a mi cuarto. Ya cuando estoy en mi cuarto, decido abrir todos los paquetes y cual sería mi sorpresa que me encuentro entre la lencería un gran dildo de color negro, idéntico a uno verdadero, nada más esperaba verlo palpitar. Nunca me fijé cuando lo había puesto ahí Beatriz. Guarde las cosas en en el closet y bajé a cenar algo en el comedor del hotel.
Cuál sería mi sorpresa, que nuevamente me encuentró al botones en el lobby del hotel, antes de pasar al comedor, se me acerca sigilosamente y me dice el próximo sábado hay fiesta, y esta invitada. No le hago caso y voy a cenar. Pero desde ese momento hasta el viernes en la noche estuve muy inquieto, ansioso y por todo me enojaba, en la oficina me decía ya casate y si estas casado divorciate, porque traes un humor de perros. Por las tardes después del trabajo, ya instalado en mi cuarte, me dedicaba a vestirme con mis ropas que había comprado y a practicar el caminado con mis sandalias de plataforma. Además de aprender a maquillarme, siguiendo los tutoriales que hay en internet. Como la práctica hace al maestro, pues de tanto practicar me acabé el maquillaje, pero ya quedaba maquillada a mi gusto.
El jueves, pase por la tienda, donde había comprado todo mi equípo, y me encontré nuevamente a Beatriz, quien me saludó muy esfusivamente y me pregunto ¿como te quedó todo?, perdón, ¿cómo le quedaron a tu hermana?, le conteste, simultaneamente que le guiñaba el ojo, muy bien, me contesó perfecto y ahora que se te ofrece, le dije que como había practicado mucho, mi hermana, con el maquillaje se habían acabado algunas cosas, entonces nos dirijimos hacia el lugar donde estaban los estuches de maquillaje y escogió el más grandes, con nuevos juegos de pestañas. Cuando nos despedimos me dijo quisiera ver a tu hermana un día de estos para saber como se ve. Le contesté pues creo que será pronto. Cuando llegué a mi cuarto, me desvestí, me día una ducha, me depile con la crema, que nuevamente me había puesto en mis compras, en forma imperceptible, Beatriz. Me maquille y me vestí con un juego de tanga y sosten de encaje, que era perfectamente llenado por las protesis de pechos que tenía, la tanga era blanca con la parte de enfrente muy pequeñita, pero me tapaba los suficiente para que no se me viera el paquete y el hilo dental acariciaba muy cachondamente mi culito, y al caminar sentía las caricias delicadamente en mi culo, luego me puse unas pantimedias color carne y después un liguero y unas medias de red, de color blanco, con unos moños color rojo, muy coquetos, que quedaban en la parte posterior de mis muslos, me puse un vestido color blanco, con mis sandalias también de color blanco, mi peluca morena y un maquillaje muy difuminado, con unos labios rojos cereza que daban un aspecto, de mi boca, muy sensual y más se veía porque eran de color brillante y que no se corre. Me vi en el espejo del baño y casi me voy de espaldas, por lo que ví, pues el espejo reflejaba una bella mujer, con un cuerpo, de como llaman ahora, gordibueno, con unas caderas amplias, acinturada y con unos inmensos globos, que cuando caminaba se bamboleaban, que perfectas eran las proteis de mis pechos.
Me quedé pensando, un buen rato, y al fin cuando anocheció decidí que iría a un bar que se encontraba a una cuadra del hotel. Cuando bajé al lobby del hotel, volvió a aparecer el botones, que ya me tenía harta con su apariciones, me dijo se ve muy hermosa, va de conquista, no le contesté y le hice una mueca de disgusto.Cuando salí, a la calle y empecé a caminar con mi nueva personalidad, se me quitó el valor que había tenido anteriormente y que ne había permitido salir de mi cuarto y bajar al lobby. Pero ya estaba hecho, ya estaba en la calle, así que ya no había vuelta atras. Me fuí caminando hasta el bar y cuando llegué, estaba en la entrada, una gran cantidade de hombros, a cual más de guapo y con cuerpos atléticos y todos se voltearon a verme, cuando iba entrando al bar, y me dijeron, algunos unos piropos hermosos otros una serie de sandeces. Pero todos se habían quedado boquiabiertos ante mi garboso caminar y el bamboleo de mis caderasy mis inmensas nalgas que se veían divinas atraves del vestido. Me atendió un mesero y me dijo que si tenía reservación, le contesté que no, entonces me acompañó hasta la barra donde me hicieron lugar dos formidables especimenes de machos dominantes. Estuve un tiempo platicando con los dos y a cual mas empleaba sus malas artes para conquistarme, se hacían los sinpáticos y en varias ocasiones me tocaron mis nalgas en forma muy sutil y sensual, ya que mis promimentes caderas salían por un lado del banco donde estaba sentada, y uno fue más audáz que el otro y fracamente me dió una muy buena masajeadas a mis nalgas y todavía se atrevió a pasar su mano entre mis nalgas, pero no logró hacer bien por más que quizo, porque se lo impidió la pantimedia que traía, en ese momento me arrepentí de habermela puesto, pero lo hecho, hecho está, entonces como el fue audáz yo también lo fuí y como que no quiso la cosa le pase mi mano sobre su paquete y que sorpresa me lleve era enorme y se tocaba aun medio flácida, esa verga dormida, pero de muy buen tamaño y muy cabezona, se volte y me muerde la oreja y me dice vamonos preciosa y sabras lo que es bueno, porque todo lo que tocaste será tuyo con toda y su leche, le dije que no fuera desesperado que ya habría tiempo. Así estuve un buen tiempo, en el bar, hasta que les dije que me tenía que ir pues tenía un compromios previo y que no podía irme con ninguno de ellos. El más audáz insistió y me llevó hasta la puerta, pero le dije que no.
Salí al aire libre y me sentí liberada, pensando como había podido ser capaz de semejante acción y todavía de haberme consegudio dos galanes. Cuando llegué a mi habitación, momentos después, oigo unos leves toquidos en la puerta y cuando la abro entra mi galan audáz y me toma de las manos y me dijo vengo a que terminemos lo que empezamos, le dije en forma cariñosa que me soltara, pero el apretaba mis muñecas más fuerte. Me lazó a la cama y me dejó sentada, y en un santiamen se sca la tremenda verga y me la muestra, ya estaba en toda su erección y era un termendo trozo de carne que medía cuando menos unos 23 cm. de largo y muy gruesa, no puedo calcular cuanto medía, y con tremenda cabezota al descubierto. De un salto se acerca a mi y me pone en la boca aquella cosa carnosa, palpitante y con olor a macho, al principio me obligaba a que se la mamara, pero después yo se la estaba mamando con mucho gusto, pues me estaba poniendo muy caliente y cachonda, la tomaba con las dos manos y se la masturbaba, meintras con la boca me prendía en esa cabezota, así duramos poco tiempo hasta que el empezó a gemir y hacer ruidos guturales y me toma la cabeza con ambas manos y me sampa parte de su verga en mi boca y se da una magnifica venida, con una cantidad abundante de leche, con un rico sabor, entonces lo que hago mientras mamo y me trago la leche, uso las manos para exprimirla y así no desperdiciar ninguna gota. Pero mi galan no se ha quedado satisfecho y me voltea y me sube el vestido, me baja las pantimedias, más bien me las destroza y se lanza a lamerme el culo que parace que quiere sacara algo, me mete la lengua hasta donde puede y me muerde, me nalguea, mientras se pone su verga otras vez lista para el ataque. Me llena el culo de saliva, y utilizando su líqudo preseminal como lubricante, se lo unta en su verga y luego sin misericordia me clava su lanza en mi culo, el cual cede al paso de semejante arma dejando que entre de un solo envión toda su cabeza, lo que me hace que de un gritito de dolor, pero él no lo toma en cuenta y luego me mete todo el tronco de su verga en mi culo hasta que logra que su pubis choquen en mis nalgas, siento un dolor y un ardor tremendo, pero sus movimientos de meterme su verga y de sacarla de mi culo hacen que se pase y en su lugar lo ocupe una sensación de placer y gozo hasta que me hace que tenga un orgasmo y luego otro y luego otro, hasta que siento que su verga se pone más grueso y empieza a expulsar nuevamente una cantidad abundante de leche, llenado mi culo y dejandolo ya sedado, y con pocos deseos de más verga. Así nos quedamos él con su verga en mi culo y yo con mi culo con su verga, inmoviles, hasta que nos separamos y luego, después de volverse a acomodar su ropa y medio peinarse, dió medio vuelta y sin despedirse se va. Fui violada por un desconocido y no me importó, pues gocé de lo lindo, lo que me preocupaba era que me había roto mi pantimedia.
El viernes pasó rápido, y el sabado ya estaba yo lista vestida, maquillada y con un buen enema, para limpiar mi intestino, con mi ropa nueva y con un maquillaje que me hacía ver de muy hermosa, modestia aparte, pero cual sería mi sorpresa que cuando bajo al lobby, del hotel,me encuentro al botones, que en esta ocasión ansiaba verlo, y cual sería mi sorpresa que me dijo amiga tu calentura te hizo perder una noche de locura y haber sido la preferida de Rarotonga, sus mujeres son exclusivamente de ella y tú, ya perdiste esa exclusividad dandole tu culo aun padrote vulgar. Perdiste lo más po lo menos, te perdio ser tan puta. Se dió media vuelt y me dejó en medio de lobby, del hotel, con mi corazón destrozado y llorando...