Todo esta resuelto

Un matrimonio y una amiga, tienen serios problemas y han conseguido resolverlos de la una forma inesperada.

TODO ESTA RESUELTO

Somos un matrimonio, de 28 años ella y 34 años él; vivimos en las a fueras de Madrid, en un chalecito. Nos encanta la naturaleza, los animales, practicamos el nudismo, no bebemos, ni fumamos y somos muy sinceros el uno con el otro, lo que hace que nuestra relación funcione muy bien; ante todo somos grandes amigos y amigos de nuestros amigos.

Clara mide 1,70, pelo castaño, ojos azules, pesa 61 kilos; es hija única. Usa una talla 40 de pantalones, M de camisetas y una 95 de sujetador. Es licenciada en Filología Inglesa, lo que le permite trabajar muchísimo desde casa, dando clases particulares, haciendo traducciones, etc.

Yo soy Iván, 1,85, pelo castaño, ojos marrones; peso 89 kilos; Utilizo una talla 44 de pantalones; una XXL de camisetas y un 45 de calzado; como decía mi abuela, tengo por pies dos curas tumbados jajaja. Soy el pequeño de la familia, tengo tres hermanas y no es que mis padres fueran a por el niño, mi nacimiento fue una casualidad y algo inesperado; por lo que con mis hermanas me llevo algunos años, concretamente con la menor 7 años.

Como mis padres trabajaban los dos, mis hermanas se encargaron mucho de mi y de mi educación. Siempre me han tratado muy bien; me han ayudado muchísimo con los estudios y con muchos aspectos de la vida en general, sobre todo me enseñaron y me inculcaron desde bien pequeño, el respeto por los demás y sobre todo por las mujeres.

Estoy acostumbrado a verlas en ropa interior, desnudas, felices o hundidas por el resultado de sus primeros amores. Aprendí a estar callado y a saber escuchar, para así aprender todo lo posible, al poder oír cuando las amigas de mis hermanas, venían a casa e intercambiaban experiencias con pleno detalle, a tomar buena cuenta de ello.

Crecer en ese ambiente, rodeado de mujeres y con una ventana abierta a sus emociones; marco mi forma de ser de una manera muy profunda y me propuse no ser uno de los hombres, que no tratara a las mujeres con el respeto y atención que merecen.

Al no beber, no fumar, no gustarme el fútbol y mi respeto al sexo opuesto; siempre desde joven, el trato con los de mi mismo sexo fue bastante difícil; hasta el punto que me catalogaban a veces de homosexual; ya que cuando alguno se jactaba de lo macho que era, de con cuantas tías había estado, de lo que había hecho y demás; mientras que los demás le vitoreaban; yo siempre les hacia la misma pregunta ¿Cuántas de esa chicas, vuelven a repetir estar contigo?; vamos que era su mosca cojonera.

La verdad es que yo, no he tenido relaciones con muchas chicas, aunque mis hermanas, como no; me decían que si yo quisiera podría ser gigoló; pero algo de lo que me siento muy orgullos es que con todas, conservo una buena amistad y se han sentido respetadas por mí en todo momento.

Precisamente por eso conocí a Clara, en una fiesta de unos amigos comunes, le llamo la atención que en un corrillo de chicas, varias de ellas hablaran de un chico, con el que habían estado, no le pusieran a parir y de la suerte que tendría la que en su día fuera su pareja, por el hombre y compañero que estaría a su lado para siempre.

Los dos nos complementamos a la perfección, antes de que uno diga algo, el otro lo dice; coincidimos en la mayoría de las cosas que nos gustan y en lo que somos diferentes, pues nada es lo que tiene, cada uno es como es y así hay que aceptarlo.

En cuanto a sexualidad, si valoramos nuestra relación del 1 al 10; podríamos decir un 12. Nuestras prácticas sexuales están llenas de Amor, lujuria, desenfreno, pasión, delicadeza, confianza, entendimiento y por supuesto, con algunos otros aderezos; juguetes sexuales, exhibicionismo, algo de dominación. Bueno de forma delicada, pero enriquecedora.

Unos años atrás tuvimos graves problemas; estábamos intentado tener hijos, pero estando Clara embarazada de 5 meses, se le produjo un aborto; fue el más peligroso de los tres que había tenido y en esa ocasión, después de que el susto pasara, el médico nos recomendó el no intentarlo de nuevo; ya que era bastante peligroso para ella.

Al parecer es algo de familia. Su madre para quedarse embarazada, tuvo que estar en tratamiento, para que no se le produjeran abortos y precisamente por eso dicen los médicos que Clara tenía el útero en forma de T; además, por los abortos anteriores que ha sufrido y los legrados que tuvieron que hacerla; en el interior tiene unas cicatrices que ya no van a permitir que el embrión se implante de forma natural y de hay que sea tan arriesgado el embarazo; por lo que después de darle vueltas, decidimos no volver a intentarlo y se hizo una ligadura de trompas.

No tengo que explicaros lo que eso significa para una mujer, durante un tiempo nuestra relación se centró en lo más importante y el terreno sexual pasó a un segundo plano.

Después de lo ocurrido, los primeros meses; fueron muy difíciles, pero afortunadamente, cuando yo no estaba en casa por tener que ir a trabajar; Verónica, venía y estaba con Clara haciéndola compañía.

Vero, es su mejor amiga desde la infancia, bueno más bien es como si fuera su hermana gemela. Físicamente son idénticas, mismo cuerpo, mismo color de pelo; siempre andan cambiándose ropa, incluso a veces, cuando van de compras, si una tiene dudas y no sabe por cuál decidirse; cada una se compra un vestido y luego se lo intercambian.

Cuando hemos tenido que pasar por los malos momentos; siempre ha estado a nuestro lado y sobre todo junto a Clara. Yo me llevo fenomenal con ella, nos tratamos como si fuéramos cuñados, más que como amigos y en general pasamos mucho tiempo juntos.

Verónica tiene una relación bastante tormentosa, con su actual pareja, la deja plantada en las citas y se va con los amigotes, bebe un poco más de la cuenta; incluso la engaño un par de veces, que ella sepa; no termino de entender que hacen juntos, pero cada uno en su vida sabe lo que hace.

Un día Vero y su pareja Andrés, iban a venir a pasar el fin de semana con nosotros; algo que no me hacía mucha ilusión por la forma de en la que Andrés, trataba a Verónica, que ya en alguna ocasión había generado alguna discusión entre nosotros. Cuando llegó la hora, llamaron a la puerta y al abrir allí estaba Verónica solamente; el cabrón de Andrés, la había vuelto a dejar colgada y se había ido de fiesta con unos amigos.

Os podéis imaginar la cena, Verónica llorando, despotricando, haciendo revisión a toda su vida, a su relación, de que si se lo merecía; Clara ponía a parir a Andrés, yo trataba de frenarla un poco e intentaba consolar a mi cuñadita, en un momento de la conversación me miró fijamente..

  • Necesito que me digas que opinas, nunca te mojas ¿qué piensas de Andrés? Parece que le justificas ¡joder!

  • Vero cielo, no quiero que pienses eso, pero me conoces, yo no voy a opinar de una persona a la que no conozco y que además no está aquí; cada uno en su relación sabe lo que hace; lo que si te puedo decir a ti, con todo mi cariño, es que lo veo. Cuando tú estas con él, no eres tú; no eres Verónica, no te vemos feliz, alegre, te comportas de forma distinta, estas a la defensiva, amargada. No termino de entender que es lo que te da, para que le permitas que te humille de esa manera, por supuesto que me duele, que le partiría la cara si pudiera; pero es un tema que tienes que solucionar tu, no nosotros.

  • Pero ¿qué quieres que haga?, vivo en su casa, ahora encima no tengo trabajo y además......... soy, soy una mierda....(rompió a llorar)

Clara se levanto de la silla y abrazo a Vero, las dos se pusieron a llorar; si en ese momento Andrés hubiera estado aquí, no sé lo que habría pasado.

  • Vayamos por partes, tu no eres ninguna mierda; aunque ahora mismo no lo creas. Si los problemas por los que sigues con Andrés, son los que dices; cuando quieras, te vienes a vivir con nosotros a casa y puedes estar aquí, el tiempo que necesites, sabes que esta siempre será también tu casa. Ahora dime ¿qué piensas hacer?

Verónica se levantó de la silla, vino hacia mí y me abrazó tan fuerte que hasta me costaba respirar; se la veía aliviada.

  • Cuñado eres increíble, cuanto te quiero; que lastima que no haya más hombres como tú.

  • Anda cuñadita, no me hagas la pelota, seguro que los hay, solo tienes que buscar un poco más, voy a por el café.

Me fui preparar el café, ellas se quedaron hablando, cogí unos bombones mientras, me acerque para llevarlos a la mesa y según me acercaba.

  • Joder, Clara, que suerte tienes con Iván; te lo digo de veras, que lastima que no haya más hombres así, es un encanto; siempre sabe que decirte, esta pendiente de ti y con esa seguridad en si mismo, que te da tanta confianza...

Clara en ese instante rompió a llorar, abrazándose a su amiga

  • Por eso me duele tanto no poder darle un hijo; por más que quiero no puedo quitarme la idea de la cabeza; le veo como es, como se comporta con sus sobrinos, con sus hermanas, con todo el mundo y se que sería un gran padre, que es algo que a él le encantaría y que por mí por mi seguridad, el ha renunciado a ello sin rechistar. Me hace sentir tan pequeña a veces, incluso ahora cuando tenemos relaciones, está tan pendiente de darme tanto, que pienso que no estoy a su altura; no puedo actuar como antes, se que el necesita más, que me dice que no me preocupe que lo entiende y se que me dice la verdad pero le amo tanto.

  • Aquí os traigo unos bombones para endulzar un poco la noche y si no os importa, hoy estoy muy cansado, ahora os traigo los cafés y me voy a dormir, que mañana, me quiero ir a correr con Chester (Nuestro perro adoptado)

Hay momentos en los que uno se tiene que dar cuenta, de que sobra y este era uno de ellos, Clara necesitaba hablar y si yo estuviera sería una molestia; les lleve los cafés y me fui a dormir.

Estuve toda la noche dando vueltas a lo que escuche decir a Clara; me levanté por la mañana, Clara dormía a mi lado, ni sentí a que hora vino a acostarse. Cogí a Chester y nos fuimos a correr, de regreso, pare en la floristería, compre unas flores y en la panadería compre unos croissant. Cuando llegue a casa, las dos bellas durmientes todavía no se habían levantado. Preparé el desayuno en la terraza, me acerque a las habitaciones.

  • Vamos chicas a levantarse, entre en nuestra habitación, Clara aún dormía, puse unas flores en la almohada; Buenos días Princesa, hora de levantarse (me dirigí a la otra habitación, puse otras flores en la almohada). Buenos días cuñadita dormilona, a levantarse; (saliendo) vamos chicas, me voy a duchar y cuando salga quiero veros levantadas; hace un día espléndido a despertar.

Me di una ducha rápida y cuando me dirigía a la habitación, escuche ruido en la cocina, me asomé y vi a Clara de espaldas, intentando coger algo de las estanterías de arriba de la despensa, lo que me impresiono, es que no iba en pijama como últimamente desde que tuvimos el problema; llevaba su camiseta pijama y al tener los brazos tan levantados, dejara ver el principio de su culo; me acerque sigilosamente, baje un poco mis pantalones, la abrace y con una mano para evitar que gritará y asustara a Verónica tape su boca; mi polla se había puesto tiesa al momento y al contacto con su cuerpo se alojo entre sus piernas notando la suave piel de su sexo; me acerque a su oído.

  • Dioshhh, cuanto te echo de menos; necesito amarte, follarte, quererte, joderte, sentir como te deshaces, inundarteehhh.

Note como su sexo se humedecía, su cuerpo se estremeció, retrocedí un poco, empuje, note como su sexo se abría, como mi polla empezaba a entrar dentro de ella; estaba estrecho, caliente y húmedo a la vez, hacia mucho que no sentía esa sensación, vuelvo a empujar, mitad de mi polla está dentro de ella; de repente deja caer un brazo, se apoya en la encimera, doy otra embestida y noto como mis huevos, chocan contra su cuerpo violentamente; su cuerpo se tensa, noto como tiembla y siento como si de su interior manara un río de fluidos, en ese momento el frasco de mermelada que tenía en la otra mano, se cae al suelo y se rompe, ella estaba descalza, la cojo en brazos.

  • Espera, no te vayas a cortar (la dejo en la mesa y me doy la vuelta para ver el estropicio); ¡joder! La que hemos liado.(Oigo desde la puerta la voz de Clara)

  • ¿qué ha sido ese ruido? ¿qué esta pasando?

  • Nada Cielo, el tarro de la mermelada que se ha caído y se ha...........

No puede ser, me doy la vuelta, Clara está en la puerta; miro a la mesa, es.... es.... Verónica; ¡acabo de follarme a Verónica! Tiene puesta la camiseta de Clara, esta roja como un tomate, totalmente en silencio.

  • Me cago en la puta, ¡me cago en la puta!, no puede ser, vaya cagada tío, vaya puta cagada.

Salgo gritando y me voy al garaje, cierro la puerta y me lió a dar de ostias al saco de boxeo, analizando todo lo sucedido y tratando de tranquilizarme.

Han pasado unos cuarenta minutos, no las veo en el jardín, tampoco en el salón, voy a la habitación y están sentadas en la cama hablando tranquilas, se quedan en silencia al verme llegar.

  • No se que decir, perdona, me confundí y me deje llevar. Creí que eras Clara. Cielo lo siento, yo no pretendía.

  • (Clara se levantó y me abrazó) Iván tranquilo, lo entiendo, Verónica me lo ha contado. Yo la había dejado mi camisola para dormir, se le había olvidado con las prisas coger el pijama suyo, ha sido una confusión, no pasa nada; haber si ahora vas a ser tú el que se ahogue en un vaso de agua. Han pasado muchas cosas en poco tiempo, quizás demasiadas y tanta tensión tenía que salir por algún lado.

  • No sé, Verónica, perdona de verás yo jamás pretendería.....

  • Anda tonto, te lo estamos diciendo, no pasa nada; además te tengo que dar las gracias. Aunque no lo creas, lo que acaba de pasar; el escuchar lo que has dicho, la manera de decirlo, el sentir tan de cerca tu pasión, tu deseo, tanto amor; me ha servido para darme cuanta de que jamás Andrés, será capaz de hacer algo semejante.

  • Iván deja de darle vueltas. Verónica y yo, hemos estado hablado y si no has cambiado de opinión, va a necesitar venir a vivir con nosotros una temporada; va a dejar a Andrés.

  • Uff, Ahora mismo no sé, por supuesto que no he cambiado de opinión, faltaría más, ya me conoces; pero........ darme un poco de tiempo; tengo que asimilar todo lo ocurrido.

  • Cuñadito, ya esta todo aclarado, quédate tranquilo.

  • Tranquilo; Verónica, por favor, que si no es por que se cae el tarro de mermelada, a faltado un pelo de que me corriera dentro de ti ¡joder que es muy fuerte!

  • Si te sientes mejor tu has estado a punto, pero yo me he corrido como nunca. Cuando Clara me contaba lo que le hacías sentir, cuando discutíamos de lo importante del tamaño de una polla si se sabe utilizar; madre mía, si en veinte segundos has conseguido que tenga el mejor orgasmo de mi vida, no me imagino en un par de horas, lo que puedes hacer sentir a una mujer.

  • Iván cariño, ahora me entiendes,, cuando te digo, lo pequeñita que me haces sentir cuando me amas. A veces haces que piense que yo no soy suficiente, tienes muchísimo aguante y en ocasiones yo no soy capaz de aguantar tu ritmo y me siento incapaz de aplacar toda tu pasión. Perdóname por no haberte tenido en cuenta este tiempo, estaba encerrada y pendiente de mi misma y me olvidé de ti y de lo que tu necesitas.

  • Yo también quiero darte lo que necesitas, no quiero que te preocupes por lo de tener hijos o no, podemos plantearnos el adoptarlos.

  • No te preocupes, todo está arreglado.

Se acerco a mí, empezó a besarme, mi polla reacciono, mi cuerpo se estremeció, se quito el pijama, se quedo desnuda delante mía, bajo mis pantalones y engullo mi polla, casi pierdo el sentido, note unas manos en la espalda, un cuerpo se pegaba al mío y me abrazaba por detrás era Verónica; me empujaron a la cama, busque los ojos de Clara, me miro.

  • Tranquilo, confía en mí; te conozco y se que lo que más te ha cabreado, ha sido el sentir lo que te ha gustado follarla.

Verónica se puso a la altura de Clara, esta le cedió su lugar y pudo engullir mi polla, era incapaz de comprender la situación, Clara se acerco a mí

  • Relájate, todo esta arreglado. Verónica, necesita un hogar donde vivir y por eso se va a venir a vivir con nosotros. Entre las dos vamos a saciar tu apetito sexual, yo me sentiré más tranquila; ella por fin podrá disfrutar del hombre que tanto le gusta. Tontorrón esa es la razón de por que las relaciones que tiene nunca le salen bien, te desea desde hace mucho tiempo, te recuerdo que somos iguales y que las dos tenemos los mismos gustos.

Sentí como Verónica trepaba por mi cuerpo, se colocaba a horcajadas sobre mí, cogía mi polla y la dirigía hacia su sexo, simplemente se dejo caer y entera desapareció dentro de ella.

  • Quiero que te corras, quiero que la inundes de leche, que se sienta llena de ti por completo.

No pude resistir más, la situación, el tiempo que hacia que no notaba esa sensación en mi miembro, la vertiginosa cabalgada que Verónica me estaba dando; me empecé a correr como un animal; parecía que por mi polla iba a salir disparada toda mi esencia, me estaba dejando seco; aumento el ritmo, jadeaba como loca; Clara la animaba para que me siguiera exprimiendo, incluso cuando noto que sus fuerzas flaqueaban, la ayudaba sujetándola, para que continuara, consiguieron que me corriera otra vez; ha sido la primera vez, en mi vida, que me he corrido dos veces seguidas; estaba exhausto, Verónica, se quito de encima mía y se tumbo a mi lado. Clara cogió la almohada, la dobló y se la puso debajo del culo.

  • Clara cariño, ¿qué hacéis?

  • Tranquilo amor (la miraba sin comprender a que se refería). Yo no puedo tener hijos, pero Verónica sí puede tenerlos y sabes que es algo que también deseaba desde hace tiempo y que mejor padre que Tú; te lo había dicho,

Han pasado varios años, Clara, Verónica y yo vivimos juntos en la misma casa. Verónica, tuvo un precioso niño y al nacer nos cedió la paternidad; Clara y yo somos sus padres; la tía Verónica vive con nosotros y con su sobrino preferido; es una calcomanía mía y por ahora no hay planes de que se mude, Clara tenía razón; TODE ESTA RESUELTO.