Todo en la vida es negociable
Para cerrar un buen negocio, hay cosas que sobran, si tienes la mercancia que necesita tu cliente
Hola me llamo Nadia y mi siguiente relato sucedió hace algunos años.
Yo estoy casada con Ernesto, tenemos más de 20 años de matrimonio y como todo matrimonio, hemos tenido sus momentos buenos y malos, él siempre ha sido un buen esposo, hombre de mucha cultura y bueno para los negocios, siempre nos ha ido bien en lo económico, pero hubo un momento en que las cosas no marchaban como el esperaba.
Todo comenzó cuando decidió abrir un comercio dedicado a los textiles, una pequeña distribuidora de ropa a mayoreo, al principio yo le ayudaba en el negocio, fui su primera secretaria, en un principio a mí me gustaba todo lo relacionado con los negocios, mi preparación académica era sobre ellos, me licencie en negocios internacionales y quien mejor que yo para ayudarlo en todos sus negocios.
Al principio todo iba de maravilla, tanto así, que empezamos a crecer en nuestro mercado, no hicimos de más personal y las cosas fueron viento en popa.
Al ver la mejoría económica, le comunique a Ernesto, que prefería ya no más trabajar con él, que pretendía quedarme en casa y disfrutar de la vida. A lo cual mi esposo acepto.
Así que por unos años tuve una vida de reina, viajar, conocer el mundo, dedicarme al cien por ciento a mi esposo, a cuidarme, a lucir bella para él, siempre he sido una mujer muy atractiva, aunque se escuche mal, pero la verdad no puedo ocultar lo que dios me ha dado, la mayoría de las esposas de los amigos y socios de mi esposo, no me soportan, me tienen envidia porque soy el centro de atención de todas las miradas cuando llego a algún lugar.
Mi esposo está muy orgulloso de mi, el tener a una mujer a su lado que lo ama y lo acompaña en sus triunfos, me describiré un poco para que puedan imaginar de lo que les estoy contando: soy una mujer de 40 años, pero muy bien cuidada hago ejercicio todas las mañanas, para conservar mi figura, mis medidas son 102-64-106, mido 1.68 m. mi talla de sostén es de 36DD y mi pantalón es talla 9, tez clara, cabello castaño, me encantan mis piernas, pero sobre todo mi mayor atractivo es mi culito aunque mis tetas no tienen desperdicio.
Después de tener buenos años en lo económico las cosas empezaron a decaer, nuestras ventas se vinieron dramáticamente abajo y aunado a la crisis económica que se vivía en España en esos años las cosas estaban bastante mal.
Ernesto preocupado por tal situación debió despedir a varias personas, eso lo inquietaba mucho, ser el causante de que varias familias perdieran el sustento no era fácil asimilarlo, cada noche me lo confesaba y sus preocupaciones iban en aumento.
En una ocasión me comento que tenía un cliente de nombre Juanico Mora, hombre de 38 años, yo no lo conocía personalmente, pero era un hombre que podía solucionar nuestros problemas económicos si aceptara firma un contrato importante, dado que él era el contacto directo con una empresa muy importante en el ramo.
El problema que veía mi esposo era la conducta de Juanico, mi esposo sospechaba que él tuvo algo que ver en la renuncia de Úrsula, su secretaria, al parecer se quiso sobrepasar con ella y ella renuncio. Era un don juan, hombre que conquistaba a cualquier mujer de una u otra manera.
La situación empeoraba, tanto así que tuve que volver a trabajar en la compañía, después de tantos años volví a acompañarlo en su trabajo, una vez ahí me di cuenta que las cosas estaban tan mal, como las mencionaba Ernesto nuestros clientes eran contados.
Una mañana haciendo labores secretariales, entro un hombre a la oficina, preguntando por mi esposo.
¡Señorita buenos días! ¿Se encuentra Ernesto?
Si le respondí
¿Quién lo busca?
Soy Juan Mora
(Así que este es el señor Juanico, pensé)
Un momento por favor
Sentí como me miraba de pies a cabeza, como recorría todo mi cuerpo, con esos ojos de conquistador empedernido.
Eres la nueva secretaria de Ernesto pregunto
Si respondí, cuando le iba a decir que además soy su esposa
Ernesto salió de la oficina en ese momento, interrumpiéndome
¿Juan cómo has estado? le dice mi esposo
¡Bien! ¡Pero muy bien! Le contesta viéndome directamente a mi escote
Ernesto tu sí que sabes elegir buen personal le comento
Tu secretaria nueva es muy atractiva… yo me quede callada esperando que Ernesto dijera algo
A lo cual respondió
Tú siempre tan observador, pasa conmigo a la oficina.
Señorita por favor tráiganos café.
Al escuchar eso me quede fría… no me lo esperaba
Entraron a la oficina
Me levante, camine hacia la puerta y quise escuchar lo que decían.
Hombre Ernesto pero que buena esta tu nueva secretaria
De seguro ya te la estarás follando condenado, le decía
Mi esposo solo contestaba con risas, como diciendo sí, eso me atareo de alguna manera, que planeaba Ernesto con esto, porque no le aclaraba que yo era su esposa.
Pero qué cuerpo tiene, es un manjar, que tetas se le ven detrás de ese lindo escote, le decía Juanico a mi esposo, y el sin decir palabra alguna.
Venga hombre hablemos de negocios, le dijo mi esposo.
Hombre tío, hablemos de tu nueva secretaria, que esta rebuena la condenada, que ojos tiene, que cabello, seguro que te la follas y bien que disfrutas de ella, mira que si fuera mi secretaria vale.
Continuaron hablando de mí esos minutos, mi enojo pasó de inmediato y empecé a sentirme excitada, al escucharos a hablar de mí como una extraña. Esa tarde llevaba un traje sastre, con pantalón muy ceñido al cuerpo y un escote bastante grande, mis pechos se miraban más grandes de lo que son.
Pero que descaro de este tío hablar a si de mí, y lo que es peor que mi esposo no le diga quién soy, en son de revancha entre a su oficina a llevaros café, y me contonee de la manera más sexy que pude.
Con permiso, ¡le traigo el café señor!
Mirando a mi esposo a los ojos
Le serví primero a el
Me incline un poco, para que Juanico viera mi culito, y hablaran más de mí.
Con voz más sensual le dije le gusta así don Juan
El sin perderse ni un detalle de mi trasero, claro guapa que si me gustan a mí.
Entendí rápidamente esa indirecta, no se refería al café por supuesto
Con permiso, (me retire)
Ernesto que mujer tan guapa tienes de secretaria, juro que no he visto a una así de sensual como ella.
Yo seguía escuchando detrás de la puerta y Ernesto solo le daba por su lado a Juanico.
Al seguir escuchando note que mi esposo nunca le aclaro quien era yo, al principio me desconcertó, pero creo que al fin entendí lo que pretendía mi esposo.
Pasaron los días, del tema no lo hablamos.
Una tarde llego Juan, a buscar a mi esposo, pero no él no estaba
¡Hola guapa! ¿Esta Ernesto?
Le respondí
No
Mejor me contesto
He venido a verte a ti
Sabes desde que te conocí no he dejado de pensar en ti, me decía
Eres una mujer muy guapa y tienes un cuerpo de tentación, que logras que mis más bajas pasiones se enciendan pensando en ti.
No daba crédito a lo que escuchaba, este hombre abiertamente me estaba tratando de seducir.
Entrando en su juego le respondo
Por favor así se lo debe decir a todas
No tú eres especial, te lo aseguro
Por dios eso no se lo cree usted, le dije
Vamos corazón no seas así, que te cuesta
Que me cuesta que le pregunte
Tú sabes que me dice
¡No! No lo se
Quiero tenerte, quiero que seas mía
¡Wow! pensé, este hombre no pierde su tiempo, bueno si mi esposo no hizo nada al respecto, lo hare yo
Usted sí que es directo Juan, le respondí
Claro con una mujer así, no me gusta perder el tiempo
Pensé si lo de he de hacer, debo obtener algo a cambio, soy una mujer de negocios y todo se vale en los negocios.
Mire Juan seré honesta con usted, usted conoce la situación por la que atraviesa la empresa donde trabajo, don Ernesto me ha dicho que usted tiene la manera de ayudarnos a cerrar un trato con una empresa importante. Así que si quiere lo que está pensando, consíganos ese contrato y estaré a su entera disposición para que haga lo que quiera.
En los negocios se deben utilizar todas las herramientas que una tiene.
Sin decir ni una palabra Juan se retiró de la oficina, con una sonrisa de satisfacción y de triunfo.
Al día siguiente recibí una llamada, era Juan
Hola guapa, tengo listo tu contrato y esta noche te lo entregare firmado, pero antes quiero verte, quiero que vallas vestida lo más sensual que tengas, si al verte no me satisface como vas, romperé el contrato.
Toda la mañana estuve impaciente, quería llegar a casa y buscar algo que ponerme, la situación empezaba a excitarme.
No batalle en encontrar algo sexy, me vestí con un vestido de pliegues color azul marino un poquito arriba de mis rodillas, con un escote que lograba resaltar mis tetas además era bastante ajustado el cual resaltaba mi cuerpo, medias negras, unas tanguitas negras bastante coquetas, el pensar lo que sucedería empezaba a mojarme.
Me cito en un bar, al llegar el me esperaba en el estacionamiento
¡Que buenísima te ves!
¡Gracias!
En un instante me tenía abrazada acariciándome todas, me recorría con sus manos, me comía a besos
A penas y pude decirlo ¿el contrato?
¡Cállate eso está arreglado!
Me subió a su automóvil y nos fuimos del estacionamiento, recorrió unas calles y se estaciono detrás de una bodega.
El lugar estaba totalmente oscuro
Y me dijo
Ahora me darás una mamada, y dependiendo de cómo lo haces te daré las primeras hojas de tu contrato
No lo dude ni un momento, y con mi mano tome su pantalón y le baje la cremallera, sentí un bulto enorme sobre su pantalón,
¡Ohhh dios! ¡Es enorme! Pensé
Por fin pude sacar esa polla
Era de un color grisácea, rojiza y con una cabeza enorme, lo que me voy a comer que rico, yo estaba excitada sentía mi coño húmedo, la situación era muy erótica
Empecé con mi lengua alrededor de su polla
¡Mmmmmmm! ¡que rica corazón!
¡Es enorme!!!
¡Dámela!
El inclino su asiento hacia atrás quedando acostado, mientras yo con mi lengua humedecía todo su tronco enorme, bajaba y subía con la lengua, saborea esa polla, le acariciaba las bolas con mis manos, y continuaba lamiendo esa polla
¡Mmmmm que rica!!!
¡Empezaba a crecer y crecer más ese miembro!!!
Que delicia de polla
Con su mano me introdujo su polla en mi boca
La sentí dentro hasta mi garganta
¡Es enormeeeeeee!
¡Glup! ¡glup! ¡glup!
El chasqueo de mi saliva en su polla al entrar en mi boca
Que placer le estaba dando al cliente de mi esposo
Si supiera mi esposo lo que estoy haciendo
Eso incrementaba mi excitación, yo estaba con mis tetas y pezones durísimos
Sacaba y metía esa polla en mi boca, ohhhh que placer el sentir esa polla en mi boca
¿Te gusta corazón?
Continua zorra… haz lo tuyo
Al escuchar aquello me calentó de tal forma que incremente la succión, le mamaba la polla con celo de zorra, la mamaba todita
¡Que rico! ¿Corazón te gusta?
¡Si!... ¡Sí!...! ¡Si!...
Sique no te detengas, ¡lo haces muy bien perra!
Sujeto mi cabeza con su dos manos y me metió toda su polla en mi boca, y empezó a bombear dentro de mi
Con mis manos acariciaba sus bolas, sentí que en un momento a otro se vendría dentro de mi boca, sus jugos empezaban a sentirse más espesos
¡Siguió bombeando con un movimiento frenético!!
¡Tómatela toda perra!!
¡Es toda tuya!
¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!
¡Un grito de placer!!!
Al momento de soltar su lechita dentro de mi
No podía respirar, al intentar tragarme su lechita
¡Mmmmmmmmmmmmmmmmm!
Que rica…………. Calientita, espesita, saladita. ¡Que delicia!
Que bien la mamas corazón… me dijo
¡Es la mejor mamada que me han dado!
No te limpies… me dijo
Que aún no terminamos
¡La noche apenas comienza!
Encendió el automóvil, ni siquiera se subió los pantalones, condujo con su polla a la vista
¡Vamos corazón hazme una paja! Con esa manos
Mientras conducía, yo le hacia una paja, suave, rica, sin prisa, su polla volvía a ponerse dura otra vez
¿Así corazón? le pregunte
¡Vas bien, sigue!
Busco un callejón
Más oscuro todavía
Detuvo el vehículo
Abrió la puerta, se bajó, se quitó el pantalón, la camisa, se desnudó totalmente, la noche era ideal, no hacia frio.
Me dijo
¡Bájate!
Lo obedecí
¡Su polla estaba otra vez bien dura!
Me baje
Fui hacia el
Me abrazo
¡Al sentir su miembro en mi cuerpo, me calentó aún más!
Me beso, me acaricio, me levanto el vestido, me siguió besando, con su mano me empezó a acariciarme mi coño
¡Perra lo tienes bien mojado! me dijo
Con gemido asentí
¡Mmm… si!
Empezó a meterme sus dedos en mi coño, yo ya estaba lista para recibir esa enorme polla, mi coño estaba totalmente dilatado, húmedo y pidiendo a gritos una polla bien adentro de mí
¡Mi temperatura era altísima!
¡Seguía acariciando su polla con mi mano, y él me daba una nalgada!!
¡Perra pero que nalgas tienes, son enormes y están bien duras, me encantan tus nalgas!!
¡Son tuyas corazón!
Me aprisionaba a su cuerpo, mi vestido salió volando, solo me quede en medias y mi tanga, la cual estaba totalmente mojada
Cuando de repente, con su mano hizo a un lado mi tanga, y lentamente empezó a meterme su polla
Estábamos los dos frente a frente desnudos, y él me metía su polla, que sensación tan rica, empezaba a bombear en mi coño
¡Ohhhhh que rico se siente!
¡Sigue! ¡Sigue no te detengas!
¡Dame esa polla más adentro!
En un segundo metió toda su polla, yo estaba de puntitas, que sensación de placer, de un momento a otro voy a correrme
¡Sentí como me partía el coño con ese tronco que cargaba!
Continuo bombeando, ¡yo extasiada de placer me entregue a el!
Dimos unos pasos hacia el frente del automóvil, sin sacarme su polla, esos pasos fueron exquisitos el sentir esa polla dentro de mí y moverme junto con él, me levanto me recostó en el frente del vehículo, sentir el calor del motor, produjo un escalofrío en mi cuerpo, que mi coño apretó su polla, el placer es indescriptible.
¡Dame más corazón!
¡No te detengas… la quiero toda, dámela…! ¡Métemela más!
Empezaba a gritar de placer
Quiero todo corazón
Su bombeo respondía con mis contracciones de mi coño, que sensación,
Sacaba y metía, que delicia de momento, no quiero que termine pensaba
Su polla rozaba mi interior, mi coño empezaba a chorrear líquidos de placer, no te detengas, ¡dámelo!
Sentía como su enorme polla tocaba casi el fondo de mi coño, ¡ohhhhhh dios que placer me estaba dando!
Su ritmo aceleraba, de un momento a otro se iba a correr dentro de mí
Lo quería dentro de mí
Toda su lechita
Después de tragármela
La quería en mi coño
Toda su leche era para mí
Un grito de placer
¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!
¡Toma perritaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Mis manos, mis uñas se clavaban en su espalda
¡Córrete, junto a mi le gritaba!
¡Córrete conmigo!
¡Dámelo!
¡Lo quiero!
¡Ahhhhhh…… un suspiro!
Que rico lo haces me dijo
No pude decirle nada, el placer era tal, que mis piernas no respondían
Él se quedó dentro de mí, su polla, volvía a su estado normal, que sensación tan deliciosa, que hombre me había follado en la calle, que rico.
Vamos corazón has cumplido tu parte me dijo
Yo había olvidado que todo esto era plan, que importaba, lo hubiera hecho por nada, lo pensaba
¡Te has comportado como toda una perra! me dijo
Te has ganado lo que pedias
¡Dáselo a tu esposo!
¡Me levante de inmediato!
¡Pero como!
¿Sabías quién era?
¡Claro!
Tu propio esposo me lo dijo
¡Me quede helada con esa respuesta!
Has salvado el negocio de tu esposo, perrita
¡No podía creerlo!
¡Me habían puesto una trampa y he caído!
¡Ups!
FIN
Amigos gracias por leerme
Espero sus comentarios
Besos